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Recuerdo - por Ismael Tomas Perez

Web: http://www.gigantedealgodonblogspot.com.es

Recuerdo

Al acercarse el hombre a la ventana de la cocina desde el jardín, Marta al otro lado de los cristales, estaba temblando horrorizada. Efectivamente, había reconocido a su abuelo materno Eric Wengel.
Tras un interminable momento de incertidumbre, en el que ambos se miraron fijamente, se fundieron en un abrazo interminable con un inevitable llanto incluido por ambas partes.
Marta le hizo pasar al interior de la casa. No podía creerlo, era como un sueño, mejor dicho como una pesadilla.
Ricardo observaba la escena perplejo, aquel vagabundo resultaba ser un familiar, totalmente olvidado, de su esposa.
Marta no terminaba de salir de su asombro hasta que por fin, tranquilizándose un poco, empezó a hacer preguntas a Eric, al mismo tiempo que Ricardo intentaba preguntar a ambos e hilar la historia que este empezó a contar:

Había sido hecho prisionero a los 8 años por el ejército alemán como venganza contra mi padre Thomas Wengel, era el hijo de un brillante y renombrado científico americano que estaba trabajando en el proyecto Manhattan entre los años 1942 y 1945.
Dicho proyecto estaba desarrollando la fisión nuclear, lo que originó la fabricación de la bomba atómica.
El ejército alemán logró descubrir el paradero de nuestra familia y me secuestró, ingresándome en un campo de concentración de Polonia, para forzar y extorsionar a mi padre a entregar los documentos relativos a la fabricación de dicha bomba. Era el tesoro mas preciado de esa época, ya que la posesión de dicho artefacto daría la llave para la conquista y dominación del mundo. Hitler en ese momento era el rey de la selva, el león que intentaba vencer y doblegar el mundo. Por el momento estaba intentando dominar Europa. La lucha contra los países era cruenta y devastadora y, si no tenia coartada para invadir un territorio, la inventaba para lograr sus fines.
El desarrollo de la guerra se iba endureciendo, el calendario de invasiones se iba tornando contra él mismo y su ejército cada vez mas agotado y, quizás debido a su gran ansia de poder, iba ya perdiendo batallas que irremediablemente diezmaban su poderío.
Creía tener la medicina para salvar el mundo, con el exterminio de millones de persona inocentes por el mero hecho de tener otra ideología. Quería someter a la humanidad y crear una nueva raza, de personas con unas características especiales. Cuando por fin vio la imposibilidad de poseer la formula de la bomba, a través de sus espías había recibido varias veces muchos documentos de la misma, resultando falsos, acorralado y derrotado en su propia guerra el 30 de Abril de 1945 decidió suicidarse.
Poco después, los días 6 y 9 de Agosto del mismo año se lanzaron dos bombas, una sobre Hiroshima y otra sobre Nagashaki devastando dichas ciudades y originando cientos de miles de muertos y heridos que aun hoy sus descendientes arrastran terrible secuelas. Faltaron poco más de tres meses para que Hitler pudiera ver el efecto devastador del arma más letal del mundo, cuya posesión tanto ansiaba.
¿Os imagináis si hubiera llegado a tiempo de poseerla?
Al poco tiempo, una red de espías facilitó la fórmula a Rusia, país entonces enfrentado con Estados Unidos, creador de la misma. Con esto eran dos superpotencias las que poseían el arma con lo que ya no estaba en manos de un solo loco poder de dominar el mundo. Esto hizo que se creara un respeto entre estos dos países, en ese momento los más poderosos del mundo. Quizá por eso ya no fue lanzada ninguna bomba atómica contra una población.

Marta y Ricardo estaban atónitos a la vez que Eric presentaba unos signos de extremo cansancio.
Tampoco comprendían porque iba con esas ropas, llevando debajo del abrigo la camisa con los colores del campo de concentración, de prisionero judío.
Al preguntárselo, Eric totalmente agotado y medio balbuciendo contestó:

Eso es otra historia, fui el sastre de uno de los generales nazis, trabajaba para Hugo Boss que era el fabricante de los uniformes.
Cuando terminó todo, me llevé todos los rollos de tela que había en el almacén y he estado confeccionando camisas para todas las películas que se han hecho últimamente. Al final he acabado usándolas yo mismo.

Y tras un largo bostezo se quedó dormido

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8 comentarios

  1. 1. Galia dice:

    Buenos días Ismael: muy interesante tu relato, vuelve a una terrible página de la historia de la humanidad que tenemos el deber de no olvidar, de ser memoria activa para que no repitan los mismos errores aunque a veces las noticias cotidianas nos dicen que no aprendemos.El final es sorpresivo, pues rompe el clima trágico con la confección de ropa para películas, da un respiro al lector y hasta hace aflorar una sonrisa. Te marco algunos detalles de redacción que dan lugar a una construcción muy forzada o confusa:
    Al acercarse el hombre a la ventana de la cocina desde el jardín, Marta al otro lado de los cristales, estaba temblando horrorizada. Marta, tras la ventana que daba al jardín, observó horrorizada al hombre que se acercaba.
    Ricardo observaba la escena perplejo, aquel vagabundo resultaba ser un familiar, totalmente olvidado, de su esposa.
    Ricardo observaba la escena perplejo, aquel vagabundo resultaba ser un familiar olvidado.
    formula, lleva acento: fórmula.
    Son detalles que no desmerecen para nada el relato pero lo perfeccionan.
    Un gusto leerte.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 13:27
  2. Qué tal Ismael? Si no recuerdo mal es la primera vez que te leo.

    Vamos a por RECUERDO

    Ya desde el primer párrafo nos metes la curiosidad Marta, el abuelo, y el miedo al reconocerlo ¿por qué tiembla, de qué tendrá miedo?

    En el segundo párrafo se pierde el efecto primogénito tan bien conseguido, demasiadas repeticiones terminadas en “able”.

    Faltan también tildes a lo largo del relato.

    Y ya nos explicas la historia del conflicto bélico y del conflicto personal de la familia del científico. Una larga parrafada informativa.

    Hay un dato que desconocía y que Hugo Boss fuera el sastre con confeccionaba los uniformes nazis. Qué interesante.

    En conjunto hay varias historias, la primera sin resolver el porqué del temblor de Marta al ver al abuelo, y como supo que era su abuelo después de pasado tanto tiempo nada más echarle una ojeada a través de la ventana.

    Es una historia muy densa de observaciones muy generales, que si se desarrollara daría para una novela, con esa tercera parte interesante del sastre, sin embargo, en un relato corto se pierde empatía por lo personal, pese a los datos, o puede que a causa de tanta información generalizada. No veo al hombre, no veo su dolor, sus gestos, ni escucho como habla… salvo el bostezo al quedarse dormido (ahí vi al ser humano)

    Creo que tiene potencial para desarrollar más el relato, aunque comprendo Ismael, que con la consigna de 750 palabras es difícil condensar.

    Un cordial saludo compañero. Soy tu vecina de arriba.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 18:59
  3. 3. kirjanik Maya dice:

    Hola, Ismael.

    En el anterior taller #60, tu relato se llamaba “Recuerdo” y recuerdo que en mi comentario te pedí una continuación y aquí está.
    Muy bien lograda la continuación. Tal vez demasiados detalles técnicos que le bajan el ritmo al relato.

    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 02:10
  4. 4. Sebas A dice:

    Hola Ismael:

    Yo también alenté en la anterior escena que tu relato merecía una continuación, y nos has dado el gusto.

    Me gustó la continuación, aunque coincido con los compañeros que me preceden que hay demasiados detalles técnicos que afectan el ritmo del relato y quizá faltan ciertos aspectos que describan lo que percibió, sintió y padeció el abuelo.

    Igual también coincido que las 750 palabras resultan escasas para ello.

    De todos modos, buen trabajo.

    Saludos

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 03:50
  5. 5. Laura dice:

    Hola Ismael!
    Aquí estoy, te había salteado en mis comentarios. Perdón.
    En tu relato, que recordé de inmediato al comenzar a leerlo, tengo una más que seria duda: si fue secuestrado a los ocho años, ¿cómo logró tener una hija que vive en otro lado del mundo?¿Se reencontró, tuvo la hija, la hija tuvo una hija y volvió a desaparecer para que la nieta lo reconozca? Alternativa: una premonición, ya que desde lo racional se me escapa. Tal vez con una canción que la madre le haya cantado a ella, aprendida del abuelo…
    Tomo nota de la forma en que uniste el relato presente con el anterior para hacerlo si continúo la serie.
    Desconocía por completo lo de Hugo Boss.
    Tal vez podías haber pasado algo rápido lo de Hitler para dedicar un poco a la vida en el campo de concentración, donde termina haciendo camisas.
    Por último, un detalle:agrego un punto para separar porque me había quedado la duda acerca de quien era el hijo del brillante científico americano. Había sido hecho prisionero a los 8 años por el ejército alemán como venganza contra mi padre Thomas Wengel. Era el hijo de un brillante y renombrado científico americano que estaba trabajando en el proyecto Manhattan entre los años 1942 y 1945.
    Ahora bien,¿cómo era americano con un apellido tan alemán? Inmigrante de antes de la guerra, adoptado americano, y el hijo secuestrado en América? Posible. Da tela para cortar.
    ¿Continuará? Hay baches para rellenar, si te parece.

    Mis saludos.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 11:00
  6. 6. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tu visita a mi cuento
    Por ahora me he fijado en un pequeño desliz en tu relato, al menos parece desliz por la forma de narrarlo. Te cuento:
    “Al acercarse el hombre a la ventana de la cocina desde el jardín, Marta al otro lado de los cristales, estaba temblando horrorizada. Efectivamente, había reconocido a su abuelo materno Eric Wengel.
    Tras un interminable momento de incertidumbre, en el que ambos se miraron fijamente, se fundieron en un abrazo interminable con un inevitable llanto incluido por ambas partes.
    Marta le hizo pasar al interior de la casa.”

    cuando el hombre se acerca a la ventana, si mencionas los cristales es que dicha ventana estaba cerrada. Luego los dos personajes se funden en un abrazo ¿a través de la ventana? Esta parte hay que explicarla mejor o redactarla de otra manera.
    El relato está bastante bien y es entretenido, pero luego de hablar tanto de la guerra y de los horrores de algunas personalidades que intervinieron, el final es un jarro de agua fría. No sé si pretendías que fuera un final humorístico, pero la verdad es que le quita toda la enjundia a lo relatado anteriormente.
    Es solamente mi opinión personal.
    Un saludo

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 01:46
  7. 7. Mario Fernández dice:

    Hola, Ismael:

    Gracias por tu visita.

    Me ha gustado el relato, y me quedo esperando la siguiente entrega.

    Al igual que Laura, me he perdido un poco con la historia del abuelo. Pero para nada me ha sacado de la interesante historia.

    Mis felicitaciones.

    Mario

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 00:59
  8. 8. Maurice dice:

    Ismael, aunque no comparto tu visión de la historia -volcada en el relato presente-, reconozco la fluidez narrativa con que lo haces. Comparto con Isabel el hecho que tanta información histórica general, lleva a perder el poder del personaje principal -el abuelo de Marta-. Respecto a tu posición histórica, el hecho que Alemania no haya alcanzado a tener la bomba primero, no eclipsa el genocidio llevado a cabo por EU en Hiroshima y Nagasaki.Eso tampoco debemos olvidarlo.
    Buena historia

    Escrito el 28 mayo 2019 a las 04:16

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