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Con la mierda al cuello. - por Escribidor Aprendiz

Absolutamente desorientado y aturdido, tardó unos segundos en ser consciente de en qué lugar se encontraba, y unos minutos más en descubrir la gravedad de sus actos más recientes. Notando el amargo regusto de la saliva seca en la comisura de sus labios logró asirse a tientas de uno de los barrotes y, luchando contra la debilidad de sus rodillas, se irguió como pudo para descubrir entre las sombras reflejadas en un espejo cercano el astroso aspecto que presentaba.

—Estoy jodido, esta vez la mierda me llega al cuello —Acertó a pensar mientras observaba en la penumbra los rostros dormidos de sus compañeros.

Hacía mucho desde la última vez que Daniel tuvo problemas con sus captoras. En aquella ocasión, su negativa a tragarse las medicinas que le suministraron con la bazofia que le servían por comida le había acarreado un buen problema. El estoicismo con el que había soportado el castigo que derivó de aquello le valió cierta fama y el respeto de sus compañeros, pero no creía ser capaz de soportar nuevamente algo semejante. No sin romperse por dentro.

Estaba aún Daniel en estos pensamientos cuando escuchó el eco lejano de unas voces que le eran aterradoramente familiares. No tenía coartada para escapar de esta, así que debía actuar rápido si no quería pasar otra buena temporada sin sentir al menos unos minutos al día el calor del sol acariciar su cara. Eso en el mejor de los casos. En el peor, podrían dejarlo absolutamente incomunicado y apartado del resto.

Su primer impulso fue el de intentar trepar por los viejos barrotes para escapar de aquella absurda jaula en la que transcurría la mayor parte de su vida, pero era incapaz de reunir las fuerzas necesarias para sobrepasar un par de palmos desde la altura de su cabeza.

Entonces, corrió a uno y otro lado del habitáculo y, aplastando su rostro contra las barras que los separaban, alargó cuanto pudo los brazos intentando tan irracional como desesperadamente alcanzar con la yema de sus dedos alguna pertenencia de sus compañeros.

De pronto, un chasquido eléctrico recorrió el techo de la galería. Las luminarias repartidas a lo largo de toda la estancia comenzaron a parpadear y Daniel, presa de un enorme sobresalto y un brusco ofuscamiento, se echó las manos a la cara y cayó de espaldas contra el suelo.

Aún no podía abrir del todo los ojos cuando escuchó girar el picaporte de la puerta y, al abrirse esta, logró vislumbrar dos siluetas que tuvieron un efecto inmediato en las constantes de nuestro desdichado prisionero. A medida que se aceleraban sus pulsaciones, Daniel notaba su respiración más y más agitada, mientras un repentino ardor le iba subiéndole desde el pecho.

Las siluetas confusas iban tomando forma a medida que se acercaban y Daniel, sabiéndose perdido y tomado ya por el pánico más atroz, notó como aquel calor que se había apoderado por completo de su rostro escapaba por su garganta tomando la forma de un desgarrador y desesperado llanto.

—¿Pero qué demonios ha pasado aquí? —la atónita y colérica mirada de una de sus captoras clavada en él como una advertencia de lo que le esperaba— ¿Otra vez Daniel? ¡Otra vez lo mismo!

E inclinándose sobre él lo tomó en brazos y, no sin cierta repugnancia en el tono, le indicó a su compañera.

—Por el amor de Dios, haz algo útil en lugar de reírte como una idiota. Busca la agenda de Daniel León Martín y apunta en su calendario que, durante la siesta, ha vuelto a cagarse de arriba a abajo.

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5 comentarios

  1. 1. Carla Daniela dice:

    Hola Escribidor, como estas?
    Jaja que final!! Una buena escena, muy cinematografica… No me quedó muy claro donde (El lugar físico) que lo encerraba… Era una jaula? Era un lugar alto que se podía trepar?Por momentos me imaginé eso, por otro una gran sala parecida a la de un hospital. Quizás ahí me perdí un poquito. ¡Me gustó mucho el titulo! Sin duda, te atrapa.
    Creo que en esta frase …ser consciente de en qué lugar… sobre el “de” y en esta: …ardor le iba subiéndole desde el pecho… sobra un “le”.
    Una gran escena para un relato corto!! Me gustó mucho. Un gran saludo y nos leemos (Nº 47)

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 01:33
  2. 2. Laura dice:

    Hola Escribidor.
    Me ha gustado mucho tu relato, lo dejas lo bastante abierto para que cada uno baraje diversas posibilidades. Incluso pensé que era un animal enjaulado.
    Creo que con sólo utilizar una vez el nombre es suficiente ya que es el único prota hasta que llegan las enfermeras. Por supuesto, es mi más que humilde opinión.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 11:57
  3. 3. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Escribidor Aprendiz, aquí estoy para disfrutar de tu relato.

    Hay un par de deslices: En “No tenía coartada para escapar de esta”, no sé a qué te refieres con “esta”, no hay concordancia de número con la información de las frases anteriores en el párrafo. En “un repentino ardor le iba subiéndole desde el pecho.”, creo que sobra en “le”.

    Ha resultado entretenida la lectura, el comportamiento de un presunto bebé con los pensamientos de alguien de mayor edad, me ha hecho sonreír. Aunque el inicio y parte del desarrollo empujaba hacia un final más intenso del mostrado.

    He disfrutado con la lectura y he aprendido.

    Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 22:44
  4. 4. María Jesús dice:

    Hola Escribidor: Vaya, tu relato me ha gustado mucho, sobre todo el final, cuando he comprendido que Daniel o es un loco en un psiquiátrico o un anciano en una residencia, me decanto por esto último. No tengo duda de que muchos ancianos se sentirán así cuando son ingresados en un geriátrico. Un gran trabajo.
    Saludos desde el 48.

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 15:15
  5. 5. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Escribidor Aprendiz:

    Un relato buenísimo, he disfrutado de su lectura y el final genial, me reí un montón a pesar de lo crudo de la historia.
    Me fió la sensación de ser un hospital o una residencia para personas dependientes y con problemas psicológicos.
    El punto del título, un puntazo, ni por asomo me imaginé que eta tal cual esta escrito.

    Nos seguimos leyendo.

    En mi texto me referia concretamente al alzehimer, la nueva enfermadad mental.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 21:48

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