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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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ATAQUES DE PÁNICO - por María Esther

ATAQUES DE PÁNICO

¡ Son las cuatro de la tarde y yo durmiendo !
—¡ Laura ! ¡ Laura ! ¿ Dónde estás ? Cuando logré despejarme la busqué por toda la casa, salí al patio, la llamé y nada… No estaba en ninguna parte….
Sin más demora decidí llamar a la policía.

—Cuénteme por favor todo lo sucedido, Sr. González. —dijo el oficial.
—Ayer a las ocho cenamos, luego miramos televisión, leímos, atendimos llamadas telefónicas, en fin, lo mismo de siempre.
Este sábado nos acostamos temprano porque no pensábamos salir. Serían las once. Ella tomó su medicina, marcó en el calendario como de costumbre y dejó el frasco y el vaso en la mesita de luz.
—¿ En cuál mesita ?―interrumpió el policía.
―Allí, ―Contestó el hombre, señalando el lugar vacío, a la vez que veía con asombro , las cosas en su mesa.
Tuvimos un intercambio de miradas, como queriendo explicar la situación y sin más prosiguió el diálogo.
―Bueno, ¿qué sucedió después?
―Antes de dormir se acurrucó y dijo sentir mucho miedo del león, ese que se le aparece en sueños.
La abracé, le dije que eso era una pesadilla de la niñez, ya superada, que no pensara más… después…después no sé…, creo que me dormí enseguida, tanto, que desperté hoy a las cuatro de la tarde; cosa rara, nunca me había sucedido.
―¿ Usted está seguro que no salió de la casa en toda la noche ?
―Estoy seguro, no salí, ni me desperté. Ya le dije que dormí de una manera muy extraña.
―¿ Este es el piyama de la señora ?, ―me pregunó―siempre haciendo anotaciones.
―Si, claro.
―Así que usted no sabría decir ¿ qué ropa llevaba ella ?, cuando salió de la casa.
―No, pero supongo que usó la misma de ayer: jeans, un blusón estampado, zapatos y bolso marrones, que estaban en esa silla.
―¿Tiene idea adónde podría haber ido ?
―No sé…tenemos unos amigos … podría ser…Yo pensé en los ataques de pánico que tanto la afectaron un año atrás. Estuvo en tratamiento. Había mejorado, pero esto me sorprendió mucho. Algunas veces se encerraba, no quería ver a nadie, otras se la veía nerviosa, como ausente, daba vueltas y vueltas hasta que salía a la calle. Ahí, era seguro que entraba en crisis.
Ahora no sé qué pensar, era algo inusual en ella salir sola de noche…
―Bueno, nos va a tener que acompañar para seguir conversando y realizar algunas investigaciones. Nos llevamos el frasco y el vaso.
Al subir a la camioneta el funcionario encontró un teléfono móvil caído en el borde de la vereda, que se lo llevó. Estoy seguro que era el de ella.

― Soy el Oficial de Policía Fernando Larrosa. Necesito ver al paciente Juan Rodríguez, internado para estudios, en este hospital.
―Pase, está en psiquiatría.
―Gracias.
―Buenas tardes, cómo pasó.
―Buenas tardes; bien, quiero saber si ella apareció.
―No. Tranquilícese, sabemos que está bien. Escuche, el teléfono móvil que encontramos ayer, era el de ella. Tenía tres llamadas de su amigo Miguel. La primera a la una, que decía: «esperame pronta»; La segunda, a la una y cuarto:«no olvides el sobre con todos los documentos» y la tercera, a la una y media: «paso en cinco minutos, vamos directo al aeropuerto».
¡ Me sentí mal !…quería decir algo… pero no sabía qué…
―No se preocupe, ahora lo que importa es su recuperación.
Ya sabemos que usted no tenía coartada, que ella le dio una dosis doble del somnífero para poder salir sin despertarlo. Viajaron al exterior; el tiene denuncia por apropiarse de una fuerte suma de dinero en la empresa donde trabajaba. Los dos están requeridos.
Le repito, cuide su salud. Estará internado dos o tres días y luego se irá para su casa con el tratamiento que el médico le indique.

La verdad, que lo nuestro no fue un amor apasionado. Simpatizamos, aquella vez del encuentro en el café, nos hicimos amigos. Unimos nuestras soledades en los atardeceres del parque, en largas caminatas… Los dos encontramos una compañía tranquila, agradable, pródiga de cariño… Comenzaron sus ataques de pánico y todo cambió.
El deseo se fue tiñendo de azul, las manos unidas todavía se acariciaban…Ella, resolvió la situación.
Yo por lo pronto me mudaré de casa; hablaré con mi amigo Eloy, que el otro día me planteó un negocio con la automotora. Cambiar de trabajo, me hará bien. Ahora que me acuerdo, me invitó para hacer un viajecito a Río, «para descansar un poco»… dijo.

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19 comentarios

  1. 1. Carla Daniela dice:

    Hola Maria Esther, como estas?
    Pobre señor!! Tanto que banco las enfermedades y trastornos de su ex, fue traicionado y abandonado… Por lo menos, no le robó nada, jeje.
    Hay algunas cositas de la historia que recortaría, como el amigo Eloy o hay algunas partes que no me quedaron claras (Solo mi opinión de novata) como porque el señor quedó internado, o a veces se pierde el narrador… También me parece que sobran espacios después o antes de los signos, o algunas comas. La historia me pareció muy buena y con una escritura sencilla y llevadera. El ultimo texto que leí tuyo fue el del fantasma y se nota mucho un gran avance!! Un gran saludo y nos leemos (Nº 47)

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 01:58
  2. 2. María Esther dice:

    Gracias Carla Daniela por tu visita. Dices no saber por qué el hombre quedó internado. Fíjate que llamó a la policía, su mujer no está por ningún lado, son las cuatro de la tarde y el dormía. Narra una historia de los hechos que suena un poco rara, la policía tiene que investigar la verdad.
    ¿Y si eso es una coartada para explicar lo que sucedió con su mujer?
    Gracias, te visitaré con mucho gusto.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 01:16
  3. 3. Labajos dice:

    Hola:

    Me ha parecido un relato entretenido y fácil de leer. Las erratas que contiene no son graves, y pudieran ser resultado de la falta de una última lectura antes de la publicación. Este taller es de gran ayuda para los que estamos aprendiendo, para mí la puntuación es una de las cosas mas complicadas a la hora de escribir, por lo que debería aplicarme el refrán de “consejos vendo y para mi no tengo”, pero son preceptivas del taller estas críticas constructivas. Te podré algún ejemplo:

    “¡ Son las cuatro de la tarde y yo durmiendo !”
    El texto comienza con una reflexión, que se hace a sí mismo un sorprendido narrador. Yo lo incluiría entre comillas latinas («texto»). Antes y después de las admiraciones no se guarda espacio.
    “―Así que usted no sabría decir ¿ qué ropa llevaba ella ?, cuando salió de la casa.”
    En mi opinión no está claro donde empieza y termina la pregunta. (―¿Así que usted no sabría decir qué ropa llevaba ella, cuando salió de la casa?)
    “―Buenas tardes, cómo pasó.”
    ―Buenas tardes…¿cómo pasó?
    En cuanto a la historia, sorprende que la fugada se tome tantas molestias para un sencillo abandono. Es Miguel quien robo y no ella. Con haber dicho que se iba por tabaco hubiese sido suficiente para terminar con un amor que ya no era apasionado. Al contrario que Carla, veo el final acertado, puesto que a la víctima casi le viene bien que ella tomase la decisión, incluso de inmediato ya tiene proyectos de futuro que incluyen negocios, viajes…No veo necesario su ingreso en psiquiatría. No parece deprimido por la ausencia de Laura, más bien lo contrario.
    Saludos María Esther.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 13:46
  4. 4. María Esther dice:

    Hola Labajos, muchas gracias por tu visita, y tus constructivas críticas.
    Los diálogos creo que son parte medular en los cuentos, y a la hora de escribirlos pensamos en el contenido y nos olvidamos de la forma.
    Sí, me doy cuenta que faltó una lectura más detenida.
    Muchas gracias.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 14:40
  5. 5. JaimeM dice:

    Hola, María Esther:

    Sí que son curiosas las coincidencias entre tu relato y el mío. Gracias por tus palabras.

    He leído tu historia con interés. Coincido con los comentarios técnicos de Carla Daniela y Labajos; creo que hay algunos detalles de forma (los espacios entre los signos de interrogación y exclamación, que a veces no es muy claro donde empieza y termina el diálogo) que entorpecen la lectura, pero que son fáciles de solucionar. Al margen de eso me parece bien escrito y desarrollado.

    Personalmente, quizá acortaría los diálogos y añadiría más reflexión del narrador, cuya voz melancólica, casi resignada, sugiere a un personaje interesante.

    ¡Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 23:24
  6. 6. María Esther dice:

    Gracias Jaime M, por pasar por mi relato y por tus acertadas observaciones.
    Lo de los signos ya me lo marcaron, no sé que me pasó, lo tendré muy en cuenta.
    Sabes que me di cuenta que eran breves las reflexiones del personaje, pero ya tenía completa la cantidad de palabras con poda y todo, que tuve temor de corregir.
    También pensé que podría quedar como sugerencia para hacer pensar al lector, ya que se considera importante también lo no dicho.
    Muchas gracias.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 03:02
  7. 7. Rafa Frisby dice:

    Hola María Esther, gracias por pasarte por mi texto.

    Lo único que me distrajo del relato fueron los espacios después de los signos de exclamación, pero eso ya está hablado, así que paso al texto. Lo encontré entretenido y fácil de seguir, me gustó el desenlace y en cierta forma, la sutil aceptación de parte del narrador. Espero seguir leyéndote en los próximos retos.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 06:32
  8. 8. Beba dice:

    Hola, María Esther. Gracias por tu visita y comentario.
    Doy por buenos los señalamientos sobre puntuación que has recibido.
    La historia me parece confusa. Puede que estés señalando una historia soterrada y no des suficientes pistas; me sucede con frecuencia. Un saludo.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 13:46
  9. 9. María Esther dice:

    Hola Rafa Frisby, gracias por las observaciones realizadas.
    Me alegro que te haya resultado interesante.
    Saludo ,nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 00:02
  10. 10. María Esther dice:

    Hola Beba, gracias por devolverme la visita y marcar lo de los signos.
    En cuanto a lo de la historia confusa, no entiendo muy bien, a qué te refieres, si a la poca profundidad de la relación, a la falta de datos, o a lo fría que parece haber sido. Eso todo, fue planteado así, para mostrar una unión débil que no tuvo lazos fuertes para amarrarse después.
    Quizás tengas razón, en cuanto a la relación soterrada, porque no doy pistas como tu dices, que aclaren el comportamiento actual de ambos.
    Muchas gracias Beba, me sirvió para pensar.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 00:21
  11. 11. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tu visita
    Lo primero que tengo que hacer notar es el cambio de narrador; a veces es omnisciente y otras es protagonista. Es una mezcla que no sienta bien al relato porque entorpece la lectura y la dificulta. Esa parte sí que habría que mejorarla, al igual que la estructura de los diálogos, como ya te han mencionado otros compañeros.
    Primero es el señor González, y luego el señor Juan Rodríguez. Otra cosa que puede hacer confundir al lector.
    El último párrafo de todo el relato tal vez sea demasiado largo y anti climáctico, demasiado explicativo (con algunos datos que tal vez hubiese sido mejor mencionarlos antes) porque la historia principal ya ha terminado.
    Creo que puede quedar un cuento interesante de leer una vez que se hayan corregido las cosillas pequeñas.
    Un saludo

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 03:10
  12. 12. Luigi Callieri dice:

    Hola María Esther,
    Un trabajo meritorio el que propones y al cual se le pueden hacer modificaciones a partir del material aportado en los comentarios que me preceden. Por eso, no añado nada más que lo dicho por los y las colegas anteriores, que suscribo.Gracias por ofrecerlo

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 18:47
  13. 13. isan dice:

    Hola María Esther:
    Te comento primero algunas cosas de gramática y sintaxis por orden de aparición que habría que arreglar
    Los signos de exclamación e interrogación van unidos a la palabra posterior o anterior según sean de apertura o cierre.
    “—¡ Laura ! ¡ Laura ! ¿ Dónde estás ? Cuando logré despejarme…” Empezar el otra línea Cuando logré… ya que Laura, Laura es un diálogo y lo otro es el narrador en primera persona.
    “—¿ En cuál mesita ?” ¿En QUÉ mesita?
    “―Allí, ―Contestó el hombre, señalando el lugar vacío, a la vez que veía con asombro , las cosas en su mesa.
    ” Has cambiado el narrador ya que empiezas con narrador en primera persona (cenamos, miramos la tv, nos acostamos) y aquí el narrador ya no es el mismo, cambia a tercera persona, (contestó el hombre). Debería haber sido “contesté”. Además tiene que ir en minúscula ya que es verbo dicendi (declarativos o del habla). Sobran las tres comas.
    “―¿ Usted está seguro que no salió…” seguro DE que no salió…
    “…me pregunó―siempre haciendo anotaciones” me PREGUNTÓ. Quitar el guión.
    “¿ qué ropa llevaba ella ?,” Quitar los signos de interrogación por innecesarios. Ya se dice “me preguntó”.
    “.Ahí, era seguro que entraba en crisis.” Sobra la coma
    “Ahora no sé qué pensar” Esta frase sigue siendo lo que le cuenta al poli, por lo que habrá que unirla con lo anterior o, si se quiere poner en línea aparte, se debe indicar que sigue el diálogo.
    “― Soy el Oficial de Policía…” Aquí has pegado un salto en el vacío ya que, de estar contándole al poli que no está la esposa, se encuentra de repente internado en el psiquiátrico.
    “La primera a la una, que decía: «esperame pronta»; Quitar la coma. ESPÉRAME con tilde.

    “La segunda, a la una y cuarto:«no olvides…” Quitar la coma. Separar las comillas de los dos puntos.
    “La verdad, que lo nuestro no…” Sobra la coma o, si quieres mantenerla, sobra QUE.
    “El deseo se fue tiñendo de azul…” No sé que quiere decir esta frase aunque suene poética.
    La frase obligatoria del reto no la veo bien encajada en el texto. La poli no tiene que buscar si alguien tiene o no coartada.
    El final me ha parecido un poco flojo. Sobre todo después de un ataque de pánico como reza el título y que se ha quedado como marido despechado: ”Bueno, tengo un amigo que me ha propuesto un negocio y, ahora que me acuerdo, me voy a Rio”.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 19:48
  14. 14. María Esther dice:

    Hola José Luis, te agradezco la lectura y las sugerencias.
    El cambio de narrador, cambio de nombre del personaje y la estructura de los diálogos,creo que tendrían que estar superados.
    Pondré más tiempo en reposo, y repasaré la entrada sobre diálogos.
    Muchas gracias.

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 00:36
  15. 15. María Esther dice:

    hola Luigi Callieri, muchas gracias por leer mi trabajo y por tus amables recomendaciones.
    Las tendré en cuenta para los próximos trabajos.
    Saludos

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 00:41
  16. 16. María Esther dice:

    Hola Isan, muy agradecida por tu extenso y detallado informe señalando errores cometidos.
    Ya tomé nota de todos, aunque algunos habían sido marcados por compañeros anteriores. Corregiré y trataré de afirmar los conocimientos.
    Nuevamente agradezco la paciente labor realizada.
    Reconozco la excelente tarea didáctica que que realiza este taller. Yo nunca había escrito nada, hasta que comencé aquí, en el año 2015. A pesar de los tropiezos me animé a presentarme a un concurso de maestros jubilados, y tuve la suerte de sacar una segunda mención.
    Así que vale el esfuerzo.
    Saludos .

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 01:01
  17. 17. Baltasar dice:

    Hola, María Esther:

    El señor González se despierta nada menos que a las cuatro de la tarde y llama a su pareja: ¡Laura! ¡Laura! Laura no contesta. La busca por todas partes, incluso sale al patio, pero no está y decide llamar a la policía.

    A ver, María Esther: imagina que, sin saber por qué, un día te dan las tantas en la cama, incluso las cuatro de la tarde. Llamas a tu pareja una y otra vez; la buscas por toda la casa, pero no aparece.

    Pregunto: ¿Llamarías a la policía? Creo que no. Pero imaginemos que se te ocurriera. ¿Qué crees que te diría la policía? Pues posiblemente que no te preocuparas, que tu pareja, al verte tan dormida no quiso despertarte y que, como era domingo y no tenía comida, se habría ido a un restaurante o a dar un paseo…

    Supongo que Juan Rodríguez, el paciente al que visita el oficial de policía es el señor González, ¿no?

    En fin, María Esther, te ruego me perdones si no estoy en lo cierto, pero creo que, teniendo un tema interesante, como lo es siempre una separación, y más por abandono, deberías haberlo cuidado más. ¿Quizás las prisas? Así lo creo.

    Mi más cordial saludo.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 19:54
  18. 18. María Esther dice:

    Gracias Baltasar, sucedió que el hombre estaba sugestionado por los ataques de pánico que ella padecía.
    Sí, ya me quedó claro que hubo prisa, poco descanso y algo más. Espero que no vuelva a ocurrir.
    Nos vemos en el próximo trabajo, gracias.

    Escrito el 25 mayo 2019 a las 22:40
  19. 19. marazul dice:

    Hola María Esther:
    Lo primero darte las gracias por pasarte por mi relato. Te devuelvo la visita, aunque un poco tarde, tal vez. Ya veo que te han hecho algunas “anotaciones” al texto.
    Yo siempre tengo presente que lo importante no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. Cualquier argumento es bueno, lo difícil es saber contarlo y atrapar al lector.
    Tu relato comienza con exclamaciones, lo que le da agilidad. Se lee bien, aunque los cambios de narrador, como ya te han dicho, pueden entorpecer un poco la lectura. Siempre nos aconsejan no dar demasiadas explicaciones, que sea el lector el que adivine.
    Me ha hecho mucha gracia la palabra “piyama”, que sé es correcta. Hacía mucho que no la escuchaba. Aquí en España decimos pijama. Está bien intercambiar vocablos de nuestra lengua común.
    Encantada de leerte, Maria Esther.
    Un saludo

    Escrito el 28 mayo 2019 a las 18:39

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