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Cosas de locos - por Hugo

Me quedé solo en el pabellón porque hoy es día de visita. A mí no me viene a ver nadie; a los otros tampoco, pero los dejan salir, a mí también pero prefiero quedarme acá, tirado en la cama. Afuera la gente es mala, algunos me escapan, parece que me tuvieran miedo… Miro el viejo calendario que está colgado en la pared. Es una reliquia, ¡de 1.925 es…! Dicen que le van a poner un vidrio, que hasta marco le van a poner, pero nadie hace nada y sigue ahí como siempre. Algunas fechas están marcadas con cruces, otras con un círculo o rayas. Vaya uno a saber.
Capaz me levanto y voy a caminar un rato. No veo la hora de que llegue mañana así vuelvo a cortar el pelo; acá adentro soy el peluquero… y debo ser bueno porque hasta los enfermeros se cortan conmigo. Es fácil, aprendí enseguida, al principio solo les pasaba la maquinita a los que tenían piojos, después, cuando me dejaron, me animé con la tijera. No me puedo quejar, me paso el día charlando con los clientes, así les digo: clientes. Algunos hasta me dan unos pesitos para los cigarrillos. Los más viejos me cuentan historias sobre el calendario, me gustan esas historias, dicen que era de un ruso que estuvo internado acá. Era de familia de plata, aristocrática que le dicen, pero estaban en Rusia y no le pasaban un mango porque era anarquista. Era un bocho, había estudiado medicina y biología pero no ejercía; escribía libros y pintaba cuadros, de eso vivía Wladimirovich. Si, así se llamaba: Germán Boris Wladimirovich.
Parece que un día planeó el asalto a una casa de cambios; necesitaba guita para hacerle propaganda a la revolución rusa, y lo agarraron. Lo mandaron a Ushuaia con cadena perpetua, trabajos forzados a la intemperie, con temperaturas bajo cero, y comida mala y escasa. Un día se le ocurrió usar sus conocimientos para fingir ataques de locura. Era un artista el ruso porque logró engañarlos a todos y consiguió que en 1.925 lo trajesen al Vieytes. Así le decían en esa época a este manicomio.
Otros me cuentan que se hizo trasladar porque acá estaba internado un tal Pérez Millán Temperley, un joven de familia adinerada, que militaba en la fascista Liga Patriótica Argentina, y que gracias a las influencias en el gobierno, lo declararon demente para evitarle ir a una cárcel común porque había matado a un anarquista de origen alemán llamado Kurt Wilckens. De tantas veces que me lo contaron ya recuerdo esos nombres raros. Para matar a Wilckens, Temperley fue a la penitenciaría disfrazado de guardia cárcel, llegó hasta la celda donde dormía y le disparó varias veces con un Mauser. Cuentan que cuando lo detuvieron dijo que había vengado la muerte del comandante Varela. También dicen que Temperley tenía una sala para él solo y con todas las comodidades. Pero ningún interno lo había visto jamás, o mejor dicho si, había uno que lo había visto: el yugoeslavo Esteban Lucich; a él le permitían entrar en todos los sectores del hospicio, porque era un tipo simpático e inofensivo.
Resulta que Temperley había participado en la represión a la huelga de los peones rurales de la Patagonia en 1.921, bajo las órdenes del teniente coronel Varela. Luego de casi un año de enfrentamientos quedó una sola columna de huelguistas, que habían peleado como leones, dirigida por el gaucho Facón Grande. Varela pidió parlamentar con él y prometió respetarles la vida y acceder a sus demandas, si se rendían. Le creyeron y decidieron entregarse, pero Varela no cumplió y fusiló a Facón Grande y a más de cincuenta hombres.
Durante un año de huelga Varela había matado a más de mil, por eso, un año después, el anarquista alemán Wilckens lo esperó a pocos metros de la casa y al verlo salir le arrojó una bomba en los pies, después le disparó seis veces. No pudo escapar porque una esquirla lo hirió en la pierna. No tenía coartada, ni le interesaba tenerla, solo dijo: "He vengado a mis hermanos".
En el Vieytes, Wladimirovich no tenía acceso al pabellón de Temperley, se aprovechó de la situación privilegiada de Lucich y lo convenció para que lo eliminara. Sus amigos anarquistas le hicieron llegar el revólver y así vengó a Wilckens.
Dicen que Wladimirovich nunca confesó. Murió a los pocos meses por las torturas a que fue sometido. Ninguno de mis clientes sabe qué pasó con el yugoeslavo Lucich.

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11 comentarios

  1. 1. eli dice:

    Hola Hugo.
    En la primera frase el tiempo verbal debería estar en consonancia con el resto de la historia presente” me he quedado solo”-.
    La historia del calendario prometía mucho, pero se complica demasiado para un texto corto y no es relevante el papel que juega Lucich.
    Ortográficamente, las frases deberías cortarlas con puntos y no con comas. y al principio usas la palabra “poner” dos veces, muy cerca una de otra.
    Lo de la coartada del anarquista está forzado, porqué, por lo que entiendo, casi lo pillan en el momento del asesinato.
    Está bien escrito pero creo que hay demasiada información y las frases son muy largas.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 08:39
  2. 2. Florencia M dice:

    Hola Hugo,

    ¡Qué original este relato! una cadena de asesinatos y venganzas rememoradas en un manicomio.

    Por momentos sentía que leía Cien años de soledad, tuve que hacer una sinopsis con los personajes. Me quedó así la secuencia de muertes:
    Al Gaucho Facón Grande lo mata Varela. A Varela lo mata Wilckens. A Wilckens lo mata Temperley. Y a Temperley lo mata Lucich, de quien no sabemos nada. Wladimirocivh murió torturado y dejó colgado el calendario desde donde nos cuenta la historia el interno peluquero. Tenés el esquema para hacer la novela, un capítulo para cada muerte.

    El relato es rico en detalles de la vida en el manicomio que aportan credibilidad: los pesos para comprar cigarrillos, el corte de pelo para sacar los piojos, la ausencia de visitas, la necesidad de pedir permiso para todo, la falta de actividad y también el hecho de que muchos de los primeros pacientes de los hospitales psiquiátricos argentinos eran inmigrantes. Además, tiene buena documentación histórica.

    Para corregir, me parece que los años se escriben sin punto: “1925″.

    Gracias por tus comentarios en mi relatos, he aprendido mucho gracias a ellos.

    Fue un gusto, hasta el próximo mes!
    Florencia

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 18:12
  3. 3. HUGO dice:

    Hola eli:
    Gracias por haber pasado por mi relato. Creo que es importante respetar la sugerencia de tomar los tres textos siguientes en la lista para que nadie se quede sin comentarios.

    Es cierto lo que dices, son muchos personajes para un relato tan corto. El primer borrador tenía 1800 palabras y se me hizo muy difícil usar la tijera sin que pierda sentido la narración. Tampoco podía quitar personajes sin romper la cadena de venganzas, porque es una historia real, no es ficción, salvo la primera parte del personaje narrador, el único que no tiene nombre. En cuanto al papel de Lucich, no lo puedo cambiar sin falsear la historia. Preferí mantener los hechos tal como ocurrieron.

    Con respecto a la sintaxis, dejé adrede alguna repetición y exceso de comas porque el narrador es un internado psiquiátrico y, además, la narración en primera persona tiene algo de monólogo, y en estos suelen haber asociaciones libres que no respetan las reglas sintácticas.

    Siempre subo mis relatos al blog indicando el comienzo de cada párrafo con una sangría. Esta vez no sé qué pasó pero, al cargarse, no se respetaron las sangrías y quedó un mamotreto que parece un solo párrafo continuo y asusta de solo verlo. La próxima dejaré una línea libre entre párrafos.

    El tema de los tiempos y modos verbales es engorroso y soy consciente de que cometo errores. Tienes razón: “Me quedé “está en pasado -es el pretérito perfecto simple-, pero en la sugerencia que haces sigue estando en pasado: “he quedado” es el pretérito perfecto compuesto. Es un tema que debo estudiar.

    Cuando decimos que una narración está en determinado tiempo verbal, nos referimos al tiempo que predomina en el texto. Siempre vamos a encontrar verbos en otros tiempos y eso no necesariamente tiene que estar mal, a veces puede ser todo lo contrario. Podría haber puesto “Estoy solo” para respetar el presente, pero preferí “He quedado solo” por el matiz que los diferencia: El primer caso indica solo eso, que ahora está solo. El segundo caso dice que ahora está solo pero que antes no lo estuvo. Quizás esté equivocado, o no sea claro, o esté menos cuerdo que el loco del relato.

    Perdona tanta perorata, pero ya que tuviste la amabilidad de comentarme, creí necesario hacer estas aclaraciones.
    Hugo

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 21:34
  4. 4. HUGO dice:

    Hola Florencia:
    Agradezco sinceramente tu comentario y me alegra sobremanera que hayas podido ver la cadena de venganzas. Es así, tal como está en tu sinopsis.

    Como le decía a eli, se me hizo muy difícil contar tanto en tan poco espacio y temía que no se entendiera.

    Y tienes razón: los años se escriben sin punto ni espacio entre la cifra que marca los millares y la que indica las centenas. Me pasé toda la vida poniendo puntos para separar los millares y nunca me lo habían corregido, hasta hoy. Gracias por advertirlo.

    Hugo

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 21:36
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola Hugo.
    Un relato muy interesante el de tu peluquero. El principio me ha atrapado pero el desarrollo se ha complicado, entre tanto nombre de personas y lugares.
    Me ha hecho gracia leer tu texto porque el mes pasado me dejaste alucinada cuando dijiste que escribía con demasiados se fue, se marchó. No lo había pensado nunca. Y ahora tu relato , al estar escrito en primera persona tiene demasiados reflexivos en primera: me quedé, me viene, quedarme.
    En el segundo párrafo:me dejaron, me animé, me puedo y muchos más. En general, creo que en los primeros párrafos suena demasiado la m.
    -algunos me escapan. Suena rarísimo; tal vez:algunos me evitan.
    -guardia cárcel, guardia de cárcel.
    -mejor dicho si, sí acentuado.
    Personalmente, me han gustado más los primeros párrafos en los que se escucha muy bien la oralidad del narrador, que creo que se pierde completamente a partir de “otros me cuentan…”.El texto se vuelve excesivamente explicativo, casi una página de historia.
    He leído que Lucich murió muchos años después, en 1955.
    De cualquier manera, es un texto estupendo que se lee con interés.
    Saludos

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 01:55
  6. 6. HUGO dice:

    Hola M.L.Plaza:
    Gracias por comentar mi relato.
    Y si, tienes razón, uno ve la paja en el ojo ajeno pero no ve la viga en el propio.
    Este mes no te encontré en la lista para leer tu texto. Espero leerte en junio.
    Saludos
    Hugo

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 22:02
  7. 7. Laura dice:

    Hola Hugo.
    Nada tengo que aportar con relación a lo formal, ya se ha comentado en detalle por quienes me preceden.
    Lo único que puedo dejarte es mi felicitación por el logro de unir la historia con el almanaque. Realmente, muy bueno.
    Me parece bien lo de las comas si lo haces desde la primera persona.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 12:43
  8. 8. María Jesús dice:

    Hola Hugo: Gracias por visitar mi texto y los apuntes que haces de él. Tu texto me ha perecido demasiado denso para mi gusto, al tratarse de un hecho real supongo que has querido darle tu particular visión. La parte que más me ha gustado es al principio, cuando hablabas del peluquero. Con la parte técnica no me meto porque no soy una experta.
    Un saludo.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 19:01
  9. 9. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Hugo:
    como te ha comentado Florencia,el relato es muy original;una cadena de asesinatos y venganzas(de personajes históricos reales) , recordados por un peluquero desde un manicomio.

    Se hace muy aglomerado por tanto personaje e información en un texto tan corto. Cuando has mencionado que el original tenía 1800 palabras,he comprendido lo difícil que debe haber sido reducirlo a las permitidas. Te felicito porque lo has conseguido.
    Me encantaría leer el original.
    Nos seguimos leyendo. El mes pasadome me fue imposible comentarte, mis disculpas, me gusta leer al menos a quien se pasa por mi relato.

    Hasta la próxima.

    Escrito el 28 mayo 2019 a las 22:09
  10. 10. Osvaldo Vela dice:

    Hola Hugo.

    Primero que nada quiero agradecer tu visita a mi texto y las palabras tan motivantes que dejaste en él.

    Me gusto la introducción que haces del calendario porque atrapas al lector con la certeza de tienes una historia que contar.

    Ya una vez dentro de la historia y con la mención de múltiples personajes, yo como lector me sentí atrapado entre tanta nombres, cuando una aclaración ingeniosa tuya, De tantas veces que me lo contaron yo recuerdo esos nombres raros” me lleva a deducir que tantos nombres no importan que la historia la tienes bajo control.

    Lo que me encuentro después son párrafos muy largos que no desviaron mi atención a la lectura pues leí de corridito, pero si, me hicieron regresar al texto para terminar con una deducción como la que hizo Florencia de quien mato a quien.

    Los párrafos largos hay que buscar acortarlos y al hacerlo separarlos con doble espacio para evitar la sensación de amontonamiento.

    Te felicito la historia da para mucho.

    Un abrazo/

    Escrito el 30 mayo 2019 a las 15:47
  11. 11. A BERUMEN dice:

    Hola Hugo. Coincido con la opinión general de que el principio de tu relato es muy bueno y te atrapa a continuar con su lectura, pero a medida que avanzas se va complicando con la aparición de tantos personajes. Entiendo que recortarlo de 1800 palabras a menos de la mitad es muy difícil, y sin embargo creo que lo logradte muy bien, aunque requiera de por lo menos dos lecturas para su total comprensión. Felicidades y un abrazo,

    Escrito el 31 mayo 2019 a las 02:45

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