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Si te dicen que me fui - por Escritores Anónimos
Mirada perdida. El aroma a café envolviendo la sala. Golpes rítmicos sobre la mesa de una cocina pulcramente recogida. El sonido de una cafetera Nespresso expulsando el amargo líquido por décima vez en el día. Los sonidos cesaron. La joven se levantó de la silla, cogió la taza y migró a la otra punta del piso.
La cama estaba sin hacer, las cortinas echadas. Las persianas continuaban sin embargo subidas, a pesar de que la llegada del velo nocturno era ya inminente. Apartó la tela con suavidad. El coche seguía ahí, parado en medio de la calle desierta, los faros encendidos y el motor apagado. Se trataba de un Seat León de hace al menos diez años. El silencio era aterrador.
La chica se apartó con rapidez del cristal, respirando con dificultad. Sabía lo que ocurriría a continuación. Latidos acelerados, dolor de pecho. Cogió la medicina antes de que el ataque de ansiedad alcanzase el clímax. Se dejó caer sobre la taza del váter. Ya no sabía si era sudor o lágrimas lo que descendía por sus mejillas. Estaba agotada. Se permitió desbloquear el móvil para consultar el calendario. «La última vez» se prometió. Efectivamente, este se afanaba en avisarle de que en pocas horas tendría lugar un evento al que había sido prácticamente convocada hacía días. Sí, ese día encontró en la bandeja del e-mail una invitación que no buscaba su aprobación, “mudarse de barrio” era el asunto, pensó que era una broma de mal gusto. Eliminó el correo, bloqueando incluso al tal León que parecía haber sido el emisor del mensaje. De nada sirvió. El acontecimiento se adhirió a su móvil, comenzando una cuenta atrás imparable.
Su cuerpo dejó de convulsionar. Posó los pies desnudos sobre las frías baldosas de mármol, dejando que el escalofrío ascendiese por su gemelo, borrando en un instante sus preocupaciones.
Un golpe seco acabó con la taza de porcelana, una mancha parduzca se extendió sobre el suelo. El reloj de su mesilla comenzó a sonar. Medianoche, empezaba un nuevo día. Saltó la notificación en su teléfono. Un coche arrancó en la calle. La chica se levantó, pisando los fragmentos punzantes, dirigiéndose hacia la puerta de salida. Sangre y café se mezclaban en sus pies, cosa que arrastró hasta el León que esperaba paciente frente a su portal. Se subió al coche, que se movió al instante.
Se atrevió a girar la cabeza, clavando su mirada en las pozas vacías del chofer. Sabía que había sido acusada de un crimen para el que no tenía coartada. Sería juzgada y condenada, aunque aún no supiese por qué.
El paisaje a su alrededor se iba desdibujando. Ya no había árboles, ni edificios. Ni rastro de señales, farolas o carretera. Parecía que el vehículo estuviese atravesando un valle de sombras. Un reino sumido en un silencio atronador.
Goma quemándose. Un chirrido que la hizo estremecer. Su puerta se abrió tras el frenazo. Dudó. No quería bajar. De nuevo sudor y lágrimas partiendo de un lugar cercano a su sien.
—Bájate, tengo más visitas que hacer — la voz del conductor era grave y profunda, inhumana incluso.
Ella obedeció. Quedando sola y sumergida en tinieblas. Siempre había querido saber cómo era la muerte. Desde luego no se esperaba que fuese un viaje en un Seat León antiguo, avisada con una notificación fijada con antelación. Respiró de nuevo. Un aroma a café y sangre inundó sus fosas nasales. «Olor a casa» pensó sonriendo amargamente.
Buenas Escritores Anónimos,
me encanta ese nick, por que no sé si me estoy dirigiendo a una persona, a muchas, a alguien que quiere dejar de escribir y no puede… se me abre un mundo de posibilidades y de ideas locas 😛
Pero vamos al grano. Estoy un par de relatos por encima de éste, por lo que me toca comentarlo.
El texto en sí me parece muy bueno, frases cortas muy visuales, casi mas que leer, puedes ver, sentir el texto. Es muy gratificante. Todo ese aura triste, agridulce, oscura, extraña… le queda pero que muy bien. (Y a mi me encanta)
La historia está genial, todo es muy confuso al principio, pero vas recogiendo el hilo de cada idea, y al final queda todo redondo. Me fascina cuando la muerte es un personaje más, y que vaya en un Seat León le da un toque brutal, y es una forma genial de meter la palabra del reto. (Que por cierto, están muy bien metidas, pues he tenido que releer el relato para encontrarlas todas).
Como ya he dicho las descripciones son tan visuales, que haces que sea muy fácil empatizar con la protagonista.
Me encanta el final, ese viaje al más allá, y el impertinente “¿te vas a bajar ya?” je, je, ¡perfecto!
Hay una parte que me ha descolocado un poco, que es cuando dices que “bloqueando incluso al tal León que parecía haber sido el emisor del mensaje.” Ya no vuelves a hablar de este personaje, y aunque es posible que lo relacciones con el modelo del coche, a mi no termina de convencerme. Me sobra ese trozo.
Por otro lado deberías reducir el uso de gerundios, he contado 16, casi uno en cada frase. No está mal usarlos, de hecho, a mi me lo tuvieron que señalar pues los usaba muchísimo sin darme cuenta (y los sigo usando, estoy en proceso de desintoxicación), pero pasa lo mismo que con los adverbios terminados en -mente, que parece que quedan bien, pero si abusamos mucho, el texto pierde. Un truco que uso yo es buscarlos con el editor de texto y colorearlos. Después los estudio y veo si pueden quedar bien o quedaría mejor cambiarlo por otra cosa.
Como ejemplo en la última frase de tu texto tienes las dos cosas (no digo que está mal escrita, ni que mi propuesta sea mejor, sólo que me viene genial para mostrártelo):
«Olor a casa» pensó sonriendo amargamente.
«Olor a casa» pensó con una sonrisa amarga.
Quitando esta tontería, el relato me ha gustado mucho, mucho, ha sido una lectura muy agradable y ya aseguro, que el mes que viene, buscaré de nuevo a los Escritores Anónimos para ver con qué me sorprenden.
¡Un saludo!
Hola Escritores Anónimos,
¡Qué alegría volver a leerte!Hacía tiempo que no encontraba nada tuyo. El terror del personaje se nos pega un poco- al menos a mí-, y eso está muy bien llevado. Así como el suspenso. Coincido con Dopidop conque el trozo relativo a los mensajes del tal León es un poco confuso y no agrega mucho al nudo de los mensajes que nos manda la muerte y no queremos escuchar. Por lo demás, me gusta la idea, me gusta el “timing”, me gustan las imágenes, y me encanta que hayas vuelto al ruedo.
Un abrazo
Ah, y me gusta el título. Muchísimo!!!
Me encantó la forma tan nítida de la redacción. Siente uno la angustia del personaje principal. Sólamente en la frase: “había sido prácticamente convocada hacía días”; para mi punto de vista, le quita ritmo el “prácticamente” 🙂 😛
Hola escritores anónimos,
Estoy en total acuerdo con dopidop. No me queda más que felicitarlos!
Un relato espeluznante.
Saludos.
Muchísimas gracias a todos por dedicarme vuestro tiempo !
A dopidop, tomó nota de tus aportaciones y haré lo que me has dicho!!! La verdad es que Antea de dejar el taller hace un año y medio ya me dijeron lo de los gerundios y aprendí a : “mantenerlos a ralla dentro de mi”, pero se ve que con el tiempo han ido ganando terreno por falta de práctica. Te leeré los próximos meses sin duda!
Juana, gracias por tu visita después de tanto tiempo, te habrás dado cuenta de que ya me he quitado el cartelito de menor de edad, hace un mes escaso de hecho!!!! A ver si recupero el ritmo y vuelvo a las andadas
A Baxin y Alicia, gracias por vuestra visita y lectura, en cuanto saque un pelin de tiempo voy ipso facto a leerlo y si puedo, a comentaros también .
Un abrazo !!!
Hola Escritores anonimos!
Un gusto leer tu relato, además de ser una buena historia, la forma de mostrarnos las cosas esta muy bien hecha. El único comentario que tengo, y es solo mi opinión, es que la palabra leon, se repite muchas veces.
Saludos y nos leemos (N°47)
Hola, escritores anónimos.
Genial, logras sumergir al lector en tu relato. Esa es la maravilla de la lectura, respirar al compás de las letras.
En lo personal no encuentro nada más que agregar a lo que bien, anotan los compañeros.
Saludos y hasta el próximo taller.
Hola. ¡Qué susto tu título! Me recordó a la vieja canción de la falange que decía.” Si te dicen que caí me fui al puesto que tengo allí…”, creí que podría tratarse de un relato de la guerra civil española o similar.
Bueno, gracias a la curiosidad por tu título he leído un magnífico relato. Fogonazos de escenas que nos vas mostrando, y “escuchamos” esa cocina” y también la olemos. Eso es de escritor.
¿Convendría una coma en la frase “evento al que había sido, prácticamente, convocada hacía días?, puede que fluyera mejor sin el “prácticamente”. Cuestión de gustos
.
Las frases cortas y muy cortas dan sensación de velocidad, aunque quizás, para que el ritmo no se haga monótono convendría ¿tal vez?, meter alguna de longitud media o larga. Miramos y sentimos lo que el autor quiere que sintamos y miremos. Sentimos la ansiedad de la chica ante la inminente amenaza… cada vez el ritmo es más sincopado hasta que ocurre lo que ocurre.
Sin duda , tu manera de escribir, atrapa.
Gracias por las visitas!
Es cierto que igual utilice demasiado la palabra León, tal vez en mi corrección en word eliminare alguna (ya me apuntaron lo de la frase del emisor con todita la razón ).
Me apunto tus correcciones Isabel, la verdad es que ni se me había pasado por la cabeza la canción de la Guerra Civil, pero al menos estoy segura de que debió ser graciosa tu reacción al leer el relato y ver que no tenía nada que ver.
La verdad es que en algunos relatos utilizo el recurso de escribir con frases breves e intensas, me fusta el efecto en la lectura. Me pasaré en cuanto pueda a ver tu relato!
¡Toma ya!
¿Qué pasa si metes a Scarlett Johanson y Quentin Tarantino en una película de Tim Burton? ¡Compre Ud. el próximo libro de Escritores Anónimos y saldrá de dudas!
Me he liado un poco con la lectura en la parte central, que es cuando se empieza a vislumbrar que hay algo de fantasía en el relato. Después, según se va avanzando, vas pensando ¡Joder! (Perdón) ¡Qué bueno!.
Te marcaban algo de los verbos en comentarios anteriores. Además de los gerundios, cuída mucho de no cambiar entre presente y pasado de forma descontrolada.
Te explico: Empiezas describiendo el aroma y los sonidos (cuidado que repites “sonido” en dos líneas consecutivas), en general describes el entorno en presente. Y al final del párrafo describes la acción en pasado.
Las frases cortas, casi telegráficas, hacen que la lectura sea muy rápida, pero no abuses. En ocasiones también puedes tejer frases más “ricas” en vocabulario y construcción, que le pueden aportar suspense a un personaje (como la muerte). Eso ya es una cosa del estilo de cada uno, pero creo que por ahí puedes “crecer” tus historias.
En resumen, salvo ese par de apuntes, es una gran historia que sorprende a medida que avanzas en la lectura.
¡Enhorabuena y a seguir creciendo!
Hola Escritores Anónimos.
Me ha encantado tu relato.La única pega que te señalo, que es sólo mía y de nadie más, es la frase “la llegada del velo nocturno”. No me resulta esa expresión para el tipo de relato que has escrito, parece algo romántico, pero es algo tan sólo mío.
Por lo demás, considero que está muy bien lograda la escena.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola, Escritores Anónimos
Me paso por aquí, casi a última hora para disfrutar tu historia.
Es una de esas que a mí me gustan, imprevisibles… ¡me imaginé de todo con el Seat León menos que era la propia Muerte! Lo que me provoca ciertas dudas: ¿Cómo sabía la chica que la estaba esperando? ¿Y el día justo marcado en el calendario? ¿Y lo del crimen que se supone había cometido? ¿Los e-mails? Muy ingenioso eso de los e-mail invitándola a cambiarse de barrio… hasta la segunda lectura no lo he pillado, jajajaja. ¿Estás segur@ que no se muere de un infarto debido a los diez cafés que lleva ya? (Esto es una broma, perdona.)
Aunque se me han quedado ciertas cosas en el aire, reconozco que me ha gustado leerlo y releerlo. La narración utilizando frases cortas enfatizan el nerviosismo de la protagonista y así la historia cala más.
Solo una cosa… cuando por fin entra en el coche dices que se atreve a girar la cabeza para mirar al chófer. Yo me la he imaginado en el asiento de atrás y entonces quien debía girar la cabeza sería el conductor. A lo mejor, para ti, ella iba sentada de copiloto y entonces sí tendría sentido que girase la cabeza. Nada, es una tontería, no me hagas caso.
¡Buen trabajo!
Hasta pronto.
Hola Alex!
Intentaré en este mes de junio que ya estamos, tener un poco más de cuidado con los tiempos verbales para que quede una historia un poco más redonda, a ver si lo consigo!!
La verdad es que es la primera vez que intento hacer un relato con frases tan breves (yo soy de las de frases concatenadas jejeje) así que como experimento me ha parecido bien, a ver qué sale en el próximo mes!!!!
Hola Laura!!
Gracias por tu comentario! Esa frase que me apuntas ha sido un resquicio de lo que suele ser mi estilo (más bien romántico sí señor), aunque me pareció un buen contraste, de esas frases que se te quedan en la cabeza.
De todas formas es que yo soy de esas personas que literalmente escribo de corrido el relato y ya solo lo pulo, osea que básicamente me salió esa frase así y pensé ¿por qué no? ¡Vamos a dejarla!