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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Granadas de inquina - por Pilar

Empezaré a contarte la historia desde el principio como, generación a generación, hicieron con nosotros. Ahora, también, pertenecerás a la primera que conozca el final:

El cielo se cubrió con nubes oscuras y las hojas de los árboles siseaban, animadas por el repentino viento que se había levantado. Antón, habitante de Grámula, recogía hacendoso sus ovejas antes de que la tormenta estallara. Regañaba a León, su perro pastor, quien, soliviantado por el cambio brusco del oraje, gruñía, ladraba al cielo y terminó escarbando con ansia bajo una encina centenaria, olvidándose por completo del ganado…

Tres veces lo llamó Antón antes de acercarse a él. Entonces, vio algo medio desenterrado en el socavón que el perro había hecho. Primero, le pareció parte de un tronco ennegrecido; después, reparó en los surcos rellenos de tierra…
Lo cogió…
Lo limpió con las manos…
Aparecieron los rasgos de una cara serena, los brazos acunando a un niño, el manto tejido de pequeñas raíces…
Una Virgen tallada en la madera.
Antón miró a ambos lados, desconfiado, y protegió el tesoro bajo su chaleco de pastor. Azuzó a León y al ganado y marchó para casa al tiempo que rugía un poderoso trueno.

Y ahora te preguntarás qué hizo con la estatuilla.

La entregó al párroco del pueblo, como buen feligrés.

La nueva Patrona fue recibida con honras y alabanzas, con misas y rosarios, con ofrendas de flores… Pero Fuentehelecho, el pueblo vecino, se enteró del guirigay y reclamó compartir la Virgen pues, si bien era cierto que Antón la encontró, alegaba que la encina estaba en terreno común. Grámula se negó a ello: quería la exclusiva de sus gracias.
Y así comenzó la guerra prolongada durante generaciones, como si unos y otros ya nacieran con el odio grabado en los genes: se rompieron amistades, se prohibieron romances, se sabotearon fiestas y cosechas, se compitió en riquezas.

Hasta que un día, en Grámula tañeron las campanas al amanecer con tanta furia y urgencia que todo el pueblo salió a la plaza. El cura se deshacía en aspavientos. Si hubiese tenido pelo, se lo habría arrancado. No daba abasto a su desesperación: la talla de madera había desaparecido. Y, por descontado, acusaron a sus rivales.

Sin valorar otra hipótesis, emprendieron la marcha campo a través para rendirles cuentas. A los de Fuentehelecho, el alboroto les pilló desperezándose y hasta el sacerdote apareció con la sotana a medio abrochar… Aprovecharon su estupor para lanzar las acusaciones cual granadas cargadas de inquina. Se armó el caos: gritos, rostros encendidos, puños amenazantes… Una vergüenza, te lo digo yo, que estaba allí. Pero fue necesaria para que ambos curas tocasen las campanas, exigiendo atención. Hacía rato que se habían encerrado en la iglesia a reflexionar y hablaron para todos desde el campanario:

«A quien haya robado la talla, viva donde viva, se le dará la oportunidad de devolverla a la encina, en completo anonimato y sin necesidad de confesarse. Hermanos, consideremos esta desgracia como una señal Divina para recapacitar y pedir perdón por nuestro abominable comportamiento. Pensad en los motivos que nos han alejado del buen camino. Tengamos humildad para olvidar y acabar con esta estéril disputa. El amor que genera guerra, no es amor. No fue eso lo que Cristo nos enseñó».

Se dio la vuelta preparado para el abucheo general pero, en cambio, le golpeó el peso del silencio. Tras unos minutos, todos parecían mirar al rival de otra manera, cuestionando el sentido de tanta enemistad acumulada en años. Debieron no encontrarlo porque poco a poco el nudo de manos y cuerpos enfrentados se deshizo y, como madejas deshilachadas, los de Grámula volvieron por donde habían venido.

Cayeron las hojas del calendario y la Virgen nunca apareció a los pies del árbol. El tiempo fue una suave medicina que aplacó el rencor mutuo. Grámula había custodiado y venerado la talla, pero Fuentehelecho también la sentía suya, como algo que les pertenecía y les había sido injustamente negado. Unos y otros se unieron en su ausencia: así como había sido un milagro encontrarla, consideraron voluntad propia de la Virgen el desaparecer, tal vez triste y cansada de las rencillas. No sé si ella lo estaría. Yo desde luego que sí.
Habrían hallado sospechosos del robo, de haber indagado un poco. Por ejemplo, yo no tenía coartada… Aunque, dime tú, ¿quién iba a dudar de la santera, una pobre vieja sin leña para calentarse en invierno?

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18 comentarios

  1. 1. Josè maría dice:

    Hola Pilar he tenido que coger el diccionario para ver el significado de varias palabras que por aquí están en desuso,todas correctas según el diccionario de la R.A.E.Un saludo, mi relato es el 43

    Escrito el 16 mayo 2019 a las 17:50
  2. 2. John Doe dice:

    Hola Pilar, gran relato el tuyo, tiene ritmo y engancha al lector, creo que faltan unos signos de interrogación en una frase peor por lo demás me ha gustado bastante tu relato. Estoy en el número 40 por si quieres pasar

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 00:52
  3. 3. Pilar dice:

    Gracias a ambos…
    José María, sí, esas palabras están en desuso, se las escuchaba a mis abuelos… están puestas adrede para acentuar un tiempo lejano.

    Os leeré con mucho gusto

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 10:45
  4. 4. Laura dice:

    Hola Pilar.
    Coincido con quienes lo consideran un gran relato. Mis más sinceras felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 12:55
  5. 5. Alex dice:

    De diez.

    ¿En serio son solo 750 palabras? ¡Tengo la impresión de haberme leído varias páginas!

    Has creado un argumento buenísimo. Además, las formas, el estilo, el vocabulario, etc. Es todo exquisito. Tu ya tienes muchos tiros “pegaos”, ¿no? (No hace falta que contestes, la calidad está ahí. No necesito saber más).

    Me gustaría saber si está basado en algún tipo de leyenda que conozcas (de esas de los pueblos de la España profunda), o si es totalmente inventado.

    También me ha gustado mucho que cuando hacia el final parecía que la historia se tornaba previsible, vas y le das un nuevo giro de tuerca: la santera.

    Espero que estuviese calentita.

    Me ha encantado, es excelente. Felicidades.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 23:44
  6. 6. Jose Luis dice:

    Hola
    Agradezco la visita a mi relato con la que me has honrado. Justo ahora es corresponder, como no puede ser de otra manera.
    Tu relato es de los mejores que he leído este mes en este taller, tengo que decirlo.
    Está bien narrado, tramado, y el final hace justicia a todo lo anterior. Tiene como un tono de leyenda, como una de esas historias que hablan de mitos antiguos y son relatados por los mayores del pueblo.
    Buena ambientación y descripciones logradas.
    Un relato muy bueno y entretenido
    Un saludo

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 03:21
  7. 7. Florencia M dice:

    Hola Pilar,

    Aquí te devuelvo la visita, es la primera vez que te leo y ha sido un placer. Me ha gustado mucho tu relato; una narración súper cuidada, fluida y rica en vocabulario. Lo mejor ha sido el final, cuando parecía que el cuento terminaba ahí, en dos renglones das un giro, hasta humorísitco diría.

    Solo me llamó la atención: “generación a generación”. No digo que esté mal, solo que yo conocía más la expresión “de generación en generación”. Y en los primeros párrafos sentí mucho las comas, se me hizo demasiada la pausa que introduces. Por ejemplo: “Ahora, también, pertenecerás a la primera que conozca el final”. “Regañaba a León, su perro pastor, quien, soliviantado …”.

    Felicitaciones por tu gran trabajo! hasta la próxima escena!
    Florencia

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 09:21
  8. Hola Pilar. Me ha gustado mucho este relato de corte costumbrista, con un léxico adecuado, sobre el origen del hallazgo de la imagen. Curiosamente tengo un relato de una virgen (comprada, no hallada) y la riña de dos pueblos vecinos. Ya lo pondré más adelante si casa con las palabras o el reto propuesto.

    ¡Anda qué…!, lo que debería representar un nexo de unión entre la gente “devota” hizo que se rompieran amistades, se prohibieran romances, se sabotearan fiestas y cosechas, gritos, rostros encendidos, puños amenazantes… Todo lo contrario de lo que predica la Santa Madre Iglesia.

    La vieja Santera, mira por donde, solucionó el problema

    Buen trabajo Pilar.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 11:04
  9. Al final la santera fue la más sensata.

    Saludos, me gustó el relato.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 16:57
  10. 10. Pilar dice:

    No tengo palabras para agradeceros vuestras inmejorables críticas. Es un mes especial para mí en el que ando medio enfadada con las letras pero, sin embargo, algo me dice que no debo desistir…

    Laura: me alegro que lo disfrutara, para eso escribimos, ¿no?
    Álex: ese diez que me das me sabe a gloria. Cerca del mío, hay dos pueblos que comparten virgen, muy civilizadamente: cuatro meses en cada uno y los otros cuatro en el castillo, al borde de un pantano, donde la encontraron. Todo un ejemplo. Aunque más bien, mi argumento nace huyendo de la primera idea que me asaltó: un crimen. Así que busqué otro delito. Y los tiros los he pegado casi todos en este taller, en el que llevo más de dos años y he aprendido muchísimo leyendo vuestras historias y comentarios.
    José Luis: me honras tú si dices que mi relato te parece de los mejores… ¡Menudo orgullo!
    Florencia: tienes razón en lo de las comas, voy a revisarlo y también otras frases que creo que quedarían mejor de otra forma… Lo envié el día catorce por miedo a que no me diera tiempo el quince y…¡menos mal, porque no tuve ni un segundo para esto!
    De paso, releo tu relato que ya veo que no lo pillé del todo y te cuento.
    Isabel y Pato Menudencio: Ya veis… muerto el perro, se acabó la rabia. Es uno de esos finales que sale casi de carrerilla, pero que encajan perfectamente. Me alegro que os sorprendiera.

    Gracias a todos y a los que aún no he leído, pasaré en breve.
    Hasta pronto!!

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 18:28
  11. 11. Carla Daniela dice:

    Hola Pilar!
    Solo paso a decirte que me gustó mucho tu relato. El final me pareció espectacular y no me lo esperaba para nada!!!
    Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 00:28
  12. 12. Beba dice:

    Qué lindo relato, tan bien escrito, emotivo y didáctico Aplausos.

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 04:30
  13. 13. Pilar dice:

    Gracias Carla Daniela y Beba por la dosis de satisfacción. Me alegro que os gustara y paso a leeros en cuanto pueda.
    Saludos.

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 19:06
  14. 14. Osvaldo Vela dice:

    Hola Pilar.

    Yo admiro un trabajo con ingenio y vaya que el tuyo lo tiene para mi, pues entreteje algo que, sin yo saberlo, plasmé en mi un comentario en respuesta a tu aportación al trabajo de este mes.

    Allí te hago saber que mi hermana mayor lleva por nombre Pilar. Solo que ,por haber nacido el 12 de diciembre, su segundo nombre es Guadalupe. Y a la casualidad es la Virgen cuya leyenda ha sido contada infinidad de veces en nuestro entorno.

    Dicha leyenda de la Virgen de Guadalupe, yo la he sentido como una justificación a una necesidad de unión que era necesaria en aquel entonces. Dos entornos, uno religioso y otro indígena necesitaban una historia que entretejiera los destinos del progreso.

    Un indígena, Juan Diego. Unas rosas de Castilla del Cerro del Tepeyac y una bella dama que le pedía a Juan Diego que llevara en su manto las rosas al Arzobispo, Fray Juan de Zumarraga, como símbolo para edificar un templo allí. Ahora conocido como la Basílica de Guadalupe. Al estar frente al Arzobispo abrió su manto y en el quedó grabado la imagen que hoy veneramos.

    Tu historia, al igual que la del Tepeyac, contiene la esencia de lo increíble y por lo mismo se convierte en leyenda.

    Y de no ser por el desenlace tan brillante que creaste, se podría convertir en culto.

    Te felicito

    Un abrazo.

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 13:01
  15. 15. Luigi Callieri dice:

    Hola Pilar, me parece un relato cuidado con detalle. El lector lo,pasa bien con su lectura. Enhorabuena y gracias por ofrecerlo.

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 13:55
  16. 16. Pilar dice:

    Mil gracias a…
    Osvaldo, por ser siempre tan cariñoso y compartir algo tan personal, aportando siempre miguitas de la cultura de tu nación.
    A Luigi, por tu grata y valiosa opinión.
    Hasta el próximo reto!

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 15:49
  17. 17. marazul dice:

    Hola Pilar:
    He leido tu relato con agrado. Entre la leyenda y el cuento nos ofreces una historia muy ingeniosa. Aunque pudiera ser de corte mágico, al final nos damos cuenta de que es tan real como la vida misma. Ni magia, ni fantasía. Ese final de la santera que se calienta con la madera de la talla es de un realismo total.Y con una buena dosis de humor
    Me parece un acierto que el narrador, a quién no conoceremos hasta el final, se dirija al lector. Un recurso parecido al epistolar que me gusta.
    En fin, pilar, que no tengo más que bonitas palabras para tu relato de este mes.
    Encantada de leerte
    Saludos

    Escrito el 28 mayo 2019 a las 18:54
  18. 18. Pilar dice:

    Gracias marazul,

    Palabras bonitas recibidas y procesadas.

    Se escribe para que disfruten los demás…¡ese es el verdadero reto!

    Hasta pronto.

    Escrito el 28 mayo 2019 a las 22:45

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