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Manual de un ajuste de cuentas - por Pepe
MANUAL DE UN AJUSTE DE CUENTAS.
Dicen que la venganza se saborea mejor en frío, pero tomando como referencia la vendetta más célebre jamás contada, observamos que no es nada fácil. En ella, Edmundo trazó una ejecución colosal; apuntilló a todos sus enemigos y ni siquiera pudieron decir que «no tenía coartada». Sin embargo, al no conseguir completarla no pudo resarcirse plenamente.
Por ello, como trataremos en este manual, presentaremos cómo llevar a cabo cualquier ajuste de cuentas de una forma absoluta, pura, y sin temer represalias póstumas.
DETALLES: EL ARTE DEL PLAN AL MILÍMETRO
Realizaremos la ejecución en el lugar que proporcione la mayor calma posible: nuestro apartamento.
Anotaremos el progreso en grandes calendarios que colgaremos y retiraremos antes del último paso.
Llegados a este punto prepararemos el lugar de ejecución, nos equiparemos con la ropa que simule la adecuada ilusión de desnudez (las armas de mujer son nuestra mejor baza) e iremos a por la víctima. El minucioso y previo seguimiento de sus actos revelará su localización.
Una vez en ese pub de moda que tanto frecuenta nos haremos notar intentando pasar desapercibidas. Sostendremos siempre una bebida en apariencia alcohólica y deambularemos por su lado sin mirarlo. Él pasará, a priori, como un león que espera a cualquier otra hembra de la manada; si todo falla sabe que tú estarás en la recámara.
No te dejes embelesar por su presencia y mantén a ralla tus sentimientos; recuerda cuando te obligó a abandonar la carrera de medicina porque necesitaba verte más, pero nunca pasó un fin de semana sin dejar de salir con sus compinches.
Sus amigos: tontea con ellos. Después de todo lo acontecido no te tienen ningún respeto, pero el bamboleo de tus senos libres de sujetador captará su atención. Muéstrate achispada, pero sin mostrar un exceso de personalidad. Coquetea con su mejor colega y que él te vea. Sé paciente, sabemos cómo suele acabar la noche: cuando se desespere, y el alcohol catalice su calentura, irá a por ti.
En ese punto empezará a observarte con vidriosos y lujuriosos ojos. Se acercará, entonces propón unos chupitos. Brinda por alguna tontería como «vivir el momento». Bébelo sin dejar de atravesarle con la mirada y espera a que incite a su amigo a que se largue. Una vez solos haz mutuo vuestro espacio vital, susurrarle el eslogan del brindis y, apretando tu muslo contra su erección, bésale suavemente sin dejar de rememorar aquellas broncas cuando te decía que aún era pronto para vivir juntos o cuando accedió a hacerlo a cambio de que te deshicieras de tu perrito o cuando te abandonó, varios días después, mediante un mensaje de texto alegando que no estaba bien, que necesitaba pensar más en sí mismo aunque ello implicara perdete…
Seguid con el magreo camino de tu apartamento. Ahórrate los preámbulos en el ascensor. Despelótate rápido, desgarra su ropa camino del dormitorio y empújale con violencia sobre la cama. Empieza a lamer la cabecita que corona su mástil, así la otra dejará de pensar. Saca los juguetes sexuales, en este caso esposas, que has dejado preparadas antes de irte. Amárralo de pies y manos y continúa con los quehaceres felacionales mientras buscas la bolsita con las “herramientas” que has ocultado en la parte trasera del catre. Saca de ella la botella de agua, congelada nada más irte, ahora mezcla de hielo y agua un par de grados por encima de cero, junto con la “otra herramienta”. Rememora todas las veces que te engañó, muchas de las cuales con amigas, y recuerda la sensación de estupidez que sentiste cuando, una vez cortasteis, te enteraste de que había llegado a tener varias relaciones simultáneas a la vuestra y al instante detén súbitamente tus quehaceres, vierte el frío contenido de la botella sobre su cuerpo y deléitate con su reacción: primero sobresalto, después sorpresa, desorientación al verte con una botella de agua y algo que aún no adivina qué es, desazón al verse atado, enfado al intentar librarse, ira al comprobar que no puede, estupidez al ser consciente de tu trampa, aversión, rabia…, súbito cambio de parecer acompañado de súplicas y falsas promesas, miedo al atisbar su sino, pavor sin dejar de mirar y reconocer el otro utensilio que tienes…
Recuerda cuando se pulió todos tus ahorros en un proyecto personal que nunca pensó llevar a cabo…
Ensancha tu sonrisa mientras contemplas su imagen actual de cachorrito desalmado, aferra el bisturí que sostienes, cierra este metafórico manual y deja que tu imaginación… haga el resto…
Hola
Acabo de leer tu relato y me ha gustado mucho, ha sido interesante ver cómo se desgrana una venganza paso a paso, gracias al manual que has descrito.
Hay algo que no me termina de cuadrar, sin embargo, y te lo explico a continuación lo mejor que pueda.
-Realizaremos
-Anotaremos
-Prepararemos, etc. Así es como se empieza en muchos manuales.
Pero luego se personaliza, y desvirtúa un poco el humor del relato, humor negro, claro, y también la coherencia interna.
-No te dejes embelesar
-Sé paciente
-Ensancha tu sonrisa, etc.
Es un cambio pequeño que se deja notar. Hay que conseguir que todo el relato sea homogéneo y por eso propongo cambiar los verbos del principio:
-Realizarás
-Anotarás
-Preparás, etc.
Por lo demás es un cuento que está muy logrado (aunque el personaje femenino sí que debería de temer las consecuencias y represalias póstumas, teniendo en cuenta la cantidad de testigos que habrá por ahí, ya sea si pretende matar al personaje masculino o “solo” cortarle las pelotas.)
Un saludo
Hola Pepe,
Me gustó tu relato, me pareció original la idea.
Continúo… coincido con Jose Luis en cuanto a la falta de coherencia interna pero como bien dice eso lo solucionas fácil reemplazando solo algunos verbos.
Me corrió un frío por la espalda cuando aparece en escena el bisturí.
Buen trabajo.
Saludos
Hola José Luís y Sebas A,
Gracias por vuestra visita, en breve os la devolveré con mucho gusto.
Gracias por vuestro apunte; la verdad es que a priori quise hacerlo todo del primer modo, como algo más impersonal, pero, inconscientemente, pasé al modo personal y después, por mucho que intenté corregir, nada me gustaba. Ese cambio de perspectiva lo percibía como cuando en una película un personaje cuenta una acción pasada, la pantalla se difumima y aparece ese personaje viviendo esa historia. Así que lo dejé pensando buscar un efecto parecido. Me alegra que hayáis compartido esa perspectiva objetiva que me permita darle un retoque.
Por otro lado, José Luís, esta vendetta está tratada como algo absoluto, como para quedarse agusto sin temer nada póstumo. Venganzas incluyendo coartadas bien construidas daría para crear otros muchos manuales.
Gracias por todo, y nos leemos!
Hola Pepe:
Es verdad lo que dicen mis compañeros, necesita pequeñas correcciones. Pero el relato es realmente bueno. Lo ambientas perfectamente.
Todos estamos en la discoteca y después en el dormitorio viviendo lo mismo que la chica. ¡Fenomenal!
UN saludo.
Hola pepe buen relato,creo que el pobre se quedará sin pelotas.Un saludo
Hola Pepe!
Me gustó mucho este manual! La forma de encarar un relato y contar una historia en forma de “instructivos” me parece muy original y acertada. Me gustaron los detalle como el del brindis. Gran trabajo!! Lo único que revisaria (Solo mi opinion) es cuando habla de la botella y agua congelada, tiene un no se que…
Saludos y nos leemos (N°47)
Hola, Pepe.
Buen relato, colocas al lector en la piel de la protagonista.
Por ahí tu corrector dejo pasar “ralla” de rallar, en vez de raya de límite o linea.
El primer párrafo no lo entendí, mejor dicho no entendí que relación o nexo tiene con el resto del relato. Hice una segunda lectura sin leer ese primer párrafo y me pareció refonda la historia.
Pero es solo la opinión de un aprendiz y es posible que me equivoque.
Fue un plcer haber leído tu relato.
Saludos y hasta el próximo taller.
Pepe, corrijo:
El primer párrafo no lo entendí, mejor dicho no entendí que relación o nexo tiene con el resto del relato. Hice una segunda lectura sin leer ese primer párrafo y me pareció redonda la historia.
Saludos.
Hola Pepe.
Ahhhhhh!Me has erizado los pelos.
Bueno, vamos a lo nuestro. Buena introducción, buen plan…pero, ¿y si no se da?¿y si él ya tiene otra? Evidentemente ella lo conoce muy bien, pero a mí me queda siempre una sospecha de que pueda no salir, en especial,con lo que le espera.Tendría que haberlo practicado antes para saber su eficacia.
Me queda algo un poco raro:¿cómo es eso de hacerse notar pasando desapercibida? Entiendo la intención, pero las palabras no son las adecuadas: ella va con todas las armas (de mujer) a la guerra, NO pasará desapercibida, eso seguro( la ropa de moda, sin sostén). Lo que puede hacer ella es ignorarlo una y otra vez, estimulándolo con un juego que puede o no dar resultado, el histeriqueo, tanto femenino como masculino, puede llegar a cansar, hay que ver los resultados de soportarlo si valen la pena. Tal vez fue eso lo que quisiste poner.
Con lo del manual, esperaba más indicaciones,no una sola. Tal vez podéas detallarlo un poco más: ( 1. Planifica: elige el lugar, el día, el atuendo, .2: El comportamiento: cómo provocar, practicar hasta que salga natural desde el hablar hasta el moverse, 3: las alternativas indeseables: cuales pueden surgir y como resolverlas, etc. Y la última: LA COARTADA!!! Todos los ven salir juntos?
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola, gracias a todos, por pasaros, leerme y mejorarme con vuestras sugerencias.
Carmen Sánchez y José María, me alegro mucho de que os gustara.
Carla Daniela, le daré una vuelta de tuerca a esa frase, creo que tienes razón. Te debo una visita.
Kirjani, qué alegria verte por estos lares, me alegro que te gustara, lo del.primer párrafo tenía la intención de introducir el tema de la venganza, y sus consecuencias si no se lleva a cabo hasta el final.
Laura, qué bien verte por aquí. Lo que propones es muy bueno. Lo de la coartada, como dije a josé luís, es que quería enfatizar el tema de que en una venganza da igual que al final te trinquen o no, lo que importa es vengarse, pero en la edición cambié la frase y quedó algo liosa. En el otro tema, sí, tienes razón, puede que él tenga otro plan, y puede que tardes varios intentos, pero cuando se dé, que se dará, ceñirse al “manual”.
En breve paso a verte.
Gracias a todos
Hola,
Buena entrada en materia el primer párrafo.
El tema de la venganza es bastante difícil de tratar y lo has hecho con mucha originalidad.
Bravo.
¡Madre mía pepe! Menos mal que no eres una mujer despechada.
Bueno, me apunto el manual por si acaso lo necesito.
Hay algo de ironía y mucha mala milk en tu aporte.
Coincido con Laura en que es imposible hacerse notar pasando desapercibida, y menos aún en como NO iba vestida.
Muy vívidas las escenas de la felación.
Un aporte original compañero.
Hola compañero,
“Manual de un ajuste de cuentas- por Pepe”
Me esperaba a un tío con bigote destripar a un pobre diablo que le debía dinero. Así que te puedes imaginar mi sorpresa cuando leí:” nos equiparemos con la ropa que simule la adecuada ilusión de desnudez (las armas de mujer son nuestra mejor baza) e iremos a por la víctima. El tío bigotudo ya no me parecía tan macho y el relato tomaba tintes extraños, qué se yo, al estilo Almodovar…
He leído los comentarios y me parecen acertados. Me ha gustado, me he reído, y, como tú dices, volveré.
Saludos
Genial!
Hola Pepe, me ha encantado.
Aunque es cierto que hay que hacer unas pequeñísimas correcciones, yo me quedo con la calidad del argumento. Para ser solo 750 palabras, nos has regalado un manual; dos personajes con sus respectivos matices diferenciados; un motivo (es lo más difícil de encontrar, la justificación del porqué de la historia que cuentas); y un final definitivo, pero sujeto a que cada uno imagine cuanto se recreará nuestra protagonista, a la hora de cercenar el hasta de la bandera.
El incluir detalles eróticos en una trama de este tipo, me ha hecho pensar en las muchas peliculas policíacas sobre asesinatos con móviles sexuales. Sharon Stone y su famoso cruce de piernas vino a mi mente ipso facto.
«Después de todo lo acontecido no te tienen ningún respeto, pero el bamboleo de tus senos libres de sujetador captará su atención». La mía la ha captado hace rato.
He leído por ahí un «ralla». Y a no ser que prepares parmesano para esparcir sobre los espaguetti… Es obviamente una errata de esas que se escapan. No pasa nada. Los ojos ya casi no me sangran… 🙂
Una gran historia y sin duda, en lo personal, hago un gran descubrimiento. Me ha encantado leerte y me quedo con ganas de más.
Saludos!
Buenas tardes Pepe, gracias por pasar por mi relato. Respecto al tuyo me gustó la forma original como lo presentas. Respecto al manual corrije la coherencia verbal como ya te lo han señalado. Bueno el final ya que nos dejas imaginar los hechos, librados éstos al gusto del consumidor.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
Excelente pepe, sin desperdicio ni nada que agregar.
Felicitaciones
Pepe, me había ilusionado en encontrar la manera de cepillarme, no en la cama, a mi vecina. En fin, nadie es perfecto. Por cierto, ese «mantén a ralla» me chirría. Es muy frecuente entre la gente joven no distinguir entre raya y ralla, a pesar de los significados tan opuestos. salu2
Hola Pepe,
Buen trabajo el que presentas. EMDO el primer párrafo puede dar un frenazo al lector recién llegado: La referencia a Vendetta y a Evey Hammond a través de la pincelada y aparición de Edmundo Dantes,(*) exige una contextualización que después no se utiliza en toda la escena. Tal vez merezca la pena dar un par de vueltas y prescindir de ese párrafo, sin el cual está presente la venganza como TEMA, sin duda ninguna.
La utilización de la primera persona plural y el cambio a la segunda persona del narrador, no me chirrían, es más pienso que puede ser un buen recurso y no solo en las ocasiones que apuntas como “flashback” y similares.
En resumen, un ejercicio interesante. Gracias por tu aporte
(*)[…]Edmundo Dantes. Era mi padre y mi madre. Mi hermano, mi amigo, era usted… y yo. Era todos nosotros
Hola a todos, y gracias por pasarse por aquí.
Marie, gracias por pasar me alegro que te gustara.
Isabel, gracias también, en lo referente a lo que dices, al parecer me expresé mal; yo quería resaltar que la prota fuera el centro de atención pero sin que pareciera que lo buscara, aún así le daré otra vuelta, siempre estaré muchos escalones por detrás, tanto de ti como de laura como de cuaquier otra, en armas y psicología de mujer.
Álex, tu relato me gustó un montón, me alegra verte por aquí, en lo referente a la ralla… por más que repase siempre se me queda algo suelto, no hay manera 😉
Galia, espero que sí, que nos sigamos leyendo.
Maurice, muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme y comentar.
Amigo Amilcar, siento haberte defraudado (;)), ya sabes que nunca llueve a gusto de todos, aunque como se dice en mi pueblo «llueve poco pero para lo poco que llueve, llueve bastante» X). Hasta la próxima propuesta.
Luigi, no sabes como agradezco tus comentarios, siempre se aprende. Como le dije a Kirjanik, la intro queria ponerla para introducir lo de la venganza y… otra cosilla (la dichosa frase que no me encajaba en ningún lado). No obstante ya habéis sido varios los que no le veis sentido completo; le daré otro toque.
En general, este relato salió porque quería hacer algo con un narrador en segunda persona en presente, pasado y futuro; al parecer nadie ha observado nada al respecto y eso puede ser, creo, buena señal.
Nos seguimos en la otra propuesta!!!
Paula panzieri, la vecina de L’Alfaç (¿? Jejeje) gracias por pasarte, me alegro que lo encontraras entretenido. ¿Un hombre bigotudo? Creo que soy de una época donde llevar bigote está pasado de moda x).
Nos leemos a la próxima!!!