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A cada pintor su morena. - por Alex Cea
Acarició el lienzo con un trazo magistral. Lo hizo con su pincel favorito: ese que guardaba para la expresión del alma. Aunque detalle inapreciable para algunos, aquellos que se guían con el corazón sabrán que esos pequeños matices son los que marcan la diferencia. El tacto de la madera importa; la dureza de las cerdas, su resistencia, la suavidad con que se deslizan sobre el óleo espeso y aglutinado. Cómo con el balanceo equilibrado y la perfecta adaptación a los dedos dota de vida a cada pincelada para que, casi por sí sola, pueda decidir a donde quiere ir a parar.
Aquella luz blanca que entraba por las mañanas en el estudio era perfecta. La forma que tenía de moldear las sombras, tan definidas y duras, tan contrastadas, tan perfiladas. Daba gracias a Dios los días despejados y maldecía en lenguas sarracenas cuando los días grises le privaban de ella. Esa luz era su opio y en los días en que le faltaba se sentaba en un rincón durante horas, rodeado de sus cuadros, de su musa, de aquel rostro angelical que le obsesionaba hasta el límite.
Como muchos artistas, hace algún tiempo atravesó lo que él llamaba “tiempos de sombras”. Arrancaba hojas del calendario asomado al abismo de su propia decadencia. No encontraba su senda. Apenas sabía quién era. Esbozaba sinsentidos y plasmaba delirios acumulados durante años.
Pero entre decenas de cuadros de oscuros y retorcidos contornos, emergió un día y sin aviso previo, el rostro de la mujer más bella que jamás había visto. Le miraba directamente a los ojos. Con cariño pero sin condescendencia. Sensual pero sin la perversa frivolidad de una cualquiera. Le comprendía y le tendía una mano cómplice. Le susurraba una sonrisa tan fresca como el rocío sobre un campo de hierbabuena. Nunca supo el origen de aquella medicina que fruto de su imaginación le sacó del pozo. Simplemente su mano guió los trazos y la piel morena y los ojos claros aparecieron sobre el fondo blanco.
Pintó y pintó aquel rostro que le mantenía hechizado. Un cuadro tras otro cartografiaba hasta el último poro de su piel. Podía perderse tardes enteras entre los bucles de su cabello enmarañado, o reseguir con los dedos aquellas curvas de matemática imposible que convertían su cuerpo en infinito. Se enamoró de una belleza sin parangón y no tenía coartada. Víctima de sí mismo, sabía que ella nunca le decepcionaría, jamás le partiría el corazón como otras antes lo hicieron. No se movería de su lado, ni le discutiría sus pequeñas excentricidades o cuestionaría sus argumentos. Era perfecta y era sólo para él.
Llenó el estudio con sus cuadros y sus bocetos. Se envolvió en ella como si en mil sábanas de seda se arropara por las noches. Obseso de la perfección de un rostro que le pertenecía, guardaba celoso como un león el secreto de su diosa del Olimpo. Temía que pudiera desaparecer de repente, como quien despierta en la mañana y descubre que todo fue un sueño.
Los años pasaron y arrugaron sus manos, su frente y su corazón. Sus dedos retorcidos, por los malos hábitos de pintor, seguían dibujándola tan hermosa como el primer día. Creyó cruel y egoísta, por su parte, condenarla al declive propio de la edad. Pero según avanzaba el tiempo, aquella musa se le hacía más distante y extraña. Quiso conservarla tan perfecta que ahora ya no gozaba al verse entre sus brazos. Sentía como se le escurría entre los dedos y poco a poco la perdía.
Sus últimos años volvían a ser “tiempos oscuros”, como él decía. Cubría los cuadros con telas, como el que entrecierra una puerta para no saber lo que pasa al otro lado, pero mira curioso por el ojo de la cerradura. Se preguntaba si aquella morena de ojos claros miraría algún día al suelo, avergonzada del pintor obseso de frente y manos arrugadas que le había negado la vejez.
Tan solo en su lecho de muerte y aún con un lienzo a mano, la esbozó por primera y última vez triste, con los surcos de los años grabados en la piel y con una lágrima como una perla de nácar exquisito surcando su mejilla. Posó el dibujo en su pecho, sosteniéndolo con la mano izquierda, pues en la otra mantuvo su pincel favorito, el del equilibrio en los trazos, el que le dio y le quitó a su musa: la morena de ojos claros.
Me encanto,excelente descripción y bella historia, felicitaciones
Hola Alex! Como estas?
Que bonito tu relato, y que bien describís el mundo de la pintura… Cuando era niña y me creía artista, sentía muchas cosas de las que acá describís, el pincel, el lienzo, la vida propia de la mano que pinta. Por suerte, no lo de los años oscuros!
Mas alla de la historia, me parece que esta muy bien escrito y me saco el sombrero. Las palabras que elegiste son muy lindas y acertadas, al principio nos da un ambiente feliz, inspirador y al final un ambiente desesperanzado… Pero real. Yo no se mucho de ortografía y gramática, así que me disculpas que no puedo ver esa parte. Solo me llamó la atención que “Dios” esta con mayúscula.
No te rías, pero me hizo acordar a la película 50 primeras citas. Cuando ella pinta y pinta al mismo hombre sin saber porque… Y con tu texto me gusta imaginar que viene por algo parecido… La vio en otra vida? La vio en algún lugar y su inconsciente no lo perdona?
Un gran saludo y nos leemos!!
Hola Alex!
¡Qué relato tan bonito! me encantó. Muy fluido y con mucho dominio del lenguaje. ¡Más que un pincel era una varita mágica! Das muy bien vida a tres personajes y nos llenas de bellas imágenes. (Solo sentí un poco la repetición de la palabra obseso, pero nada que corregir).
Felicitaciones, un gusto leerte de nuevo y hasta la próxima.
Florencia
Hola Diana,
Gracias por tus palabras. Inicias los comentarios a mi texto con halagos, así que estoy feliz como una perdiz.
Gracias Carla Daniela, por pasarte a visitarme y dejarme esas bonitas palabras.
No está inspirado en esa película (pues ahora mismo no la recuerdo).
Yo tengo claro quién es y de donde sale, pero dejaré pasar un tiempo, a ver si los demás lectores aportan opiniones y puntos de vista, para saber cual fue el calado de mi idea original.
Me alegra que te haya gustado. ¿Y quién sabe? Quizás te anime a retomar la pintura. Nunca es tarde. Mi madre (y siempre la pondré como ejemplo) está estudiando alemán y va a clases de dibujo. Tiene 82 años. Así que no hay excusas.
A Florencia M,
Muchas gracias!
Aquí la verdadera varita mágica es la de Iria, que ha creado este inigualable punto de encuentro y de aprendizaje.
Yo “ajunto” palabras.
Apunto tu observación. Voy a repasar.
Hola Alex!
No se si llevas mucho tiempo participando en el taller, si ya participabas hace alrededor de un año/año y medio, me disculpo por no haberte visitado antes.
Porque mereces mucho la pena, me has hecho disfrutar como a una niña pequeña con la descripción minuciosa, precisamente chapeau! En este relato has demostrado una corrección lingüística y sensibilidad que de verdad admiro. De alguna forma, imaginándote escribiendo este relato, visualizo a un artesano, moldeando con delicadeza una figura o mejor, te imagino como el pintor, cuidadoso en cada detalle.
Creo que la descripción que haces traspasa el papel, te centras más en los sentimientos que en lo narrativo algo que, dadas las palabras y frase del reto, era francamente difícil.
Enhorabuena de verdad, sin duda te buscaré el mes que viene para deleitarme con tu pluma. Gracias !
Hola Alex:
Mezclar la Literatura con la Pintura, la Música o cualquiera de las demás Artes, me parece un acierto. Me gusta pintar y lo tengo entre mis aficiones apartadas. Ha sido este gusto por escribir lo que me ha alejado de la pintura.
Has escrito un relato precioso, de los que gustan. Vas a tener muchas felicitaciones porque lo merece.
Descubro al Alex intimista que transmite emociones y deduzco que el éxito de tu relato es el hecho de que hayas descubierto ese “pincel favorito”, el que sirve para reflejar el alma.
¿Cuantas veces miramos un retrato que no nos dice nada? porque le falta alma.
Has dado en el clavo, Alex, y has sabido transmitirlo con hermosas palabras.
Como siempre me gustó leerte.
Saluditos.
Hola Alex.
Maravilloso texto, maravilloso. Tus letras son poesía, pintas con ellas. Mis más sinceras felicitaciones.
Saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola Escritores Anónimos (Curioso nombre).
Lo primero: Mil gracias por tus palabras. Las sumo a las del resto de compañeros y compañeras del taller literario, que me dicen cosas buenas y bonitas. Todas ellas me empujan a esmerarme cada día un poco más.
Quiero alcanzar un muy buen nivel antes de lanzarme al abismo editorial (es mi sueño). Aunque no se aún dònde está el listón, así que lo hago lo mejor que puedo en cada ocasión.
Empecé en el taller hace más de un año, pero publiqué sólo una o dos veces. Después estuve un año entero varado en otros asuntos y aunque realicé alguno de los ejercicios, no llegué a subirlos por diversos motivos.
Ahora debo llevar tres o cuatro meses consecutivos (o quizás alguno más) participando tan activamente como las múltiples distracciones que sobrevuelan mi cabeza me lo permiten.
Gracias de nuevo por tus palabras. Son un gran estimulante que me animan a seguir mejorando.
Hola marazul,
Gracias por pasar un mes más a leer mis humildes palabras.
Utilicé al pintor y su pincel como podía haber utilizado a un escultor, un poeta, un compositor, etc.
Las artes son románticas por un lado y en muchas ocasiones sórdidas, depresivas o incluso autodestructivas por el otro. Eso da mucho juego, en especial si quieres esconder mensajes filosóficos o preguntas existenciales detrás de las palabras.
Debo de decir que yo jamás he pintado un cuadro. (Tal vez debería probar…)
Gracias de nuevo.
Alex.
Hola Laura,
Gracias. Qué palabras tan bonitas que me dedicas.
Lo que es realmente maravilloso es poder emocionar, con mis escritos, a los que estáis en la distancia y apenas me conocéis.
Participar en el Taller Literario de Literautas me hace muy,muy feliz; en gran parte por los comentarios que recibo.
Gracias.
Alex.
Hola Alex,
Tu relato me ha parecido precioso. Cuanto sentimiento y cuanta sensibilidad, desde la primera línea.
Parece escrito por alguien realmente conocedor del vínculo artista-musa y sobretodo de ese lado sombrío tan alejado de la inspiración.
Además de que el uso lingüístico en si está muy bien escogido, has evocado mucho sentimiento en la narración, nos has emocionado y es lo más importante. Compartir la emoción de uno en el arte de escribir. Enhorabuena 🙂
Hola Alex:
Ya he llegado. Te comento un par de minucias para revisar. Hay por ahí un DÓNDE que va con tilde por su función interrogativa: “…pueda decidir a donde quiere ir a parar.”
“…avergonzada del pintor obseso de frente y manos arrugadas que…” Creo que una coma después de obseso y otra después de arrugadas le iría bien.
Descripción muy lograda del pintor con su única obsesión. Con buen ritmo, lenguaje cuidado. Me ha gustado la metáfora de los tiempos oscuros del inicio y cómo vuelven a aparecer al ocaso de su vida. Todo el relato tiene una sonoridad bella como la morena del cuadro. La sintaxis muy cuidada así como la gramática
Creo que has hecho un magnífico trabajo porque has sabido trasmitir sentimiento y has hecho sentir lo que querías que, a su vez, era la pasión del artista.
Ya que hay apuestas por quién ha sido tu musa, te diré que al leer morena pensé en Julio Romero de Torres, quien hizo infinidad de cuadros. Pero creo que no eran de ojos claros.
Felicidades.
Un saludo.
Hola Melanie,
Gracias por pasar y dejar tu huella.
He de confesar que al escribir me estoy descubriendo a mi mismo. Me alegro de poder evocar sentimientos (sin son bellos mejor) en los lectores. Para el próximo a ver si cambio de registro. Hay que probar cosas nuevas. Eso siempre.
Gracias por tus bonitas palabras.
Isan, Isan…
Me tenías un poco asustadillo.
Eres quién más desmenuza mis escritos, sobre todo en cuanto a puntuación y ortografía. Debo darte un enorme GRACIAS por ello. ¡Te prometo que repaso para que no me encuentres muchos fallos!
Me pones el listón alto, y eso me gusta. Lo que no sabes, es que doy unos brincos lingüísticos capaces de saltar una escalera mecánica de diecisiete escalones. Así que a cuanta más presión, más esfuerzo por respuesta. Sólo así llegaré hasta donde quiero. Tu crítica (siempre constructiva) es la vitamina necesaria para crecer como escritor.
Bueno, ya. Que igual me estoy pasando de adulador.
Otra vez se me escapó un “donde” sin tilde. Tienes razón. Pero es que el muy cabrito es escurridizo y se esconde.
Las comas en esa frase las omití para no frenar el ritmo de lectura. Aunque bien podría ser un inciso y por tanto ir entre comas, al ponerlas se me hacía demasiado poético; y el texto ya tiene bastante romanticismo como para echarle dos cucharadas más.
Y agradecerte el resto de palabras que me dedicas. Con las limitaciones de tiempo que tengo, dadas mis múltiples y variopintas ocupaciones, hago un verdadero esfuerzo para cumplir con una calidad mínima y llegar a tiempo cada mes.
Gracias.
Hola Alex,
¡Qué bonito!
Me ha encantado como has visualizado el relato y nos lo has pintado en negro poético y a desiguales trazos. Me ha costado muy poco sumergirme, agarrar la paleta y empezar a mezclar colores y formas.
En cuanto a la trama me parece acertada y coherente; el tiempo nos pone a cada uno en su sitio, eso dicen, pero si no lo hace pierde su condición de “tiempo”, como le pasó a tu pintor que no quiso asumir su rol con el propio tiempo.
Bueno alex, me gustó mucho tu escritura, espero que te encuentre en próximos retos.
Un saludo.
Hola Alex, por fin pude venir a tu relato.
Escribes bonito compañero. El recurso del lirismo y en tu caso potenciado por el cromatismo, es muy efectista, y parece que lo llevas en sangre (o en tinta) como ideario estético. Te he leído ya varios aportes en este sentido, Alex, y parece ser tu zona de confort, en la que te sientes cómodo. En ese sentido hay que tener cierto cuidado de que no se nos vaya la mano con el lirismo poético exacerbado, y mantener un cierto equilibrio. Te funciona muy bien en relatos, pero no imagino una novela, ni siquiera corta, toda en el mismo palo.
Por supuesto “A cada pintor su morena” está bien escrito, hay sensibilidad, delicadeza, sutileza y un fino sentido de la belleza. Manejas las palabras como si fueran piedras preciosas. Hay, sobre todo, romanticismo. Un montón de ingredientes que sabes manejar con maestría, compañero, aunque tengo curiosidad por leerte en otros registros.
Hola Pepe,
Gracias por tus palabras. Todo suma y cada comentario me da energía extra con la que afrontar cada reto.
Muchas gracias.
Buenos días Alex, vuelvo a la carga con el primer cafecito del día 😉
En la respuesta que le das al compañero Isan,del que tanto aprendemos todos, hay un párrafo que copio :”Las comas en esa frase las omití para no frenar el ritmo de lectura. Aunque bien podría ser un inciso y por tanto ir entre comas, al ponerlas se me hacía demasiado poético; y el texto ya tiene bastante romanticismo como para echarle dos cucharadas más.”
Me ha parecido un recurso perfecto el que omitieras las comas, para romper algo el ritmo poético y rebajar algo el romanticismo.
Saludos Alex.
Hola Isabel,
Ya sabes que te tengo como referente, así que tus palabras las leo atentamente y con la máxima humildad.
Gracias por los cumplidos. Con los comentarios de los últimos tres meses he aprendido a captar el interés. Ahora en los próximos tres (o veinte, o treinta) debo mantenerlo y, a poder ser, aumentarlo.
Como bien dices, una novela entera en este registro quizás sea difícil de masticar y aún más de digerir. ¡Aunque para gustos los colores!
Haré (o lo intentaré) un cambio de registro, pero tratando de ser fiel a mi estilo.
Jugar sin la baza del romanticismo quizás sea un desafío. Ya veremos. A ver que cartas nos reparten el mes que viene, ya que no querría farolear con una pareja de doses.
Gracias por tus sabios consejos. También toma fuerza en mi cabeza, ya desde hace tiempo, jugar a escribir una novela corta y ver si soy capaz de manejar los tiempos, el ritmo, el estilo y la narración, sin perderme por el camino. ¡Tengo que buscar tiempo!
Nos seguimos leyendo pronto. Gracias.
Pues desde aquí te animo a que intentes la novela, se aprende mucho escribiéndola.
Sobre la baza del romanticismo, no es cuestión de prescindir de ella, sino de equilibrarlo, que no se coma el relato y que fluya la trama. El romanticismo como aliado. Y además estoy convencida de que se te da de lujo Alex.
Bueno, gracias a ti por todas tus palabras y tus ánimos, estoy en lo mismo que tú, aprendiendo, compañero.
¡Hola, Álex!
“Podía perderse tardes enteras entre los bucles de su cabello enmarañado, o reseguir con los dedos aquellas curvas de matemática imposible que convertían su cuerpo en infinito.”
Esta es mi frase favorita de tu relato. Y el párrafo inicial, que ambienta muy bien el contexto y traslada la pasión por la pintura. Con semejanzas a escribir, pues cuando una historia te atrapa, los dedos cobran vida sobre el teclado. Eso ha de debido pasarte a ti, porque vaya maravilla de relato. Es precioso de principio a fin, cambia del claro al oscuro con la edad y la obsesión del pintor y con un argumento distinto a los que he leído (que son muy buenos, eh?), pero se agradece un poquito de variedad.
De mí has dicho que “tengo tiros pegaos”, pues tú debes andar ya por los cañonazos… seguro que te rifan las editoriales algún día no muy lejano.
Por seguirte el juego, yo apuesto por Sandro Boticelli y Simonetta Vespucci, aunque no sea morena. ¿O tal vez Da Vinci y Lisa Gherardini?
Me apunto a tu club de fans… ¡hasta el próximo reto!
Hola Alex: ¿pintas? creo que todo lo que escribimos es un reflejo de nuestro interior. Todos tenemos “un amor” y digo UN porque solo se ama una vez. Igual que tu pintor que describes maravillosamente. Me gustó mucho leerte.
Gracias por leer el mío y por tus comentarios (María Lucrecia, 25)
Felicitaciones Alex por tu trabajo.Está muy bien llevado, expresas con soltura sensaciones, emociones, sentimientos, todo en un ritmo acorde con la pintura al óleo.
Es una técnica muy hermosa porque te lleva de tal manera al ensueño, ese que tu muestras muy bien, que llegas a perder la noción del tiempo y el espacio, permaneciendo tan concentrado que sientes que solo estás tú y la pintura o la pintura y tú…
Hace unos años pinté al óleo y disfruté mucho.
Ahora comencé a experimentar con la acuarela, que es mi sueño, pero eso es otro cantar.
Bueno, qué más voy a decir, si no que sigas escribiendo.
Saludos, hasta el próximo trabajo.
María Esther (59)
Hola Alex,
Me gusta este trabajo, muy útil para estudiar y desmenuzar en un taller. De acuerdo con algunos teóricos de este arte de la escritura, podría ser clasificado este texto como Prosa retórica. Su base es la variación y el ornato, por así decir. Eso exige dominio y virtuosismo en la utilización de la lengua, cosa que en este caso está lograda. Así mismo, esta prosa retórica tiene un riesgo y es que, como bien apunta Isabel Caballero, el lector moderno puede llegar a aburrirse si no se mide bien la extensión o si no se introducen variaciones estilísticas que permitan acentuar los conflictos, más allá de la propia obsesión del personaje.
De cualquier modo, este texto que presentas también podría considerarse como una Epifanía lo que ayuda a suavizar ese posible riesgo que apuntaba antes. La Epifanía en palabras de David Lodge(* VER NOTA) es un término que
Creo que es una descripción que puede ser aplicada al trabajo que presentas y que quizá va un poco más allá del «romanticismo»que a decir verdad , no sé que puñetas es 😉
En resumen, gracias por este aporte.
(*)David Lodge, El arte de la ficción.
A Isabel Caballero,
Llevo ya unos días dándole vueltas en mi cabeza a la idea de escribir una novela corta. (Para empezar).
Creo que a veces pienso demasiado. Pero ni quiero arriesgar en exceso, ni quiero caer en la obviedad. Que dilema.
Pero no tardaré en lanzarme a por esas 80 páginas que me he puesto como objetivo.
Ya solo me falta encontrar un hueco.
Me ha gustado tu escrito. Sigue así. Y si tienes problemas para publicar, en amazon puedes hacerlo gratis. salu2
Contestando a Alex Cea:
Buenos días Alex. En esta estupenda página tienes a tu disposición un libro de IRIA LÓPEZ TEIJEIRO, “COMO ESCRIBIR UNA NOVELA”. Te la aconsejo. ¡Ojalá la hubiera leído antes!, tengo escrita tres novelas cortas, la primera de todas es un manual de “Como NO se debe escribir una novela” 😉 sobre las invasiones piratas a las islas Canarias. Me la curré mucho, eso sí. Toda ella en estilo muy enfático e intenso, con palabras rimbombantes y descriptivas a tope, preciosismo máximo… en fin. Ahora que he aprendido que la naturalidad como estilo es una estrategia interesante, tengo guardado a los piratas a buen recaudo… aún puedo sacarle algún partido. Me sirvió de rodaje.
Las otras dos novelitas (una sobre una familia de cabreros en la posguerra de Fuerteventura, la otra de una joven a la que se le ha adosado un muerto y no hay manera de quitárselo de encima), han participado en algún concurso pero no ha habido suertecilla suerte, sigo repasándolas.
Así que, si te decides a escribir la novela, te esperan muchas horas de desespero y otras muchas de pasártelo pipa.
¡Suerte Alex y a por ella!
A Pilar:
Gracias por tus palabras. Mi frase favorita es: “Esta es mi frase favorita de tu relato”.
No hay nada tan bonito como despertar emociones en los demás. Cada comentario que recibo halagando mi trabajo, lejos de subírseme a la cabeza, me enternece pensando que de algún modo, consigo acompañaros un poquito sea donde sea que estéis.
No tengo tantos “tiros pegaos” como podría parecer. He estado muchos años sin escribir. Creo que necesitaba encontrarme a mi mismo primero, y he tardado 20 años más de lo que esperaba.
Ojalá las editoriales lleguen a lo que tu dices. Seria un sueño hecho realidad.
Gracias de nuevo Pilar.
A Lucrecia Gordillo:
Gracias por venir a leer “mis cosillas”.
Debo responder que no pinto. Jamás he pintado un cuadro, aunque si que tengo otras vertientes creativas. Desde hace unos pocos años, creció en mí una irrefrenable necesidad de expresarme. Lo hago a través de las letras y de la fotografía.
Debo decir que no comparto lo que dices sobre un único amor. Los hay que nos enamoramos a diario de todo cuanto nos rodea: Una puesta de sol, la risa de un niño, la mirada sincera y agradecida de una persona mayor, un texto bonito, un cuadro o una fotografía, una caricia…
Supongo que depende de la persona.
Aún así gracias por tus palabras.
A María Esther:
Muchas gracias por tus palabras. Me enorgullece muchísimo, como ya he expresado anteriormente, el despertar bellas emociones con mis textos.
Solo decirte que persigas tus sueños. Que nunca es tarde si la dicha es buena. ¿Quién sabe? Tal vez algún día una acuarela tuya sea la portada de un libro mío. ¿Te imaginas?¿Por qué no? ¡Soñar es gratis!
A Luigi Callieri:
¡Que comentario más sabio!
Te prometo que voy a tener en cuenta todo lo que me dices y que lo analizaré de forma exhahustiva.
A ver…vamos por partes:
Prosa retórica o prosa poética. Soy consciente de que haría falta un buen licor digestivo para tragar todo un libro así. Aunque también debo admitir que he leído varios libros en lengua romance y he disfrutado más que un cochino en un charco.
El texto está creado con la inspiración de diversas biografías que he leído (o visto en TV) en las que la mayor parte de la película es en primera persona y presente, pero que se cierran con una narración omnisciente y generalmente con ciertas reflexiones sobre la vida del biografiado. Mi idea era crear esas 750 palabras finales, pero contando la historia entera para que pudiese entenderse.
Sobre la epifanía. Es un término que siempre he asociado a los textos religiosos. Tal vez por que la Biblia rebosa de ellas.
Has dado en el clavo. Como cada mes, utilizo el ejercicio que nos proponen, para realizar en él mis propios retos. En este caso, quería crear un texto con suficiente riqueza en sí mismo para ser de cierta calidad, pero a du vez quería encerrar cierta reflexión trascendental sin nombrarla explicitamente.
Más allá del recurso literario, no quería una simple moraleja, si no que el lector pudiera formularse una pregunta y que cada cual llegue a du propia conclusión.
¿Que es lo correcto?¿Mantener a la joven eternamente bella y negándole la vejez?¿O permitir que envejezca y por tanto pierda la perfección de sus rasgos según avanzan los años?
Eso nos lleva a plantearnos si somos esclavos del tiempo, de nuestros cánones estéticos, de nuestros prejuicios y dr nuestros anhelos.
Y por otro lado, al final el pintor rectifica (que es de sabios…a veces). Pero al hacerlo y dibujarla arrugada y triste, la condena a perder su belleza para siempre jamás. Quedarán su tristeza y sus arrugas.
Puede que sea lo correcto. O puede que no. Eso depende de cada cual.
En cualquier caso, tus palabras me enorgullecen tremendamente. Gracias y trataré de seguir aprendiendo.
A Amilcar Barça:
Bueno lo primero…Força Barça.
Y lo segundo…gracias por pasar y leer y opinar y bueno eso. Gracias.
No tengo prisa en publicar por publicar. De hecho, tengo abiertos otros frentes que espero me lleven a la publicación en breve.
Y como comentaba a Isabel Caballero, me lanzaré proximamente a escribir algo un poco más largo. Estoy fraguando las ideas.
A mi queridísima Isabel Caballero:
Tomo tu consejo sobre el libro de Iria. Ya le tenía echado el ojo.
Además, no le he hablado con ella, pero ya que he aprendido tanto en esta magnífica página, si necesito informes, corrección, etc., se lo daría todo a ella (si lo quiere).
Es de bien nacidos ser agradecidos.
Si publicas algo…¡yo quiero leerlo! (Y que me lo firmes!)
Yo estoy trabajando en un proyecto que implica escribir un pequeño librito. Tengo que ver si me aceptan (y financian) la propuesta. Es sobre historia local y seguramente lo escriba en catalán (un handicap añadido). Ya veremos si sale!!
También estoy buscando algún concurso al que presentarme. Por que nunca me he presentado a ninguno y creo que ya va siendo hora.
Hola Alex: Que hermoso texto has creado, he disfrutado muchísimo leyéndolo. Las descripciones están llenas de poesía. La musa, el pintor y la obsesión de este por aquella. El final me ha parecido muy adecuado, el cierre perfecto. Un placer leerte.
Saludos desde el 48.
Hola, Alex:
¡Tu relato me ha encantado! Transmite sensaciones sin pausa, con un buen ritmo y una exquisita elección de palabras y conceptos.
Me sorprende que no pintes. Eso da mucho más valor al texto, ya que desmenuzas los sentimientos y conflictos del artista como si fuesen lo tuyos propios.
Un grandísimo trabajo.
¡Saludos!
Mario
A María Jesús:
De corazón te digo que el placer es mío. Es un lujo el poder crear un historia y que tenga tan buena acogida.
No quiero creérmelo demasiado, ya que me considero todavía un aprendiz, pero confieso que hago cabriolas y aplaudo como un poseso a cada buen comentario que recibo.
Es un lujo tener tan buenos compañeros.
Gracias.
A Mario Fernández:
Eso me dice mi mujer: Tu aquí no pintas nada. 🙂
(Es broma, no me hace la danza del vientre pero me deja ser yo mismo. Además es la primera en escuchar mis breves relatos y hacerme críticas objetivas).
Espero ser capaz de mantener el estilo, la calidad y el acierto en los próximos trabajos.
Gracias por tus palabras.
Por tu culpa, Alex 😉 quiero intentar para la próxima escena (si el reto es propicio), una historia con algún toque romántico. ¡A ver que engrendro me sale compañero!
Nos vemos en el 62, espero.
Isabel, encantado de ser tu inspiración… o tu desesperación.
Yo sigo dándole vueltas al tema de la novela corta, pero no he tenido 5 minutos libres para sentarme tranquilo a pensar.
Ya veremos a ver que hago.
Hola Alex.
Simplemente excelso.
En este momento de reflexión que me regala el haber leído tu texto, no se quien es mas grande, si el Pintor de trazos perfectos o el escritor. Quien con palabras bellas salidas de un tintero y de una pluma única que plasma en letras un rostro bello que no envejece.
La pulcritud, la poesía y la visión que nos regalas muestra tus alcances como escritor
Simplemente excelso
Te felicito. el sentimiento de la dama del cuadro, con el rostro inclinado, como no queriendo mirar a quien le negó su madurez, me llego al alma.
Saludos.
Apreciado Osvaldo:
Muchas gracias por tus palabras. Ya lo he mencionado antes, pero no me importa repetir: Lo más bello de escribir es despertar emociones desde la comodidad y el anonimato de la distancia.
No puedo más que agradecer el apoyo recibido. Seguiré aprendiendo y seguiré trabajando para llegar a despertar muchas más emociones.
Es preciosa tu historia!!!
Te felicito
Hola Alex:
Gracias por tu amable comentario.
Has escrito, muy bien, un hermoso relato. Enhorabuena.
Perdona mi atrevimiento, pero el primer párrafo me parece perfecto hasta “…la diferencia.”, luego las características de la madera, pincel, etc. me sacan del espacio donde había entrado nada más comenzar la lectura.
Nos leemos. Saludos.
Hola Valery,
Gracias. Me alegro de que te haya gustado.
Pues lo del toque de romanticismo va a tener que esperar Alex. En la escena de junio toca “micro relato”, así que en otra ocasión será 😉
Hola Otilia,
Obviamente es cuestión de gustos. Aprecio tu observación, pues tengo facilidad para irme por las ramas. Creo necesaria esa parte ya que si digo que los pequeños detalles tienen importancia, no puedo obviar esos pequeños detalles. Sería contradictorio. Además ayuda a definir la personalidad del pintor (o de cualquier artista) que sin la perfección absoluta (que nunca se alcanza) no tendría sentido su obra.
Otra cosa es que pudiese estar redactado de otra forma que no deje a nadie fuera de contexto. Eso podría ser y por eso estoy aquí. Para aprender a cincelar las palabras y esculpir historias de formas suaves y contínuas, que no solo atrapen por el argumento, que busquen esa perfección que nunca se alcanza.
¿Dije que tenía facilidad para irme por las ramas? Mentí. Lo mío es puro vicio.
Haciendo autovrítica de ese párrafo, creo que podría haber puesto dos puntos después de: “la diferencia.”
Ya que es una enumeración de alguno de esos pequeños detalles que marcan la diferencia.
Pero sería la segunda enumeración en un mismo párrafo, y eso ya no me gusta. Si lo sigo revisando, acabaría reescribiéndolo casi por completo. 🙂
Gracias por tu opinión sincera. Es extremadamente útil para mi.
Un abrazo.
Ruego disculpéis las múltiples erratas en los comentarios tipo: “jfhrjrdjf”.
Acostumbro a responder desde el móvil y estos dedos se vuelven torpes y pesados cuando cae la nocje, koxe, noxe , oche, nicge, novhe, moche, noche.
Me voy a por el próximo rero, reto.
Un avrazo y seguimos conectsdos, conwsrados, comestados, conextados, conectados.
Apreciada Isabel,
Se puede ser romántico y breve. Muchos hombres lo son. Me refiero a lo de breves. 🙂
Yo aun no me he sentado a pensar qué escribiré. A ver si no lo dejo para el final y consigo hacer un buen relato… breve. 🙂