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Parodia de un crimen - por Ester

Como buen policía en una ciudad de monstruos, los casos no podían ser más interesantes y dispares en comparación a los de una ciudad más “normal”. La lista de sospechosos delante de él era una muestra de la absurda y irreal que se había vuelto su vida.
– Veamos quienes son estos criminales.
El policía señaló a los tres sospechosos, hablando a su pequeño duende ayudante, diminuto de estatura, pero grande de espíritu:
El primer individuo era el señor Jeff, el hombre jirafa, quien había ingresado en la ciudad no hacía más de dos meses. Era sospechoso de ser traficante de polvo de hadas con mezcla de marihuana, además de varios intentos no autorizados de entrada en el bosque. Su aspecto era el de una jirafa cualquiera, solo que sus ojos eran inteligentes y llenos de malicia. Además, llevaba unas gafas de sol sumamente chulas.
El segundo sospechoso era el señor Yoggi, un hombre medio gorila, sus brazos eran la única muestra de su monstruosidad. Tenía varios cargos, entre ellos posesión de armas mágicas, dos atracos a vampiros indefensos y el asalto a la casa de la Pitonisa, al parecer estaba muy interesado en sus bolas mágicas…
El policía se frotó los ojos, estresado y miró el último de los sospechosos. Parpadeó varias veces, incapaz de creer que semejante ser pudiera ser considerado “culpable” como tal.
– ¿Qué hace aquí una mantis?
Tijeritas, alias la Cortadora de Gargantas, mucha gente se dejaba engañar por su modesto aspecto; pero su inteligencia y gran agilidad, potenciadas por su diminuto tamaño, la hacían de las peores asesinas de la ciudad. Su lista de cargos era tan larga que ocupaba una fila entera en el archivo. Llevaba muchos años en prisión, entrando y saliendo, y era la sospechosa número uno.
El policía buscó una silla donde sentarse. Los tres eran sospechosos de la intoxicación del Señor Leónidas, el último León blanco de la sábana mágica. Leyó las notas del caso, donde estaban escritas las presuntas razones del arresto:
La primera hipótesis era que el primer sospechoso muy inteligentemente se había hecho pasar por un falso farmacéutico, engañando a las pobres brujas ancianas, dándole una medicina intoxicada al León. Era brillante…
Por otro lado, el señor Yoggi, el guardaespaldas recién contratado de la victima, podría haber manipulado uno de los alimentos de la cocina del señor Leónidas, dado que tenía acceso total a la casa de la víctima.
Y por último la peluquera de la víctima, la señora Tijeritas, que justo esa mañana tenía una cita en su calendario, una oportuna cita en la casa de Leónidas.
– ¿Quién tiene coartada?
– La señora tijeritas no tenía coartada cuando le preguntamos, el señor Yoggi dice que estaba durmiendo en su coche y el señor Jeff con un cliente.
– Bueno, el señor Jeff pudo haberle dado en cualquier momento la medicina; la cuestión es si realmente trabajaba en la farmacia o no. Supongo que si me habéis puesto esto en el informe es que sabéis con certeza que trabajaba allí.
– Pues no lo hemos comprobado… Un largo silencio.
– ¿Y porqué esta aquí entonces?
– Porque es una jirafa señor, y de muy mal rollo.
El policía volvió a mirar a Jeff, en sus cuatro patas y su gran altura; a través del cristal no podían verle, pero notaba la creciente ira del hombre jirafa.
– Soltadlo.
Su ayudante se bajó de un salto de la silla, maldiciendo por lo bajo. Si las jirafas eran el mal del diablo enviado en la tierra, ¿porqué su jefe no lo entendía?
El policía buscó una piruleta en sus pantalones, mirando largamente los expedientes ¿Quién quería matar de esos tres o dos sospechosos al señor Leónidas? ¿Y porqué? Bueno, el viejo señor gruñón tenía multitud de enemigos, así que la lista era larga… Incluso quizá tendría que revisarla él mismo.
– Señor, se va a reír mucho…
El policía miró a su ayudante, que recién había vuelto a entrar con un informe y el teléfono en la mano.
– Se ve que el señor Leónidas no estaba muerto, solo se había dado un golpe en la cabeza.
Silencio.
– Es que lo encontramos en el suelo, con espuma y pensamos ha sido envenenado.
Un largo silencio.
– Y nos dio la sensación de que no respiraba, al menos eso dijo Tijeritas.
– ¿Cómo iba a encontrar el pulso una mantis?
– Pues es verdad…
Iba a acabar en un psiquiátrico, de eso no tenía duda.

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4 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Ester!
    Tu relato es muy ingenioso, aunque creo que hay algunos detalles a tener en cuenta. Mis opciones están entre paréntesis.
    -La lista de sospechosos delante de él era una muestra de(lo) absurda y irreal que se había vuelto su vida.
    -Dos personajes tienen el mismo nombre/apodo: Tijeritas: la mantil y la peluquera.
    -el duende ayudante:hablando a su ayudante,(un duende) diminuto de estatura, pero grande de espíritu.
    -No entiendo por qué se sorprende de la presencia de la mantis si tiene una larga lista de crímenes.Si fuese una monja, me queda mejor la sorpresa.
    -Leónidas, el último león blanco de la sabana (sin acento) mágica: si es el nombre de un lugar, debe ir con mayùsculas: Sabana Mágica.
    -La jirafa ¿está detenida por mal rollo? ¿Nada más?
    Creo que el pobre inspector está para el psiquiátrico con los ayudantes que tiene.

    Mis cordiales saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 12:16
  2. 2. Solidsteel dice:

    ¡Hola, Ester!
    Ya te han comentado la mayor parte de mejorables. Quizás añadiría que en: “Tenía varios cargos, entre ellos posesión de armas mágicas, dos atracos a vampiros indefensos y el asalto a la casa de la Pitonisa, al parecer estaba muy interesado en sus bolas mágicas…”, quedaría mejor terminar la enumeración de cargos con un punto y continuar seguido, así: “Tenía varios cargos, entre ellos posesión de armas mágicas, dos atracos a vampiros indefensos y el asalto a la casa de la Pitonisa. Al parecer estaba muy interesado en sus bolas mágicas…”.
    Por lo demás me parece un relato muy divertido y me ha gustado la genialidad de que los vampiros o las brujas sean las pobres victimas indefensas de estos “malvados monstruos”. Eso sí, se me hace raro que el hecho de que una jirafa se haga pasar por un farmacéutico se trate de una genialidad… jajaja
    ¡Enhorabuena por el relato!

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 02:06
  3. 3. Carla Daniela dice:

    Hola Ester! Como estas?
    Que historia mas ingeniosa! Y muy graciosa también. Excelente final!!
    Coincido con el primer comentario sobre la Mantis, si era tan mala…
    Saludos y nos leemos (N°47)

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 23:49
  4. 4. kirjanik Maya dice:

    Hola, Ester.

    Es un relato ameno, le das vuelta a los roles típicos de los monstruos, animales y seres fantásticos de manera brillante.

    En lo formal, Laura y Solidsteel te han dejado muy buenos aportes. En cuanto a la construcción de tu historia hay detalles menores: el despiste de los ayudantes muy bien encajado y necesario, pero la actitud del policía o jefe es algo floja, creo que le falta personalidad.

    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 19:22

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