Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
La recaída - por Sebas A
Lo invadía una tristeza absoluta. Se había equivocado de nuevo, pero esta vez no tenía coartada. La noche se teñía de anaranjados y rosados. Caminaba cansado, exhalaba alcohol e impregnaba los alrededores de perfume barato. Regresaba arrepentido a su desvencijada chabola, aquella en la que vivía desde hacía un largo tiempo. El camino hasta su hogar estaba infestado de olores, todos ellos desagradables. Lo escoltaba un perro flaco y desgarbado, casi tanto como él.
Ya hacía mucho tiempo desde que había prometido no beber más, ni ensuciarse por cuestiones de juego, pero esa noche su voluntad fue más débil que el deseo. Se había alejado de las malas compañías y esa era la mejor medicina. Pero las recaídas eran habituales en su desgraciada vida.
Recordó los consejos de su madre de solo un par de horas atrás: —No llegues tarde que mañana te espera Don Juan en el almacén para empezar tu nuevo empleo.
“No mamita, no te preocupes, a más tardar a las 11 estoy de regreso”, había sido la corta y firme respuesta.
Pero la fatalidad quiso que se cruzara con Roberto y su floja voluntad hizo el resto. Y así arrancó a la parranda, pero solo un ratito. El alcohol, las mujeres bonitas y su carácter permisivo completaron la función. Y empezó ganando; esa noche la caprichosa suerte estaba de su lado. Y como al campeón lo rodean los amigos ocasionales, a él se le plegaron unas mujerzuelas, que con el olfato de unas leonas, percibían que esa noche habría una repentina fortuna para usufructuar. Y entonces cayó en las redes de la Flaca, porque así la conocían en el burdel. Y por eso volvía a su casa, arruinado, más pobre que antes, y con una herida en el haber.-
Rememoraba, en la escasa lucidez que le permitía el estado de embriaguez, que se quiso mantener apartado de la cuestión. Pero la discusión fue en franco ascenso, y la caballerosidad inculcada por su finado padre, no le permitió mantenerse indiferente:
— Me parece que la señorita fue clara. Te explicó que está ocupada. ¿No lo vez? — Masculló, ante la insistencia de Gabriel, porque así escuchó que se llamaba el sujeto—. Te está diciendo que no quiere ¿No lo entendés, flaco? ¬— agregó ante la falta de respuesta del hombre—.
El otro levantó la vista, con un gesto intimidatorio, aflojando la presión sobre el brazo algo amoratado de La Flaca, y empujándola, provocó su caída contra el duro empedrado.
Eso fue suficiente para despertar a la frustración acumulada que habitaba en sus entrañas, y dejó de moverse guiado por la razón; el instinto animal dominó la escena. Ya no pudo contenerse y ante el menor descuido del contrincante, se encontró hundiendo la navaja en el costado del otro, no sin antes recibir alguna que otra magulladura. Después, ya avezado en ese tipo de tropelías, se alejó del lugar caminando despacio, para no levantar sospecha.
Rato más tarde, algo más despabilado por la brisa fresca de principios de abril que acariciaba su cara, volvería a cuestionar su accionar; retumbaban en la mente las palabras de su madrecita, y su vana promesa. Una pizca de arrepentimiento asomaba por entre los restantes pensamientos confusos.
Mientras recordaba, observaba las manchas de humedad que invadían el techo de su pequeña celda. Sabía que una vez más se pasaría mirando el calendario calculando cuanto más faltaría para recuperar su ansiada libertad.
Hola, Sebas. Un relato sencillo y una detenida descripción del personaje
Bien creada la atmósfera decadentedel relato.
Gracias Beba por tu comentario. Me quedó demasiado simple. Podría haber escrito algo bastante mejor, pero lo hice apurado.
Pasaré a leerte.
Buenos días Sebas.
Me ha gustado tu relato, ya que nos haces saber bastante del protagonista de manera indirecta, haciendo su descripción más ligera. Por poner un pero, personalmente prefiero las frases más cortas, ya que considero que agilizan la lectura.
Felicidades y un saludo.
Hola Sebas,
Me parece una descripción muy rica en adjetivos y muy expresivo entorno a la pobreza que rodea el personaje. La espiral hacia lo malo está muy bien descrito. El realismo está expresado con palabras muy adecuadas que transmiten al lector una situación dura.
Felicitación ! Por mi parte he podido enriquecer mi vocabulario.
un saludo.
Gracias Pandora. Aprecio mucho tus comentarios.
Saludos
Hola Sebas:
Me ha gustado el relato, pero creo que tienes demasiados adjetivos y eso hace que el relato no fluya bien.
Todo es un recuerdo del presidiario, pero queda algo confuso. El final es algo abrupto. Yo también cometo ese error.
Un saludo.
Hola Marie:
Agradezco mucho tu comentario. Que bueno que haya podido describir correctamente la situación dura de pobreza del personaje y los hechos a los que se ve arrastrado y culminan con un final no querido.
Hola Carmen, muchas gracias. Revisaré tus críticas, quizá abusé de los adjetivos. Por lo que me indicás, tendremos que mejorar ambos en su terminar tan abtruptamente las historias. Pasaré por tu relato para ver si es real la autocrítica que te haces en tal sentido.
Saludos y gracias nuevamente por comentar.
Hola Sebas,
Me parece un relato muy bien narrado, con profundidad y donde la introspección del personaje impera de un manera real, cruda e inteligente.
Gran relato, me gustó mucho.
Nos leemos!!!
Muchas gracias Pepe. Agradezco mucho tus comentarios elogiosos a mi relato.
Saludos
Hola Sebas,
Me ha gustado tu relato. Tiene buen ritmo y están bien usados los saltos en el tiempo que conducen a un final que va muy bien a la historia.
Sin embargo, creo que hay algo excesivo, capaz la adjetivación o que describes demasiado.
Por ejemplo, creo que podrías quitar: “… Gabriel, porque así escuchó que se llamaba el sujeto”. Un nombre propio genera mucha atracción y nos quedamos reteniendo el nombre de un personaje que no tiene mucha importancia. Mejor dejar anónimo a este sujeto.
Otras oraciones que quedan algo rococó:
“… algo más despabilado por la brisa fresca de principios de abril que acariciaba su cara,…”
“Una pizca de arrepentimiento asomaba por entre los restantes pensamientos confusos.”
Pero claro que puedes no tener en cuenta mis sugerencias, ya que creo que se trata del estilo personal.
Felicitaciones por tu escrito y hasta la próxima!
Florencia
Hola Sebas A.
Me gustó tu relato. No me esperaba el final, creía que huía, pero así está muy bien terminado.
Desde lo formal, creo que tienes que modificar los verbos: todo lo que va hasta el penùltimo pàrrafo inclusive debería llevar un tiempo diferente al ùltimo, ya que los hechos relatados antes son anteriores al momento en que Roberto estaba en la celca (tambièn en tiempo pasado) y recién ahí es donde encontramos que lo sucedido había sido antes. Es tan sólo una opinión, nada experta por cierto.
Y por último,el flaco y La Flaca: ¿otra palabra para designarlos? Es cuestión personal, se identifica que uno es hombre y el otro mujer, pero no le des demasiadas vueltas a ello.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola Florencia M,
Siempre son muy atinados tus aportes. Hay algo de estilo personal en lo que me señalás, pero de todos modos no dejaré de considerarlos y repasar mi relato con tus observaciones. Gracias. Nos leemos próximamente.
Hola Laura,
Muchas gracias por tus comentarios. Tendré en cuenta lo que señalás respecto a los tiempos verbales.
En cuanto “al flaco” y la “Flaca”, creo que puedo cambiarlos para evitar repetición. Me inclino más por sustitur “flaco” y dejar a la Flaca tranquila.
Saludos
Hola Sebas, gracias por pasar por mi relato y por tu comentario. Respecto al tuyo me gustó esa manera de mezclar todos los sentidos en la descripción del personaje, el paisaje, la lobreguez del burdel y la cárcel. Así, lo visualizamos, lo olemos, sentimos la caricia de la brisa, olemos la humedad. Una historia redonda que va mostrando el desmoramiento del personaje, la ´pérdida de valores, la descomposición a donde lo conducen el alcohol y el juego y un final que si bien podría ser predecible, cierra perfectamente la espiral del derrumbe. Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
Hola Sebas. Has descrito bien el mundo oscuro, y deprimido de las adicciones. Has hecho bien en poner los hedores casi como protagonista. Tambien la tristeza como compañera de viaje.
En las primeras estrofas hay demasiadas palabras terminadas en “ado” lo que produce cierta cacofonía: “equivoc-ado,anaranj-ados, ros-ados, cans-ado, desgarb-ado”, seguro que podrás encontrar otros sinónimos más adecu-ados 😉
En la preguntar ¿no lo ves? es con ese puesto que se trata del verbo ver.
Triste final, como era de prever.
Un cordial saludo Sebas.
Hola Galia:
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer mi relato y por tus comentarios. Nos leemos próximamente.
Hola Isabel. Gracias por pasar y comentar. Estoy de acuerdo con lo que señalás del primer parráfo, buscaré sinónimos más adecua-dos (jajaja).-
En cuanto a la palabra “ves”, gracias por la corrección. se me chispoteó la zeta.
Saludos a ambas.
¿Qué tal Sebas A?
Gracias por leer y comentar.
Tu relato me ha gustado mucho. Refleja muy bien la tristeza de ese hombre débil, falto de voluntad y, ahora, de libertad.También se siente el amor por su mamita. Buen trabajo.
En cuanto a la forma, en la segunda línea escribes muy seguido: anaranjados, rosados, cansado…y eso produce cacofonía.
En uno de los diálogos escribes “masculló” con mayúscula, no es necesario porque es un verbo dicendi.
Nos leemos. Saludos.
Otilia ¿que tal?
Gracias por tus buenos comentarios.
Respecto al primer párrafo, tenés razón. Reemplazaré alguna de esas palabras por sinónimos.
En relació a la palabra masculló en el diálogo, tenía la duda y me sirve mucho tu corrección. Te agradezco.
Nos leemos.
Saludos
Hola Sebas
El mes pasado varios compañeros me pedisteis que continuara mi relato (53) y aqui estoy con el nº 88, espero que te guste. Respecto al tuyo me ha gustado mucho. Una historia de fracaso bien narrada. Veo un par de “peros” que seguramente se han deslizado del corrector
“¿No lo vez?” (ves)
y con la herida en el haber ? creo que es mas correcto “en su ego”
Espero seguir leyendote.
Un saludo
Hola Sebas: has escrito un relato corto pero intenso. Falta de voluntad y adicciones siempre terminan mal. Y si a esto añadimos las malas compañías el resultado es el que nos describes.
El tono que le das a la narración nos quiere mostrar a un hombre más que malo, yo diría que débil. Incluso parece que la voz del narrador lo disculpa.
La referencia a los consejos de su madre y ese punto de arrepentimiento lo suavizan.
El texto es potente y no necesita que le adornes con tantos adjetivos, según mi parecer.
Encantada de leerte, Sebas.
Saludos
Hola Marazul:
Gracias por pasarte y comentar. Has dado en la tecla: el personaje es un pobre muchacho debil de voluntad que por andar por caminos erróneos y por las malas compañías termina en graves problemas.
Tomaré especialmente en cuenta el exceso de adjetivos que me señalas. Con eso en mente repasaré mi relato y eliminaré los que crea innecesarios.
Nos leemos proximamente.
Saludos.