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Las últimas horas del bróker - por Solidsteel
Marcus no podía dormir. Echó un rápido vistazo al despertador: las 4:32 a.m. Los días previos no habían sido mejores. No dormía bien desde que todo esto empezó, pero por suerte acabaría pronto… Decidió levantarse y continuar con los preparativos, así que fue al cuarto de baño, se lavó la cara y mientras se miraba al espejo se preguntó quién era ese que le observaba conmiserativamente.
—Ya ni me reconozco —pensó—, ¿en quién me he convertido? ¿es este el tipo de persona que…? Se sacudió el pensamiento de la cabeza, respiró lento y profundo, mirándose directamente a los ojos y se dijo que no podía distraerse con esa clase de planteamientos. —Además, no te queda alternativa… —dejó escapar antes de salir por la puerta—.
El salón era un espacio grande y abierto, ocupado por muebles de diseño moderno, de los cuales ahora sólo podía verse un trozo aquí o allá, entre los numerosos documentos que lo cubrían todo. Marcus entró, café en mano, y cogió el fajo de papeles que ocupaban la silla frente al ordenador, un modelo de previsión bursátil que ya había descartado hacía días, lo echó a un lado y se sentó. Dio el último sorbo a la taza mientras se iluminaba la pantalla y se dispuso a terminar los cálculos que había dejado en suspenso hacía sólo unas horas.
Si lo que dicen es cierto, que la bolsa es una jungla, entonces no cabe la menor duda de que Marcus era el león: sigiloso y capaz de acechar a su presa sin descanso hasta hacerla suya… Por eso fue elegido para la empresa que ahora desarrollaba. Pero el calendario que se le facilitó distaba mucho de ser el ideal y además las operaciones necesarias para conseguirlo parecían presagiar que algo muy malo iba a ocurrir, lo que hacía harto difícil que cualquier bróker avispado aceptara el encargo… si no se disponía del incentivo adecuado.
Habían pasado más de dos horas y no se había movido del sitio. Los ojos comenzaban a molestarle, como si los párpados rozasen al pestañear, lo que le obligó a cerrarlos durante unos segundos. Fue en ese instante de oscuridad cuando le sobrevino una revelación: no tenía coartada. Inmediatamente trató de desechar la idea, pues no hacía nada ilegal ni sabía qué iba a ocurrir, pero no pudo, y una nueva preocupación se añadió a las cosas que arreglar.
El sonido del teléfono lo despertó de sus pensamientos, cómo si de un despertador se tratase, pero no tuvo poder de sacarlo de la pesadilla en que vivía hacía semanas.
—¿Diga? —al otro lado de la línea sonó la misma voz que todos los días a las 7 en punto—
—Todo listo, espero…
—Sí, creo que ya lo tengo… esta tarde, al cierre, se quedará todo el escenario preparado, pero antes de terminar tengo un par de peticiones…
—¡No está en condiciones de negociar, Marcus! Supongo que para un hombre con sus habilidades será difícil no hacerlo, pero creía que había entendido los términos del acuerdo: si quiere volver a verlas…
—Sé lo que me juego, créame… —Marcus tragó saliva y espero unos segundos antes de seguir— pero también sé que lo que estén planeando no será tan rentable sin mi trabajo. Y a estas alturas, un pequeño descuido por mi parte podría, quizás… descubrir el pastel, no sé si entiende usted estos términos…
—¡Perfectamente! Hágame llegar sus “peticiones” por vía segura y veremos qué podemos hacer.
—¡Tranquilo, estoy seguro de que las verá muy razonables! Además, a alguien con su poder no le deben resultar difíciles de conseguir.
—Yo estoy muy tranquilo, Marcus… ¡asegúrese de poder estarlo usted!
La mañana comenzó frenética, algo habitual en Wall Street, pero a Marcus los minutos le resultaban eternos, lo que no impidió que siguiese el plan trazado con milimétrica precisión hasta las 12:30, hora en la que recibió el correo. Desechó la mayoría y fue directo a un sobre grande sin remitente, que abrió y revisó atentamente, tras lo cual volvió a respirar, lo guardó cuidadosamente en la americana y reanudó su actividad.
A las 17:02 llegó a su apartamento, sacó el sobre y desplegó el contenido en la encimera: Tres billetes de avión a Los Ángeles para el día siguiente, 11 de septiembre de 2001, a las 8:21, reservados hacía un mes, y una orden de ingreso en Oncología del Children´s. Mereció la pena: en unas horas las recuperaría y Catherine dispondría de la mejor medicina que pudiera ofrecérsele —pensó—.
Solidsteel:
Me gustó tu cuento, me atrapó: esperaba otro final, este que me sorprendió.
Lo único que noté y me distrajo fue la cercanía de dos palabras: Despertó – despertador
Estoy en el 104 por si quieres leerlo y cpmentar
Cordiales saludos
Amadeo
No todo es dinero en la vida. Pero ayuda. Me ha sorprendido el final. Mucha intriga hasta el final.
Enhorabuena.
Hola Solidsteel, aquí estoy para disfrutar de tu relato.
Hay un par de detalles: En “pensamientos, cómo si de un”, “como” va sin tilde al no tener valor interrogativo o exclamativo. En “saliva y espero unos segundos”, lleva tilde “esperó”.
Por otro lado, esto ya son impresiones personales, en esta frase me despisté un poco “para la empresa que ahora desarrollaba”. Luego, con el desarrollo del relato, retomé el ambiente alegal en el que estaba implicado el protagonista desde un principio. Esa frase me descolocó un poco. También en “resultar difíciles de conseguir.”, personalmente me suena mejor “cumplir” o “satisfacer” las peticiones”, que no conseguir.
Personalmente, creo que en una relación de poder entre dos partes, en la que se percibe de forma evidente la debilidad de una (presunto secuestro y chantaje). Creo que resta un poco de veracidad el hecho de que pueda exigir algo el más débil en una situación aparentemente tan desequilibrada.
Entiendo que el final adquiere toda su fuerza con los billetes de avión, aunque no queda claro que el bróker trabaje físicamente al menos en Boston o Washington D.C. o en sus proximidades. Lugares desde donde partieron los aviones que se estrellaron ese día en las torres gemelas y el pentágono, los cuales iban con destino a Los Ángeles. Puesto que Wall Street está en Nueva York y tiene tres aeropuertos con enlaces también a Los Ángeles. Esto quizás oscurece un poco el final. Pero ya te digo que es una apreciación muy personal. Quizás que la relación fuera más evidente ayudaría.
El ambiente está muy logrado, al transmitir la tensión, la fatiga, y la esperanza de conseguir a cambio de ese encargo alegal un premio fuera del alcance del protagonista.
He disfrutado leyendo tu relato y he aprendido.
¡Gracias por vuestros comentarios, Amadeo, Miguel y El Apuntador Mudo!
Tienes razón, El Apuntador… me esforcé por transmitir lo que quería en 750 palabras y olvide explicar que se encontraría con ellos en el aeropuerto, en Washington… La verdad es que me ha costado mucho reducirlo para que entrase en el formato requerido manteniendo la atmósfera que quería y ha sido un error…
En cuanto a la exigencia, la relación de poderes no era tan desigual, pues el sabía que estaban preparando el escenario bursátil para ganar mucho dinero a costa de una catástrofe, la cual no podía preveer, pero sí hasta qué punto le necesitaban… y realmente sus exigencias sólo eran que tanto su familia como él estuvieran fuera de New York cuando sucediese y con coartada por si alguien relacionaba, por lo que la fecha de reserva debía ser de un mes antes, aunque realmente los billetes fuesen sacados ese mismo día, y además con un motivo, que ya de paso pidió que fuese el ingreso que su hija necesitaba… algo que él sabía que no podía conseguir por sus medios, pero no dudaba de que no entrañaba dificultad ninguna para sus contratantes…
Es posible que todo esto no haya quedado claro, pues me ha faltado desarrollo, pero intentaré subsanarlo en una versión corregida algo más larga…
¡¡Muchas Gracias por las correcciones… me ayudan mucho!! ¡Saludos!
Hola Solidsteel,
Me gustó mucho el giro final, que cambia la perspectiva de todo. Creo que como te han comentado otros compañeros sí hay un par de detalles a pulir para que la historia se entienda perfectamente y encaje, pero como dices seguro que viene de la restricción de caracteres que es viene forzada por el desafío.
Se crea la atmósfera y el conflicto, eso está muy conseguido. Me quedé un poco con la duda de que parece obvio que lo están chantajeando o incentivando, como tú escribes; pero por otro lado el protagonista llega a decir que no está haciendo nada ilegal. Eso me confundió, por si te sirve.
Felicidades
Me ha gustado el relato y la redacción es buena. Por poner una pega, yo no hubiera utilizado dos veces el verbo desechar, y hubiera utilizado “Ignoró la mayoría”, ya que soy un poco maniático con las repeticiones.
Como comentan los compañeros, el texto transmite mucha intriga y el final es sorprendente. ¡Felicidades!
¡Hola, Capitán Gibson y Darksoul! Agradezco vuestros comentarios.
No hace nada ilegal, Capitán Gibson, porque sólo está realizando operaciones bursátiles, comprando o vendiendo acciones en bolsa, pero claro, si el requerimiento exigido te hace ver que todas esas operaciones van en cierto sentido, por ejemplo, comprar acciones de empresas relacionadas con petróleo o con armamento, antes de cierta fecha, puedes suponer que alguien tiene información privilegiada y que está intentando hacer válido el dicho de: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. En su caso él no puede preguntar, pues tienen a su familia, pero si efectivamente sucede ese “algo” que desestabiliza el mercado y alguien investiga las operaciones previas, el broker encargado de realizar operaciones que hayan llevado a gente a obtener millones y que además ha salido del lugar donde ocurre, está claro que será sospechoso, por eso necesitan, tanto él como sus contratantes, que sea muy bueno y oculte bien las operaciones, así como disponer de una coartada para que su ausencia en esa fecha no resulte sospechosa.
Creo que no debería haber abarcado tanto, pues si bien conseguí el clima que buscaba, no conseguí aclarar suficientemente bien la situación, tenéis razón…
¡Saludos y Gracias por las correcciones, que me ayudarán a progresar!
Muchas gracias, Solidsteel.
Me ayudan mucho tus comentarios y aprecio mucho el tiempo que te has tomado para leerlo con cuidado y después comentar.
Saludos
Hola, Solidsteel.
Buen relato, tienes a un personaje creíble y bien construido.
En una situación compleja pero con la capacidad de sacar ventaja de su posición.
Es difícil abrir el abanico de posibilidades y darnos gustó creando un escenario completo, con apenas 750 palabras.
Pero lo has llevado bien, merece una segunda entrega.
Llegaré a tu relato en el próximo taller.
Saludos.
Hola Solidisteel:
Me gustan estos relatos donde se recrean en las descripciones: el despacho, los muebles, la taza de café… Creo que trasmite muy bien un ambiente, una forma de ser y casi de pensar. Retratan al personaje y lo sitúan en su realidad.
El final del relato ha sido un bombazo, nunca mejor dicho, pero deja infinidad de interrogantes en el aire, supongo que intencionadamente, como quién es el enigmático y poderoso que encarga el trabajito. Deja una insinuación velada sobre el poder que ostenta. Otra cosa son los destinatarios de los tres billetes o el papel que juega Marcus dentro del avión —si es que estará— teniendo en cuenta que parece que conoce el propósito.
No me ha parecido que encajara la frase obligatoria del reto en el contexto ya que no sé sobre qué o quién se tiene que justificar.
Un par de cosillas a revisar:
“…de los cuales ahora sólo podía…” SOLO sin tilde.
“…cómo si de un despertador…” COMO sin tilde.
“—¿Diga? —al otro lado de la línea sonó la misma voz que todos los días a las 7 en punto—“ Dos apuntes de esta frase: Al otro… debe empezar con mayúscula. Sobra el guión final.
Mi valoración es muy positiva porque está escrito con buen lenguaje, crea la atmósfera adecuada de la angustia de Marcus y los diálogos aportan datos esenciales.
Después de escribir este comentario, leo algunas explicaciones que das, pero que no vienen en el texto ni das pistas para poder intuirlas. Así que prefiero mantener el comentario tal cual porque obedece a lo que me ha transmitido su lactura.
Un saludo.
¡Muchas Gracias por vuestros comentarios, Capitán Gibson, Kirjanik Maya e Isan!
Tienes toda la razón, Isan, tanto en tus correcciones formales, muy acertadas y que agradezco enormemente, como en los errores que hacen que no todo se entienda como debiera… La realidad es que quise abarcar demasiado y en mi mente se entendía, pero es cierto que tras tomar distancia y ver vuestros comentarios, me doy cuenta de que debí aclarar ciertas cosas para hacerlo más coherente…
Corregiré estos errores y lo ampliaré un poco, intentándo solventar dudas innecesarias, para ver si en lo sucesivo soy capaz de continuarlo…
¡Muchas Gracias por los comentarios y por intentar ayudarme a mejorar!
Hola Solidsteel!
Vi tus comentarios en el texto de Kirjanik y me dio tanta curiosidad que te busqué, y menos mal lo hice! Gran relato!!
Muy atrapante y llevadero de leer. La historia me parece muy buena. Hay algunas correcciones en cuanto a la historia, pero veo que ya las comentaron. Así que solo paso a darte mis felicitaciones.
Saludos y nos leemos!! (Nº47)
¡Hola, Carla Daniela!
Muchas Gracias por tu amable comentario… Pasaré a leerte en cuanto pueda.
¡Saludos!
Me encanta la atmósfera que se crea; el caos de papeles lo asemejo al de su vida. Creí que tendría un final feliz, pero me he quedado asombrada por el giro dado. La fecha es crucial para entender el título, lo cual me parece muy ingenioso. 🙂 😛
¡Muchas Gracias por pasartey por tu amable comentario, Baxin! Un Saludo!¡