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El reclamo - por Ulises Vidal

El reclamo
Mediodía de enero con mucho calor en la Argentina. En el Alto Valle de Río Negro, la jornada de doce horas para los recolectores de frutas contratados en el norte del país ha comenzado a las seis de la mañana. Es hora de breve descanso y frugal almuerzo bajo los árboles.
—En Tucumán ahora no hay nada que hacer hasta mayo, cuando es la cosecha del limón. Hay que venir para acá, no nos queda otra— comenta uno de ellos.
—Yo soy de Salta, donde el trabajo también escasea. Por eso, espero que aquí valga la pena— le responde Rubén—. Llevo días de mucha escalera y poco rendimiento. Hay que elegir muy bien la pera. Les falta tamaño.
Rubén es un recién venido y está más contento que unas castañuelas, porque hoy cobra su primer sueldo. Lo vive como un premio al esfuerzo que ha de servir para ayudar a la numerosa familia que quedó en Salta al igual que su novia con la que intercambia cincuenta mensajes de texto por día. Allá, también lo esperan su puesto de arquero en el equipo de fútbol de su ciudad natal, los discos de música cuartetera de la Mona Jiménez y las empanadas de la abuela.
No importa que la temperatura haya llegado a los cuarenta grados. Tampoco importa que duerma en unos galpones con ochenta compañeros, pegados unos a otros, en camas cuchetas, con pocas duchas y solo tres inodoros. No importa nada de eso. Es día de pago, está en la fila y es su turno.
—Tu sueldo por los veinte días de trabajo— le espeta el capataz.
— ¡Pero, es la mitad de lo que me prometieron quienes me contrataron allá, en Tartagal! — respondió entre indignado y sorprendido Rubén.
—Es lo que hay. ¡Si no te gusta busca otro trabajo o vuelve a tu provincia! — replica en tono demasiado alto el encargado, con los puños cerrados y acercándosele demasiado con la mirada fija en Rubén.
Lejos de amilanarse, Rubén intercambia opiniones con sus compañeros, porque todos están en la misma situación. Han sido estafados. Deciden que Rubén sea el vocero para que hable con el gerente. Pero, no es recibido: «Los viernes se retira más temprano.»
— ¡Pretextos! ¡Vayamos a la huelga!— propone alguien.
—Antes de llegar a ese extremo —, afirma Rubén— insistamos el lunes ante el gerente.
Convienen que es lo mejor, así que aprovecharían el fin de semana para descansar y ocuparse de un festejo pendiente.
—Ayer fue tu cumpleaños, Rubén. ¡Te invitamos a celebrarlo en la disco esta noche!— lo animan entusiastas los amigos.
—No tengo ganas de salir…— se disculpa él.
— ¡Te lo debemos y no te vamos a dejar solo! ¡Un poco de diversión nos va a venir bien a todos!
Acepta, tienen razón, mejor acompañado que triste y solitario. Es su cumpleaños número veinticinco, el primero lejos de su tierra y de los suyos.
Charlas y risas. Abundante cerveza. Cumbia toda la noche. Hacia las tres de la madrugada de ese sábado, Rubén fue sacado a empujones por dos agentes, custodios del boliche. Estupefactos, los compañeros fueron detrás de ellos, no había habido ningún incidente que justificara que lo echasen. Ya afuera, vieron que fue entregado a cuatro efectivos policiales, quienes lo arrastraron por la misma vereda hasta la esquina, donde lo molieron a golpes. Escucharon los gritos de Rubén: « ¿Por qué me pegan?» « ¡No he hecho nada!». Por toda respuesta recibió más golpes hasta dejarlo inconsciente, en ese estado lo introdujeron en la parte trasera de un vehículo policial. Dos muchachos en moto presenciaron los mismos hechos, sin dudarlo siguieron a los policías quienes se dirigieron hacia un campin ubicado a diez kilómetros de la discoteca, donde les perdieron el rastro.
Rubén no apareció el sábado ni el domingo en los galpones. El encargado no lo buscó el lunes, ni tampoco la empresa. Solo los amigos seguían preocupados.
— ¡No pudo habérselo tragado la tierra! ¡Preguntemos en el hospital!— propuso un compañero.
—Mientras tanto, nosotros pondremos una denuncia en la policía— replicó otro.
El cuerpo nunca apareció. Siete años después, el padre de Rubén moría en un hospital de Salta, agotado por la lucha que inició para que se hiciera justicia por la desaparición de su hijo, convencido de que «a Rubén lo mataron por hacer un reclamo». No llegó a enterarse de que el grupo de policías que no tenía coartada fue declarado culpable.

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14 comentarios

  1. 1. Carla Daniela dice:

    Hola Ulises, como estas?
    Ante todo, me sorprendió y me gusto mucho ver donde sucedía la historia… Yo vivo pegada a Rio Negro (Neuquen) y por acá vivimos la cultura de la cosecha y las “golondrinas” también. Me gustaron mucho las referencias argentas. Cuando llegué al final me decepcioné un poco, porque presiento que es una historia real… Y si no lo es, es parecida a muchas de las tantas. Lamentable realidad de nuestro país. La historia en sí, me pareció muy buena, creo que a la narración se le puede dar un poquito una vuelta de rosca dando mas pausas o imponiendo mas suspenso… Si faltan separaciones entre los párrafos para darle una respiración al lector. Otra cosa que se me ocurre es cuando el capataz dice “o vuelve a tu provincia”… Supongo que seras argentino, pero creo que quedaría mejor “volve” que así, hablamos nosotros.
    De todos modos una linda historia, muy triste.
    Un gran saludo y nos leemos!! (Nº 47)

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 02:23
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Ulises Vidal:
    Ante todo, gracias por comentar y me alegra que te haya gustado mi historia.
    En cuanto a tu relato, es una buena historia. Real y triste historia. Buen trabajo.
    En la forma, dejaría espacio entre párrafos para que el texto respire.
    En mi opinión, con algunas comas, ejemplo: “…la jornada de doce horas para los recolectores de frutas, contratados en el norte del país, ha comenzado…” y algún punto y aparte, enriquecerías el texto.
    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 14:00
  3. 3. Beatriz Emilia dice:

    Hola Ulises:

    Paso luego de leer tu historia, muy triste que esa siga siendo una realidad de quienes tienen sus sueños atados al poderío de unos pocos. No deja de indignarme…gracias por ser voz de quienes no tienen cómo hablar, y mucho menos reclamar.
    Tu relato está muy bien narrado, coincido con Carla en cuanto al registro del habla de los personajes “volvé”, sería mejor.

    Mi relato es el #16, te espero por allá

    Un abrazo

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 18:38
  4. 4. Luis Duque dice:

    Saludo Ulises.
    Conciso relato de incidencias de los defectos laborales en la eterna lucha por las reivindicaciones laborales. Gusto leerle.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 19:48
  5. 5. Ulises Vidal dice:

    ¡Hola Carla Daniela, Otilia, Beatriz y Luis! Gracias a todos por los comentarios.
    Según mi criterio en la oración, «En el Alto Valle de Río Negro, la jornada de doce horas para los recolectores de frutas contratados en el norte del país ha comenzado a las seis de la mañana.» el sujeto tiene la única coma que necesita.
    He organizado el relato según el clásico formato, principio, medio y desenlace con los párrafos adecuados para cada caso: Ubicación en el tiempo y en el espacio e introducción de los personajes; Cobro de sueldo y reclamo; Organización de Rubén con sus compañeros; Fin de semana; Discoteca y secuestro y Final.
    No entiendo qué quieren decir cuando se refieren a «dejar separaciones entre párrafos» ┬dejar espacios entre párrafos», por eso, me ayudaría que me aporten algún ejemplo concreto relacionados con el texto del que estamos hablando. Gracias.
    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 01:25
  6. 6. Vespasiano dice:

    Hola Ulisee:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.

    Ahora haré lo mismo con el tuyo que me ha dejado esa sensación de impotencia que sentimos, cuando vemos la maldad de aquellos que por nuestro miedo y la fuerza del que ejerce el control opresivo de una comunidad no nos atrevemos a dar un paso adelante. Solo algunos hombres valientes y solidarios son capaces de llevar a cabo acciones como las que describes.

    Desgraciadamente esos abusos de poder se repiten en todas las partes del mundo y en la actualidad. Temporeros, sin documentos,trabajando en la campaña de la fresa, dentro de unos invernaderos de plástico que más bien parecen una sauna, cobrando un sueldo miserable, por ponerte un ejemplo.

    Y lo peor de todo es que al que se manifiesta; lo excluyen; lo apalean; lo encarcelan, o lo eliminan.

    Hasta la próxima entrega. Felicidades.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 15:26
  7. 7. isan dice:

    Hola Ulises:
    Tu relato me ha dado ocasión, buscando el significado de “cuartetera”, de conocer al fenómeno argentino Mona Jiménez y su música. También me ha hecho ilusión encontrarme con Rio Negro ya que hace tiempo hice un relato, aquí en Literautas, sobre un crimen ambientado en Argentina y con referencias a este rio.
    Te comento un par de cosas a revisar.
    “. Allá, también lo esperan…” Sobra la coma.
    “Pero, no es recibido: «Los viernes se retira más temprano.» Quitar la coma y poner el punto después del cierre de comillas.
    “…por dos agentes, custodios…” Quitar la coma.
    “No llegó a enterarse de que el grupo de policías que no tenía coartada fue declarado culpable.” Creo necesario que el fragmento “que no tenía coartada” hay que ponerlo entre comas como un inciso, como una explicación de por qué se les declaró culpables. En cualquier caso me parece que la frase del reto obligatoria está un poco forzada ya que lo que hay que probar es si se ha cometido el delito, máxime tratándose de que los acusados son policías. Dudo bastante que a unos policías se les condene sin pruebas ya que, por lo general, si no tienen inmunidad, es difícil condenarles aun con pruebas.
    El fondo me ya parecido una buena denuncia de una triste realidad. Las condenas, por desgracia, llegan tarde, pero al menos queda el consuelo al resto de trabajadores.
    Buen relato. Un saludo.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 22:37
  8. 8. Ulises Vidal dice:

    ¡Hola Vespasiano! Gracias por tu comentario y por recordar que se trata de un abuso de poder que se reitera en otros lugares del mundo.
    ¡Hola Isan! Gracias por tus puntuales observaciones.
    “…el grupo de policías que no tenía coartada fue declarado culpable”. No corresponde la coma. No me refiero a todos los policías sino específica y particularmente al grupo de cuatro policías que recibió a la víctima de mano de los dos agentes, que lo arrastró hasta la esquina y que lo molió a golpes. Asimismo, ese grupo de cuatro policías fue condenado, porque se les comprobó el delito. No siempre los malos policías se salen con la suya.
    Hasta la próxima entrega. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 01:14
  9. 9. María Jesús dice:

    Hola Ulises: Gracias por tus elogiosas palabras a mi texto, paso al tuyo.
    Me ha gustado mucho, es un texto que te hace hervir la sangre por las injusticias y el abuso laboral y de la autoridad policial, tristemente extendida. Yo vivo en España pero haces referencia a Nauquen, de donde es una querida vecina.
    En fin, tu texto esta muy bien narrado, te metes enseguida en la historia desde las primeras descripciones hasta el meollo de la cuestión Sigue escribiendo así.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 12:34
  10. 10. Beba dice:

    Hola, compatriota. Muy duro y triste tu relato
    Es la tónica en cosechas, salinas, minas.
    Me parece poco literario; más bien queda en una crónica periodística. Sería interesante trabajar más el suspenso.Si revisas puedes encontrar mucho para podar y no pasarte de 750 palabras

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 04:41
  11. 11. Laura dice:

    Hola Ulises.
    Coindido con el “Si no te gusta, volvé por donde viniste” bien argentino.
    Tal vez podías mostrar más que contar sus ilusiones y lo de los mensajes con la novia: cuando se echaba en la mísera cama, su único momento de alegría era abrir el celular y encontrar los infinitos mensajes de Ana, su novia. Por ella hacía el sacrificio. Por ejemplo.
    Cuando lo leía recordaba una película, creo que era El mensú, que vi cuando era muy chica, localizada en Misiones, pero recuerdo que del pago se descontaba el alojamiento y la comida, por lo que quedaban prácticamente esclavos del sistema.
    Buen tema elegido y buen desarrollo, donde tanto crimen permanece impune me sorprendió que hayan declarado culpables a los policías: si el padre buscaba verdad, nunca se encontró con la causa o fue después de su muerte?

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 12:24
  12. 12. Ulises Vidal dice:

    María Jesús, gracias por tu comentario y saludos para mi compatriota de Neuquén.
    Gracias Beba por tu aporte, lo tendré en cuenta.
    Gracias, también, para Laura.
    El mensú es un excelente cuento de Horacio Quiroga, quien vivió bastante tiempo en la selva misionera.
    Gracias por la sugerencia, por cuestiones de espacio no he mostrado la relación entre la novia y el protagonista.
    Efectivamente, como lo digo en el relato, el padre murió antes de que fuesen declarados culpables los policías implicados.
    Saludos. Nos seguimos leyendo. Hasta el próximo desafío.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 01:24
  13. 13. victor hugo dice:

    Muy buen cuento. Refleja la dura realidad de los trabajadores rurales en argentina, los conocidos como “golondrinas”.

    Creo que podrías podar el texto de algunos elementos que sobran y no aportan a la historia como decir que es un salteño que le gusta la música de cuarteto de la mona Gimenez o las empanadas o la historia de la novia que dejo. Estas referencias no creo que le suman al personaje de RUben en esta historia.

    Como dicen en otro comentario que le “justifiquen” el pago menor con “descuentos” injustos por casa, comida, papel higienico, etc se ajusta a la realidad de la explotacion y no queda solo como un mero capricho de los patrones de no pagarle lo que acordaron. Podrias haber puesto un delegado gremial corrupto o un sindicato de trabajadores rurales ausente o complotado con la patronal, para darle mas volumen a la conspiracion que llevo a la muerte de Ruben.

    En el desenlance pones la frase “No llegó a enterarse de que el grupo de policías que no tenía coartada fue declarado culpable.”
    En primer lugar la frase de la consigna del taller es forzado en dos sentidos: a) Gramaticalmente si son un grupo de policias es plural y la frase esta en singular. Tendrias que haber puesto NO TENIAN COARTADA pero eso haria que no cumplirias la consigna. b) En relacion a la historia creo que no cierra la idea de ser condenados por no tener coartada los policias. Si se los condena es por ser hallados responsables del asesinato. No tiene sentido ese final. Es mucho sacado de guiones de peliculas donde los inculpados de un delito tienen que probar su inocencia y por eso no se necesita tener coartada. En Argentina rige el principio de inocencia, nadie necesita ninguna coartada.
    Ese final me arruino el cuento.

    Igual te felicito y espero sigas escribiendo.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 17:25
  14. 14. Ulises Vidal dice:

    ¡Hola Víctor Hugo!
    El personaje de Rubén no representa ningún dirigente sindical politizado, sin embargo es sentido por sus compañeros como un líder ya que lo han elegido como vocero ante el gerente de la empresa. La idea fue elegir, justamente, un muchacho querido y con las características apuntadas, uno de los tantos norteños que llegan desde Salta o Tucumán al sur argentino para sumarse a los trabajadores locales en la recolección de frutas.
    Se trata de un texto de ficción y no de un panfleto. He tratado de resaltar con la elección del personaje simple, el hecho de que a la empresa, que no admite sindicatos, le molesta cualquier trabajador que haga oír su voz. Es un texto de ficción con el objetivo de demostrar que hasta los trabajadores más simples son capaces de defender sus derechos. No es un libelo, por esa razón no incluye delegados gremiales o sindicatos de trabajadores y menos aún tiene en cuenta si en la Argentina rige o no el principio de inocencia.
    Para terminar, el núcleo del sujeto elegido en la oración “El grupo de policías que..” es GRUPO. Según el “Diccionario panhispánico de dudas” en construcciones de este tipo, (sujeto formado por “un cuantificador” más “de” más “sustantivo en plural”), se admite la concordancia con el verbo tanto en singular como en plural. Por lo tanto, la construcción gramatical elegida es correcta.
    Gracias por las felicitaciones.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 23:15

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