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CRUCERO - por AliciaR.
EL CRUCERO
El barco crucero "Bahía Feliz" de la compañía “Criases” zarpó del puerto de una de las islas del Caribe a la hora estimada, 19:30. La travesía hasta la isla siguiente de destino se llevaba a cabo durante la noche, como era habitual. Se desplazaba en este momento para poder aprovechar las visitas a las ciudades durante el día.
A los clientes, después de consumir sus respectivos aperitivos y su comida principal, y antes de retirarse a sus camarotes para descansar, se les ofertaban diferentes espectáculos dependiendo de la temporada.
En este momento, concretamente, en uno de los camarotes que estaban reservados para los miembros de las compañías que se encontraban en la popa de la nave, se estaba produciendo una gran disputa. La actriz principal de esta noche estaba sumamente perturbada o, muy cabreada, por lo que acababa de enterarse por boca de una de sus compañeras.
Parece que su elección para el rol que iba a interpretar esta noche le supuso un soborno de campeonato a su jefe. Ella no daba crédito a lo que le contaba, pensaba que desempeñaba bien su trabajo y nunca imaginó que se necesitara llegar a tal punto para que ella pudiera representarlo.
Dulce, que así se llamaba la actriz, salió con las plumas puestas y a medio vestir, pues en el momento de enterarse de tal comentario se estaba ya preparando para la actuación. Salió como una escopeta de su camarote y se dirigió al de su jefe para escuchar eso mismo de su boca.
Ni siquiera tocó, abrió y entró haciendo estragos en la estancia. Durante un instante, lo que vio la dejó helada. No era posible. Otra vez, ahí estaba su jefe que tanto le prometió con una joven actriz. Si hubiera entrado más tarde, los habría hallado en plena faena.
—Oye, guapa, ¿no te enseñaron que, antes de acceder a una habitación cerrada, había que tocar? —oyó una voz de fondo del camarote que no reconoció.
—Sí, sin embargo, en esta que estoy entrando tengo un permiso especial y, no toco —le contestó con el mismo desplante.
En la próxima oportunidad, agrega al cartel "No molestar, estoy desatascando", esto se lo lanzó a su jefe.
A lo que él contestó con una carcajada. Dulce tú, como siempre tan perspicaz.
__ Me he enterado de algo y me gustaría saberlo por ti para darle veracidad.
__ No tardo nada, ve a tu camarote y ahí hablaremos con tranquilidad.
—Tú y tu tranquilidad que perderás cuando Carmen… —Y se vira hacia la joven y le informa—. Carmen es su mujer con la que tiene dos hijos, pero no sé si te lo ha dicho. Y él también sabe que ella ya le dio un último aviso, porque no eres la primera ni serás la última —y volviéndose hacia él de nuevo le dijo— y perderás todo lo que has logrado hasta el momento.
_ ¿Hablas por propia experiencia? —le pregunta la joven muy resuelta.
—No, querida, siempre he tenido clase en estos asuntos.
Se giró de nuevo hacia él y prosiguió. Es importante recordarte que las profecías suelen acertar y que existe una de gran peso en tu vida que no es precisamente favorecedora para ti.
Y dándose la vuelta, comentó: —Voy a mi camarote, no vine aquí para sermonear a nadie; no tardes, mi actuación comenzará en media hora. Creo que, de todas formas, dado el asunto, necesitaremos más tiempo, pero te cuento.
Salió y, cuando cerró la puerta, escuchó que la joven le reprochaba algo. Ella sonrió. Sin querer objetivo alcanzado.
Carmen era su hermana pequeña. Estaba harta de que Damián, que además de ser su jefe también era su cuñado, continuara con sus ligues de poca monta cada vez que se le antojara o tuviera a alguna dispuesta a liarse con él.
__ ¡Qué guapa! Le dijo nada más entrar. Siempre pensé que, de haberte conocido antes que a Carmen, no sé lo que hubiera pasado.
__ ¡Qué zalamero! Vamos a lo nuestro. Explícame tu supuesto pago para que pudiera actuar esta noche.
_ Creen que ya no das la talla, soltó.
_ Así, sin más. ¿Qué opinas tú sobre el tema?
__ Dulce, muchas veces no depende de mí. Ellos son los que pagan y ponen sus condiciones.
__ No te he preguntado eso, ¿doy o no doy la talla?, ya que si no es así, me quito las plumas ahora mismo.
Ante el silencio de su jefe captó el mensaje y así lo hizo.
Comentarios (4):
@HenkoSlowLife
20/04/2025 a las 09:30
El relato tiene una trama interesante y un conflicto tenso que inicialmente parece centrarse en el jefe/cuñado y las infidelidades a su hermana, pero luego sorprende al tratarse del papel de actriz de Dulce. Solo ajustaría la estructura de los diálogos para identificar mejor las intervenciones de los personajes y que la lectura fuese más fluida. Muy buen relato. Gracias.
Lupa Sívori
21/04/2025 a las 14:08
¡Hola, Alicia! Acá tu vecino del #4.
Me subo al comentario de Henko. Este texto tiene un enfoque narrativo interesante y plantea un conflicto que engancha, pero hay algunos aspectos que se pueden mejorar para lograr mayor claridad, consistencia y atractivo literario.
Te describo algunos en pos de lograr un relato más poderoso. ¡Espero que sirva!
– La introducción se siente más como una descripción técnica que una apertura literaria. Se podría comenzar con una escena más directa o con una frase que genere intriga desde el primer momento.
– Hay algo de desorden (bochinche, decimos en Argentina) en la presentación de personajes y relaciones
– La información sobre que Dulce es hermana de Carmen y cuñada del jefe aparece muy tarde. Esa relación debería revelarse antes o integrarse de forma más sutil para aumentar la tensión desde el comienzo.
– La redacción es mejorable en varias oraciones. Hay construcciones gramaticales un poco torpes, uso innecesario de la voz pasiva o estructuras confusas. Algunos ejemplos:
“se les ofertaban diferentes espectáculos…” → mejor: “se ofrecían diversos espectáculos…”
“parece que su elección… le supuso un soborno de campeonato a su jefe” → poco claro. ¿Ella sobornó o fue sobornada?
– Otro tema importante es la inconsistencia de los tiempos verbales. A veces se mezcla el pasado con el presente sin justificación. Conviene mantener el pasado narrativo o establecer un contraste claro cuando se cambia.
– Por último, lo que remarcó la compa de arriba. Los diálogos deberían tener guiones largos (—), sin uso excesivo de guiones bajos (_) ni comillas innecesarias. También faltan signos de puntuación dentro de los diálogos.
¡A seguir puliendo para dejar un texto bello!
Saludos desde Argentina.
https://viajarleyendo451.blogspot.com/
Alberto Suárez Villamizar
21/04/2025 a las 17:06
Alicia buenos días
Me gustó tu historia donde expones un tema muy frecuente como lo es el llamado tráfico de influencias, que se presenta en distintos campos de nuestra sociedad, donde mucha gente busca progresar y salir adelante por medio de sus relaciones y no por méritos propios.
Como nuestras historias se tratan de un ejercicio de escritura, te anoto tener en cuenta un buen manejo de los guiones largos en los diálogos. En todo caso, tu historia está bien tejida, y seguramente las tus futuras participaciones serán mejor. Lo importante siempre es practicar, y estos talleres sirve para lograr ese objetivo.
Te agradezco haber visitado mi historia ·Brillando con su propia luz”, y es muy cierto, que nuestras historias tienen un escenario similar.
Tu historia es buena, pero, seguro que las próximas participaciones serán mejores. Ánimo, sigue adelante
Pato Menudencio
23/04/2025 a las 15:27
Hola Alicia. Me he pasado por tu relato y te dejo mis impresiones:
– La historia tiene potencial como escena de un relato más largo.
– Los diálogos están un poco desordenados, no solo en el hecho que están escritos “–“, también porque cuesta seguir el hilo de quién está hablando.
– Siento que la primera parte de introducción me suena como un fax informativo. Eso se puede trabajar.
Por otro lado, como recomendación te sugiero que hables en voz alta tu relato, sobre todo los diálogos para captar la sonoridad de este.
Saludos y nos estamos leyendo.