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Serás una estrella - por Psicolochimpun
"Maya Astra: Búscala y descúbrela. Será una estrella". Así rezaba la extraña nota manuscrita que encontró en su buzón una mañana Gulliver Morven, un cazatalentos cuyo curioso nombre aún no era demasiado conocido en el mundo del espectáculo. Podría decirse que si tuviera que cazar para comer, moriría de hambre. Si le hubieran preguntado, Gull no habría sabido decir qué lo impulsó a contratar un detective que localizase a aquella mujer: tal vez fuera su tendencia a creer que "todo pasa por algo"; quizá la mera curiosidad; a lo mejor las acuciantes e inoportunas facturas que evidenciaban que, efectivamente, si seguía así moriría de hambre. Sea como fuere, una semana después, sin plantearse siquiera el origen de aquella nota, estaba en una tienda de velas, frente a una joven y hermosa dependienta, de piernas infinitas y busto exuberante, cuya placa rezaba "Maya".
—¿Que quiere usted que haga qué? —dijo la mujer, con sus enormes ojos castaños abiertos.
—Una prueba para un anuncio de un perfume —respondió él, sin poder apartar la mirada de sus labios carnosos—. No me preguntes por qué, pero tienes que ser tú. Y esto será solo el principio. ¡Serás una estrella!
Maya ladeó la cabeza y frunció el ceño.
—Mire señor…
—Gulliver. Gulliver Morven.
—Señor Morven, esto me parece muy poco apropiado. No sé quién es usted, y yo ni siquiera soy actriz, ni modelo, ni nada de eso —Maya bajó la cabeza y e hizo un pequeño puchero que a Gulliver terminó de convencer de que la nota tenía razón, no habría director que se resistiera a sus encantos. De repente, la mujer levantó la mirada, más dulce que el aroma de aquella tienda.— Voy a tener que pedirle que se vaya, por favor.
Un silencio que decía más que cualquier palabra se extendió entre ellos cuando Gull sacó un fajo de billetes del bolsillo y se los tendió a Maya, que los cogió, temblando. «Ahí van mis últimos ahorros», pensó Gull. Finalmente, la joven promesa encogió los hombros y sacó a relucir una blanca y alineada sonrisa, firmando así el primero de muchos contratos.
El soborno surtió efecto y Maya se presentó a un casting tras otro, consiguiendo cada papel que Gull y ella se proponían. Había nacido para lucirse ante las cámaras y pronto su rostro protagonizó no solo anuncios y portadas de revista, sino series y películas en papeles con cada vez más líneas de diálogo. Fue tal su éxito que comenzaron a llamarla de todas partes, teniendo cada vez menos tiempo para atender a Gull. Al principio tampoco le importaba; de hecho, él se alegraba del éxito de la muchacha, a la que nunca habló de la misteriosa nota. Además, empleaba gran parte de su tiempo en invertir sus ingentes ganancias en nuevos proyectos. Algunos de esos proyectos terminaron por ocasionar importantes pérdidas, por las que Gulliver sintió la necesidad de volver a pasear a Maya por los rodajes. Ahí fue cuando se dio cuenta de que Maya lo había sustituido por un sinfín de representantes y que en sus planes ya no estaba él. Esta vez tuvo claro que esto era motivo suficiente para llamarla y confrontarla, celoso y furibundo.
—¡Gulliver, cariño! No creerás que fuiste el único que recibió esa nota, ¿verdad? —respondió Maya a sus acusaciones de traición, con voz aguda y altanera.
—¿Cómo? La… ¿la profecía? —musitó, confuso.
—¡Profecía autocumplida, cariño mío! Soy una estrella —la risa de Maya Astra, otrora dulce, chirrió en los oídos de Gull—. De 1000 notas que mandé, tan solo 20 representantes fuisteis lo bastante ingenuos para venir a buscarme a aquella tienda. El resto lo hizo mi talento para la actuación, como habrás podido comprobar.
—Te pagué una pasta, maldita rata. Tuve que comer en un albergue durante dos meses. Tú ibas a ser mi estrella.
—¿Si? No ponía en el contrato que solo pudiera aceptar tu mierdecilla de anuncios, ¿cierto? Además —bajó la voz hasta convertirla en un susurro— si hubiera aceptado de inmediato habría resultado sospechoso, ¿verdad? ¡En fin! Te cuelgo, cariño, que tengo un casting. ¡Chao!
Y colgó, dejando a un Gulliver perplejo con la mirada fija en la pantalla de su teléfono. Sus nudillos estaban blancos de apretar el móvil, pero volvieron a su color natural cuando, después de esbozar una media sonrisa, cambió el aparato por un bolígrafo y comenzó a escribir, como hizo Maya en su día, 1000 notas que rezaban así: "Encuentra a Gulliver Morven y contacta con él. Te convertirá en una estrella".
Comentarios (6):
Carmenigne
19/04/2025 a las 19:02
Hola psicolochimpum. Me toca hacer el comentario de tu relato. Me resulto ágil de leer. Tiene un ritmo fluido y que mantiene la atención. Los diálogos me parecen adecuados y van metiendo al lector en la situación. Me sorprendió el giro hacia el final, me gustó porque no lo esperaba.
Nada para señalar, lo único por decir algo, me resultó un poco rara en la oración: “series y películas con cada vez más líneas…”, el! cada vez más!, no es incorrecto pero me hace ruido, seguramente también debe tener que ver con la limitación de palabras y por supuesto es una apreciación subjetiva. Me gustó leerte
María Jesús
20/04/2025 a las 19:52
Hola Psicolochinpum: Un relato muy divertido con un final redondo, fácil de entender y bastante dinámico. Lo he disfrutado. Un saludo.
Otilia
24/04/2025 a las 18:05
Hola, Psicolochimpun, gracias por compartir tu relato.
Tu historia me ha gustado y tiene un ritmo de lectura fluido.
Está muy conseguido el encuentro de Maya y Gull y, por supuesto, el desenlace.
En esta frase hubiera escrito en este orden: “series y películas con más líneas cada vez”, simplemente porque me suena mejor.
¡Buen trabajo!
Saludos.
Mónica Bezom
26/04/2025 a las 14:18
Hola, Psicolochinpum.
He disfrutado de la lectura de tu relato, en el que a través de una narrativa de pulso firme construyes los perfiles de los personajes con acierto: crédulo, ansioso y sumiso a la superstición Gulliver y por contrapartida, la todo terreno inteligente, fría y calculadora Maya. Ellos se mueven con soltura en una trama de ritmo fluido, directo e irónico hacia el final.
Un cuento redondo y divertido donde, desde el personaje de Gulliver, se desprende -con fino humor- que siempre hay algo que aprender de quienes menos esperamos.
Ha sido un placer leerte.
Brandon Quiroga
28/04/2025 a las 19:04
Hola, Psico. Paso para agradecerte tu comentario en mi relato, comentando el tuyo.
Antes que nada debo felicitarte porque tu relato me ha parecido perfecto tanto a nivel narrativo como estructural. A nivel narrativo, no sobra nada. Los personajes están muy bien aprovechados y tienen un giro argumental satisfactorio al final. Un relato completamente redondo. Y nivel estructural, como ya mencionaron, está muy, muy, muy bien escrito y el relato se lee con muchísima fluidez, como si estuviera paseando mis ojos sobre agua clara y mansa. Me encanta.
No he encontrado nada malo en él.
Realmente te felicito. Espero leernos el siguiente mes. Muchísimas gracias 😀
Wanda
29/04/2025 a las 19:12
Hola Psicolochimpun, gracias por pasar por mi relato y dejar un comentario. Tu relato esta muy bien estructurado, y el tema divertido con un buen cierre. Los disfrute mucho.
Saludos