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EPITAFIO PARA EL CHULI - por Antonio Martínez Gómez+18

Mientras un gélido cielo se desploma sobre un polígono industrial cualquiera, recalificado por políticos en putrefacción, entre carreteras secundarias bacheadas de desesperanza, Carmen tiembla, más de miedo que de frío, lo cual no es una señal ni un estado meteorológico, sino una putada.
Y Carmen tiembla, pero está sudando, y su imagen viene y va bajo la estroboscopia de la puerta del puti-club, un antro del asfalto con acumulación de mierda jurásica en sus cristales.
Una isobara rebelde hace descolgarse parte del rótulo anunciador del club, como una profecía del deseo de Carmen, y chisporrotea ante ella, en un aviso de puesta en escena, no son efectos especiales, es la vida real, la puta vida real, la putísima vida.
Aun así, ella es la actriz principal, de serie B, en serio, muy de serie B, y Carmen entra en escena, ¡Claqueta! …y acción.
Al pasar al guariche, observa la mirada compasiva del camarero, que no la reconoce tras las gafas, sexy, madura, peligrosa…éste no sabe de la impostura planeada y que van a ser sus ojos los que pidan compasión, clemencia…de verdad, en breves… ¡ya!
Allí huele a chipirón caducado, churros revenidos, a choto milenario, chutos tóxicos, infamia y desesperación.
En la barra pide a la vieja cocinera una copita de anís del Mono, el contexto así lo exige, el vidrio de la botella está igualado en sus filigranas por la mugre y, bajo el trago, la alcahueta pasa a Carmen una llave, producto del soborno pergeñado por nuestra intérprete.
En el tugurio, desierto tras la huida de la vieja, Carmen se sube más la falda, la escueta braga a la vista, recoloca sus tetas, y le pone ojitos al careto en descomposición del barman—entre nosotros “el chuli”—mejilla chirlada, fruto de alguna venganza, motivada y consumada.
La mujer ladea la cabeza en dirección al váter, saca la lengua, provocadora, prometedora, puntiaguda y homicida, el chuli, proxeneta sin registro sanitario, la sigue cachondo, quitándose el cinturón.
Apenas el chuli abre la puerta, el codo ejecutor de Carmen le mete la nuez hasta la nuca, y el rollo de papel del culo hasta la campanilla, una manipulación precisa en los huevos le hace caer de rodillas, no le cuesta a Carmen atarlo con su propio cinturón.
Babea el macarra con el rollo en la boca, tan gordo y largo como sus antecedentes e igual de sucio que su ficha policial.
Le arranca al chuli la cadena con una llave del cuello, se la guarda junto con la primera en el bolso, y saca un chute preparado de jaco afgano tres punto cero, demasiado puro para un chuli, que banderilleado, sabe que, a mitad de camino al cielo, la aorta le va a reventar camino del infierno.
—No me reconoces ¿verdad? Cabrón.
El chuli es un hijo de puta con denominación de origen, y no conoce ni a su padre.
—Soy Carmen, la madre de Lola, la chica que explotaste, puteaste y enganchaste al caballo con solo diecisiete años, para después matarla a palizas.
El chuli abre mucho los ojos, también el del culo, pues se acaba de cagar.
Antes del penúltimo estertor, Carmen con la escobilla envenenada del váter, le rejonea el globo ocular, nunca le ha gustado que la mirasen así.
Ya el chuli solo parpadea con un ojo.
Madre coraje con las dos llaves en la mano, se dirige a la churrera del cuchitril, abre el doble fondo de esta y llena dos bolsas de basura de billetes y más billetes, sucios y negros como las bolsas, producto de la extorsión y el trapicheo del chulo de putas.
Y sale al exterior, a la suciedad nocturna del polígono. Esa noche repartirá beneficios con las chicas, amigas de su hija muerta.
Mientras el rótulo del bar del chuli también parpadea:
EL CHULI…EL CHULI…LI, LI.
EL CHUL…EL CHUL…CHUL, CHUL….
……EL CHU … EL CHU … EL… EL… EL… EL… E… E… (…) (…) fundido a NEGRO…(¡¡¡piiiiiiii!!!)
El neón del chuli, como un coágulo de mierda, explota contra el suelo, salpicando al mundo.
El chuli de carne y hueso, también está fundido, tampoco parpadeará más, un hijo de puta menos.
Carmen, nuestra verdadera heroína, como una sombra disipada, de frente, abraza un nuevo amanecer.

Comentarios (7):

Elena

19/04/2025 a las 16:02

Hola Antonio,
De verdad que me parece alucinante el relato que has escrito!! me ha encantado de veras y he estado en tensión hasta el final. Mi más sincera enhorabuena.
Es admirable el lenguaje que utilizas, con muy pocas palabras (pero muy bien escogidas) eres capaz de crear un ambiente totalmente real y metes al lector en él. E igualmente admirable es el argumento de tu relato. Me parece muy original, con ritmo y que engancha, ya que no sabes quién es Carmen ni los motivos que la llevan a hacer lo que hace.
Estaré pendiente en próximas ediciones para leerte, porque me has hecho pasar un rato muy bueno. Enhorabuena y felicitaciones por tu relato!!

Daniel Calleja

20/04/2025 a las 18:41

Un relato muy interesante, con una buena dosificación de información y un final redondo. Algunas palabras las deduzco por el contexto, supongo que es parte del lenguaje coloquial en tu país. Algunos pocos errores formales, como la falta de espacio después de los puntos suspensivos o el claqueta en mayúsculas luego de una coma.Por lo demás muy bien escrito, crudo como la historia que cuenta. Te felicito. Saludos

Carlos Tabada

21/04/2025 a las 09:15

Hola Antonio, varias buenas cosas se me ocurren de este relato, pero veo muy depuradas las expresiones de jerga (mejilla chirleada) porque dan la atmósfera a la perfección sin caer en 2 riesgos comunes para el caso, que suenen impostadas o bien como si el autor tuviera experiencia directa con ellas.
Como mejora, me atrevo a señalar que no veo o no se ver cuál es el epitafio del chuli, igual la intención era que el propio relato lo fuera.

CARMELILLA

21/04/2025 a las 19:43

Hola, Antonio.
Un relato intenso el tuyo.
Los párrafos cortos hacen que su lectura sea muy fluida.
La atmósfera que creas es realmente tensa, contribuyendo a ello el lenguaje tan crudo que usas y las metáforas tan acertadas.
La rabia y la venganza están manifiestas desde el principio hasta el final.
Buen trabajo,Antonio.
Saludos.

María Jesús

24/04/2025 a las 12:48

Hola Antonio: ¡Vaya relato! Crudo, impactante. No te has cortado un pelo has describir un ambiente hostil, decadente y corrupto. Me ha entusiasmado, de verdad. Una de esas joyitas que te dejan mal sabor de boca pero con las que me quito el sombrero.
Un saludo.

Antonio

25/04/2025 a las 12:35

Hola Carlos y resto de compañeros literautas, gracias por vuestros comentarios, siempre apetece que te digan cosas majas en relacion a tu texto ( no estoy acostumbrado jajaja), si bien es cierto que a veces el elogio debilita, en ocasiones nuestra vanidad nos hace engordar, ustedes vosotros tambien son muy buenos ¡vaya imaginacion! por lo demas en relación a los comentarios, prometo que no estoy en libertad vigilada, ni bajo fianza (lo digo por las expresiones), en cuanto al tema “epitafio”, efectivamente no hay ninguno labrado en marmol, ni con letras doradas, es simplemente el finiquito de un indeseable, y su final, como bien dice Carlos, su epitafio es la forma de morir.
Saludos, a cuidarse.

Daniel Escobar Celis

26/04/2025 a las 00:46

Saludos, con honestidad me saca un poco de honda la abundancia de adjetivos, juicios y sobre todo las groserías, las cuales considero que no todas están justificadas. Aunque bueno, podría ser tambien en parte gustos. Pienso que si en vez de meter al narrador tanto en el cuento y hacer que emita juicios, hicieras eso con la protagonista quedaría mejor.

En cuanto a la história cómo tal me ha parecido interesante, además de que se genera intriga por cómo vas llevando la historía.

Saludos, y gracias también por pasarte por mi relato. En efecto, cómo comentaste en mi relato, el que te centraras en un solo personaje te da pie para darle mas profundidad al relato.

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