<< Volver a la lista de textos
Fragmentos del diario de Eleanor Sinclair, a bordo del Estrella del Alba. - por Moldy BlastonR.
8 de abril de 1898.
He embarcado esta noche en el Estrella del Alba. El puerto de Southampton se alejaba bajo una bruma espesa y sentí, por primera vez en mucho tiempo, que el pasado quedaba atrás. El vapor es majestuoso, pero hay algo en el aire, una inquietud que no logro sacudirme. Los pasajeros me observan con esa mezcla de admiración y recelo que tan bien conozco desde que soy actriz. Este viaje es un nuevo comienzo.
9 de abril.
La travesía ha comenzado. El mar está en calma. El ambiente a bordo es extraño. Los pasillos parecen más largos de lo que deberían y el personal, aunque cortés, evita mi mirada. Esta noche, durante la cena, un hombre se sentó frente a mí sin invitación. Se presentó como Samuel Greaves, segundo oficial. Su voz era grave y sus ojos parecían conocer secretos que el resto ignoraba.
Me preguntó si creía en las profecías. No supe qué responder. Me habló de una antigua maldición ligada al barco, de una profecía escrita por el primer capitán tras sobrevivir a una tormenta. Su seriedad me inquietó.
10 de abril.
He dormido mal. Soñé con voces que repetían una frase: “Cuando la estrella brille más allá del alba, su luz será extinguida para mantener el curso.” Al despertar noté que mi medallón favorito había desaparecido. He preguntado a la camarera, pero nadie lo ha visto. Samuel me ha buscado en cubierta.
—La profecía no es solo una historia —insistió—. Cada viaje reclama una vida.
Sentí un escalofrío.
11 de abril.
Hoy he notado que algunos pasajeros me evitan. Otros me miran con compasión. Un marinero juró haberme visto pasear por la cubierta a medianoche, pero yo estaba dormida. ¿O no? Empiezo a dudar de mis recuerdos. Samuel me ha mostrado el cuaderno del capitán. Allí, con letra temblorosa, está escrita la profecía.
—Usted es la estrella, señorita Sinclair, —dijo.
¿Ser actriz me habrá hecho demasiado propensa a la sugestión?
12 de abril.
Las noches se han vuelto interminables. Escucho pasos en el pasillo, susurros tras la puerta. He encontrado mi medallón en el suelo del camarote, cubierto de sal. Samuel me ha citado en la bodega. El aire allí es denso, casi irrespirable.
—Hay una forma de romper el ciclo —me dijo, mostrándome un pequeño frasco de vidrio con un líquido oscuro—. Pero necesito su ayuda para abandonar el barco en Nueva York.
—¿Un soborno, es eso lo que propone? —pregunté, entre la incredulidad y el miedo.
Samuel negó con la cabeza.
—No es dinero lo que busco. Solo quiero asegurar mi libertad.
Acepté. El miedo me ha vencido.
13 de abril.
Samuel ha muerto. Lo encontraron en la cubierta, los ojos abiertos, fijos en el cielo. El frasco ha desaparecido. Nadie sabe qué ocurrió, pero yo siento que la profecía se ha cerrado sobre mí como una trampa. Esta noche he soñado que el barco se hundía en un mar de sombras y yo era arrastrada hacia el fondo por manos invisibles.
14 de abril.
Último día de viaje. El cielo está gris, el mar inquieto. Los pasajeros se preparan para desembarcar, pero yo siento que camino hacia el cadalso. He intentado rezar, pero las palabras huyen. En el salón, un hombre elegante se me acercó.
—Señorita Sinclair, me alegro de verla —dijo, devolviéndome el medallón.
Al tocarlo, sentí un frío atroz. Antes de poder reaccionar, una punzada aguda me atravesó el pecho. Vi su mano, la daga y sus ojos vacíos.
—La estrella ha brillado más allá del alba —susurró—. El ciclo se ha cumplido.
15 de abril.
No sé si escribo esto en la vigilia o en el sueño. Nadie pareció notar mi caída. El bullicio del puerto seguía. Siento que mi cuerpo se desvanece, pero mi conciencia permanece atada al barco. He intentado gritar, pero mi voz es solo un eco en la madera. Veo a los nuevos pasajeros subir, ajenos a la sombra que los observa desde la cubierta. Ahora comprendo la verdad de la profecía. No era una actriz la elegida, sino la luz que llevamos dentro, la esperanza que el Estrella del Alba devora para seguir a flote. Esta noche, bajo la luna ausente, me veo reflejada en los ventanales del barco: una figura espectral, con el medallón colgando de mi cuello y la herida aún fresca en mi pecho.
Si alguna vez lees estas páginas, huye. No aceptes sobornos, no confíes en profecías, no subas a este barco. No transporta pasajeros: colecciona almas.
Comentarios (11):
Anavi
20/04/2025 a las 00:33
Buenaaaas, Moldy.
Adoré tu historia; en mi opinión es un tema clásico pero con un toque original que te mantiene enganchado, además de que los relatos contados de manera epistolar o en fragmentos de un diario me parecen muy interesantes. Me agradó mucho los nombres utilizados en la historia, muy estadounidenses o ingleses, me pareció llamativo y algo chistoso. Adoro los relatos de terror y este me parece que lo roza muy bien y con una buena secuencia de hechos. Me gustó tanto que no tengo ninguna otra opinión que dar, y aparentemente no hay nada que corregir.
Un placer leer tu relato y espero vengan muchos más.
Que tengas feliz día.
Miriam Ugryn
21/04/2025 a las 04:51
Moldy, me encantó tu relato, la forma de contarlo como un diario de viaje fue una excelente idea que conduce al lector a través de la historia casi temiendo el triste final de la protagoniste, a pesar que en la mitad le tiendes una tabla salvadora que no puede concretarse y la precipita hacia su destino de unirse al barco recolector de almas. Espero como Anavi que vengan muchos más de tu mano. Gracias
Lupa Sívori
21/04/2025 a las 12:58
¡Hola, Moldy! Acá tu vecino del relato #4. Tengo una debilidad por los textos de tipo epistolares / diarios de viaje. Será porque siempre amé los clásicos (Frankenstein, Drácula). El tuyo me pareció maravilloso.
Tenés un excelente manejo de la tensión progresiva. La narradora quedó bien construida, con voz clara y vulnerable. Me gustó el uso sutil y efectivo de símbolos (el medallón, el mar, la estrella y la profecía). El final es potente.
Entiendo también porque disfrutaste mi propio relato… creo que los dos están temáticamente relacionados (una suerte de maldición… el relato como una advertencia, etc).
Si tenés ganas de conocer otros producciones propias, te invito a recorrer mi podcast donde grabo cuentos.
https://open.spotify.com/show/1kf01qxrscrZ9EstRmsHhl
¡Saludos desde Argentina!
Moldy Blaston
22/04/2025 a las 09:00
Muchas gracias Ana victoria, Míriam y Lupa. Vuestros comentarios son el carburante necesario para alimentar el espíritu escritor. Me alegra mucho ver que, en general, el relato ha gustado.
Nos leemos!!!!!
Mónica Bezom
23/04/2025 a las 06:02
Hola, Moldy.
Excelente historia de corte clásico muy, pero muy bien lograda o contada; pintoresca, tensa, épica. Maravillosa.
Mi admiración y enhorabuena.
La sutileza de hacer coincidir el último día de viaje con el del Titanic es todo un detalle.
Me ha encantado.
Carlos Tabada
23/04/2025 a las 14:50
Hola Moldy, siempre es un gusto leerte.
Un barco que colecciona almas. Un barco que, como un vampiro, navega gracias a la llama de pasajeros desposeídos.
Que podría salir mal?
Diría que queda un poco difuso el hombre elegante que parece ser el malo, malo.
Ademas, y espero que me disculpes la frivolidad, un lector inmaduro podría relacionar el apellido Sinclair con el episodio en el que Homer se cambia el nombre por
el de Max Power.
Como he dicho al principio, un gusto leerte
PROYMAN1
23/04/2025 a las 15:59
saludos Moldi como siempre tus relatos son fascinantes y este está dentro de la fascinación por lo que escribes y le das un toque nuevo al describir un diario, buen argumento y nuevo para mi.
Lo fantástico convive con lo real en el barco.
Saludos y nos seguiremos leyendo.
Moldy Blaston
24/04/2025 a las 20:24
Mónica, Carlos, Proyman, os agradezco enormemente vuestros comentarios. De verdad que anima un montón notar cómo compañeros y compañeras ofrecen su opinión sobre lo que se escribe y aprecian matices que nunca hubiera pensado que podría alcanzar.
Enormemente orgulloso de pertenecer a este grupo. Carlos, ánimo para el mes que viene!!!
Nos leemos!!!
Cristina Otadui
24/04/2025 a las 21:39
Hola Moldy, aquí van mis impresiones:
Construyes una atmosfera cargada de inquietud que progresa a través de las entradas en el universo emocional de la protagonista. Cada fecha se siente como un peldaño hacia algo inevitable.
Tanto los matices góticos: bruma, pasillos largos, personal esquivo, susurros, objetos desaparecido, como el tipo de texto (el diario literario) me recuerdan al cuento inacabado de Poe: “El faro”.
Me gusta el nombre que das al barco, Estrella del alba, contraste en sobremanera con lo siniestro del navío: un acierto.
Y el final resulta perfecto: la protagonista ya no escribe como mujer sino como alma atrapada.
Creo que construyes un relato que se adentra en el terreno de lo fantástico, del terror psicológico y consigues llevar al al lector, paso a paso, día a día a una experiencia perturbadora.
¡Que buen trabajo!
Espero seguir leyéndote Moldy Blaston, un placer.
¡¡Nos leemos!!
Osvaldo Mario Vela Sáenz
25/04/2025 a las 17:45
Hola Moldy, Un grato saludo, por un trabajo que cumple con el reto original del taller: cuéntame una Historia.
y no solo cumples, sino que lo haces de una manera sobria.
el identificar el paso de cada día, el saber desde el primer párrafo que una eventualidad sombría está en el ambiente, maldición que al paso del tiempo se vuelve más real y es inevitable. Excelso.
un trabako de primera. Enhorabuena.
María Jesús
27/04/2025 a las 12:48
Hola Moldy: Me ha parecido muy buena la historia y la manera en que está contada .El ambiente y los personajes cuadran a la perfección y dibujan un paisaje fantasmagórico . El final no podía ser mejor. Enhorabuena.
Un saludo.