Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La última frontera. - por Lidia VillaR.+18

Jamás pensé que tener las uñas largas significaría algo más para mí que haber conseguido controlar mi ansiedad. Haber trabajado aquel hábito era lo único que me permitía hacer marcas en la pared.

Tras catorce meses, podía leer las muescas como si fueran braille. Era mi único entretenimiento desde que se llevaron a Agatha, mi última compañera.

Pasar tanto tiempo allí me permitió establecer cierta relación con Marshall, el vigilante de nuestra planta. Era el más joven y, a veces, me dejaba ver un poco la televisión a cambio de diversión. Estoy segura de que le gustaba, pero intenté no aprovecharme demasiado. Al fin y al cabo, los dos estábamos encerrados allí en contra de nuestra voluntad.

Marshall me explicó una vez que la única salida era el jardín que se ve desde la ventana de la cocina, porque si te alejas de la valla, estos seres no podían hacerte nada, no tienen jurisprudencia, ni poder sobre el ser humano. La casa está en la cuarta planta. Es la única planta que tiene contacto con la superficie, el resto de plantas están bajo tierra, y las humanas reclusas quedan confinadas a las tres plantas inferiores, que están rodeadas de códigos, habitaciones y personal de seguridad. En cada oportunidad que tuve, las registré, pero nunca encontré una salida.

A todas las chicas que pasaron por mi habitación les expliqué todo por lo que iban a pasar, para que se dejaran hacer y no sufrieran demasiado durante las intervenciones. Esa podría ser una explicación razonable para que me siguieran reteniendo, a pesar de no servir para la reproducción.

Aquella noche, Marshall me invitó a subir con él a ver una película. Confiado, se tiró en el sofá y me pidió que trajera helado, como de costumbre. Lo cogí de la nevera casi vacía y me dispuse a rebuscar en el cajón de los cubiertos un par de cucharas, cuando, entre estos, encontré una llave oxidada. La cogí sin pensarlo mucho y la escondí en el elástico de mi pantalón. Estaba tan accesible que parecía intencional.

En aquel momento me pregunté si sería una trampa, pero, aunque lo fuera, tenía que intentarlo. Era la primera oportunidad que tenía en meses para poder escapar. Se lo debía a todas y cada una de esas chicas a las que les dije que no había salida. A todas las que nunca volvieron.

Atiborré a Marshall de helado y me puse todo lo cariñosa que mis nervios me permitieron. Tras terminar, no tardó en quedarse dormido como un dulce bebé. Siempre funcionaba.

Me levanté del sofá sigilosamente. Ni siquiera me aseguré de si estaba profundamente dormido o no, simplemente corrí hacia la cocina con la esperanza de que fuera la llave que abría la puerta hacia el jardín.

Después de eso, todo pasó muy rápido. No sé exactamente a quién dar las gracias porque la llave entrara en la cerradura, aunque no contaba con que Marshall se despertará con el primer giro de llave.

Abrí la puerta apresurada y casi pude notar sus dedos alcanzando el cuello de mi camiseta.
Corrí como si no hubiera un mañana, mientras notaba su mirada clavada en mí. Pero no me di cuenta de que no me estaba siguiendo hasta que subí a la verja.

Estaba parado en medio del jardín, mirándome con lágrimas en los ojos. Vi cómo el resto de vigilantes llegaban y lo agarraban de los brazos, pese a que él no estaba mostrando resistencia.

Escuché cómo los militares se acercaban a mi espalda. Le sonreí complacida y bajé de la valla. Sabía que le esperaba una tortura inimaginable como castigo.

Me alejé dos pasos cuando el ejército se abalanzó sobre mí, y me sentí culpable por ni siquiera ser capaz de acompañarle escuchando sus lamentos de dolor.

Fui la primera chica que logró salir de allí con vida, que no tuvo que dar a luz a un monstruo, y que, gracias a Marshall, pudo escapar y rescatar a muchas otras mujeres.

—¡Por eso quiero que tengáis presente a este hombre! —gritó con lágrimas en los ojos mientras colocaba su fotografía en la enorme pizarra de metacrilato—. Porque así fue como se descontroló una relación justa entre monstruos y humanos.

Comentarios (8):

Brandon Quiroga

19/05/2025 a las 21:57

Hola, soy tu vecino del 7.
Paso para felicitarte por tu relato. Me ha gustado bastante que hayas abordado un tema tan actual como antiguo (la despersonalización [o deshumanización] de la mujer dentro de la sociedad) y darle ese toque de ciencia ficción. Te felicito por esa construcción.
Sin embargo, el final me parece muy descolocado, muy abrupto. Si bien comprendo que se debe al formato de 750 que limita una construcción narrativa más extensa, no por ello voy a dejar de comentarlo. Entiendo que el mundo en el que vivían era uno de experimentación con la unión sexual entre mujeres y seres extraterrestres. Y me gusta (te invito a que desarrolles la historia un poco más), pero, para mi gusto, habría preferido que los dos últimos párrafos no hubieran sido escritos. ¿Por qué? Porque el relato se hubiera sostenido mejor sin tanta explicación, como un relato sin terminar, sin fin, incompleto, con ese aire de misterio de no saber en qué clase de mundo están, qué clase de alienígenas son los que tienen esclavizados a los seres humanos, etc. porque esa falta de construcción habría parecido como una técnica muy intencional para impactar el lector. Sin embargo,
la oración “…se descontroló una relación justa entre monstruos y humanos.” me hace creer que existe un mundo que no desarrollaste por límites de palabras (cosa que así fue), y eso hace que el relato sepa a insuficiente.
En conclusión, muchas veces que algo parezca incompleto no siempre es algo malo, pero uno debe saber cómo plantear esa ausencia de elementos para causar intriga en los lectores. Los finales abiertos son buenos si no son abruptos. Tu relato tiene ausencias que me gustaron (quienes son los extraterrestres, por qué han esclavizado a los humanos, qué pasa con la reproducción entre mujeres humanas con extraterrestres), pero tiene otras que me saben a muy poco, como algo sin desarrollar (la huída de la mujer y la subsiguiente rebelión contra los extraterrestres). A pesar de ello, me parece un buen relato, y te felicito. Nos seguimos leyendo.

Alberto Suárez Villamizar

20/05/2025 a las 22:55

Excelente relato, que va llevando poco a poco a la protagonista a conseguir su objetivo, aunque creo que el final debió estar más matizado, y no ser tan directo como lo dejaste. Sin embargo, todo esto se trata de un ejercicio de escritura, que con la ayuda de todos lograremos superar, pues ese es el objetivo. Felicitaciones.
Estoy participando con la historia #9 y me gustaria obtener tus comentarios.

claudia avila vargas

21/05/2025 a las 00:33

Que buen relato lleno de dramatismo, no imaginaba que fuera sobre ese tema, pero de eso se trata de hilar y dar mágia con cada pincelada cargada de letras y de creatividad. A mi, me gusto, a si como lo tienes escrito. Que chevere.

Carlos Tabada

21/05/2025 a las 13:14

Hola Lidia, soy tu vecino del #9, espero que no te importe que comente el relato. Me quedo con que en apenas 4 o 5 párrafos los ojos se me han abierto como en los dibujos animados. No desmerece otras historias conocidas que se han publicado o hecho series de televisión. De hecho, tal y como yo lo veo podría continuar, no sería la primera vez en el taller.
No he terminado de entender, igual por que estoy espeso, el mecanismo de fuga, si ya está libre al llegar a la valla, o hay que saltarla, y supongo que los militares la ayudan pero lo veo menos claro que el otro 90% del relato

Carlos Tabada

21/05/2025 a las 13:14

Perdón, vecino del #10

Džoker

24/05/2025 a las 02:04

Saludos, vengo del texto #5 a leerte y a invitarte a pasar por mi relato.

Sentí que el inicio del texto fue impecable, introducir un mundo cargado de una realidad al puro estilo de ficción de Yorgos Lanthimos, solo que son sus pretenciosos simbolismos me fascinó; el nudo del texto es interesante pues plantea el dilema de cómo escapará esta chica de esa extraña prisión, sin embargo, la respuesta al conflicto se siente precipitada (achaco yo al límite de palabras). El final fue francamente decepcionante, no porque fuera malo, sino porque en calidad se queda en comparación con el resto del texto.
Más allá de eso último, fue un gusto leerte, disfruté leyendo te.

Džoker

24/05/2025 a las 02:06

Me corrijo, en esta parte dije “solo que *sin sus pretenciosos simbolismos me fascinó”

Codrum

26/05/2025 a las 14:01

Hola,
Un texto muy original y entretenido.
Me ha parecido que has llevado muy bien tu participacion en el taller. Has cumplido con el objetivo.
Estoy de acuerdo, y al mismo tiempo en desacuerdo con los comentarios anteriores. Tu final es rápido, sí, pero es cómo debería ser. Has conseguido en 704 palabras crear un mundo nuevo. Nos has metido en él de forma muy fácil. El hacer un final más extenso podría haberte llevado a tener que dar demasiadas explicaciones.

Al introducir un narrador en tercera persona, justo al final, delimitas lo que la narradora en primera persona debe decir. Lo que me parece un recurso muy bueno.
Así que te felicito por tu texto.

Buen trabajo.

Pd: si tienes algún comentario a mi reseña, por favor, responde en mi texto. ( no hace falta que lo leas o lo comentes si no quieres) es simplemente para no perderme tu comentario

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *