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La última frontera - por José Luis Troconis BarazarteR.
Web: http://www.troconisb.blogspot.com
La última frontera
En la casa de al lado, la muchacha aparecía y desaparecía con el vaivén de la luz. Nadie la vio jamás de cerca, pero los vecinos hablaban de sus trenzas negras, de su vestido azul, de sus ojos en sombra. Se decía que esperaba algo, que sus pies descalzos nunca dejaban huella en el polvo acumulado de las baldosas.
La casa respiraba historias por sus ventanas rotas. Era ella quien las tejía, quien soplaba nombres en el viento para que nadie se atreviera a demolerla. Cuando los obreros llegaron con herramientas oxidadas, encontraron papeles escritos con tinta desvaída: "No me olviden". Se marcharon sin tocar una sola piedra.
Aquel otoño, los vecinos comenzaron a notar cambios. La casa ya no solo susurraba, ahora parecía respirar más hondo. Las sombras en la ventana adquirieron contornos más definidos. Algunos aseguraban haber visto una silueta tras las cortinas rotas, otros escuchaban pasos cuando pasaban por la acera,
siempre justo al anochecer. La dueña de la casa vecina sentía el peso de esos rumores como una presión en el pecho.
Una noche, buscando una cuchara, abrió el cajón de los cubiertos. Entre los tenedores torcidos, apareció una llave vieja, húmeda de herrumbre. Tembló sin saber por qué. La sostuvo entre los dedos, y el aire se hizo más espeso, como si la casa de al lado exhalara.
Con la llave en la mano, cruzó la calle. La madera de la puerta temblaba bajo sus dedos como un corazón vivo. No había cerrojo visible, pero la puerta la recibió sin resistencia. Adentro, el suelo crujió bajo su peso, y la penumbra tembló con su aliento. "Aquí estoy", pensó sin saber a quién se lo decía.
El interior era un relicario de abandono. Paredes deshechas, muebles vencidos por el polvo, retratos velados por la sombra. Sin embargo, todo tenía una extraña coherencia, como si alguien los hubiera dispuesto con intención, como si la casa hubiera decorado su propio cadáver. La muchacha, la que nunca existió, la que la casa inventó para respirar, dejó caer su sombra desde el techo.
Un espejo ennegrecido reflejó un segundo rostro detrás de la mujer. No el suyo. Otro, de ojos abiertos, de labios cerrados. No podía mover sus pies. La luz de la luna filtrada por los vidrios rotos dibujaba un círculo sobre el suelo, una frontera de claridad en medio de tanta oscuridad.
El reloj de péndulo marcó una hora imposible. La mujer sintió el roce de dedos fríos en su muñeca. "No me olviden", susurró una voz sin boca.
Corrió hacia la salida, pero la casa parecía alargarse con cada paso, como si el pasillo nunca terminara. El aire pesaba más, los muros parecían latir. Su corazón golpeaba en su pecho como un tambor de guerra.
A la mañana siguiente, la casa seguía ahí, intacta, invencible. La vecina, en su cocina, halló el cajón de los cubiertos vacío. La llave ya no estaba.
Los obreros regresaron con nuevas órdenes: demolerla sin demora. Pero cuando levantaron el primer mazo, el sonido de un llanto infantil los congeló. "¿La escuchan?", murmuró el capataz. Nadie respondió. Un viento helado recorrió la calle.
Esa noche, desde la ventana, la muchacha miró a la mujer, sus ojos oscuros como la última frontera.
José Luis Troconis Barazarte
Naguanagua Venezuela
Mayo 2025
Comentarios (14):
Miriam Coronado O.
20/05/2025 a las 05:23
Excelente 👌
Otilia
20/05/2025 a las 10:11
Hola, José Luis, gracias por compartir tu relato.
La historia me ha gustado y se lee con fluidez. Describes bien creando una atmósfera inquietante. La lectura se enriquece con las metáforas y la fantasía.
Creo que nos dejas a los lectores el trabajo de imaginarnos la historia que sucedió.
¡Buen trabajo!
Saludos.
Julia Liendo
20/05/2025 a las 13:10
Me encantó, estoy de acuerdo con Otilia. Hay una atmósfera inquietante, de suspenso.
Felicitaciones profesor Troconis. Muy interesante.
Martha Parra Rubio
20/05/2025 a las 19:43
Felicitaciones José Luis. Tu narrativa ágil, bien lograda.
La casa y la atmósfera que la rodea es perturbadora. La llave oxidada que abre una puerta expectante, temblorosa de una casa viviente que se niega a ser demolida, es una imagen fuerte que abre camino a la imaginación. Extraordinario relato.
José Luis Troconis Barazarte
21/05/2025 a las 05:04
Gracias a todos por sus comentarios!
Yanet Velásquez
21/05/2025 a las 05:18
Muy buena narrativa Profesor José Luis Troconis, me gusta, se encierra un misterio y suspenso en la historia.
Dani
21/05/2025 a las 05:42
Me encantó aunque me da tristeza por el alma atrapada en aquella casa
Cristina Ayala
21/05/2025 a las 06:12
Hola, José Luís.
Me ha gustado mucho tu relato. La prosa tiene una gran fluidez y un musicalidad muy bonita. La narración es comprensible y amena y logras construir muy bien un ambiente misterioso que atrapa desde el primer párrafo.
Me gusta ese insistir en la respiración de la casa para hacernos ver que está viva y que toma sus propias decisiones.
Mi único pero está en el final. Como he dicho, creas un ambiente de misterio magnifico, capa a capa, que nos va envolviendo y guiando hacia un final… que no ocurre. Justo en el momento que nuestra protagonista está en ese punto culminante de intriga, la sacas de allí sin explicación alguna. Y sin dar resolución a ese conflicto, a cómo ha salido de la casa y vuelve a estar en la suya, y ni siquiera darnos una pista, nos añades otro elemento sin explicación con el “llanto infantil”. Hay finales abiertos a interpretación pero para mí a este le falta una orientación, esa pista que permita al lector interpretar algo y no le deje insatisfecho.
De todos modos, y como he dicho al principio, el relato está muy bien escrito, genera emoción e interés y me ha encantado. ¡Muy buen trabajo!
Felipe Gutiérrez
21/05/2025 a las 12:24
Felicitaciones Dr Troconis. Me gusta mucho su narrativa y la manera como va recreando esa atmósfera inquietante con lo cual nos va llevando a estar dentro de la casa y percibir la tensión que en ella se respira. Quizás las casas abandonadas guardan dentro de sí, los recuerdos de quienes la habitaron y se niegan a sentirse solas atrapando todas esas vivencias. Excelente.
Dayana Rada
21/05/2025 a las 13:23
Muy buena historia llena de misterio y suspenso que atrapa al lector queriendo saber el desenlace. Excelente.
Carmen Pacheco
21/05/2025 a las 17:22
Estimado José Luis. Esa maravillosa pluma que manejas con dulzura ha dejado en ese relato sentimientos de miedo, asombro, frustración y un bien logrado enigma en el que lo lee. La mente consigue adentrarse con los personajes, la mujer que aparece sutilmente y aquella que la intuye al sentirla en su muñeca. Como siempre nos dejas esa sensación de querer más de tu escritura. ¡Felicitaciones!
Codrum
24/05/2025 a las 22:33
Hola José Luis.
Tienes muchísimos comentarios y no estoy en desacuerdo con ninguno de ellos. Así que muchísimas gracias por compartir tu texto
Por ser un poco quisquilloso, diré que estoy de acuerdo con Cristina. Nos has llevado a un lugar para no darnos nada una vez que llegamos.
Otro punto un poco negativo, es que la vecina acude a la casa sin ser llamada , me parece un autómata. Cierto que hay un aire espeso. Pero yo si me encuentro una llave y se densifica el aire, cierro la ventana y enciendo el aire acondicionado. ( perdón por mi broma)
Espero que se entienda el mensaje. Sé que la limitación de las palabras, cuando tienes unas descripciones tan potentes, te obligan a sacrificar partes del relato. Y en este caso no has podido dar a la vecina un poco más de profundidad.
Gracias por compartir tu relato.
Buen trabajo
Pd: si tienes algún comentario a mi reseña, por favor, responde en mi texto. ( no hace falta que lo leas o lo comentes si no quieres) es simplemente para no perderme tu comentario
José Torma
26/05/2025 a las 19:47
Hola Tocayo.
Si que somos varios José Luis en Literautas.
Me leí tu texto de girón. Me parece fantástico que, en tan pocas letras, ya que no creo hayas utilizado las 750, me hayas hecho sentir temor. Las palabras justas y bien empleadas me hicieron estar ahí. Una de mis más recurrentes pesadillas es esa precisamente, encontrarme en un largo pasillo del cual no encuentro la salida por más que camine o que corra.
Me parece que la protagonista es la casa, no tanto la llave y de cuando en tanto debe nutrirse de energía para poder evitar ser demolida. No lo dices, pero esa es la conclusión a la que llego mi capacidad lectora.
Muy bien logrado, felicidades.
José Luis Troconis Barazarte
04/06/2025 a las 05:35
Gracias a todos, que gusto que me leyeron, que gusto que opinaron, siempre dejo un poco a la imaginación del lector, he notado que en otros paises quieren que el escritor les de mas, no es fácil 750 palabras no son nada, y siento que cada pais en diferente en eso, aquí en Venezuela noto que nos gusta imaginar un poco , aportar, yo hubiera dicho, yo habría escrito … tal cosa… es cuestion un poco de idiosincrasia cultural de cada pais, aquí no cuentes todo, en España cuenta más, en argentina mas floreado, en Venezuela sin adjetivos, no es fácil cuando te leen desde varias partes, es un poco como la personalidad de cada pais… no creen?