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La forma del vacío - por Lupa Sívori

Web: https://viajarleyendo451.blogspot.com/

“La forma del vacío”

—Gabriel, necesito decirte algo que está dando vueltas en mi cabeza desde hoy.
—¿Qué cosa?
—Encontré una llave pequeña, oxidada, con la punta torcida, dentro de un cajón.
—Ah.
—¿Es tuya?
—No, Jose —responde él, frunciendo el ceño—. Nunca la vi.
—Estaba en el cajón de los cubiertos.
Él se encoge de hombros.
—Capaz se cayó de alguna caja cuando nos mudamos. A veces esas cosas aparecen después de años… qué sé yo…
—Pero si la viste, ¿por qué no dijiste nada?
—¿Cómo sabés que la vi?
—Porque está toda manchada con el aceite de la bici. Y la bici es tuya.
—A lo mejor se manchó hoy, cuando la agarraste vos.
Josefina no responde. Hay un silencio denso, apenas cortado por el tráfico de las doce.
—No te dije nada porque pensé que era tuya —admite Gabriel—. Me la crucé hace unos días. Me pareció una pavada. No quería…
—¿No querías qué?
—Nada, che. ¿No podés simplemente aceptar que no sé de dónde salió?
Ella se queda sin pensativa recordando aquel cajón. En su cabeza lo abre y lo revuelve, como si esperara encontrar otro misterio. O una respuesta.
—Siempre hacés eso —dice al rato—. Aparece algo raro, algo que no cuadra del todo, y vos lo barrés debajo de la alfombra.
—¿Qué tiene que ver eso ahora?
—Nada. O todo.
Él mira al frente. Tiene la cara ojerosa, el pelo desaliñado. Está siendo un día difícil. Ella también observa el paisaje, como si quisiera decirle algo más. Pero no lo hace. En cambio, pregunta:
—¿Y si abre algo?
—¿El qué?
—Una caja. Un armario viejo. Una puerta que de casa que no usamos… o que ni sabemos que existe.
—O ninguna de esas cosas. A veces una llave no abre nada, Jose.
Ella asiente y continúan apagados. Al rato, es Gabriel el que decide continuar:
—Jose, ¿te puedo preguntar algo sin que te enojes?
Ella resopla.
—¿Qué?
—¿Por qué te jode tanto el tema de la llave?
—¿De verdad no lo entendés?
—No.
—Porque me siento una extraña en mi propia casa. Porque ya no sé si sos vos el que pone las cosas en su lugar, o si algo se mueve solo cuando no estamos mirando.
—No digas pavadas…
—¿Y si no es una pavada?
Otro momento más de reserva. Después, él murmura:
—Hay días en que me siento como esa llave.
—¿Cómo es eso?
—Así. Oxidado. Medio torcido. Sin saber qué mierda abro, o si sirvo para algo.
Ella abre la boca, pero no llega a contestar. Del otro lado del auricular se escucha un estruendo. Un chirrido seco, seguido de un golpe sordo. Un sonido breve, inconfundible. Como el final de algo.
—¿Gabriel?
Silencio.
—¿Gaby, estás ahí?
Nada.
—¡Gabriel!
El teléfono sigue conectado. Ya no se oye su respiración. Solo el murmullo blanco del altavoz. Ella detiene el auto en la banquina. Baja temblando. No hay rastros de él. Josefina está sola, con la voz de él colgando del aire. Con una llave oxidada en la mano que no encaja en ninguna parte.
O tal vez sí.

Comentarios (15):

Jose Luis

19/05/2025 a las 23:50

Hola, Lupa
Me paso por aquí para conocer un poco mejor a la competencia. (Es un chiste.)
En tu cuento, entretenido en general, se acaba revelando que los personajes hablaban por teléfono, ¿verdad?
De buenas a primeras, creo que eso puede confundir al lector, al menos por la forma en que está narrado. Tuve la sensación de que los dos personajes estaban juntos físicamente en el mismo espacio y lugar, y luego resulta que estaban manteniendo una conversación telefónica, y encima ambos conduciendo un auto (a mí me lo ha parecido). Como digo, me creó confusión, y por eso resta puntos a la valoración general.
Usar el diálogo como motor del cuento está bien (se supone que los personajes callan más cosas de las que dicen), pero me parece que ralentiza la acción hasta que llegamos al meollo. También puede ser que sea a causa del desenlace abrupto, no te lo discuto.
Un saludo

Codrum

20/05/2025 a las 07:55

Qué bonito texto.
Me ha gustado mucho como has introducido la llave. El “microteatro” que has creado. Tu texto es muy limpio. Seguro que algún fallo mínimo existe, pero no le presté atención. Me parece que avanza a un ritmo que va creciendo hasta el sorprendente final.
El diálogo se siente natural.
Por poner alguna pega diría que el giro final es sorprendente, pero llega muy brusco . Me refiero a que no tenemos pistas de dónde se encuentran ( o yo no las vi) hasta que llega el final. Eso hace que como lector me sienta engañado, casi traicionado por el autor. Si hubiera alguna pista antes de donde se encuentran, sería un gran final.
* si hay alguna pista perdóname que no lo vi

¡Buen trabajo!

Pd: si tienes algún comentario a mi reseña, por favor, responde en mi texto. ( no hace falta que lo comentes si no quieres) es simplemente para no perderme tu comentario.

Carlos Tabada

20/05/2025 a las 11:50

Hola Lupa, he leído 3 de tus relatos y por lo que veo dominas todos los formatos, relaciones personales, misticismos, relatos guiados por el dialogo, por la 1a persona, y siempre brillante.
Por sugerir una mejora, con cautela, como lector y sus propios filtros, la parte del aceite no me resulta fluida, si hubiera ido bien de tiempo habría pensado otra pista para decidir que ya se había visto la llave, aunque no se me ocurre nad.

Lupa Sívori

20/05/2025 a las 12:17

¡Hola, chicos! Muchas gracias a todos por sus aportes. Respondo en partes y, por supuesto, me pasaré también por sus textos.
@José Luis: amo una competencia sana (No es un chiste, ja). Entendiste bien lo que ocurre, y es un poco la idea. Lo que quise jugar con el texto es esta distancia tanto emocional como física. El giro de que están conversando por teléfono nos ayuda a entender lo lejos que estaban uno de otro, literal y simbólicamente. Y el tema no era la llave, sino todo lo demás que no se estaban diciendo los protagonistas.
@Codrum: sin duda creo que se pueden ir sembrando algunas pistas más y que el texto tiene mucho para pulirse. Lo escribí literalmente el día antes del cierre de este mes y a las apuradas. Fue más improvisado que otra cosa, pero no quería dejar de sumarme a la propuesta del mes.
@Carlas Tabada: awwww, muchas gracias. Que hayas leído tres veces el texto es amor puro. Te agradezco tus palabras y estoy super de acuerdo en que la parte del aceite desentona un poquito. No sé me ocurrió otra forma gráfica de “echar la culpa”, pero podría haberlo resuelto de otras mil maneras.

¡Abrazos desde Argentina!

Codrum

20/05/2025 a las 18:34

Pues para hacerlo el día anterior, me quito el sombrero.

Genial trabajo!

Codrum

20/05/2025 a las 18:38

Y muchas gracias por tu comentario.
Tienes toda la razón, el clímax es precipitado. Se debería haber priorizado eso , tal vez.
Intentaré aprender para la próxima y llegaré a tu nivel ( guiño, guiño )

José Torma

20/05/2025 a las 22:59

Mi querido Lupa, te cuento. No sé por el cono sur, pero en México es muy común que los padres nombren a sus hijos con el mismo apelativo, así, un Manuel le pondrá Manuel a su hijo; en mi caso, mi padre se llamaba José Luis y yo, siempre pensé que me llamaba igual por eso, hasta que supe la verdad, mi nombre era en honor de mi bisabuela Josefina. Como verás, tu elección de nombres me enganchó inmediatamente, aunque a la fecha no sé que diferencia hacia de llamarme José por mi papá o por mi pariente.

Eres sordero con las pistas y yo pensando que la conversación estaba en vivo. Manejas los diálogos con mucha fluidez y eso engancha.

“Él mira al frente. Tiene la cara ojerosa, el pelo desaliñado. Está siendo un día difícil. Ella también observa el paisaje, como si quisiera decirle algo más. Pero no lo hace. En cambio, pregunta:”

Yo pensé, estos tipos van juntos en el auto. Luego viene el caos, el accidente, aquí me la voy a jugar a doble o nada, pero me parece que el accidente estaba planeado. Ya me dirás. Tu relato esta muy abierto y la verdad, uno puede elegir lo que mas le plazca y al final todos podemos estar en lo correcto.

Si me pongo necio por mencionar algo, yo eliminaría el último renglón, cierras de una manera un tanto poética y esa última línea, destruye la fluidez, en mi opinión.

Como siempre, un gustazo leerte.

Lupa Sívori

21/05/2025 a las 14:40

@Jose, querido. Te tomo tu consejo. También creo que esa última línea puede eliminarse y logra un mejor efecto. ¡Gracias por leerme!

Mila G.

22/05/2025 a las 07:36

Me ha gustado tu relato por dos motivos fundamentales: que los diálogos fluyen con naturalidad (cosa que a veces es difícil de conseguir) y que ese giro de ser una conversación telefónica le da un toque especial a la historia.
El final no lo tengo muy claro, pero no importa, la historia sigue teniendo fuerza.

Cristina Ayala

22/05/2025 a las 21:30

Hola Lupa,
Es mi primer mes aquí y estoy intentando leer y comentar todos los textos. A ver si lo logro.
Empiezo por los pros: Me ha encantado. El diálogo es maravilloso. Destaco lo bien que has creado una vida de conflictos en lo que entiendo es una pareja, la carga emocional que arrastran… en tan pocas líneas. Muy creíble. Muy fácil empatizar.
Sobre los contras, no insistiré en el final precipitado, porque ya lo sabes.
Sí me detengo en el aceite de la bici, por dos motivos. El primero, es que creo que era innecesario porque si él ha visto o no la llave no creo que sea relevante. De hecho, no tiene mucho sentido que niegue haberla visto. Pero, no sé si tal vez el aceite es una pista. A mí me ha hecho pensar que Gabriel iba en bicicleta (no en coche como han sugerido) y lo han atropellado. Es el único sentido que le he encontrado a ese aceite.
En cualquier caso, quiero terminar recalcando que fluye genial, engancha mucho y que me ha gustado mucho.
Ahora me leeré la versión corregida.

Verónica

23/05/2025 a las 11:51

Hola. Me gustó tu relato. Si bien en un principio pensé que debería haber sido más clara la ubicación de los personajes (que parecían estar juntos, pero no lo estaban) después me pareció que era como un desenlace que se precipitaba hacia lo terrible y que hacía que uno volviera atrás, para releer y darse cuenta. Felicitaciones!!

Eviana

24/05/2025 a las 12:59

Hola Lupa , tu texto basado en el diálogo de los personajes, me ha parecido ágil y muy bien escrito. Al leerlo me ha dado la sensación, a juzgar por la última frase de Gabriel, de qué este se suicidó estrellándose con el vehículo que conducía ( Sea este auto , moto o bicicleta ). Y que el aceite en la llave se debe a algún tipo de manipulación que el mismo realizó en este vehículo para provocar el accidente. ¿ Es así ?. He disfrutado con tu relato. Un saludo.

Wanda Reyes

26/05/2025 a las 21:15

Hola Lupa, gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.Te agradezco la invitación a oir tu podcast me dare una pasada por él y de igual manera te invito a que te pases algun dia por mi pagina web tengo relatos y algunas reseñas de libros.
https://lineasetereasblog.wordpress.com
Ahora a lo que venimos. Tu relato esta muy interesante y te digo primero lo que me gustó, me encantó la forma en que estan escritos tus dialogos, se sienten naturales y los lei hasta con las voces y me los imagine hablando de la llave q no abre nada,o talves si.
El diminutivo Jose me desubico pero despues me di cuenta q se referia a Josefina y la parte donde hablaban por telefono no la entendi hasta la segunda vez q lo lei porq me confundio un poco el final algo abrupto, no se si es que ella llego a la casa y lo busco porq dices detuvo el auto y no habia rastros se él.
En general me gusto la construcción de los dialogos y la conversacion tan natural.
Saludos

Lupa Sívori

29/05/2025 a las 12:57

¡Gracias a todos por sus hermosos aportes!
Lupa.

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