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La última frontera - por Don Kendall MR.
Una mañana del verano de 1992, la joven Perseverancia Cano se despedía de sus hermanas mayores en una buhardilla desguazada de una vivienda sin ascensor del llamado Barrio Chino. Había conocido a un utillero del fantástico Dream Team(*) y como si de un sueño se tratara, decidió seguirle hasta Estados Unidos al final de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Con el último abrazo, la mayor de las hermanas le entregó envuelta en un paño una llave oxidada que las había acompañado dentro del cajón de los cubiertos, que estaba desvencijado y sin cubiertos.
—Esta llave es de la casa donde nacimos en Galicia. Queda de tu mano y si algún día vuelves, iremos las tres hasta Melgares y allí lloraremos si hay que llorar. Ahora ¡vete ya sin mirar atrás!
Una mañana de verano, treinta años después, se abrieron la puertas de emergencia de la sala de fiestas del hotel Apolo en el Paralelo barcelonés para permitir la salida de una multitud abigarrada aunque sobria en el comportamiento después de una fiesta nocturna organizada por eventos la Guayaba madura. Durante tres días los miembros de la Iglesia adventista de la última frontera conocidos como los fronterizos, celebraron las sambleas necesarias para elegir al nuevo Miqueas, nombre de la máxima dignidad según el protocolo.
La señora Perse Taylor, se había retirado antes de empezar la música y eso le permitió dormir toda la noche y abandonar el hotel temprano. Antes desayunó y pasó tranquilizar al pastor Fred Taylor, su esposo y más que probable líder de la iglesia de los fronterizos según todos los indicios.
—Fred querido. He de irme.
—Querida sabes que tu presencia es necesaria. Sin ti no sabría que hacer.
—Cariño es seguro que serás nombrado nuestro padre espiritual. Llegaré a tiempo, no te preocupes.
Le dió un beso fugaz en la frente y salió a la calle a paso rápido. La mujer dio un rodeo para evitar el puesto policial de los Mossos en el barrio del Raval y se detuvo en la esquina de carrer del Carme con San Antoni para dejar paso a una comitiva de mocetones uniformados y armados escoltando a quien parecía ser un personaje más bien diminuto comparado con sus acompañantes que iba uniformado con su trajecito de lino y corbata ligera al descuido; aunque se pudiera echar en falta un atisbo de bigote, el porte la distinción y la mochila maletín como toque casual permitían aventurar que el genio y figura que se adivinaba en la forma de pisar el tacón con los mocasines de piel con borlas no podía ser otro que el de un funcionario en trance de ejecutar un lanzamiento judicial de desahucio por impago de alquileres.
Vecinos del barrio y activistas de la plataforma antidesahucios siguen a la comitiva hacia un tumulto de gente y sonidos de sirenas policiales y ambulancias que ocupaban la calle en las proximidades del Hospital San Pau
—Válgame Dios —murmuró la mujer del clérigo—. Solo faltaba esto.
—¿Sabe que está pasando? —preguntó a un paquistaní que estaba en el umbral de su frutería con la mirada atenta al barullo.
—Dos mujeres fiambres parece —dijo el frutero—. Mucho tiempo ya del suicidio. Con el calor cadáveres huelen mal. —Acto seguido se quedó en silencio total, desatendiendo a la mujer.
Perse Taylor se acercó entonces al grupo de policías que estaban dando explicaciones a los agentes judiciales mientras acordonaban la zona para impedir el paso.
—Es posible que llevasen dos años muertas. Así que la orden de desalojo por impago ya no tenéis a quien la entregar, je, je.
—Pues de momento va a ser que no. El contrato lo firmaron tres, así que si hay dos interfectas falta una. Y ya sabes que los buitres no perdonan. De cualquier modo, tienes razón. Ya estamos fuera de hora y procede una caña fría.
—¡Adeu!
Los empleados de la funeraria salieron del portal con dos bolsas negras cerradas con cremallera y las metieron en un furgón gris. La señora Taylor agachó la cabeza, dio media vuelta abandonando el zafarrancho aquel en el carrer del Carme y en el primer contenedor de basura dejó un pequeño envoltorio mientras pasaba el dorso de la mano por la nariz con suspiro profundo. Luego llamó a su esposo.
—Fred, ya he pasado mi última frontera. Llego al hotel en un plis plas.
(*) Dream Team, sobrenombre de la selección de baloncesto de Estados Unidos que reunía por primera vez a las estrellas de la NBA en unos Juegos Olímpicos.
Comentarios (9):
Iria (Literautas)
19/05/2025 a las 15:03
Don Kendall, muchas gracias por compartir tu relato. Tiene un final muy potente.
Pero la llave aquí funciona más como un símbolo dentro de la historia que como el detonante, ya que no es el elemento que pone en marcha el conflicto principal.
De hecho, en este relato me cuesta un poco identificar el detonante. ¿Podría ser la partida de la joven Perseverancia? ¿O tal vez su distanciamiento de sus hermanas? Me encantaría conocer tu opinión sobre qué consideras tú el punto de inicio que activa la trama.
Don Kendall
19/05/2025 a las 17:23
Gracias Ira. Muy oportuno el comentario. Daré un par de vueltas a este texto. Parece que el detonante de la historieta propuesta (mal utilizado como señalas) está apoyado en el dicho «somos los que se van» en el contexto de “la última frontera” que se me pegó fuerte a la suela del zapato.
La llave tal como se mueve por la historieta es un símbolo como tal como apuntas y no el detonante.
Gracias mil, un abrazo y salud
Codrum
19/05/2025 a las 22:40
Hola,
Gracias por compartir tu relato y pasarte a valorar el mío.
Empiezo por los puntos negativos;
– hay frases muy muy largas. Te aconsejaría leer el texto en voz alta y ver que te parece .
– hay algunas faltas de ortografía que entorpecen un poco la lectura . También pequeños errores de tecleo.
– creo que faltan comas en los vocativos
Lo bueno:
Tienes una imaginación fascinante. Ya no en cuanto a la historia que deja al lector preguntándose : ¿ qué habrá pasado? Y queriendo saber más sobre las protagonista, sino en cuanto al nivel de descripción. Se nota claramente que “ves” lo que vas a escribir.
Me parece una historia muy entretenida, que se podría enriquecer con alguna a mejoras en la puntuación. Necesarias para que el lector se quede con la abrumadora cantidad de datos que ofrece tu texto.
Pd: si tienes algún comentario, escríbelo en mi texto. Así se seguro que lo leeré
Buen trabajo
Codrum
20/05/2025 a las 08:16
Hola de nuevo.
Desde mi humilde opinion y dado que me pediste, te pongo un poco lo que yo vi. No soy el más acertado para mirar la ortografia, pero lo intento. De las comas o las frases largas no te digo nada, porque es tu estilo, así que con leer en voz alta se soluciona mucho.
Aquí tienes un ejemplo donde no has puesto las comas vocativas.
—Fred (,) querido. He de irme.
—Querida (,) sabes que tu presencia es necesaria. Sin ti no sabría que hacer. (CReo que el que, tiene que ir acentuado)
—Cariño (,) es seguro que serás nombrado nuestro padre espiritual. Llegaré a tiempo, no te preocupes.
—Esta llave es de la casa donde nacimos en Galicia. Queda de tu mano, y si algún día vuelves, ( en esta frase “queda de tu mano”, me suena muy raro. es una expresion propia de tu zona? )
-“sambleas” → deberia ser “asambleas”
-“adventista de la última frontera” → creo que al ser nombre propio iría con mayusculas.
“los fronterizos” lo mismo, sería con mayuscula.
Creo que se te olvidó una letra aquí: “pasó tranquilizar” sería “pasó a tranquilizar”
Durante el texto usas dio y dió. Me has hecho dudar cual es el correcto, pero que va sin tilde.
Así que la orden de desalojo por impago ya no tenéis a quien la entregar, ( Aquí no sé si querías hacer un modismo por el personaje o es un fallo sería entregarla).
No me ha dado tiempo a ir más en detalle. Prueba Chatgpt, seguro que te ayuda mejor que yo. Seguro que otros participantes en el taller también te ayudan.
ABAL
20/05/2025 a las 23:10
Al final siempre volvemos de donde somos, aunque sea tarde. Buena crítica social a algunos males de esta sociedad. Soledad, desahucios, burocracia… Todo es mejorable y para eso aprendemos. Enhorabuena.
José Torma
23/05/2025 a las 00:28
Señor Kendall.
Tus escritos los tiene uno que leer con la mente despejada y cero interrupciones.
Coincido que los párrafos largos son difíciles, pero es cuestión de estilo, habrá a quien le guste y a quien no. Yo me encuentro entre los que ven si benefician a la historia o solo es un estilo.
Yo encontré algún detalle, pero poca cosa. La historia tiene tema y nos dejas con un final donde pensamos si Perse sería la tercera inquilina.
Algo que me brincó y es más por ignorancia que otra cosa, pero me parece que los cuerpos, al tener dos años de muertas, ya no tendrían tanto olor, pero desconozco el tema forense, mas allá de lo que aprendo viendo Dexter.
Texto muy pulido y algo difícil por la longitud de las frases, pero, en mi humilde opinión, bien punteadas.
Felicidades Don, te seguiré leyendo en futuros ejercicios.
Alberto Suárez Villamizar
24/05/2025 a las 01:38
Don Kendall M
Buena su historia, aunque no le diste el manejo correcto a la llave como elemento detonante de la historia pero, la forma como relatas los hechos la hace muy interesesante.
Como participamos en estos talleres con el ánimo de crecer en nuestros retos de escritura, te comento los siguiente:
Veo algunos errores que seguramente se deban a digitación de las palabras, que las lleva a quedar imcompletas, y con la puntuación hay que tener cuidado con la utilización de las comas para que no se pierda el hilo de la historia con oraciones muy extensas.
Felicitaciones y ánimo, a corregir para los próximos retos:
Te invito a visitar mi historia ubicada en el #9, y hacer tus comentario que me serán de gran utilidad.
Don Kendall M
25/05/2025 a las 15:55
COMENTARIO DEL AUTOR: GRACIAS Y APLICACIÓN DE SUGERENCIAS.
PRIMERO: Gracias a las y los seguidores de este taller que han comentado y siguen comentando sugerencias al relato que he propuesto en esta ocasión.
SEGUNDO: Coincido y comparto en señalar la debilidad, cuando no el error y la experiencia fallida, en cuanto la forma de llevar adelante la historia propuesta.
1 – Dificultad de comprensión por la excesiva longitud de las frases, falta de signos ortográficos o aplicación confusa de los mismos.
2 – (IMPORTANTE Y DECISIVO):[Comentario nº 1 de Iría] :«La llave aquí funciona más como un símbolo dentro de la historia que como el detonante, ya que no es el elemento que pone en marcha el conflicto principaL»
TERCERO: Para evitar repeticiones, os propongo la lectura del comentario nº 7 del relato nº 30 de esta escena nº 70. Es mi respuesta al comentario de nuestro colega José Torma.
CUARTO: Al igual que otra u otro colega (Codrom) las respuestas a las reseñas que se puedan hacer del texto que he presentado, las haré en el espacio propio del comentarista.
Sin más, quedo a vuestra disposición
Pato Menudencio
26/05/2025 a las 17:05
Hola compañero.
Muchas gracias por pasar por mi relato.
Respecto a la historia, pude entender la trama y el triste final.
Coincido que la llave fue un símbolo en la historia, pero no quita la calidad de la misma.
Tal vez para dar sentido a la llave como detonante se podría hacer lo siguiente:
La protagonista está muy tranquila en su casa o en el culto de su marido y entre sus cosas ya olvidadas encuentra la llave y eso le recuerda la promesa que había olvidado a sus hermanas, y luego pasar a los motivos del inicio de la obra.
Nos estamos leyendo en futuros talleres. Saludos.