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nadie nos conoce - por jesusa

Acababa de llegar a Madrid dispuesta a comerme el mundo. Había logrado, tras varias entrevistas y diversas pruebas, la beca para cursar el master que deseaba.
Contaría con una pequeña ayuda económica, que me ayudaría a pagar el alquiler y poco más.
Pero sería lo que siempre había soñado; irse a vivir a una gran ciudad.
La búsqueda de piso fue fácil. Junto a dos compañeros de clase buscaron un tranquilo sitio donde vivir.
Encontraron un piso amplio y reformado, con mucha luz y además contaba con una piscina en la comunidad. Todo un lujo accesible para aquella época tan lejana. Contaba casualmente con una parada de autobús en la acera de enfrente. Este llevaba a la puerta de la facultad donde recibirían sus clases.
Todo parecía perfecto antes de empezar. Yo no los conocía de nada, ni entre ellos tampoco se conocían, más allá de asistir a la misma aula cada día.
Se repartieron las habitaciones echándolo a suerte. A mí me toco la más grande, con una pequeña terraza. Igualmente establecimos turnos de limpieza para las zonas comunes: baño, cocina, salón y pasillos.
A mí me toco limpiar los martes. La convivencia era bastante buena entre nosotros. Compartíamos grupos de trabajo en el master, de vez en cuando, según se asignaran, de modo que todos trabajaríamos juntos en algún momento. Era la dinámica del master. Llevábamos ya más de cuatro meses compartiendo piso con bastante armonía.
Era martes, y por tanto mi día de limpieza. Empezaría por el baño, luego el salón, pasillos y terminaría, como siempre, por la cocina.
Ese día sacaría todos los cubiertos para limpiarlos, al igual que el cajón, ya que la semana pasada no me dio tiempo.
Entre las cucharas algo llamó mi atención.
No era un tenedor fuera de lugar, ni una cuchara mal colocada. Era una llave. pequeña y retorcida por el óxido, como si el tiempo la hubiera dejado abandonada. No podía dejar de preguntarme si existiría una puerta secreta o un baúl lleno de secretos.
Intenté no darle muchas vueltas e intentar dormir. Tenía un examen al día siguiente y necesitaba salir triunfante.
Ese miércoles José Luis estuvo francamente nervioso. No paraba de moverse por toda la casa inquieto. Buscaba algo, daba vueltas sin parar. Ni Marta ni yo conseguimos calmarlo. Se dirigió a nosotras, mencionando entre dientes algo de una llave que no conseguía encontrar.
Cogiendo la mano de Marta confesé haber encontrado una llave oxidada que oculté en mi dormitorio. Se dirigió a mí amenazante.
En ese momento supe que se trataba de algo inquietante. Sin poder parar de moverse me indicó, con una dura mirada, que fuera a por ella inmediatamente. El timbre de su voz me asustó, tanto a mí como a Marta.
No quiso desvelar nada sobre la cerradura que abría la llave.
Cuando la tuvo en su poder la guardó en su bolsillo, y se dispuso a salir de casa.
Sin perder un instante, y deseando que no abriera una tumba, llamé a la policía. Esta vez vino muy rápido y Marta y yo nos encontramos en la parte trasera de un coche de policía, qué mientas localizaba a José Luis escuchaba nuestra historia.
Lo hallaron abriendo la puerta de un trastero. La policía le pidió, mientras le apuntaban, que levantara las manos y las colocara a su espalda. Le esposaron y procedieron a abrir el tratero. En el interior encontraron una cámara frigorífica. Contenía una joven muerta, que les saludo como si la acabarán de despertar. Lo detuvieron y acusaron de asesinato. Los titulares de la prensa el día siguiente contaban como había sido descubierta una joven que llevaba dos meses desaparecida.
El artículo se tituló: nadie nos conoce.

Comentarios (8):

Pilar (marazul)

19/05/2025 a las 19:16

Hola jesusa, escribo tu nombre así en minúscula porque tú así lo escribes.
He leído varias veces el relato, y según iba avanzando me parecía un relato muy ordenado, en cuanto al planteamiento y la ambientación. El lector se pone fácilmente en situación.
Está escrito en primera persona y en pasado. A veces algún tiempo se confunde, por ejemplo: “irse a vivir a una gran ciudad” en lugar de: ir a vivir a una gran ciudad. Creo que el “se” sobra. Me llama la atención la abundancia de verbos en condicional: contaría, trabajaríamos, empezaría, sacaría, existiría…
En cuanto al significado de la historia, me parece interesante la idea que plasmas: la de tres personas que no se conocen de nada, que son compañeros de piso y que uno de ellos, en este caso el chico, tenga doble vida o esconda algún secreto macabro, en este caso.
Ahora bien, no me parece real que por el hecho de haber encontrado una llave vieja y, aunque al chico se le ve nervioso, se llame a la policía. El final es incongruente, por lo menos para mi. A ver, que encuentren a una joven muerta dentro de la cámara frigorífica y que ésta les salude como si la acabaran de despertar…¿Lo habré entendido bien?
Me gusta el título y el significado que le da a la historia: nunca conocemos bien a las personas o detrás de una aparente persona normal se esconde un asesino.
En fin jesusa que he comentado tu relato con interés y desde mi modesta opinión.
Espero seguir leyéndote.
Saludos

Pilar (marazul)

19/05/2025 a las 19:22

Hola jesusa, otra vez: tu texto se ciñe muy bien a lo que Literautas pide en esta ocasión. Es decir, el detonante de la historia es la aparición de la llave.
Y lo digo porque Iria me ha dado un tirón de orejas, bien merecido. Mi texto, el último, el 58, no lo cumple. En fin, que estamos aprendiendo todos.

Daniel Escobar Celis

20/05/2025 a las 21:10

Saludos.
Un relato bien escrito y fácil de leer. El giro está interesante aunque no si es del todo inesperado. Sin embargo, con honestidad mi principal problema es que es un relato que tarda demasiado en arrancar, por lo que se pierde el interés. Pienso que tomando en cuenta la temática habrías podido darle mayor intriga, por otra parte te recomiendo que no seas tan lineal. Son pocas palabras, por lo que es importante enganchar de alguna manera desde el principio. Puede ser alguna frase inquietante que haga pensar que sucederá o porqué. Algo por ejemplo, “Acababa de llegar a Madrid dispuesta a comerme el mundo. Sin embargo, no estaba preparada para lo que ocurriría poco tiempo después”.

Bueno, saludos.
Si quieres puedes pasar por mi relato el 24.

Alberto Suárez Villamizar

20/05/2025 a las 22:37

Una historia en la que hace una buena narración. aunque con un final algo confuso, pues no entiendo muy bien eso de “Contenía una joven muerta, que les saludo como si la acabarán de despertar”. Pienso que esa expresión no encaja muy bien con la descripción de una joven que se haya desaparecida y la encuentren muerta. Sin embargo, me parece buena su historia.
Te invito a visitar mi historia ubicada en el #9.

Amadeo

26/05/2025 a las 11:30

Jesusa:
Buen cuento, pero que creo se puede mejorar, acortando la presentación de la llegada a Ma-drid, los estudios, la vivienda con compañeros, ponerles nombres a los tres personajes, etc.
El final está confuso: ¿El edificio tenía una cámara frigorífica? ¿La muerta era conocida del joven? ¿Quién/quienes siguieron al joven hasta la cámara? ¿Por qué lo siguieron? Etc.
Lo redactaría creando misterios y tensión entre compañeros, que ellos se emocionen.
Espero haber colaborado.
Cordiales saludos
Nos leemos.
Amadeo (Argentina)
Estoy en el 36 por si quieres leerlo y comentar.

PROYMAN1

26/05/2025 a las 15:51

Saludos Jesusa soy PROYMAN1 tu vecino del 57 he leído tu relato y me gusta como describes la situación de personas que comparten piso y clases de estudio.
El final me desconcierta un poco pero cuando escribimos solemos hacerlo según desarrollamos un tema.
Confío en seguir leyéndonos.

Codrum

27/05/2025 a las 19:57

Hola Jesusa,

Estoy de acuerdo con la mayoría de lo que han dicho mis compañeros. Estoy un buen texto, que podría ser mucho mejor con pequeñas modificaciones.
Por mi parte te diré que la variación de primera a tercera persona me ha confundido en los primeros párrafos.
También estoy de acuerdo con lo que te han comentado de que hay demasiado contexto para únicamente 750 palabras. Quitando un poco de la introducción podrías haber ampliado el clímax. Desarrollar el momento de la discusión o el motivo de porqué llaman a la policía.
Ahí hay un salto temporal/ argumental muy grande.

Lo de que la muerta salude a mi me hizo gracia. Pero al ser un texto que pretende crear intriga, está fuera de lugar.

Dicho todo esto, añadiré que me parece un texto bueno. Eso no hay duda y que lo leí entero con ganas de saber qué pasaba .
Buen trabajo

Pd: si tienes algún comentario a mi reseña, por favor, responde en mi texto. ( no hace falta que lo leas o lo comentes si no quieres) es simplemente para no perderme tu comentario

Codrum

04/06/2025 a las 12:27

Gracias por tu comentario

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