Literautas - Tu escuela de escritura

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Una difícil decisión - por Pilar (marazul)R.

Imagina una playa desierta, inmensa, larga, tanto que no se ve el final. Un joven camina muy cerca de la orilla; la brisa le da de frente alborotando su pelo rubio. Va dejando tras de sí una hilera de huellas, grandes, profundas, señal de una complexión fuerte y de que el paseo está siendo largo.

Se gira para observar el rastro de sus pisadas, pero no vuelve sobre sus pasos. Se queda de pie mirando al mar, contemplando los barcos de vela que en formación de regata se dirigen a la pequeña isla en donde revolotean multitud de gaviotas.

Este joven se llama Tim y ha venido a pasar unos días a la casa de la playa de su familia para descansar del estrés, estar solo y pensar. Nadie conoce su paradero, ni tan siquiera su madre sabe dónde está. No lleva teléfono, ni dinero, ni llaves en el bolsillo de sus bermudas. Todo lo ha dejado en la casa.

Te preguntarás por qué lleva en sus manos una caja de cerillas un tanto amarillenta, y por qué se ha sentado en la arena con ella en la mano. La abre y lee la inscripción grabada en ella: “Para que nunca se apague la llama de nuestro amor. Timothy & Marie 27-5-1995”. Y es que cuando murió su padre la encontró entre sus pertenencias. Estaba en el bolsillo del traje que llevó el día en que se casó con su madre.

De su muerte hace ya casi dos años y aún lleva el luto en su corazón. Esa ausencia es ahora más notoria porque él, en estos momentos de duda, sabría aconsejarle. Le echa en falta.
Por este motivo no te extrañe verle llorar, allí sentado frente al mar, como cuando era un niño y se escapaba a la playa después de una trastada. Allí pasaba las horas hasta que las tripas empezaban a gruñirle. Siempre volvía.

No ve los barcos, ni las gaviotas porque hay nubes de lluvia en sus ojos. Ni escucha romper las olas porque son más fuertes los sollozos.

Ya te dije que Tim tiene a su madre, aunque con ella todo ha sido siempre diferente: tan perfecta, preocupada más por las apariencias, tan social y estricta. No se atreve a presentarse ante ella porque sabe que no le va a entender.

Y es ahora cuando la imagen de otra mujer le viene a la mente. Se trata de Olga, joven, inteligente y atractiva. Cualquier hombre estaría orgulloso de ella. Está tan ilusionada con los preparativos que a Tim le da vértigo recordarlo: la lista de invitados, la ceremonia, las flores, la música, el vestido…

Días de nervios, es verdad, pero que ella lleva con alegría. ¡Se la ve tan enamorada!
«¿Y él? ¿Está realmente enamorado de Olga? ¿Es el chico que todos esperan que sea? ¿Podrá repetir el ejemplo de sus padres? Para toda la vida, para toda la vida…». Con estos pensamientos Tim se encuentra con un pie en el precipicio, en un abismo de emociones. Se siente como un traidor, un desertor.

¡Y solo faltan diez días para la boda!

La figura que a buen paso aparece a lo lejos es la de una mujer. Se va acercando a Tim con los zapatos en la mano llamándole con insistencia. Es su madre que le ha estado buscando.

—¿Qué te ocurre, hijo? —pregunta como si le faltara el aire—. Olga te ha llamado varias veces y no contestas. Estamos todos preocupados.

—Mamá tengo que hablarte. He tomado una decisión…

Comentarios (15):

DPA

18/06/2025 a las 09:32

Hola Pilar,
Tu relato me ha gustado mucho!
Al principio me ha costado un poco entrar, pero en cuanto te acostumbras al modo en que está escrito, casi como un poema, se disfruta mucho. Utilizas un lenguaje y unas expresiones muy evocadoras que realmente funcionan.
La frase: “No ve los barcos, ni las gaviotas porque hay nubes de lluvia en sus ojos. Ni escucha romper las olas porque son más fuertes los sollozos”, me ha gustado mucho.
En conclusión, un relato muy bonito y muy bien escrito. Enhorabuena.
Un saludo.

Daniel Calleja

18/06/2025 a las 19:15

Pilar, un placer que me toque comentarte. Un hermoso relato, con una prosa exquisita. Nos deja de la duda de quién era Marie, aunque deduzco que era un amor no consumado del padre. Podemos ver el paisaje, bellamente descripto, y meternos de lleno en la encrucijada que enfrenta Tim, la nostalgia por su padre y consejero, y una decisión difícil de tomar. Te felicito. Nos seguimos leyendo.

Cristina Otadui

19/06/2025 a las 12:17

Introspectivo, melancólico, íntimo… Una prosa sencilla pero cuidada que no renuncia a ciertos momentos poéticos: esos ojos llenos de nubes de lluvia. Toda la descripción del entorno llena de detalles sensoriales: el sonido de las olas, las pisadas, el viento hacen que como lector entre de lleno en el estado emocional de Tim y me llevan hasta el conflicto interno en el que se debate.
Me gusta que el texto sea una escena completa: comienza con una imagen, avanza por el conflicto emocional y termina de forma abierta en una decisión que se anticipa.
¡Que bonita la introducción de la caja de cerillas mostrando la conexión emocional con su padre!
Una cosa que no acabo de ver es que según leo al inicio nadie sabe donde está: “Ni siquiera su madre” pero aparece de pronto al final del escrito caminando por la playa al encuentro de él…me chirria un poco.
Así y todo es un texto con buenas imágenes, que plantea un conflicto perfectamente real y un cierre abierto que invita a seguir leyendo.
¡Enhorabuena una vez mas!
Gracias por escribir y compartir, ¡buen verano!
¡¡Nos leemos!!

José Torma

19/06/2025 a las 18:27

Hola Marazul.
Esta vez no llegué a publicar mi relato, pero me doy la vuelta para comentar algunos. Tuve dos historias que no logré cuajar en tiempo y perdí el plazo por muy poco, la diferencia horaria me gastó una broma.
Vamos a tu texto. El narrador se complicó un poco y si cuesta entrar, pero de ahí en adelante, es todo un viaje, evocativo, melancólico. Sientes que conoces a Tim, pero en realidad es una ilusión, una pincelada que deambula por una playa desierta. Sobrecargado de emociones, a mi mente se vino la imagen de Christofer Atkins. No lo sé; tal vez Olga no sea el amor de su vida y él siga buscando a su Brooke Shields, para vivir siempre felices en su laguna azul.
Por ponerme pesado, faltan comas que hubieran hecho la lectura más fluida, pero en el gran marco de las cosas, creo que uno hace las pautas necesarias y cavila y sufre con tu prota.
El detalle de la madre, un error en definitivo. Tal vez su presencia era necesaria, solo que se levantara, se limpiara la arena de la ropa y caminara de regreso, seguro de su decisión. Pero la historia es tuya.
Muchas felicidades y pues si me doy tiempo, volveré a invitarlos a leer mi relato en el blog.
Un abrazo.

José Torma

19/06/2025 a las 18:28

Tal vez su presencia NO era necesaria. Esa era la idea.

Iz Miranda

20/06/2025 a las 11:06

Personalmente, me ha encantado el comienzo (para gustos colores, obviamente).
Empieza con un imperativo sutil “imagina” e, inmediatamente, mi cerebro ha comenzado a pintar la imagen que muestras. Perfectamente además.
El conflicto, la nostalgia, las decisiones… Muy bien enlazadas y mostradas.
El final.. Quizás sí se le podría dar una vuelta, pero me gusta que la decisión la haya tomado con la cajita de cerillas en la mano (evoca a la ayuda de su padre, aunque no esté).
Esta vez no me ha dado tiempo a participar, pero con textos como éste, no podía no pasearme a leer algunos.
¡Os deseo un buen verano a todas y todos!

Pato Menudencio

21/06/2025 a las 14:24

Qué buena historia. El envío invita a que el lector también se sienta cómplice y participante del conflicto interno del protagonista, para dar pie a un final abierto en donde no sabemos si el protagonista sigue con lo que la sociedad pide de él, o toma un camino completamente diferente.
El punto final no es el fin de la historia, sino más bien el punto de partida para que Tim descubra quién es y qué quiere de la vida.
Saludos y felicitaciones.

Verso suelto

21/06/2025 a las 17:29

Hola Pilar, un relato muy bien trabajado que nos va introduciendo poco a poco en el dilema que tiene frito a Tim. Se lee de un tirón sin que nada entorpezca la lectura. A mi solo ha habido una cosa que veo un pco forzada y es lo de la caja de cerillas; va en bañador, sin nada en los bolsillos y yo creo que estas cosas tan importantes se llevan en la mente, pero en fin, para gustos se hicieron los colores. Pero sin cerillas o con cerillas un magnífico trabajo.
Nos leemos

Amadeo

22/06/2025 a las 13:43

Pilar.
Muy emocionante el cuento, se nota la indecisión de Tim: como lector “adivino” la ruptura.
Me gustó cuando el narrador se dirige al lector: Te preguntarás por qué lleva… no te extrañe verle llorar…
Solo dos o tres comentarios técnicos:
Varios sustantivos acompañados por dos o tres adjetivos calificativos (los que saben, dicen… exageración).
La palabra mano, en repetición cercana.
Dices: Se queda de pie mirando al mar, contemplando… Gerundios cercanos y cacofonías.

Felicitaciones
Nos leemos
Cordiales saludos
Amadeo
NOTA: estoy en el Nº1 por si quieres leerlo y comentar.

Mónica Bezom

23/06/2025 a las 22:20

Hola, Pilar.
Nos presentas un texto particular, íntimo, donde todo se ha vuelto interno. Abordas el dilema de Tim deade una narrativa pulcra y poética, dotada de un ritmo melancólico y reflexivo a la vez que involucra al lector. Me ha encantado.
Destaco la sutil señal de la inscripción en la caja de cerillas que su madre -entiendo yo- le ha dedicado a su padre el día de la boda y que obra -dicha inscripción- como disparadora de las dudas e inseguridades que lo asaltan y que va desenredando en ese paseo de playa. Finalmente -a mi ver- se decide por la ruptura de un compromiso que no lo convence y tú lo muestras de modo implícito, al manifestar Tim a su madre que ha “tomado una decisión”.
Me ha gustado mucho.
Te felicito.
Buenas vacaciones.

Patricia Redondo

26/06/2025 a las 09:38

Hola Pilar

Una buena historia , aunque inconclusa (que, confieso, no suelen gustarme , me da la impresión de que el escritor no sabe como cerrar y de ahí el final abierto…).
¿Lo que mas me ha gustado? Sin duda la complicidad que el narrador establece con el lector y que el relato engancha (obvio además que dominas el arte de la palabra y te sale muy bien ).
¿Lo que menos? Demasiado abierto para mi gusto, no solo en final , todo. No acertamos a saber cual es el “problema” de Tim. ¿Está enamorado de otra persona? ¿No acaba de aceptar el compromiso? ¿Es homosexual? ….y un detallito menor, nadie , ni siquiera su madre sabe donde está….pero lo encuentra en la playa…
En cualquier caso es un gusto leerte por que como digo escribes con maestría y eso se agradece. No me busques que llevo un par de meses que no encuentro tiempo para escribir…
Saludos!

Pilar (marazul)

28/06/2025 a las 21:01

Hola queridos literautas. Por fin puedo contestaros y daros las gracias a todos por pasaros por aquí.
A DPA gracias por tu tiempo
A Daniel Calleja: Marie es la madre. De ahí la inscripción en la caja de cerillas el día en que se casó con el padre de Tim. Gracias pos tus palabras.
A Cristina: gracias por tus amables palabras
A José Torma: me gusta conocer la opinión de los lectores. La tuya la tomo en cuenta. Gracias y una pena no hayas participado en esta ocasión.
A Iz Miranda: gracias por tu tiempo. Espero regreses cargada de inspiración.
A Pato: que bueno tu comentario porque efectivamente es lo que he querido transmitir. Gracias.
A Verso: estoy de acuerdo con tu comentario, pero ¿cómo metía la caja de cerillas en una playa?ja,ja…Gracias por tu tiempo.
A Amadeo: Tomo nota de tu comentario. Muchas gracias por pasarte.
A Mónica Bezom: Qué bien hayas entendido el significado de la narración, de lo que quise decir: la lucha de Tim consigo mismo y con la sociedad en la que vive. Hacer lo que los demás quieren o lo que a él le pide el corazón. Efectivamente va a triunfar el corazón porque no está enamorado de Olga y, aunque parezca que el final lo dejo abierto, está claro que romperá con Olga. Gracias Mónica
A Patricia Redondo: decir sin explicar es una de las característica de mis relatos. En esta ocasión el conflicto está en la lucha del chico que quiere romper el compromiso. Ni es homosexual, ni está enamorado de otra. Creo que es una situación que ha pasado y seguirá pasando cuando no se está convencido. El final no quise dejarlo abierto, quise que Tim fuese fiel a si mismo y valiente que rompiera el compromiso. Gracias Patricia por tu visión de la historia.
Un abrazo grande para todos y felices vacaciones

Ismael Tomas Perez

01/07/2025 a las 18:28

Hola Pilar
Muchas gracias por pasarte por mi relato. Siempre sois, los compañeros, de gran ayuda.
Respecto al tuyo, me ha gustado mucho. Ya te he leído muchas veces y siempre me gusta tu registro. Estoy de acuerdo con los compañeros en algún detalle: por ejemplo, si aparte del bañador llevara una camisa, podría perfectamente llevar la caja de cerillas, (si no se ha bañado, claro). También el detalle de la madre, cuando le encuentra, pondría una nota como que se imaginaba que estaba por allí. Ya por ultimo la frase: ” pasar unos días a la casa de la playa de su familia” yo pondría “pasar unos días en la casa de su familia, en la playa” .
Pilar, es mi modesta opinión, Te Felicito y, por supuesto, te seguiré leyendo. Feliz verano

Codrum

17/07/2025 a las 08:51

Hola, Pilar:

Muchas gracias por participar en este taller. Ya he leido tres textos tuyos y siempre me gustan.

Me ha gustado mucho como has introducido al personaje; solo, meditabundo, caminando y observando de donde viene, tomando directo contacto con el lector para hacerle partícipe y cómplice. Lo cual continua durante el texto y me parece un acierto.

La elección del nombre Tim y no entrar en grandes descripciones me parece también un acierto dado el tema que tratas, ya que así todos nos podemos sentir identificados. Una persona común con problemas comunes y universales.

Por ser un poco picajoso te diré que en esta frase me sobra “sabe donde está” Nadie conoce su paradero, ni tan siquiera su madre sabe dónde está.
Creo que no tienes problema de palabras, pero en otro caso te vendría bien fijarte en eso para “ahorrar” palabras. Creo que la frase queda más contundente si dices : ni siquiera su madre.

Me ha descolocado un poco los pensamientos que se inician con: ” ¿Y él?… No sé si debería poner en tercera o primera persona.

Y ahora el texto.

No hay duda de que usas las palabras del taller de un modo acertado.
Usas de tópicos como la playa para meditar y relajarse con el vaiven de las olas y la dura decisión de anclar tu vida a una persona. Mas le das un trato cercano y acertado. Desde tu punto de vista.
Las palabras que has elegido son acertadas y hay metáforas muy bonitas: Nubes de lluvia…

El ritmo reflexivo y la actuación del narrador me parecen los mejores aciertos.

Me gustaría saber que ha hecho Tim. Cúal fue su decisión final.

Gracias por compartir tu trabajo.

Pd: si tienes algún comentario a mi reseña, por favor, responde en mi texto. ( no hace falta que lo leas o lo comentes si no quieres) es simplemente para no perderme tu comentario

Codrum

01/08/2025 a las 17:59

Gracias por tu comentario a mi texto y la respuesta del tuyo.
Agradezco tus palabras y siento haberte “obligado” a leerlo 2 veces.
Como dices me me tomo el reto del taller como una sala de experimentos y este me resultó muy difícil dado que quería hacer un acróstico y dar pistas al lector de que esto no iba a ser un texto normal.

Otra vez saldrán otras cosas que junto con , como tú dices, las lectura de otros textos, las críticas que recibimos y los consejos de esta maravillosa página, nos harán mejores escritores. Y si no mejores escritores – que de donde no hay no se puede sacar 🤣- pues al menos nos entretenemos.

No había escuchado nunca el refrán ese de ponerse rojo una vez… ¡me lo quedo !

Un saludo y que tengas buenas vacaciones

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