Literautas - Tu escuela de escritura

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Crucero con suerte - por Ismael Tomas PerezR.

Web: http://www.gigantedealgodon.blogspot.com

El barco hizo su primera parada en la isla griega de Mikonos, como tenía previsto. No pudo atracar en el puerto, debido a que ya había otro crucero en él y es un enclave pequeño.
. El día anterior había sido solo de navegación y estábamos deseosos de pisar tierra firme, un día entero con su noche anterior y la posterior en el mar,
Ese día tuvo multitud de actividades, tanto en el interior como en las diferentes cubiertas, para poder pasar el día lo más animado posible: organizan bailes, espectáculos, talleres, concursos y todo tipo de entretenimientos con la intención de no parar de disfrutar, además dispone de sus piscinas y solárium por si quieres estar más relajado.
Normalmente el barco viaja de noche y cuando la distancia es muy larga, ese es el día que no hay paradas.
Llegados ya, después de desembarcar en barcazas que hacen el trayecto entre el crucero y el puerto, nos espera el autocar que nos va a hacer la visita guiada para ver lo más importante de la isla.
Es muy curioso que en las escasas carreteras hay infinidad de pequeños altares, Son la huella de que ahí hubo un accidente mortal, al igual que en España se ponen ramos de flores. Esto es la señal de luto que los griegos tienen hacia sus seres queridos, familiares o amigos que han perdido. Es una señal de gran respeto para toda la gente.
Estuvimos, prácticamente todo el día, visitando la isla, sus calles empedradas, encrucijadas, sus bazares y tiendas con infinidad de souvenirs. Así mismo, con sus múltiples restaurantes y terrazas, casi todas con vistas al mar.
Esa tarde, ya muy cansados, nos sentamos en una terraza a tomar unos refrescos. La atención de la gente, por supuesto es extraordinaria, saben muy bien que su fuente de ingresos es el turismo. Disfrutamos de un descanso y unas buenas cervezas, eso sí, muy caras, y cuando nos trajeron la cuenta en la bandeja había una pequeña caja de cerillas con una curiosa inscripción. “Eleftheria i thánatos”. La guardamos sin darle la menor importancia, pero llenos de curiosidad por la frase y regresamos al buque.
Al llegar la noche, después de la cena, pasamos a un salón a tomar una copa donde, casualmente, contactamos con un oficial del barco que se encontraba libre de servicio, que nos invitó a sentarnos en su mesa.
No tardamos en preguntarle por el significado de la frase, así como porque nos habían dado esa caja de cerillas en aquella terraza. No vimos que a nadie más le hubieran puesto ese detalle.
El oficial nos miró extrañados, al igual que a aquel objeto. Nos comentó que era un detalle que se daba a alguna persona muy especial, o que parecía que tuviera algún poder oculto. También que podía ser una premonición.
Nos explicó que la bandera griega esta compuesta por nueve líneas blancas y azules, igual que las sílabas de la frase y que hacen referencia al lema del país, que significa “libertad o muerte”.
Quedamos muy atónitos por ese mensaje y, tras un buen rato de charla con él, nos dirigimos al camarote Según llegábamos por el pasillo vimos que realmente, algo había sucedido, había varias personas en las inmediaciones y la puerta abierta.
En el camarote, una parte del lateral del techo que sujetaba una litera se había desprendido y al caer había destrozado la cama que había debajo.
Realmente no usábamos las literas, pero casi con seguridad, si no hubiéramos estado charlando con el oficial y pasado ese tiempo en el salón, seguramente nos hubiera caído encima causándonos un desgraciado accidente.
Increíblemente, no volvimos a ver la caja de cerillas. En un principio creímos que la habíamos olvidado en el bar, pero después de regresar allí, nos dijeron que no habían visto nada.
Insistimos porque queríamos conservarla de recuerdo y, cuando volvimos a preguntar mencionando al oficial que había estado con nosotros charlando y que nos enseñó el significado de la frase, un escalofrió nos recorrió toda la espalda. El oficial del que hicimos mención, había muerto hacia un año a causa de un accidente en su camarote al romperse la cama donde dormía, causándole una horrible hemorragia que acabó son su vida en minutos.
No pudimos ya disfrutar mucho del viaje, y tampoco podíamos creer la suerte que tuvimos.
¿La caja de cerillas, realmente, fue una premonición?

Comentarios (4):

DPA

18/06/2025 a las 12:11

Buenas Ismael,
me ha gustado tu relato, creo que planteas un misterio muy interesante y el final realmente te deja con ganas de más en el buen sentido.
Sí que creo que se puede revisar de escritura, ya que aunque está bien escrito, hay algunas frases que me suenan un poco extrañas, como: “Llegados ya, después de desembarcar en barcazas que hacen el trayecto entre el crucero y el puerto, nos espera el autocar que nos va a hacer la visita guiada para ver lo más importante de la isla”.
También al inicio del último párrafo usas la expresión “increiblemente”, que también me hace un poco de ruido.
En general está bien escrito y el misterio engancha de verdad. Te felicito.
Un saludo.

ABAL

21/06/2025 a las 07:07

¡Hola, Ismael! El principio es una buena guía de viajes y dan ganas de viajar a Mikonos. Deberían contratarte en la oficina de turismo de Grecia. Has trasmitido bien la satisfacción de viaje. El giro que le has dado a la historia me ha gustado por que de lo simple y anecdótico has pasado a otra historia premonitoria con tanta normalidad que se hace hasta creíble. Bien hilada ¡Enhorabuena!

Verso suelto

21/06/2025 a las 17:21

Hola Ismael,
Lo primero agradecerte tu lectura y comentarios. La historia fantástica de tu relato me ha parecido muy original, ese juego con planos temporales distintos está muy bien hecho. Y en lo formal, se deja leer de un tirón. En resumen, un relato redondo al que poco o nada se puede añadir. Lo único que te sugeriría es equilibrar más las dos partes del relato, creo que es más importante la segunda donde está el meollo de la historia y quizá yo le daría más peso, incluso la anticiparía haciendo aparecer al oficial al principio con algún leve indicio de extrañeza. Pero en fin, s por no quedarme callado, como está está muy bien.
Nos leemos.

Pilar (marazul)

27/06/2025 a las 19:54

Hola Ismael, te comento:en cuanto a la forma se lee bien y no existe problema para entender el significado de la historia. Es verdad que algunas cosas se pueden mejorar y te pongo algún ejemplo: “ese día tuvo multitud de actividades”. Lo correcto sería decir, si quieres usar el verbo tener: “ese día tuvieron lugar…”. Pero yo utilizaría el verbo haber, y quedaría así: “ese día hubo multitud de actividades.
También lo que ya te han apuntado de : “desembarcar en barcazas”, con desembarcar creo que sería suficiente, o desembarcar en unas lanchas grandes. Hace el efecto de cacofonía y suena raro.
En cuanto a la puntuación creo que no está de más repasar los apuntes que nos da Iria (a esto me apunto yo también je,je…)
En realidad son pequeñas cosas a corregir, pero como estamos aprendiendo pues me permito opinar con toda mi buena intención.
En lo referente al significado hay una clara diferencia entre la primera parte que se lee como un relato de viajes, muy descriptivo, y la segunda parte en donde a partir de la aparición de la caja de cerillas comienza el nudo, el conflicto. Me gusta la historia, como utilizas la caja de cerillas y esas dos palabras en griego —intriga a tope—, y aún más cuando se descubre que ese oficial había muerto.
Encantada de haberte leído Ismael. ¡Ganas de un viajecito por las islas griegas!

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