Literautas - Tu escuela de escritura

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Aquel día gris... - por DanteR.

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—Terranova… No esperaba verte… hoy… —dijo Alberto entrando a la sala de profesores.
—Laurent, algún día tenía que ser el primero…
—Si querés charlar, estoy…
Esa fecha no se podía calificar en sus clases de Filosofía ni en las mías de Literatura. Era, simplemente, un día de mierda.
Se cumplían cinco años desde que David… Pensar que nuestra luna de miel en aquella isla parecía ayer…
Aunque nunca me vestí de luto y ya había hecho el duelo, ese aniversario era insoportable. Cada vez.
Para disipar esas tinieblas, decidí salir un rato. Al atravesar el pasillo, vi a Lisa hecha un ovillo en un rincón.
¿Quién lo hubiera imaginado apenas un año atrás? La más linda, la “reina”, así…
—Hola, Lisa. ¿Qué te pasa?
—Nada, profe…
—Nadie llora por nada… —Me agaché y toqué su mejilla—. Vení.
Volví a la sala con ella, la hice sentar y le serví un café.
—Clara, el sábado es el cumpleaños de Ian —dijo preocupada.
—Lo sé.
—Su mamá me contó que, desde que murió su hermano, ese día es horrible para él. Encima, tampoco tenía a nadie antes de entrar a nuestra escuela.
—Vos querés que este sea distinto. —Sonreí—. Eso sí que es amor.
—Yo era la diosa de la escuela. Intocable, adorada… de piedra… Una vida vacía. Y él…
Lisa intentó secarse las lágrimas con su mano. Abrí mi cartera, le di uno de los pocos pañuelos que me quedaban y acaricié su cabello.
«¡Cuánto cambiaste, chiquita! Te encontraste a vos misma, tenés amigos de verdad y una relación hermosa con Ian», pensé con alegría cuando, de repente, tuve una idea…
—¿Y si le hacemos un regalo inolvidable…?
—¡Sí! —Abrió sus ojos azules, llenos de esperanza
Justo se abrió la puerta y entró una figura que rozaba el dintel.
—¡Antonio! ¡Caíste del cielo!
—Buenos días, Clarita. ¡Cómo brillan esas esmeraldas! ¿Qué traés entre manos? —devolvió con una sonrisa enorme, enmarcada por su barba
—¿Me traés al “grupete”, sin Ian?
En cinco minutos el preceptor hizo entrar a Juan, Marina, Andrea, Verónica, Itatí, Gustavo y Tomás.
—Hola, profe —saludó Marina—. “El Che” dijo que era urgente…
—El sábado es el cumpleaños de Ian. No hay tiempo que perder —contesté mientras anotaba unos títulos en un papel—. Gus, ¿podés hacer una versión acústica de estas tres canciones?
—¡Sí, contá con la viola! —replicó—. Juani, desempolva el teclado…
—Hace un siglo que no toco…
—Te ayudo —insistió Gus—. Maru, ¿te animás al cajón flamenco?
—No tengo idea, pero por Ian… ¡De una! —aceptó Marina, mientras sus ojos azules chispeaban—. ¡Vos, jugate! —Golpeó en el hombro a Juan, que le respondió desordenando sus rulos.
—Dale, Juani… —suplicó Andrea, quien, esbelta como era, parecía encogerse. Marina la miraba de reojo.
—Listo, me rindo. Ganaron las dos.
La cara de Lisa brillaba. La mía también.
—¿Y nosotras? —preguntó Andrea con timidez.
—Baronesita, no hay show sin ambientación… —le contestó Marina.
—¡Más vale! —acotó Itatí.
—Entonces Iti y yo preparamos los carteles y el escenario —dijo Andrea, mientras sus ojos marrones desbordaban de alegría.
—¡Yo me encargo de los globos! —exclamó Vero, mientras Gus no apartaba su mirada de ella.
—Yo filmo —agregó Tomás—. Si no lo hace el filmmaker…
Nuestras risas inundaron la sala: el plan ya estaba en marcha.
—¿Y yo? —me preguntó Lisa.
—Vas a ser la atracción principal: la reina, la cantante del grupo…
—¡The Queenie’s! —exclamó Marina.
—¿Lo hacemos en el patio de mi casa? —consultó Gus.
—Dale. Mi mamá prepara la torta —añadió Juan.
—Quiero pedirles algo… —dije, entregándole a Lisa mi caja de fósforos—. Úsenla al prender la vela.
—Tiene una inscripción en latín…
—“Elige los corazones que encenderás”. Fue un regalo de alguien muy especial… —Parpadeé reprimiendo las lágrimas—. Para momentos como este…
Y al fin llegó el sábado…
Yo fingía estar sola en el patio cuando llegara Ian. Carla, su tía y gran amiga mía, empujó la silla de ruedas hasta dejarla en el centro.
—¡Profe! ¿Vos, acá? —preguntó sorprendido.
En ese instante se escucharon los primeros acordes y cayó el telón. Lisa, que llevaba un vestido rojo rubí y una diadema ceñida sobre su cabello rubio, comenzó a cantar “Can’t Take My Eyes Off You”.
Bajó del escenario, besó a Ian, se sentó en su falda y, mirándolo a los ojos, siguió cantando.
Aquella silla se convirtió en un trono, y esa noche —que nos dejaría una huella imborrable— recién empezaba…
«Amor, ¿ves que elegí bien los corazones que encendí?», pensé mirando hacia el cielo estrellado.

Ccomentarios (1):

Lupa Sívori

18/06/2025 a las 16:52

¡Dante! Tu cuento tiene un corazón enorme. Está lleno de emociones sinceras, buenos climas y un mensaje conmovedor sobre el amor, la pérdida, el renacer y la comunidad. Me gustaron los diálogos, que suenan muy naturales.

Acá va una devolución constructiva y un par de sugerencias que se me ocurren para mejorarlo, tanto en contenido como en forma:

1.- Inicio más fuerte:
El diálogo inicial entre Alberto y Laurent (Terranova) queda desconectado. No se desarrolla ni se entiende su relación con el resto. Si no va a tener peso en la historia, conviene sacarlo o usarlo mejor como un contrapunto simbólico (quizás representa un pasado o una historia de pérdida paralela).

2.- Claridad del narrador:
Sabemos que quien narra es “Clara”, pero eso queda claro recién avanzada la historia. Podés nombrarla antes o dar pistas más concretas de entrada.

3.- Diálogos mejor diferenciados:
A veces cuesta seguir quién habla. Una mejor puntuación, uso de verbos de habla y organización de párrafos podría ayudar.

4.- Reducción de personajes secundarios:
Son muchos nombres (¡nueve del grupete!), lo que hace que algunos queden apenas mencionados. Podés recortar un poco o darles roles más definidos y memorables.

5.- Cuidado con los clichés:
“La reina”, “la más linda”, “la diosa” y “la vida vacía” son frases algo trilladas. Podés mostrar ese cambio de Lisa con un detalle más original (algo que solía hacer antes, cómo trataba a los demás…).

6.- Clave: revisar algunos lugares comunes:
Ejemplo: “esos ojos azules llenos de esperanza” o “besó a Ian y lo miró a los ojos”. Tal vez puedas buscar formas menos previsibles de describir lo que sienten o transmitirlo con acciones más sutiles.

¡Espero que sirva!
¡Saludos!

LUPA
@ViajarLeyendo451

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