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La niña fantasma - por Karin UrdialesR.+18
Web: https://urdialeskarin.blogspot.com
La niña fantasma
Martes, 7 de octubre de 2025, once y veinticinco de la noche
Hoy me he pasado el día entero asesinando y asesinando y asesinado otra vez a la niña fantasma.
Estoy en mi puesto esta mañana y las llamadas no paran de entrar y no me dejan ni un respiro. Hago reservas de habitaciones de hoteles para gente que hace viajes que yo nunca me podré permitir, rodeado de personas sin imaginación ni aspiraciones. A cada llamada reniego de todos mis principios y digo la frase que me obligan a decir: “le reconfirmo la reserva”, en lugar de la que me gustaría que me dejaran decir: “le confirmo la reserva”. La niña fantasma se sube a mi mesa y se me queda mirando altiva con su vestido blanco de fresitas, su diadema de plástico y su aterradora sonrisa de siempre.
—Estoy en mitad de una reserva —le digo—, ¿te importa?
—Si de verdad la reserva fuera tan importante para ti no creo que me hubieras llamado.
—Disculpe un segundito, por favor —le digo al agente de viajes que está al otro lado de la línea y que no tiene la culpa de nada.
—Si de verdad crees que este trabajo no va a ninguna parte y es un desperdicio de vida, sabes que tienes otras opciones, ¿no? —me dice.
Es muy difícil hacer reservas y mantener la calma cuando la niña fantasma te mira tan fijamente y tiene los pies encima de tu mesa, junto al teléfono. No es plan. Así que la agarro por la cintura, me la subo al hombro y me la llevo hasta donde está la trituradora de papeles, y ahí que la meto empezando por el pelo y hasta la mitad de la cabeza, donde se queda atascada. No sabía que tuviéramos tanta sangre en el cerebro: se ha puesto todo el suelo perdido y me he manchado la camisa y la corbata.
Durante la comida ha estado especialmente pesada y he acabado por estrangularla discretamente debajo de la mesa para poder por lo menos tomarme el café tranquilo. Después, en mitad de una llamada con una vieja bruja que quería un hotel sin moros en Marruecos, la he estampado contra la pantalla del ordenador —que se ha caído al suelo y curiosamente no se ha roto— y la he rematado a base de golpes de teclado en la cabeza. Teclas, dientes y sangre por todas partes. He pasado después por casa de mi padre para llevarle los imanes de neodimio que me había pedido que le comprara y la niña fantasma apenas me ha dejado hablar con él. La he tirado por la ventana del patio interior y me he quedado viendo cómo caía desde el octavo hasta el bajo. Ha dejado una curiosa huella en el suelo.
Durante la cena en casa me ha dejado un rato tranquilo, pero tampoco ha tardado mucho en tomarse nuevamente la venganza. Estaba en el sofá viendo una serie bastante decepcionante con Alicia, que se ha quedado dormida apoyada en mi hombro, cuando la he visto de nuevo.
—Si de verdad crees que tu relación con Alicia no va a ninguna parte y que le estás haciendo perder el tiempo, sabes que está en tu mano encontrar una salida, ¿no?
He dejado a Alicia medio tumbada en el sofá y me he llevado a la niña fantasma agarrada por la muñeca hasta la cocina. He llenado de agua el fregadero y la he ahogado poquito a poquito, metiéndole la cabeza a la fuerza a intervalos irregulares, unos más cortos y otros más largos, hasta que ha dejado de respirar y de toser y de hacerme preguntas. Luego he ido a lavarme los dientes y a pasarme la seda dental y después he llevado a Alicia a la cama con mucho cuidado para no despertarla. Le he quitado las gafas y se las he dejado en la mesilla. Le he quitado también las zapatillas y la he tapado con el edredón y me he vuelto al salón, donde me he puesto a escribir esta entrada en el diario. En breve me iré a la cama yo también, pero sé que me despertaré en mitad de la noche para ver cómo la niña fantasma me mira impertérrita, condescendiente y sonriente, desde su sitio favorito junto al armario, igual que antes de anoche, que anoche y que mañana por la noche.
Comentarios (7):
Karin Urdiales
20/10/2025 a las 09:42
Disculpas por la errata en la segunda línea: “asesinando y asesinando y asesinaNdo”.
José Torma
21/10/2025 a las 00:08
Hola Karin.
Mira que contigo es mejor tener la fiesta en paz eh. Tu relato cumple el propósito de entretener, no digo que el tema de miedo, fantasma latoso y todo incluido. Mis películas favoritas son las de Destino Final, me encanta ver cómo se las ingeniaba la muerte para recuperar a la gente que no debió sobrevivir al accidente.
Tu aquí nos muestras opción tras opción y uno tiene que admirar la determinación de la niña de volver cada vez, a pesar de saber su destino. Una pega, no sabemos el porque de la venganza. Arrancas dándole peso al tema de los viajes y luego lo olvidamos por seguir buscando maneras de deshacernos del molesto Gasparin. Una línea o dos dándonos contexto, me hubiera gustado bastante.
Yo intuí la falta de la n en el tercer asesinando, he leído tu relato unas cuantas veces ya y solo al ver tu comentario me ha brillado una luz en el entendimiento para ver que eso era lo que me hacía brincar al leer la línea.
Me ha gustado el tono y fuera de la n que ya mencionamos, yo no encuentro detalles dignos de ser mencionados, un estilo definido y la idea clara. Tal vez más palabras, nos hubiera dado mejor idea del porqué estaban pasando las cosas.
Buen relato. Muchas felicidades.
Pableravsky
22/10/2025 a las 19:54
Me encanta. Lo que más me gusta es que no le des una explicación y que el final sea abierto. Y el efecto del principio está muy bien conseguido con ese “hoy me he pasado el día asesinando, asesinando y asesinando…”. Cualquiera diría que, con ese comienzo, tu historia ya sólo podría ir hacia abajo pero no, consigues mantener mi atención como lector y que la tensión no baje. ¡Enhorabuena!
Verso suelto
24/10/2025 a las 10:47
Hola Karin. Lo primero agradecer tu visita. Sobre tu relato te diré que me ha parecido sobresaliente, personificas perfectamente esa relación que todos tenemos con nosotros mismos echándonos en cara nuestra indecisión/cobardía… Hay detalles muy buenos en el texto. Me ha gustado especialmente “su vestido blanco de fresitas, su diadema de plástico y su aterradora sonrisa de siempre”. También lo de los imanes de neodimio, que dan un contraste muy interesante al relato.
Muy buena la crítica al mal uso que hacemos del lenguaje (le reconfirmo la reserva).
Una cosa que me ha ocurrido al leerlo es que pensaba que el personaje protagonista era una mujer, ¿por qué? no lo sé.
En resumen, un trabajo de diez.
Moldy Blaston
24/10/2025 a las 11:29
Hola Karin, con mucho gusto he leído tu relato y te doy mi opinión.
Tu relato tiene una atmósfera extraordinariamente lograda, donde fundes lo cotidiano con lo inquietante de forma muy natural. Es una metáfora poderosa, un desdoblamiento del malestar interior del narrador que convierte la rutina laboral y emocional en una pesadilla íntima. Tienes una gran habilidad para retratar la monotonía con un tono irónico que no pierde elegancia, incluso en medio de la violencia. Tu lenguaje es fluido y visual, consiguiendo imágenes impactantes sin acudir a exageraciones innecesarias. La narración en primera persona potencia la credibilidad del delirio, invitando al lector a participar del conflicto interno más que a juzgarlo.
En definitiva tu relato transmite madurez creativa y valentía expresiva: una excelente base para animarte a seguir desarrollando universos donde lo real y lo psicológico se mezclen con tanta eficacia.
Si quieres puedes pasarte por el mío #15 y me das tu opinión. Nos leemos!!!!
Karin Urdiales
24/10/2025 a las 23:22
Muchas gracias José Torma, Pableravsky, Verso suelto y Moldy Blaston por los comentarios y por las buenas palabras. Es la primera vez que participo en esto y se agradecen mucho los ánimos.
Carlos Tabada
29/10/2025 a las 14:30
Hola Karin. A mí también me encanta este relato. Bueno, igual más que encantarme es que me ha alegrado un poco el día, y lo encuentro estimulante en varios sentidos. Obviamente, ninguno de ellos es el estímulo de asesinar niñitas blancas con vestidos de fresita, y negaré ante el juez cualquier interpretación en ese sentido. Me refiero a que es sangriento y cómico, llama al análisis de la psique y al tiempo banaliza cualquier intento en ese sentido, es paranormal y también cotidiano… De verdad que me ha gustado. No tuve tiempo de subir relato este mes, a ver si el mes que viene me animo y si quieres, me devuelves la visita.