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El Álbum de Fotos - por Rafael RicardoR.
Lunes
Conozco este lugar. Entré a la habitación; las sábanas estaban desordenadas. Vi mi ropa en el piso, pero no era mi cuarto. Curiosa, abrí un nochero y vi un álbum de fotos. Al ojearlo, había alrededor de veinte niños y niñas; unos solo bebés, otros casi adolescentes. Lo cerré. De repente, sentí una pesadez en el cuerpo y desperté. Ahora todo era claro: fue un sueño. Miré la hora. ¡Al trabajo!
Viernes en la Noche de la semana anterior.
Dafne estaba con sus amigas en un café. Una de ellas les propuso ir a la feria a ver artesanías y artefactos. Aceptaron. Después de contemplar bellas, extrañas y cosas raras, vieron algo que decía: "La suerte del tarot". Entraron y hablaron juntas sobre qué deberían preguntar.
En el turno de la lectura de Dafne, todas le dijeron a la tarotista que cuál sería el amor de su vida, porque ella rechazaba a todos y ya no quedaban opciones, solo citas a ciegas. Se burlaron un rato de tener que casarse con un consolador, y hasta la tarotista sonrió. Esto duró hasta que le tocó ver la carta que le deparaba la suerte en el amor a Dafne: El Tres de Espadas.
Todas guardaron silencio. Una de ellas dijo: "¿Qué tiene que ver que tenga las espadas con el corazón cruzado por espadas?"
"Nada bueno", respondió la tarotista. "Nada bueno te depara, y no creas que los has rechazado ni que es tu destino un karma por ello. Las vicisitudes de la vida son así".
Lunes en la Noche
Suena el móvil. Dafne contesta:
—Dafne, ¿cómo estás?
—Bien, ¿qué quieres, Juana?
—Conocí a un tipo, te lo voy a presentar. ¿Dónde estás?
—En el trabajo. Ven, estamos cerca, en el café de la esquina —susurrando le dijo—: Espero que no lo rechaces como siempre.
Al llegar al café, ojeó hasta ver a Juana. Se acercó; de espaldas estaba él:
—Hola Juana.
—Dafne, mira, te presento a Juan. ¡Qué curioso, Juana y Juan, cierto, Dafne!
Dafne se sentó y lo miró sutilmente. Él le habló sobre su trabajo desarrollando redes de seguridad para transacciones bancarias, por lo cual debía viajar mucho a diferentes países y diferentes bancos y sus sucursales en distintas ciudades. Incluso le mostró muchas fotos.
Juana, un poco imprudente, dijo: "Dafne siempre rechaza a todos, y tú, Juan, de tanto viaje no has podido conocer a una mujer y asentarte. Espero que se lleven bien".
Martes
Suena el móvil y Dafne contesta.
—Soy Juan. Le pedí tu número a Juana. Me pidió que te recordara que no me rechaces. Voy a quedarme unos días. A propósito, soy de aquí y tengo mi apartamento. Me gustaría hablar. Te invito a cenar, ¿qué tal el jueves?
Acordaron el jueves después del trabajo.
Jueves
Dafne llegó al restaurante, observó pero no buscó a Juan. Se percató del código de vestimenta y dudó un poco si estaba muy formal. Pensó: "Soy la misma de carne y hueso con lo que me ponga". Volvió a mirar y no lo vio; cuando sintió una mano tomándole el codo.
—Hola Dafne, ¿cómo estás?
—Ahh, hola. Me asustaste. Mira, aquella es la mesa. La reservé.
Pidió un vino y cenaron. Él se veía elegante y su conversación era bastante madura. Debe ser al tener que vivir tanto tiempo solo, y eso le causó curiosidad.
—¿Siempre has vivido solo?
—No, he tenido algunas relaciones, pero se acaban, o me engañan por estar tanto tiempo sin un lugar fijo. Todas me dicen que se aburren, pero bueno, ahora estoy contigo.
Habló un poco de sus viajes y le mostró fotos de diferentes lugares del mundo, siempre diciendo que lo mejor era terminar la tarea del día y recorrer la ciudad. Le comentó que tenía muchas fotos; si quería, las veía en su apartamento.
Aceptó, y lo que fue una inocente propuesta se convirtió en besos y caricias.
Al despertar, sintió ese déjà vu e de inmediato abrió con cuidado el nochero. Le palpitaba el corazón al ver el álbum que soñó. Al abrirlo, tenía un candado. "Qué suerte la mía", pensó. "¿Qué tendrá allí?"
En ese momento se acordó de la carta del tarot: "¿Será que tendré la misma suerte que sus exnovias?"
Volvió a sonar el móvil. Era un mensaje: "No hagas nada con ese tipo, en sus viajes dejó muchos hijos. Es su gran secreto".
Ccomentarios (1):
Enzo Farías Molina
18/11/2025 a las 16:24
Rafael, un gusto leer tu texto. No soy muy partidario de criticar la parte creativa de los relatos, esa libertad le pertenece, según mi parecer, solo a uno como mismo, cómo creador. Respecto de la técnica (situación no menos compleja), tu texto está bastante bien hilvanado y es de fácil lectura y entendimiento. Me gustó y creo que podría desarrollarse con mayor amplitud que estás 750 palabras que permite el reto, y de ser así, creo que ganaría mucho más aún, sobre todo en cuanto a rítmica. Saludos!