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LAS SIETE FRAGANCIAS - por GitaR.

LAS SIETE FRAGANCIAS

Aquella noche fue igual, llovía copiosamente. La fluctuación de la energía iba y venía constantemente. Hasta que todo quedó en oscuridad total. Sólo la luna se mostraba tal cual, redonda y luminosa.
La abuela había rebuscado entre sus cosas, aquellas que ocultaba de todos. Debía resguardar su secreto, pero para ello ideó un plan perfecto: depositarlo en otra persona.
Para tranquilizarse se fue a la cocina, en tinieblas, se desplazaba con comodidad, tranquila a pesar de todo. Encontró las cerillas en el lugar de siempre, giró el botón dejando que saliera el gas. Frotó la cabeza de dos fósforos al lateral de la caja que los contenía, gastada ya por su uso. La combustión dejó ver la llama instantáneamente. En tanto llenaba de agua y café la cafetera. El agradable aroma se extendió por la cocina, ocupándola toda. Se tumbó en la silla y se arrellanó en ella, sin la intención de levantarse, disfrutar del aroma y organizar sus ideas.
De espalda a la puerta, se dejó sentir el crujido de una llave rozando.
Sobresaltada, se incorporó sin hacer mucho ruido. Llevó una de sus manos al bolsillo donde había guardado aquella fragancia por tanto tiempo, en tanto el mapa lo dejaba dentro de la funda de su almohada.
Más de un asesinato se había cometido siglos atrás por obtener estas reliquias. Ahora, ha vuelto a comenzar la pesadilla.
Aquel mapa amarillento y desgastado por el tiempo, refugiado a la sombra de los siglos mostraban manchas de humedad, junto a líneas borrosas que difuminaban sus trazos originales, asimismo las inscripciones hechas a mano, manifestaban un cambio de color perceptible, en un idioma tan antiguo como el propio papel. Parecía una invitación a desentrañar los secretos ocultos que escondía cada línea, cada símbolo. Lo que aumentaba su significado más profundo y misterioso.
El mapa era una pieza excepcional, confeccionado en el siglo XVIII. Detallaba un territorio desconocido, destacaba en el centro "Las Siete Fragancias” más buscadas y valoradas en aquella época.
Estas esencias mencionadas en textos bíblicos y tradiciones ancestrales que incluían especies y aromas como la mirra, la canela, el incienso, el nardo, el cedro, el sándalo y el mirto, cada una representadas en el centro del mapa mediante símbolos arcanos y notas que indicaban sus procedencias y el camino para llegar a ellas, muchas de lejanas regiones como Arabia y la India.
La historia del robo implicaba a un monje interesado en las reliquias y con conocimientos ocultos ejecutó el robo con la ayuda de otros frailes disconformes. El padre Julián, que así se llamaba, al intentar vender lo robado en el mercado negro europeo, fue ultimado y las piezas desaparecieron sin dejar rastro.
Algunos historiadores y aventureros fueron persiguiendo las pistas por donde quiera que pasaban. Al parecer pudo caer en manos de coleccionistas privados. Por lo que la leyenda sigue siendo un misterio, lleno de secretos y tenebrosidad por obtener el poder de los aromas sagrados.
─ Abuela, ¿estás ahí?
Un suspiro de alivio se dejó escuchar. La sonrisa de la abuela se asomó a sus labios al ver la silueta de la diminuta figura de su nieta.
Recién salida de la universidad, ya se desempeñaba como guía turístico en la ciudad.
─ ¿Cómo estuvo tú día de hoy?
La abuela había puesto tan solo unas gotas de la preciada fragancia mezclada con esencia de café, deseaba conocer el resultado al llegar su nieta.
─ Abuela, todo estuvo bien, como siempre. Ahora que recuerdo, un señor mayor se acercó a mi para preguntar el nombre del perfume que llevaba y el lugar dónde lo había comprado.
─ ¿Qué le has dicho tú?
─ ¡Cosas de mi abuela!
La abuela se quedó pensativa dándole vueltas a su cabeza a una pregunta.
─ ¡Ah!, el resto del día, no dejó de escudriñarme con la mirada.
El nardo simbolizaba la pureza y el amor divino, su aroma dulzón, sensual y duradero trasmitía elegancia y suavidad. Suave y sutil, para un “narices”, no fue desapercibido.
Al mezclar el perfume con la esencia del café resultó ser una nueva fragancia, exquisita y diferente, pero para un experto, la fragancia del nardo no podía ocultarse.
Una sombra se deslizó y agazapado en la oscuridad observó a la joven que momentos antes lo había dejado en el hotel junto al resto del grupo de turistas. Su obsesión y búsqueda después de tantos años, había dado fruto. Con malas intenciones, llegó, pero descubrió que la abuela, era una pariente.

Ccomentarios (1):

Codrum

18/12/2025 a las 18:34

Hola Gita:
Me ha tocado a mí el gusto de comentar tu relato y la verdad que no sé ni por dónde empezar.

En una primera lectura, con la primera frase dije: ¿de qué va esto?
Luego empecé a leer el relato y me fascinó el modo en que describes la cocina y lo que allí sucede.

Continué leyendo y la historia del mapa me chocó. Es un cambio muy repentino. Está muy bien escrito, pero me pareció como que comenzaba otro relato completamente diferente .
Luego, cuando llega la nieta sentí que era un tercer relato.
Y con el final dije : pues me apetece volver a leerlo.
Y eso hice, pero ya con papel y boli.

No soy un experto ni nada por el estilo. Toma esto como posibilidades o dudas de un lector mediocre.

El texto comienza : Aquella noche fue igual…. Pero creo que no nos dice a qué.
El contraste entre que estaba nerviosa y se movía tranquila , me chocó un poco. Podrías haber usado “se movió segura”
Luego dices que se sentó en la silla sin intención de levantarse, disfrutar del aroma.
Creo que esa , se podría cambiar por algún otro conector. Así parece que no quería disfrutar del aroma.

Aunque es muy intencionado para contar la historia del mapa, me chocó mucho que justo comience esa narración cuando nota movimientos en la puerta. ¿La señora está nerviosa, nota que algo está pasando y cuando algo la perturba, divaga en la historia del mapa? Me resulta un poco raro. Efectivo, pero raro.
Luego dice que guarda el mapa en la almohada. ¿ sigue en la silla de la cocina? ¿Tiene almohadas ahí? A lo mejor usas almohada como sinónimo de cojín y yo no lo entendí. Para mí es lo que se usa en la cama para reposar la cabeza. Por eso me chocó.

En un momento después dice: Ahora, ha vuelto a comenzar la pesadilla. ¿ por eso está nerviosa?y aún así pone en peligro a su nieta.

Hay un pequeño fallo de concordancia en la sombra de los siglos mostraban. Creo que la n final sobra.

Cuando haces la enumeración de las siete especias usas la siguiente fórmula: incluía especias como… y enumeras las siete. Eran todas las que estaban en las islas, ¿no?
O hace referencia a que hay más especias en el mapa. En mi cabeza el “ incluía especias como” señala que se van a enumerar algunas del total, pero no todas.

En esa frase también dices: el mirto, cada una representadas en el centro del mapa mediante.

¿ como quedaría si pones punto después de mirto? Se me hizo un poco larga la frase.

Me han entrado dudas de si es dar vueltas a su cabeza o en su cabeza.

La señora cafetera juega con la esencia por la mañana y se toma un cafezazo por la noche para no dormir. Jejeje.

En serio me ha parecido un relato muy interesante. Algún fallo como todos los que hay por aquí , completamente perdonable.
La historia tiene unas descripciones muy buenas, una aventura a las puertas y una lucha entre bandos que promete ser legendaria. (Los narices no me caen bien.)
El tono y la estructura hace que el texto se lea muy fácil.

Enhorabuena por tu relato.
Espero que mis palabras no te incomoden y si quieres responder a algo de lo que te he planteado aquí, hazlo en mi relato. ( nr18) no hace falta que lo leas, pero es más fácil de encontrar .

¡Buen trabajo!

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