Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Equivocados. - por manuti

Web: http://masmanuti.wordpress.com/category/microrrelatos/

Siempre que veo el cuadro sonrío. Recuerdo perfectamente aquella noche. Según se vea, era muy tarde o muy temprano. El tipo que está de espaldas no tenía muy buena cara, no debía haberse acostado aún. Nosotros sin embargo estábamos tomando café, con sueño pero recién levantados. Habíamos aparcado cerca, yo podía ver el coche desde la barra. No quería perderlo de vista. Así que en una de esas miradas, me fijé en un tipo en la acera. Estaba anotando algo y llevaba una cámara de fotos. No sé si hizo alguna. Estuvo allí un rato mirando, anotando. En ese momento era lo que menos me preocupaba del mundo. Luego entró en el «Phillies» pidió café y siguió con el cuaderno. Yo estaba demasiado lejos para ver lo que hacía.

Recuerdo el frío que hacía. La primavera se acercaba pero no había llegado aún, era ese limbo que hay entre la navidad y el buen tiempo en que la gente sale menos. La ciudad estaba en crisis y eso tampoco ayudaba. Conocíamos el bar de pasada, alguna vez habíamos tomado algo de vuelta del trabajo y era de esos sitios que nunca cierran y en los que que siempre hay alguien. Parar allí a tomar café fue como un ritual de despedida. Aunque hay una cosa que no recuerdo bien. Valentine mi esposa se ve en el cuadro muy arreglada, y yo no tengo claro que se hubiese vestido así para luego estar tanto tiempo de viaje en el coche. No sé si eso lo cambió el pintor para ambientar el cuadro o realmente era así. En realidad puede que se hubiese maquillado y vestido así para marcharnos, creo que como parte de ese ritual de despedida. No queríamos marcharnos de allí por la puerta de atrás derrotados por la gran ciudad.

Recuerdo haberle pasado el brazo por sus hombros y haberla abrazado. Para reconfortarle, darnos ánimos mutuamente y quitarme un poco los nervios. Me habían ofrecido trabajo en mi ciudad natal, en el sur, en la costa. Algo peor pagado pero que teníamos claro que merecía la pena. Y encima ella estaba embarazada. Volver a casa iba a ser lo mejor con su madre y mis hermanas para ayudarnos con el bebé. El bebé que tanto se había hecho esperar pero que al fin estaba en camino.

Mucho tiempo después, nada más ver el cuadro por primera vez, supe que aquel tipo que tomaba notas era pintor. Supe, que lo que le vi hacer erar bosquejar la escena, anotar mil cosas para atrapar la atmósfera de lo que creyó ver, pero sólo Valentine y yo sabemos que todo es un error. Que no somos noctámbulos, que éramos una pareja feliz que se mudaba de aquella odiosa ciudad para no volver y que estábamos contentos, tal vez un poco pensativos ante un cambio tan grande en nuestras vidas. Pero estábamos felices y si hubiésemos sabido lo bien que nos fue la vida tras mudarnos, lo habríamos estado aún más. Algunas veces una imagen no vale más que mil palabras y no se acerca ni de lejos a lo que en realidad estaba ocurriendo allí. Todos estáis equivocados cuando creéis que sabéis lo que veis en ese cuadro.

– ¿Más café, señor? – preguntó el camarero.
– No, gracias – me ladeé un poco y le pregunté a ella. ¿Y tú quieres algo más?
– No, solo que nos marchemos.

Nunca he vuelto a la ciudad, la he visto en el cine y en fotos, y sobre todo en el cuadro pero nunca he vuelto ni lo haré.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. 1. Enrique dice:

    Muy bueno! Me acabo de leer el de Eloyzinho (que no soy yo) y me ha parecido el reverso de éste, le puedes echar un vistazo.

    Escrito el 29 abril 2013 a las 15:07
  2. 2. manuti dice:

    Gracias Enrique lo miraré.

    Escrito el 29 abril 2013 a las 15:22
  3. 3. Eloyzinho dice:

    ¡Vaya sorpresa! Es la otra cara de la moneda de mi relato tanto en el punto de vista como en el futuro que les espera, y los tres personajes coinciden en su impresión de la ciudad donde viven. El mío se llama “Retrato en gris sobre fondo gris” (¡hasta mi título podría hacer referencia a la foto de tu relato!) y si te animas a leerlo comprobarás lo que digo. Gracias por recomendar mi relato, Enrique 🙂 Saludos a los dos.

    Escrito el 29 abril 2013 a las 22:36
  4. 4. Josep García dice:

    Buen relato

    Escrito el 3 mayo 2013 a las 09:28
  5. 5. manuti dice:

    Gracias Josep

    Escrito el 13 mayo 2013 a las 15:14

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.