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La calle ocho - por JorgeAML

La calle ocho es de mis favoritas, el olor del asfalto los carritos de comida y los centros nocturnos me hace recordar aquella mujer que conocí. Tan soñada que cuando la vi no podía creer que existiera algo tan perfecto. Su mirada fue como una ráfaga que me encendía por dentro. Mi cabeza no podía pensar en otra cosa que no fueran sus ojos, su boca y aquella silueta que hacía que tocara el suelo.
Ella me miro de arriba hacia abajo, logre escuchar su respiración y tal vez los latidos de su corazón o al menos eso quiero creer. Su vestido rojo hacia que sus labios brillaran cada vez más, su olor dejo en mí una huella imborrable era como si me detuviera en el tiempo tratando de devorar todo ese aroma que dejaba en el aire.
Aquella mujer paso a mi lado dejando en mi todo lo que hubiera deseado si me preguntaran como sería mi mujer ideal. Ella entro en el café, uno de esos que están abiertos toda la noche. Su mirada era de preocupación y no podía ocultarlo por más que quisiera. Esa mirada era como yo la sintiera.
Tenía que entrar a ese café y hablarle, no podía dejar pasar esa oportunidad. Mi vida dependía de ese momento y de esa decisión. No supe que hacer solo comencé a caminar sobre el asfalto hasta que un carro se detuvo repentinamente enfrente de mí. Lo único que hice fue quitarme de la calle volver a la banqueta y seguir suspirando. Todo en mi parecía darme vueltas, lo que pensé fue que soy un cobarde por no atreverme a acercarme a platicar con ella pero su belleza me tenía hipnotizado y tal vez estaría tan nervioso que terminaría por estropear todo.
La observaba desde la acera de enfrente y veía que el camarero le traía un café a su mesa, todo en ella era un misterio que me gustaría descubrir, y no estaría dispuesto a perder más mí tiempo así que tenía que actuar de inmediato antes de que alguien llegara y le buscara plática. De pronto vi que un hombre se acercó a ella, así que en ese momento sentí que todo se derrumbaba y que la sangre corría por todo mi cerebro. Así que tuve que huir y despedirme de ella para no verla jamás por mi culpa.
Esa noche no podía dormir, quería saltar de la cama estaba obsesionado, así que al siguiente día fui a buscarla a la misma de ayer en el mismo lugar donde estaba ese café, espere y espere varias horas y no llego jamás, pero no perdí las esperanzas tenía que volver al siguiente día. La noche fue larga y mi pensamiento solo en esa persona.
La tercera noche me fui un poco más temprano y espere otra vez varias horas en la acera de enfrente tratando de verla entre tanta gente que pasaba. Estuve yendo a esa cafetería durante un mes sin fallar ni un solo día hasta que decidí entrar en ella y tomarme un café, una mujer se sentó a lado mío y me dijo que ella me observaba desde hace un mes parado enfrente del café, pero nunca me había percatado de ella me dijo que ella siempre a este lugar porque le gusta el café que preparan ahí.
Ella se llama Jazmín comenzamos a platicar de muchas cosas y todos los días nos encontrábamos a la misma hora a charlar por un buen rato. Ella es de pelo castaño y siempre lo traía largo y suelto, tiene tez blanca y ojos negros, es muy simpática y con ella reíamos de todo después comenzamos a salir a diferentes lugares pero siempre al final del día llegábamos a ese lugar. Un día iba hacia la cafetería cuando ella paso, casi desmayo así que entre a la cafetería y me acerque a ella para hablarle, no podía dejar de verla seguía hipnotizado, cuando de pronto Jazmín me vio platicando con ella así que se quedó parada y yo también. Jazmín salió corriendo del café y tiro una caja de regalo que traía, no sabía que hacer porque ella todavía estaba ahí observándome y me quede con ella.
Platicamos y le conté mi historia de cómo había ocurrido todo desde que la había visto, me dijo que la buscara y me dio su dirección. Cuando me fui levante el regalo, y me fui. Desde ese día estoy con ella y la amo, mi Jazmín.

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1 comentario

  1. 1. Rafawar dice:

    Deberías revisar el texto antes de enviarlo, porque te faltan varias tildes, y los signos de puntuación hacen que el lector se salga continuamente de la lectura.

    En cuanto al contenido, quizás resulta demasiado personal, como si realmente hablaras de una experiencia tuya. Y los pensamientos no me terminan de encajar en la historia. En vez de completarla y favorecer el ambiente, no hacen más que componer un relleno vacío.

    De cualquier modo, el texto se presenta bien estructurado. Ánimo y sigue escribiendo.

    Escrito el 30 abril 2013 a las 00:06

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