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Ojeras - por Alvie

OJERAS
Siempre me ha gustado estar despierto por la noche. Cuando muchas luces están apagadas, todos los negocios están cerrados. Como los ojos de la gente. Ojos que se quedan mirando hacia dentro en vez que hacia lo que los rodea. Y a veces se despiertan recordando mundos que no existen. O que ya no existen.
Esa noche era más interesante estar despierto. Estaba ella. Todo estaba despierto alrededor. En el bar, pocas lámparas, mucha luz. música y sus risas. Una noche como muchas, tomando algo después de haber estado todo un día en el despacho. Era una de nuestras primeras citas, quizás la tercera ya que me esperaba que esa noche hubiese sexo, y quizás por eso intentaba estar más alegre. Traje, corbata y maletín hacían su deber mientras yo me monstraba cariñoso, caballero, e intentaba borrar el cansancio de mi cara con muchas, oportunas sonrisas. Quería conquistarla. Era demasiado guapa para mí pero me encantaban su alegría, su mirada y sus ganas de disfrutar de la vida.
Tomando una cerveza, artesanal, mi nariz se mojó en la muy espesa espuma. "no tengo la nariz tan larga" pensé enseguida. Fui a secar esa mancha blanca y ella se rió. "Nadie se va a tomar en serio tu alegría, señor abogado, si secas eso. No sabes tomarte una cerveza si no sabes despreocuparte de su espuma." Era lo que ella pensaba. Y lo pensó en voz alta.
Pero es que ella ¡sabía que ya la quería! Las mujeres lo saben siempre antes de que lo sepamos nosotros. La única razón por la que nos parecen inseguras o asustadas es porque temen que no nos daremos cuenta, o que no lo admitiremos antes de que se cansen de esperarnos.
De todos modos, ella estaba allí, tomando su cerveza con espuma, riéndose y segura de que yo la quisiera.
Yo lo entendí después, como es lógico.
Pensando en eso hoy, aquí… parece irreal. Han pasado días, meses, años. Y todo sigue igual. Ella es la segura. Y yo el que metido en un traje intenta hacerse el serio o el divertido.
Han pasado años, muchas noches de fiesta, de bailes, de playas, de acunar bebés… noches de sexo, de luchas, de heridas curadas y vuelta a empezar. Día tras día, noche tras noches, han pasado años. Y no me doy cuenta hasta que entro en el mismo bar y noto a una pareja que se parece a nosotros.
Parece que no ha cambiado nada.
Todo sigue igual: la ciudad que duerme alrededor de un bar despierto, en el que la música y las luces son todo lo que se podría necesitar.
Te entran ganas de avisarle. A él. Que se de prisa, que no se haga el tonto, que dentro de nada la perderá si no deja de hacerse el duro… Pero no lo haces. ¿Qué más da?
Todo sigue igual, cambian las piezas del puzzle pero no el dibujo. Sólo mi cara ha cambiado: Alguna arruga pero sobre todo ojeras, después de un largo día de trabajo en el que me merezco una copa antes de volver a casa, con ella. Parezco un zombie. Invidio a los jóvenes que no saben que también para ellos, después de un tiempo, puede que las noches sean para dormir.
O, si son como yo, puede que sean para seguir despiertos, recordar lo que fuimos, queriendo hablar con nosotros mismos de lo que nunca volveremos a ser. Un tiempo sólo nuestro para cuidar de nuestros pensamientos, curar remordimientos y soñar un poco más en serio. En el silencio, en la oscuridad.
Eso sí, aprendiendo a llevar ojeras, haciendo doble turno en esta vida.
Porque el mundo de día, eso nadie lo apaga.

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3 comentarios

  1. 1. Eunice dice:

    A pesar de que la temática del relato no es la que suele gustarme he de decir que me parece que tu narración es perfecta. Me ha dado la sensación de leer el fragmento de un libro cualquiera y no de leer un relato de alguien que está aprendiendo a escribir, aunque también he de decir que me ha rechinado un poco lo de “recordando mundos que no existen. O que ya no existen”. Más que nada porque se repite la misma expresión de manera muy seguida. Pero por lo demás felicidades, me ha gustado mucho.

    Escrito el 30 abril 2013 a las 09:51
  2. 2. Eloyzinho dice:

    Contiene muchas frases e ideas muy potentes. Me ha gustado el uso que le das a la narración en primera persona, mucho más reflexiva que descriptiva. Enhorabuena, Alvie 🙂

    Escrito el 1 mayo 2013 a las 08:59
  3. 3. teresa dice:

    Me encantó !

    Escrito el 7 mayo 2013 a las 03:54

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