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Afín a un triunfo desastroso - por Arturo Campobello

El autor/a de este texto es menor de edad

La encantadora Miss Decibel estaba en el café Phillies, intentando olvidar sus problemas y preocupaciones, hablaba con Phil, el dueño del local.-Ponme otro té, Phil.-Ya llevas cuatro querida, ¿te pasa algo?-No tengo talento, Phil, nunca lo he tenido, el escenario no está hecho para mí. –No digas eso, tienes talento, recuerda que tu último espectáculo causó furor entre el público.- ¿En ese pueblucho de mala muerte? ¡No había más de 100 personas! Si no eres una celebridad, nadie lleva tus obras a los grandes teatros. Quiero cambiar este estilo de vida tan rutinario, Phil.- ¿Y qué es lo que quieres hacer?-Aún no lo sé, pero quiero empezar a hacer cambios en mi vida. Para empezar, creo que me voy a casa, así voy reflexionando.
-¡Pero si te vas ahora cogerás un resfriado! ¡Mira la que está cayendo! – ¿Y a quién le importa eso Phil? No creo que a nadie le importe que coja un resfriado. Me voy ya, necesito estar sola.-De acuerdo, pero al menos llévate mi paraguas.-Te lo agradezco Phil, muy amable por tu parte.

-Miss Decibel cogió el paraguas y se fue, con un rostro inmutable. Una vez salió de la cafetería, se demoró un par de minutos en abrir el paraguas y empezar a andar. Recorría las sombrías calles cabizbaja y apagada, esa tormentosa noche era una perfecta metáfora de su estado emocional.
La lluvia cada vez caía con más fuerza y Miss Decibel tiritaba de frío, de pronto, un hombre salió del interior de un local cercano.

– ¡Oiga señorita, debería entrar hasta que aminore la lluvia!-Bueno, de acuerdo, cualquier cosa es mejor que quedarse en estas frías calles.-El galante caballero guió a Miss Decibel hasta el interior del establecimiento, allí, una cálida y agradable sensación se extendía por toda la sala.- ¿Qué es este lugar?-Verá, este es un humilde establecimiento que un servidor ha abierto hace poco; forma parte de la Asociación Filarmónica Inglesa Nostálgica, el club AFÍN, pero nadie lo llama así.- ¿Por qué Nostálgica?

-Porque aquí nos deleitamos con la música que más echamos en falta y que ya ha pasado a mejor vida con los grandes clásicos.-Entiendo, parece un buen lugar para reflexionar, además, todo tiene este aire tan británico, ¡me siento como en casa!-Desgraciadamente, andamos algo cortos de público y personal, así que nos iría muy bien que nos echase una mano, si no fuera una molestia, claro.

– ¡Por supuesto, faltaría más! ¿Qué es lo que debo hacer?-En primer lugar, ¿sería tan amable de repartir estos panfletos informativos por las calles para ver si conseguimos algo de público?- ¡Eso está hecho! Por cierto, ¿cómo se llama usted, caballero?- ¡Qué descuidado por mi parte! Me llamo Sebastian, un placer.-Encantada, yo soy Miss Decibel. Bueno, creo que ha llegado la hora de partir, nos veremos pronto, Sebastian.-Eso espero, señorita.

-La lluvia ya había cesado y Miss Decibel había recuperado su alegría y vitalidad, el día amanecía soleado y radiante y ella iba dando saltos gráciles de camino a casa.
Era un pequeño apartamento que había comprado para pasar un breve período de tiempo antes de volver a la Inglaterra natal. Llegó al hogar y recuperó la fe en sí misma, empezó a cantar, a bailar y a tocar piezas instrumentales con su piano, irradiaba una felicidad muy contagiosa, que fue palpable una vez volvió a salir a la calle, repartía panfletos como si el mundo fuera a acabarse mañana, pero lo hacía con una brillante sonrisa que animaba a ir al club. Y esa alegría no cesó al llegar al café Phillies.
– ¡Buenos días Phil! ¡Vengo a devolverte tu paraguas y a tomarme un desayuno continental! ¡Pero que sea para llevar!-Hoy te veo radiante, querida amiga, ¿qué te ha pasado?-Es un poco largo de explicar, ¡pero digamos que la música me ha devuelto la ilusión, otra vez! Toma estos panfletos, reparte algunos entre tus clientes. ¡Muchas gracias!-A ti, ¡qué tengas un buen día!- ¡Igualmente!

-Y después de unos cuantos favores más para Sebastian, el club alcanzó el éxito deseado y Miss Decibel consiguió un buen trabajo en la dirección y realización de las actuaciones musicales del local. Había logrado su sueño después de estar cerca del profundo abismo de la soledad y la desesperación, y ahora, disfrutaba de una vida nueva, llena de triunfos y felicidad.

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1 comentario

  1. 1. Josep García dice:

    Me ha gustado.

    Escrito el 1 mayo 2013 a las 05:52

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