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La Calle del Fracaso - por Giriel

No era la primera vez que salía a media noche del apartamento para escapar de la sensación de soledad y frustración que en ocasiones me embargaba, dudando de mi supuesto talento como periodista.
Las dos veces anteriores había finalizado mi recorrido en el Jazz Bar a solo cuatro cuadras, donde probaba suerte hablando con el mozo o con cualquiera que se sentara en la barra. Esperaba descubrir alguna buena historia, lo cual no había conseguido hasta ahora.
Esta vez, estaba parado en el andén frente al bar, detenido en seco, un instante en el que mi conciencia pareció dudar. Me sentía tan solo esa noche y cuando mecánicamente me dispuse a dar el primer paso, una voz me detuvo.

-¿Para qué vas a entrar ahí?

Al voltear solo vi una figura delgada en la sombra de una gran columna. Entrecerré los ojos intentando evadir el candil de los faroles.

-¿Tienes sed? –dijo la desconocida voz. Parecía ser de un joven.
-Disculpe, ¿lo conozco? –interpuse.
-No, pero yo si te he visto. Y los hombres como tú no miran gente como yo.

Inmediatamente pensé en mi billetera, mi Iphone y el bar de enfrente a solo unos pasos.

-Tranquilo, no te voy a robar –aseguró.
-¿Quién eres?
-¿Tienes miedo? –soltó una corta risa-. Es divertido cuando sienten miedo.

Sin voltear del todo, di otro paso hacia el bar.

-¡Espera! –dijo exaltado. Salió de la oscuridad y resultó ser más joven aún, flaco y algo sucio. Le calculé unos trece años.
-¿Qué quieres? ¿Dónde me has visto? –pregunté.
-Por ahí. Un día cargabas muchos libros y papeles. ¿Tú estudias?
-No, ya estudié –respondí secamente.
-Yo si estudio.
-No me digas. Y eso ¿dónde?
-Eh… -titubeó mirando hacia el final de la calle.

Las expresiones de su rostro no denotaban malicia alguna, pero no me podía fiar.

-Me voy, adiós –viré de nuevo y di otro paso.
-¡Tengo hambre! –soltó rápidamente.- Y también sed.

Tuve la tentación de decirle que no me importaba y que me dejara en paz, pero esa noche mi sensibilidad me jugaba sucio. Me vino la estúpida idea de que el chico me podría contar o mostrar algo en lo que yo pudiera trabajar.

-¿Quieres que te brinde algo? Acá no venden comida pero, puedo conseguirte algo de beber.
-En la otra calle venden hamburguesas.
-¡Hamburguesas! Pero,… más bien espera acá y te traigo una soda.
-Eso no me gusta.
-Agua entonces –respondí molesto.

Al llegar a la puerta miré de nuevo al chico quien permanecía inmóvil observándome.
Ya en la barra de Jazz Bar le pregunté al mozo por alguna bebida sin licor.

-Tengo soda.
-No, eso no le gusta.
-¿A quién?
-No importa. ¿Tienes agua?
-También tengo jugo de limón.
-Está bien.

El ambiente relajante del bar hacía reactivar mi ego de escritor. Respiraba arte en la decoración y en la música. Me sentía de nuevo capaz de narrar una buena historia. Llevaba días pisando la línea del fracaso y si no conseguía escribir algo decente pronto, podría incluso perder mi empleo. Pero, esa noche, sentía que por fin encontraría lo que buscaba y, tal vez, el niño de afuera me abriría el camino, solo necesitaba ganarme su confianza. Tal vez, en él habría una historia que al público le encantaría leer.

-Que le aproveche –dijo el mozo acercándome el vaso de limonada.
-No es para mí, pero gracias.

Pagué y me dirigí a la salida, ansioso, pero al llegar a la calle ya el chico no estaba.

No sé qué tanto tiempo pasé sentado en el andén con el vaso de limonada lleno, mirando al vacío, donde se revolvía mi espíritu fracasado. A ratos sentía risas de las personas que salían del bar, a ratos todo era silencio. Vi aparecer un brillo de amanecer y mecánicamente tomé el camino de regreso. Dejé el entusiasmo y absurdo talento abandonado en el borde de la calle junto con aquel vaso. Al final, todo era falso y carecía de sentido.

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4 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    Es una pena que al salir del bar no encontrara al chico… Al leer tu relato uno espera saber más de esa relación tan extraña. Está muy bien redactado. Felicidades!

    Escrito el 3 mayo 2013 a las 11:42
  2. 2. Giriel dice:

    Gracias lunaclara, justamente es lo que me dijeron mis comentaristas. Gracias por pasarte por acá, saluditos.

    Escrito el 3 mayo 2013 a las 20:22
  3. Me ha gustado mucho la historia. Un buen personaje principal, y un curioso secundario. La manera de relacionarse de ambos me ha parecido muy creíble, he empatizado mucho con el protagonista y sus reacciones. El final, el hecho de no encontrar al chico al salir, me ha parecido muy buen final. Has conseguido que un personaje con una determinada historia se encuentre en una situación que nada tiene que ver con lo que iba buscando (sin importar las pocas esperanzas de sacar algo provechoso que tuviese), y cómo la resolución insatisfactoria de esa situación le afecta a un nivel profundo, quizá más de lo que cabría esperar de no ser por la situación emocional en la que ya se encontraba de por sí. Ya te digo, me ha gustado mucho, con su triste final incluido.

    Escrito el 5 mayo 2013 a las 11:08
  4. 4. Giriel dice:

    Que bueno David, es un honor que venga de tí esa opinión positiva, muchísimas gracias por disponer tiempo para leer este relato. La verdad esta historia la esribí sin mucho ánimo, me sentía como el protagonista, corta de creatividad y entonces escribí lo que me vino a la mente. Nunca imaginé que resultara agradable para los lectores. En realidad, concientemente no la escribí yo, la historia se dio sola.
    Muchas gracias de nuevo.

    Escrito el 6 mayo 2013 a las 13:49

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