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Noctámbulos de Hopper - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

Jacob llamó al timbre. Se frotó el empeine de los zapatos con la parte de atrás de sus pantalones. Estaba nervioso, quizá demasiado, después de tanto tiempo podría demostrar que no estaba loco, que todo era cierto. La puerta se abrió con un chasquido y Jacob notó que el corazón se le paralizaba durante medio latido.

-¿Qué desea? – preguntó una mujer rubia, de unos treinta y pocos, sonriendo tímidamente.

Jacob notó que la decepción caía sobre él como una losa. No podía ser Ella. Después de tanto tiempo y de tantas pistas falsas pensaba que esta vez la encontraría… pero sentía que de nuevo se había equivocado y había seguido una pista que no le llevaba a ningún sitio.

-“Tjaowens erta kuii” – dijo Jacob sin mucha confianza.

Era Zyent, el Idioma Puro, si en realidad era Ella lo comprendería. Después de muchos errores era la forma más rapida de saber si esta vez había acertado. La sonrisa desapareció del rostro de la mujer.

– ¿Cómo me has encontrado? – El tono de su voz pareció volverse más frío – Pasa. Hay cosas que no se deben decir a oídos del mundo.

Los nervios se volvieron a agarrar al estómago de Jacob y no pudo reprimir una sonrisa triunfal mientras entraba en la casa. Por fin había encontrado a la Última Bruja y ahora podría demostrar a todo el mundo lo que tantas veces había repetido: que las brujas existían de verdad, que seguían entre nosotros y, lo más importante, que no estaba loco.

-Responde ¿Cómo me has encontrado? – repitió Ella sin permitirle entrar más allá del recibidor.

-Quedaban archivos… manuscritos y cartas, en Salem y en otros sitios… seguí varios pero eran mentira, hasta que uno… hasta que llegué aquí – Jacob hablaba sin coherencia. Tenía un discurso perfectamente ensayado que se había borrado de su mente en cuanto cruzó el umbral de esa puerta.

-¿Quién más lo sabe?

-Solo yo… bueno, no. Todos los del departamento también y mi familia, pero no me creen. Piensan que estoy loco. Pero tú estás aquí y yo te he encontrado y ahora… – Por algún motivo supo que no debía seguir hablando.

-Bien. Pasa – dijo Ella guiándole hacia el salón.

Era un salón grande, con muebles de maderas nobles, una chimenea en un lateral y las paredes cubiertas de cuadros. Jacob tampoco esperaba encontrarse algo así. Puede que fuese culpa de las películas o de las altas expectativas que tenía en aquella visita, pero se esperaba otra cosa. No sabría decir exactamente qué, pero algo que no fuera tan “normal”. Se paró frente a uno de aquellos cuadros. En él se veía a varias personas dentro de un café a altas horas de la noche. Lo había visto varias veces antes y siempre le había gustado.

-Es Noctámbulos de Hopper – dijo Ella como si le hubiese leído el pensamiento – ¿Te gusta?

Jacob asintió con la cabeza. Después todo se volvió negro.

****

No sabía cuánto tiempo llevaba en aquella calle ni cómo había llegado allí, pero todo aquello le resultaba demasiado familiar. Tampoco podría explicar por qué entró al local y se sentó en uno de los taburetes, simplemente sentía que era lo que debía hacer.

-¿Por qué estás aquí? – preguntó una mujer vestida de rojo desde el otro lado de la barra.

-No… no lo sé, no sé dónde estoy.

-Estás en un lugar perdido entre realidades.

-¿Estoy muerto?

-No, pero todos los que has conocido pensarán que sí. Tú seguirás viviendo aquí, con nosotros, eternamente.

-Desearás estar muerto – dijo otro hombre sentado al lado de la mujer.

-¿Es el infierno? – preguntó de nuevo Jacob.

-No hemos tenido tanta suerte. Piensa ¿Qué has hecho? ¿Qué les has hecho a Ellas?

-Ellas… – repitió Jacob comprendiéndolo.

La había descubierto y le había dicho que se lo contaría a todo el mundo. No podía culparla.

****

La Última Bruja metió la ropa de manera apresurada en la maleta de mano. Debía ir a Salem cuanto antes, localizar aquellos archivos y destruirlos. No podía permitir que nadie más la encontrara.

Al pasar por delante del salón vio que el cuadro estaba torcido y lo colocó con cuidado. Siempre que enviaba allí a alguien se descompensaba por el peso extra.

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3 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    La verdad es que fue un placer corregirte, si es que te corregi en algo. Tu relato se merece varias continuaciones. Es agil y original. Felicidades!

    Escrito el 30 abril 2013 a las 22:27
  2. 2. Josep García dice:

    Me ha gustado bastante.

    Escrito el 3 mayo 2013 a las 08:58
  3. 3. Giriel dice:

    Que interesante historia M.H. Heels, tú y tu imaginación, he leido varios relato tuyos y siempre atrapan, son muy coherentes y creativos. Gusto leerte.

    Escrito el 3 mayo 2013 a las 20:17

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