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Marte ataca - por walternik

Me giré al escuchar sus pasos. El comandante Cornwell me observaba con sus ojos profundos y su expresión demencial. Su horrible metamorfosis comenzaría hace apenas cinco meses, cuando nuestra base ubicada al norte del cráter Gale sufriera un accidente en su depósito principal, dejándonos casi sin provisiones.

– En un mes llegará el equipo de rescate, teniente Marvin – dijo Cornwell con una sonrisa diabólica y excesivo optimismo en su voz. Solo atiné a afirmar con la cabeza.

Me acompañaba una sensación de náuseas constante desde mi llegada a Marte, su baja gravedad no me sentaba bien y en las últimas semanas había perdido peso y mi salud había desmejorado notoriamente. Por el contrario, Cornwell daba la impresión de tener un buen estado de salud.

– ¿Se encuentra usted bien… comandante?

– Así es teniente, pero no crea que esto ha sido fácil para mí. He sufrido cada baja como la pérdida de un hermano, siempre conservaré una parte de ellos dentro de mí – su rostro adquirió repentinamente un tono sombrío y sin mediar palabra se retiró a su sector.

Me dirigí al solitario sector C. Sólo quedábamos nosotros dos en la base. El exobiólogo John Pearson había muerto en el accidente del depósito, y en los meses siguientes la doctora Stanton y el exogeólogo Ivan Somov morirían en extrañas circunstancias por despresurización en sus laboratorios.

En los siguientes días mis esperanzas de llegar con vida al día del rescate desaparecían más rápidamente que mis raciones. Me encontraba muy agotado y famélico, y luego de cenar mi última y paupérrima ración, fui movido por el hambre y una profunda curiosidad sobre el extraño comportamiento del comandante y me dirigí a su sector sin que se diera cuenta.

Un olor extraño salía de su habitación y se podía distinguir un sonido particular, como el de un animal salvaje devorando a su presa.

La puerta estaba entreabierta y la habitación en penumbras, pero pude distinguir a Cornwell. Se encontraba sentado de espaldas a la puerta y luego se giró al notar mi presencia.

Me detuve en el umbral.

– Teniente Marvin… creo que necesitará un poco de mis raciones – dijo con lúgubre voz.

Abrí la puerta por completo y pude ver la espeluznante escena. Una abominable carnicería humana llenaba su boca y sus manos de sangre.

Cerré los ojos, incapaz de seguir mirando.

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2 comentarios

  1. 1. Abbey dice:

    Muy original y espeluznante.
    Creo que deberías revisar las tiempos verbales. En alguna ocasión suenan raros. Bueno, por lo menos a mi.
    Deberías hacer crecer la historia. Parece el germen de una buena novela de ciencia-ficción. Bravo.

    Escrito el 29 mayo 2013 a las 18:59
  2. 2. walternik dice:

    Muchas gracias por tu comentario!. A tu observación sobre los tiempos verbales la tendré muy en cuenta.
    En verdad me siento más cómodo escribiendo textos del género de ciencia ficción, y espero seguir creciendo en ello, gracias por tus palabras.

    Escrito el 31 mayo 2013 a las 04:18

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