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Gritos de mi reloj - por Carla Bernhardt

Se giró al escuchar el grito agudo, capaz de perforar sus tímpanos. Al taparse las orejas y darse vuelta no se esperó que venía por su espalda una sombra que lo chocó y continuó corriendo. Aturdido siguió mirando a su alrededor pero no vio nada fuera de lo normal, ninguna persona que este extrañada ni sorprendida. Culpándose por seguir escuchando cosas que no existían, volvió a crear una nota mental de pedir otra vez turno médico, ya estaba cansado de su inestable audición. Eternizando su caminata, refunfuñó por su rutinaria vida, sus pasos contados a cada lugar al que iba, sus movimientos ya mecanizados y sus pensamientos recurrentes que no traían nada nuevo. Palabras repetidas en su cabeza que no cambiaban ni su tono ni énfasis. Entonces recordaba momentos de su vida en los que había experimentado alguna forma de emoción, cualquiera, para ahuyentar la ansiedad y la desesperación que tenía. De a poco veía de nuevo una idea que había estado creciendo en su cabeza ya hace un tiempo, la más novedosa recurrente. Su pensamiento de que en realidad no estaba viviendo, solo existiendo o solo estando, o no, capaz no estaba en absoluto. Siendo un cuerpo y una mente incapaz de vivir.
Doblando por las mismas esquinas, viendo las mismas casas, ladeando los árboles conocidos, empezaba a escuchar nuevamente un grito que aumentaba y se volvía cada vez más agudo, hasta que tuvo que frenar y taparse los oídos. No iba a volver a mirar atrás. Sabía que no era real pero quería que se detenga, pero en cuanto terminaba se volvía a repetir. Totalmente tenso, con todos sus músculos contraídos y ya incapaz de respirar, sólo lo pudo sacar de ese infierno una mano que lo obligó a aferrarse a la realidad apenas tocándole su hombro. Abriendo violentamente los ojos pudo ser consciente de lo que pasaba. Tirado en el piso temblando, no podía sentir más que vergüenza al ver a las personas que lo miraban a su alrededor. Aunque los escuchaba no pudo entender nada de lo que le decían. De a poco se fue incorporando y ocupaba su débil hilo de voz para repetir que estaba bien, y apenas pudo retomó su marcha ignorando a quien lo miraba. Cuadra tras cuadra tras cuadra fue intentando calmarse. Tarea muy difícil porque reconocía cada baldosa, cada color y puerta, y en cada cosa que veía su mente encontraba un motivo más para recrear sus ideas: las desarmaba y las volvía a construir con los detalles desparramados que se alineaban o alternaban caprichosamente como se les diera la gana. Pasando las manzanas ya comenzó a burlarse de sí mismo jugando con el grotesco momento, totalmente convencido que su estar rutinario le iba a permitir seguir haciendo la caminata con los ojos cerrados.
Las luces atravesaban sus párpados, por lo que se cuestionaba si eso era hacer trampa y los cerraba más fuerte. Y continuaba, con sus pasos monótonos. Sin ningún miedo cruzaba la calle, pisaba rayas y esquivaba personas. Ya no escuchaba nada, todo lo ignoraba. Solo quería probarle a su absurda vida que no era vida, era un reloj. Un reloj que no permitía atrasos ni adelantos, un reloj perfecto y aburrido. Sumamente predecible: si le robaba dos segundos para alargar un momento, se los quitaba en el próximo. Apurando el paso se repetía una y otra vez que en realidad él no controlaba su vida, no tenía opciones más que seguir por la misma calle, pasar la acera y saber que ahí estaba la misma luz que iluminaba lo que era innecesario ver. Apretar más fuerte los ojos y continuar, porque no se podía parar. Escuchar gritos que solo estaban para él. Y seguir, reproduciendo muecas, miradas, respiraciones, palabras, noches. Horas, días, meses y años. Sin poder tocarlos, sin poder vivirlos. No parar, hasta sentir el aire, como se enfrían los huesos, como se empapa la ropa y las zapatillas, como el ardor de la piel por el golpe se desvanece, como el aire ya no existe, como la vida no existió, como lo que existió tan solo fue un reloj y el agua para romperlo.

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7 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    Hola, Carla Bernhardt.

    He leído el texto dos veces. Por momentos parece que hay una persona ciega que está contando las sensaciones que tiene, después te das cuenta de que, si es ciega, ve muy bien. Luego te planteas si en realidad el texto lo que hace es trasmitir lo que siente alguien ante el tedio de la vida, pero te lo quitas de la cabeza porque, bueno, si es así con “qué deprimido estoy” nos habríamos ahorrado toda la perorata. Después, mucho después, te das cuenta de que es alguien que camina por la calle con los ojos cerrados y comienzas a desentrañar el por qué lo hace -es mentira, no desentrañas nada, vuelves al “qué deprimido estoy“-.

    Sobran palabras, las usas de relleno, no para mostrar algo y eso se nota una barbaridad. Menos ES más.
    Tienes evidentes problemas de expresión. Por ejemplo, “Sabía que no era real(,) pero quería que se detenga (no, “detenga” no, detuviera). Hay muchos más.
    Se trata de mostrar, no contar. Cuando cuentas lo que estás haciendo es decirle al lector qué ves tú, cuando quien debe ver algo es el lector.

    Mi impresión. Creo que te has dejado llevar intentando plasmar qué siente el protagonista ante una situación que, es evidente, a ti te dice mucho, pero que no has sabido expresar, o por lo menos no de forma que sea asequible a quien lo lee. La situación no sólo no es creíble, es que se fuerza de tal manera que llega a ser risible, cuando es evidente que no es eso lo que pretendes.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 10:29
  2. 2. Jisaen dice:

    Hola Carla,
    Me gusta la carga emocional de tu personaje y me identifique en eso de pisar las lineas, soy un poco obsesivo en esos detalles en mi vida personal. Pero tal ves al tratar de hacer trepidante su experiencia, pierdes un poco el hilo de la historia y complica un poco la lectura.
    Como yo lo veo, el poco tiempo que tenemos desde que conocemos cual es el reto que nos propone Literautas y la fecha límite, nos permite diagramar una historia que no debe ser tomada como definitiva, sino como el primer borrador de nuestro cuento, en caso queramos pulirlo. Creo que tu historia tiene ese potencial.

    Felicitaciones y a seguir escribiendo

    Jisaen Nº 130

    Escrito el 18 enero 2017 a las 16:03
  3. 3. Bea dice:

    Hola Carla:

    Me ha gustado mucho como describes todas la emociones del personaje, le atribuyen una carga emocional al relato muy importante.
    El relato me ha costado un poco. No e terminado de entender en que esta el personaje, es evidente que esta deprimido ante la monotonía de su vida Y qie sufre importantes problemas de ansiedad. Lo del reloj y los ojos cerrados se me ha escapado un pelín pero en general bien.

    Si te apetece pasarte yo estoy en el 242.

    ¡Felicidades, nos leemos!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:22
  4. 4. beba dice:

    Hola, Carla:
    Lamento coincidir con los compañeros en sus comentarios. Yo te recomiendo visitar en el blog de literautas las secciones de formación para escritores que están promocionadas a la derecha de los comentarios.No dejes de escribir, pero lee mucho, lo tuyo y lo ya publicado por otros.
    Adelante

    Escrito el 20 enero 2017 a las 01:15
  5. 5. Yoli L. dice:

    Hola Carla

    Ya los compañeros te han anotado recomendaciones. En mi texto también me dieron jalón de orejas 🙂

    En base a ellas te insto a que sigamos escribiendo, porque para ello exponemos aquí nuestro trabajo, ayuda saber como nos perciben los demás y así mejorar. Aprender el cómo llegar a capturar al lector, que es la meta para quienes nos gusta escribir.

    Por si me quieres aportar comentario mi texto es el #174 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/6996

    Saludos!

    Escrito el 23 enero 2017 a las 23:05
  6. 6. Lorkiano dice:

    Hola Carla:

    Bastante confuso tu relato. Como han dicho los compañeros, creo que no has conseguido expresar con palabras lo que para ti debe ser muy evidente.

    También creo que han comentado que algunos tiempos verbales no están bien y te faltan bastantes acentos.

    Te animo a seguir escribiendo y mejorando.

    Un saludo

    Escrito el 24 enero 2017 a las 13:39
  7. Hola Carla:
    Veo que a veces tienes líos con los tiempos verbales, es algo que nos pasa a todos pero que hay que tener en cuenta “pero no vio nada fuera de lo normal, ninguna persona que se extrañada (extrañara) ni sorprendida (sorprendiera)…” “Sabia que no era real pero quería que se detenga (detuviera)… Hay dos frases que empiezan “De a poco”, yo creo que sería mas correcto “poco a poco”.
    Es una historia un poco confusa, he tenido que leerla varias veces, quizá demasiado densa. Sigue escribiendo, lo haces muy vien. Si quieres estoy en el 1 Felicidades

    Escrito el 24 enero 2017 a las 14:43

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