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“No más de once” - por Luciano Sívori

Web: https://www.facebook.com/sivoriluciano

Declaración de un compañero de trabajo:

Tomás Calles era un individuo seguro y correcto. No hacía nada demasiado bueno ni nada demasiado malo. Su único exceso –tal vez hasta su único pecado– era cierta fascinación por su trabajo, siempre haciendo horas extras. Me hacía recordar, inevitablemente, a las laboriosas abejas. Daba un poco de pena, tal vez porque los que disfrutan de la miel no son los mismos que la producen…

Declaración de un vecino:

Siempre se lo notaba cansado, como si hubiera dormido un par de horas por día. Ayer lo vi regresando demasiado tarde, luego de otra noche lejos de casa. Yo recién me levantaba.

Declaración del mejor amigo:

Tomás sentía un extraño atractivo por el hecho de contar cosas. Últimamente, esa manía se había vuelto obsesión. Desde el día que se subió al colectivo número once, empezó a afirmar que el número lo perseguía. Once personas en la calle, once vehículos… “No lo sé” –me dijo una tarde– “estoy viendo el once en todos lados. Es rarísimo: en carteles, en direcciones, en cantidades de cosas”. Conforme pasaron los días, sus búsquedas de coincidencias comenzaban a dar miedo. Los inexplicables encuentros con el número lo volvieron paranoico. Gradualmente, lo vi entregarse a la desesperación y al horror; se fue tornando frío, lejano. Tomás estaba convencido de que algo importante iba a suceder.

Declaración de su médico, Dr. Marrochi:

Es algo que está muy de moda últimamente. Pero examinemos la cuestión de frente. Cada día te puede atropellar un auto, fallar el corazón… ¡y siempre hay cáscaras de banana en el piso!. La superstición es un mecanismo de defensa para luchar contra una naturaleza que se empeña en matarnos.

Con todo esto del terrorismo, los desastres naturales y el fin del mundo, la gente está muy trastornada. Se huele el miedo en el aire. Lo más probable es que Calles haya estado viendo el once por todos lados porque quería verlo. Es como cuando somos chicos y buscamos un auto de un determinado color. Nuestra mente se configura para encontrar ese color con más facilidad.

Después de lo de las torres gemelas, la cantidad de estupideces que surgieron alrededor del número once (o del trece) y del diablo, y todo el mundo buscándole un sentido, una forma de tapar su miedo. Si se las buscan, se las va a encontrar, ¡el mundo entero está hecho de casualidades!

Extracto del escritor Sebastián Escarlato:

“(…) Hay ciertos temas que son de lo más absorbentes. El debate sobre la casualidad o la causalidad como hilos conductores de nuestras vidas es una de ellos. ¿Está nuestra vida planificada por algún Dios? ¿O podemos forjar nuestro propio camino en base a decisiones? ¿Nuestras acciones desencadenan efectos mayores –rompen los candados de un futuro escrito– o somos parte de un gran juego de dados? (…) Casualidad y causalidad. Tal vez los límites que separan ambos términos sean excesivamente estrechos para ser detectados por el ojo humano.”

Declaración del padre:

Vino a verme confundido al salir del hospital. Estaba sumido en la consternación y la locura. Vociferaba que su hijo (mi nieto) tiene once años, que la suma de los dígitos de su edad es once, y que hasta su propio nombre tiene esa diabólica cantidad de letras. De acá se fue directo a la oficina. Iba a trabajar hasta tarde otra vez. “Así tal vez se enfrían las cosas”, me dijo esa última vez que lo vi.

Declaración de su esposa:

Llegó a las 6 a.m. Trató de excusarse. “¡Al carajo con tus malditos números!”, le grité. Hijo de puta. Hice todo lo que siempre pidió. Fui una buena esposa y lo sacrifique todo por él. Lo había hecho diez veces antes y a mis espaldas, con su excusa de “la oficina” y “el trabajo”. ¿Tan estúpida me creyó? Soporté hasta el límite. Apenas llegó a advertir el cuchillo que sostenía en mi mano; su reacción no fue lo suficientemente veloz. El que las hace, las paga.

Declaración del médico forense:

Diez puñaladas al pecho, y una última en el corazón. El touché de grâce.

Extracto del escritor Sebastián Escarlato:

“Pensar que todo es casualidad nos hace pensar que no tenemos dominio alguno sobre nuestras propias vidas: todo es producto de un azar caprichoso. Pero tomar conciencia de que nuestras propias decisiones nos han llevado hasta cierto lugar (o hasta cierto resultado), puede llegar a resultar aún más perturbador. La propuesta está hecha: casualidad o causalidad. Usted decide.”

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6 comentarios

  1. 1. Nana dice:

    ¡Muy bueno! Me gustó cómo se va descubriendo la trama y la personalidad del personaje a través de testimonios dispares. Todas las voces tienen carácter propio. Enhorabuena

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 18:29
  2. 2. Servio Flores dice:

    me ha gustado, la recopilación de testimonios es interesante, se desarrollan buenas historias de esta forma. ademas se siente la expresion de cada personaje.
    felicidades.

    Escrito el 29 diciembre 2013 a las 08:42
  3. 3. NHICAP dice:

    Un curioso e imaginativo relato para presentar, de manera inteligente, el viejo debate: casualidad .vs. causalidad.

    Me sorprendió tu creatividad: selección de la idea y su forma de plasmarla en un texto. Resulta un relato muy atractivo, bien narrado, compuesto por un sumatorio de declaraciones de personajes.

    Genial.Felicidades.

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 18:36
  4. 4. Mumé dice:

    El tono y la manera de narrar los hechos, me atraparon desde el inicio. Relato inteligente y muy original. !Felicitaciones!

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 20:34
  5. 5. lunaclara dice:

    ¡Qué bueno, Luciano Sívori! Nada que objetar. Tan solo una cosa: que la esposa lo contara todo tal que así, como quien no quiere la cosa, como una parte más del relato… quizás al final hubiera impactado más. Quizás, la declaración del último escritor hubiera estado mejor al principio… En todo caso, es genial! Felicidades! Y Feliz Año Nuevo!

    Escrito el 2 enero 2014 a las 13:32
  6. 6. Miguel Zoltan dice:

    Muy bueno Ché!

    Pero ¿que es colectivo, que es auto, que es banana? Ojo a los localismos, tienes una cultura muy amplia como para caer en esas trampas del lenguaje.

    Golpe de gracia en francés es coup de grâce (Con el acento circunflejo correspondiente) ¡Estos italianos son un atentado a las lenguas foráneas!, jeje)

    Un abrazo desde Venezuela de un admirador argentino, ¡seguí así, pibe!

    Miguel Zoltan

    Escrito el 11 enero 2014 a las 15:55

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