Supersticiosa Flora - por Naoki

Flora se despertó no pudiendo creer que había llegado. Lo que estaba esperando hacia tanto tiempo, por lo que había estado arreglando ese vestido cada vez que había tenido algo de tiempo libre. Se levanto de la cama y lo primero que hizo fue dirigirse a la ventana, donde la noche anterior había colgado un amuleto teru bozu “muñequito de trapo” que el vendedor ambulante le aseguro atraía el buen tiempo.

-Que buen día- dijo aliviada dirigiéndose a vestirse.

Cuando salió de la casa se intranquilizó al ver un gato negro cruzar el camino, miro al cielo, todavía despejado y toco la puerta de madera, momentos después cogió el bolso con fuerza y se dirigió rápidamente a una plaza con montones de tiendas de dulces donde, casi con reticencia, compro unos pasteles, después de todo, no podía presentarse con las manos vacías.

-Flora?- pregunto una pelirroja al verla salir- Has cambiado mucho desde que te vi. ¿Como has estado?

-Bien, un poco ocupada. Ya sabes como es cuando empiezas a trabajar, Alice.

-Veo que ya no te da miedo salir estos días- murmuro y Flora detecto un indicio de burla.

Frunciendo el ceño empezó a pensar cual podría ser el motivo, con un escalofrío se dio cuenta. Hoy, además de ser la comida que esperaba desde hacia tanto, coincidía que era viernes trece, un día que traía mala suerte. Había descubierto el motivo de la burla, el año pasado se había negado a salir de casa.

-Eso… es cosa del pasado… pasaba un mal momento.- dijo a pesar de que podía ver que Alice no le creía- Pero de todos modos tengo que irme, llego tarde a una cita.

Flora empezó a caminar sin darle tiempo a que pudiera decir nada mas, no podía creer que se le hubiese pasado. Se paro en un pequeño parque donde se sentó en el banco dejando el paquete al lado, empezó a rebuscar el contenido de su bolso hasta que encontró el pequeño candado que su madre le había dado para contrastar esos días de mala suerte, lo cerro en el collar largo donde lo podía esconder.

En ese momento, paso una bicicleta que la mancho de barro.

pensó Flora mordiéndose el labio

Cogió los pasteles y empezó a dirigirse a la casa de Anne, la primera anfitriona este año, con la mirada pensativa. En el monedero le quedaban apenas cinco euros, se había dejado la tarjeta y por si fuera poco como no llegase a tiempo podía despedirse de tener una noche entretenida con Alex, el ultimo chico que se había unido al grupo de escritores y le gustaba.

Pasó por varias tiendas de ropa, sin embargo todas eran caras, hasta que por paso por una en el que fuera tenían varios pareos cuadrados.

Se acerco y miro los precios indecisa. Después de un momento eligió dos que tenían un tono similar de azul, sabia que le resaltaban los ojos, los llevo dentro para pagarlos sintiendo su monedero extremadamente ligero al salir de la tienda.

Estaba cerca de la casa de Anne, no le quedaba mucho tiempo para poder cambiarse el vestido manchado y el reloj también le recordaba que de ello dependía como salia el resto de la noche.

No había estado antes en esa parte de la ciudad desde que se había mudado, por el rabillo del ojo vio un bar, cuadro los hombros y respiro profundamente, determinada a que no la parasen. Entró aprovechando que entraba un grupo en donde se disimulaba, miro a todos lados y esquivando los camareros llego al baño, por suerte, desocupado.

Ahora llegaba la parte complicada, donde su idea tenia que funcionar y no desmoronarse. Se quito el vestido manchado y saco los fulares del bolso. Los ato por una punta, los paso por un hombro dejando el tono claro delante. Con algunas dificultades lo ato detrás y cogiendo el otro lo ato a un lado. Se miro al espejo.

pensó evaluándose.

Miro el reloj. Faltaban apenas diez minutos. Todavía le alcanzaba el tiempo si se apuraba pero…

mirando de reojo en el espejo su espalda.

Salio del bar sin mirar a nadie intentando pasar desapercibida, con paso rápido atravesó las tres calles que faltaban para llegar. Empezaban a sonar las campanas mientras tocaba el timbre. Había llegado a tiempo.

-Hola Flora- Abriendo la puerta era Alex.