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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Escapatoria - por Gravavoz

Apuro el paso al escuchar las doce campanadas, se acaba, el tiempo se acaba. Olvido cada cosa sucedida durante el día. No tengo el menor remordimiento en haberme visto hace algunos minutos ocultándome temerosamente ante las ventanas del vecindario de mi dulce compañera. Confusión o Dios confusión deja de nublar mi escasamente humana conciencia con tanto narcótico. Por favor alguien que dispare desde alguno de los edificios y regale un poco de calma a mi muy roída alma. Donde están los chocos gringos que juegan al Bullyn con ametralladoras, porque no llega a mi rescate. Alguien que detenga el vuelo antes de que me estrelle contra toda mi descendencia y salpique de sesos y mierda el buen nombre de la familia en el pueblo. Donde están los grandulones que rompan mis huesos y me lleven al internado a jugar con figuras de papel y leer los dulces volantes de la maldita religión que caritativamente se embolsa el dinero de las familias de todos estos degenerados hinchas de la salud mental, dejémoslo en que quiero un manicomio. Quiero conectarme la válvula dispensadora de combustible hasta el esófago y prender un cigarrillo con estilo, uno de esos cigarrillos de abuelito, sin filtro y muy amargos, baratos en cuanto a precio comparado con las marcas de cáncer importadas. Darle una negra calada y ver como no hecho humo sino llamas a mi maldito alrededor. Tengo prohibido acercarme a más de cien metros de cualquier cosa que pueda marear, estallar, cortar, envenenar y otras múltiples elementos que puedan despertar el ingenio de la autodestrucción de mi cerebro y darle rienda suelta a alguna travesurilla. Son doce, doce campanadas las que vienen desde el reloj de la plaza ubicado sobre el cono más alto de la iglesia. Acelero el paso e intento prender un cigarrillo pero tiemblo demasiado, inclusive mi caminar es tembloroso, lo sé por qué a cada paso se me aflojan las piernas y tengo ganas de regresar arrastrándome a su habitación, decirle que todo ha sido un error, que me disguste un poco y soy algo explosivo. Lástima que lo único explosivo en la habitación hayan sido las venas de su delicado cuello, estallarle su masa vascular a una persona atractiva siempre es una desgracia, más aun cuando no recuerdas con caridad porque había la habira remordido con tanta fuerza mis dos puños en forma de entenalla. No sé si hubo gritos pero lo que sí sé, es que de una ventana temerosa se ocultaba lentamente una mujer mayor mirándome con todo el peso acusador de las bolsas del mal dormir de años bajo sus hijos. Parecía decir “yo te vi, lo sé todo pero me mantendré callada”. Esa promesa para mí era vana quimera y me sentí acorralado. Salí despavorido después de lavar mis manos por alguna extraña razón. Ahora pasa de la media noche y a cada paso sé que vienen tras de mí, el delirio de muerte en la silla eléctrica, los vapores que se expanden dentro del cráneo o la dolorosa inyección que cocina poco a poco los vasos sanguíneos hasta hacer estallar algún interruptor mágico al cual se deba todo el milagro de la vida, en resumidas que estalle algún elemento en el cerebro o una bomba primordial para el bombeo.

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2 comentarios

  1. 1. Zelfus dice:

    Entiendo el objetivo de transmitir la angustia y aceleración del autor usando la linea de pensamientos concatenados y mezclándolos con la historia. Me parece válido el recurso aunque creo que necesita pulirse en algunos signos de puntuación para darle más claridad.

    El contenido emocional me parece bien desarrollado aunque me gustaría alguna acción que generara un cambio porque después de un momento lo siento plano. Creo que compartimos un problema con las auto referencias que son difíciles de interpretar para el lector. ¿Te animas a leer mi cuento y hacer un comentario?

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-14/1239

    Nos leemos.

    Escrito el 28 enero 2014 a las 13:28
  2. 2. José Torma dice:

    Me a costado leerlo, pero creo que el problema es del formulario que omite los espacios entre parrafos. Un poco oscuro para mi gusto pero fluido. Felicidades

    Escrito el 28 enero 2014 a las 22:13

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