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El horóscopo de ayer - por Patricia

Web: http://relatame.tumblr.com

Con la llegada del sol, se me terminaron las excusas para continuar procrastinando uno de los propósitos de año nuevo que más pereza me daba cumplir. Así que rebusqué en mi armario con la esperanza de descubrir algo de ropa de deporte de la que compras en un arrebato de locura en el que perjuras que vas a ponerte en forma.

Lo único que encontré fueron unas mallas un pelín ajustadas que remedié con una sudadera enorme que debió de pertenecer a algún ex, y unas zapatillas de cuando hacía gimnasia en el instituto. Os podéis imaginar el cuadro. Pero allí me planté, en la puerta del parque, sintiéndome parte de esa moda tan cool a la que llaman running.

Y eso que el running no tiene nada de cool, y mucho menos entre los principiantes que, como yo, nos hemos pasado el invierno sacando partida a lo mejor de la vida sedentaria. El atuendo ya nos delata pero es peor cuando empezamos a correr. Trote suave y control de la respiración. Inspiro, expiro. Al minuto, estás hiperventilando. Y, en dos más, notas que la cabeza echa fuego, que te has puesto colorado, que sudas excesivamente, que te ha dado flato, que el corazón se te ha desbocado y que te duelen los pulmones.

Con este panorama, comprenderéis que tuve que tirarme en un banco a recuperar el aliento (y la dignidad). En plena hora punta, no tuve más remedio que compartir asiento con una mujer de mediana edad que alternaba en sus manos un buen bocadillo de jamón con un periódico.

“Eso sí que es vida”, pensó vengativamente mi subconsciente, mientras mis pulsaciones comenzaban a retomar su ritmo habitual y mis ojos se desviaban hacia el bocata. Para vencer la tentación, me distraje ojeando los titulares del periódico que sostenía la señora, entre los que destacaba, flamante: “El Atlético de Madrid líder de la liga a unas cuantas jornadas del final”.

“Ajá, esa sí que es buena”. El día anterior había estado más de una hora escuchando a mi padre sobre las bondades del Cholo Simeone este último año en el Atleti. Que si es el salvador, que si el carácter argentino,… pero, ¿qué hacía esa mujer leyendo las noticias de ayer? Noté que pasaba páginas buscando algo en particular y, cuando lo encontró, emitió un “¡Aquí está!” tan alto que salí de mi ensimismamiento.

– ¡Aquí está! “Libra: su pareja le dará una sorpresa muy grata por la que usted le estará muy agradecida”. Bueno, pues otro día que acierta.

– Señora, está usted leyendo el periódico de ayer –dije con miedo de parecer una metomentodo.

– ¡Ah, sí, hija! Es que me gusta leer los horóscopos el día siguiente para saber si han acertado. Yo es que creo mucho en estas cosas. Y, ¿ves? El de ayer está en lo cierto. Verás, es cierto que mi Luis me dio ayer una buena noticia. Me dijo que se iba a cuidar de su madre al pueblo una buena temporada. Buena noticia por partida doble –rió estruendosamente–. Y, ¿qué horóscopo es el tuyo, niña?

– Escorpio,… pero la verdad es que no creo… –no me dejó terminar.

– “Escorpio: querrás ponerte en forma, pero hazlo con cautela”. Mira, parece ser que también ha acertado el tuyo, reina.

– Sí, bueno, no se crea; hubiera estado bien leer antes lo de la cautela.

– Bueno, nena, si me perdonas… Voy a ayudar a mi Luis a que haga bien las maletas, no vaya a ser que se deje algo y tenga que volver –soltó otra carcajada.

Al día siguiente, repetí la operación, no porque me apeteciera salir a correr, sino porque tenía curiosidad sobre lo que me predijo el horóscopo del día anterior. Como era de esperar, justo a la misma hora, aquella señora estaba sentada en el banco con el periódico del día anterior y un bocata de jamón.

– El mío dice que tendré suerte en el azar. Y, mira, justo ayer jugué a la primitiva y me han tocado 30 euros. A ver Escorpio… dice que vas a conocer a una persona rara, que tengas cuidado. ¿A quién conociste ayer, niña?

– Solo a usted.

– ¡Oh! Bueno, tampoco hagas mucho caso. Mira, mi Luis al final ha decidido traerse a su madre a nuestra casa y, encima, con los 30 euros de la primitiva tengo que pagar el billete.

Yo, por si acaso, me disculpé y continué corriendo.

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5 comentarios

  1. 1. Abelino dice:

    Tú no eres escorpio, eres géminis… No mientas.

    Escrito el 28 marzo 2014 a las 13:28
  2. 2. lunaclara dice:

    Hola Patricia: tu relato es divertidísimo y esta escrito con una frescura y una agilidad q enganchan desde el principio.
    Felicidades!

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 00:00
  3. 3. Maureen dice:

    Me ha encantado tu texto, me ha parecido divertidísimo desde el principio, con esas intenciones de ponerse en forma que todos tenemos alguna vez, la ropa vieja y el ahogo a los dos minutos de empezar, hasta el final, con la vieja confesando que al final no sólo no se ha librado de su marido sino que por encima le tiene que pagar el viaje de vuelta.

    Yo usaría el guión largo para los diálogos (se pone con Alt + 0151), que se ve mejor que el corto. Además, un detalle: la primera palabra del diálogo va pegada al guión, no hay que dejar un espacio entre uno y otro.

    Estupendo relato, enhorabuena.

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 12:04
  4. 4. Aurora Losa dice:

    Sin menospreciar los textos nostálgicos de este mes (incluido el mío), ya tocaba reirme de veras. Qué buen texto, qué caña la pava y qué diálogo tan buenisimo.
    Digno de un guión de sit-com, es que me veo a la de las mallas en plan Phoebe, no sé.
    Por otro lado, está tan bien redactado y estructurado que ayuda a disfrutarlo, y vaya si lo he disfrutado, Patricia.
    Mi enhorabuena. Deseando disfrutar de tu sentido del humor este mes, o de lo que se te ocurra, vaya.

    Escrito el 2 abril 2014 a las 13:05
  5. 5. OrianaB dice:

    Un texto muy ameno, fresco y muy divertido.
    La historia está muy bien pensada y sobre todo muy bien narrada. Increíble el párrafo en el que hablas sobre el running, ¡me he sentido completamente identificada!
    Escribir en primera persona es difícil pero leyendo tu texto parece lo más fácil del mundo.
    Felicidades.

    Escrito el 4 abril 2014 a las 15:03

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