Solar - por maude

En el colegio Santa García, situado en la periferia de la Gran Ciudad, sucedió cierto hecho digno de relatar: en la inauguración del patio del propio colegio no vinieron ciertos asistentes esperados como padres y madres y sobre todo niños y niñas.
Según distintos documentos del momento y años atrás, tal vez, es posible hipotetizar las causas de este acontecimiento tan extraño.
Como en muchas zonas altamente pobladas, se sabe, que los colegios tienden a la verticalidad. Verticalidad en edificio gris y el patio de recreo, de colegio, se ubica siempre en la azotea. La economización del espacio no evita las vallas y la importancia de la protección, ni tampoco la construcción de todo tipo de canchas. Los arquitectos responsables consideran estos proyectos más que apropiados ya que evitan además la contaminación acústica.
Cierto es, y ahí se remiten los hechos documentados, que el colegio Santa García se le había hecho pequeño el espacio de recreo. También es cierto que justamente al lado de éste había un solar extrañamente abandonado hace meses. En el medio, dicen las fuentes de información, constaba un cartel que decía “Constructora Felipe”.
El solar se mantuvo así durante un par de años más, tal vez más de tres. La directora del centro pensó que no era descabellado plantear al ayuntamiento una ampliación del colegio para construir un patio mucho más amplio, dado que era conocido el aumento de estudiantes en el centro. Se sabe que el teniente alcalde, consejero de educación de la comarca, estuvo ausente en el momento de la llamada y que la secretaria tomó nota de la petición.
Pasan tres años sin que haya notas o documentos al respecto.
Un mes de setiembre, el teniente alcalde, consejero de educación de la comarca, recibe un escrito por parte de ciudadanos que residen cerca de Santa García, donde se pide que se amplíe el patio de colegio utilizando el solar abandonado. Existe una respuesta fechada en el mes de noviembre del mismo año donde el teniente alcalde, consejero de educación de la comarca, lamenta rechazar tal iniciativa tan preocupada por la comunidad, pero informa que un mes antes, la “Constructora Juan” ha comprado el solar para empezar un proyecto de viviendas unifamiliares. La asociación de ciudadanos se decepciona, según informantes de diferente calibre, pero entiende que las cuestiones legales son inquebrantables y respetables.
Existe un documento que especifica que tras cuatro años de este intercambio postal, el sola sigue vacío pero con un cartel con caras sonrientes y brillantes. También se detalla un acto vandálico donde un premolar ha sido pintado en negro.
Se sabe por panfletos encontrados en diferentes meses de años posteriores que el solar fue ocupado por la asociación de vecinos. Existen fotos de alta calidad de ese periodo. El solar aparece sin escombros, con un pequeño invernadero y una cancha de básquet además de bancos para sentarse.
Hay noticias posteriores a las fotografías donde se informa de altercados entre policía local y residentes. Además, en un corto tiempo, se hace pública una prohibición que obliga a profesores y profesoras no utilizar el solar como patio de recreo por peligro.
“Demoliciones Cano” es la empresa responsable de derrumbar invernadero, bancos y cancha. Además de hacer las labores de limpieza que implican posibilitar un terreno edificable.
Cuatro años más tarde, el teniente alcalde, consejero de educación de la comarca, ahora ya alcalde de la Gran Ciudad, inaugura el nuevo emplazamiento de la ampliación del patio de colegio del centro Santa García, construido por “Constructora Juan”. En el discurso inaugural, éste, da gracias a su equipo de consejeros y habla de la importancia de la comunidad.
Existen varias fuentes nos formales de asistentes al evento que dicen que el alcalde, cuando creía que el micrófono no estaba encendido preguntó a su secretaria:
-¿Dónde están los niños?-