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El Regalo de Navidad - por U.Monserrat
“Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro”, pensaron los vecinos de La Palma, mientras esperaban junto a Mercedes la llegada del barco. El encargado de la comitiva era el alcalde, Pedro, un hombre de sesenta años que lo único que había hecho durante su mandato, había sido intentar que sus vecinos vivieran de la manera más digna posible, aunque en los últimos años se convirtió en una tarea difícil, la crisis se había cebado con la isla. Un tercio de la población se dedicaba a la pesca, pero después de los vertidos tóxicos que inexplicablemente se hallaron en las transparentes aguas que los rodeaba, casi todos los peces habían muerto o desaparecido, dejando con ello a un centenar de familias a las puertas de la pobreza. Muchos de ellos antes de perder lo poco que les quedaba, se despidieron de sus vecinos y amigos emigrando a la península.
Pero la situación de Mercedes, una extranjera que se había mudado a la isla hacía dos años con su marido y su padre, era totalmente diferente, ella no tenía la oportunidad de marchar, ¿quién cuidaría de sus pequeños mientras ella trabajaba?, no, en la isla había hecho amigos y disponía de vecinos que siempre estaban dispuestos a ayudarla.
Para ser finales de Diciembre, la noche era cálida. Todos los vecinos y allegados de Mercedes se encontraban junto a ella, para hacer más amena la espera, comenzaron a cantar villancicos. Pero la joven seguía sin explicarse porque Pedro, se había empeñado en llevarla hasta allí, ella no tenía nada que celebrar esas Navidades, meses atrás lo había perdido todo.
Su desgracia comenzó la noche de Reyes, se hallaba junto a Javier, su marido, en el restaurante del pueblo celebrando su aniversario, cuando recibió la llamada del hospital, su padre había sufrido un accidente de tráfico mortal, lloró desconsoladamente durante meses. Pero el golpe más fuerte fue la desaparición del barco donde navegaba su marido. Recordaba la noche que se despidió de él, saludándolo con una mano mientras que con la otra se acariciaba la prominente barriga, estaba embarazada de cuatro meses. Esa noche arreciaba tormenta, pero nunca sospecho que el pesquero jamás regresaría a puerto con los tripulantes. En esa ocasión, Pedro le dio la mala noticia, ¿por qué tantas desgracias seguidas? se preguntó, mientras unas lágrimas silenciosas resbalaban por sus mejillas.
Todos fueron testigos de su desolación, aunque intentaron sacarla de casa, ella solo consentía salir si necesitaba algo relacionado con sus hijos. La comunidad al ser consciente de su depresión, se volcaron en ayudarla para que no le faltara de nada.
Sus amigos la animaban a proseguir con su vida, ¿qué mejor regalo que tus hijos?, le dijo uno de ellos. Pero, Mercedes no pensaba igual, la vida le había despojado de demasiadas cosas, primero su padre y meses después, le arrebató al amor de su vida, “y ahora que, que será lo siguiente, ¿mis hijos?”, respondía ella.
– Señor, Pedro. No quiero ser descortés, pero prefiero regresar a casa. De verdad, no tengo nada que celebrar estas Navidades, pero, si mucho por lo que llorar – comentó mirando al bonachón del alcalde.
Pedro, la agarró del brazo para impedir su marcha – De verdad, Mercedes, si no fuese importante, no te habría sacado de casa. Espera cinco minutos.
Mercedes no pudo negarse a la suplica de su vecino, así que, espero pacientemente. A los pocos minutos Hugo se despertó, ocasionando con ello, despertar a su hermano, Javier. Para calmar los llantos de sus pequeños, comenzó a pasearlos por el paseo, sin percatarse de que estaba atracando el barco.
Al escuchar la alegría de algunos presentes, sintió envidia por primera vez en su vida, ella no volvería al puerto a esperar el regreso de su marido, jamás volvería abrazarlo o a besarlo. Estaba tan absorta con sus lamentaciones, que al escuchar su nombre proveniente de una voz demasiado familiar, se quedó paralizada.
– Mercedes, cariño. Soy yo, Javier – volvió a escuchar.
Se giró lentamente encontrándose de lleno con esos ojos marrones que tanto adoraba – ¿Javier? – balbuceó como pudo, viendo como él se le acercaba.
Al llegar a su altura, la abrazó y beso desesperadamente – Feliz Navidad, mi vida – dijo llorando al separarse de ella.
– Cariño, te presento a tus hijos, Hugo y Javier – observó como se agachaba junto a ellos colmándolos de besos y abrazos, pasados unos minutos y siendo aun observados por todos los vecinos, Mercedes regresó a su hogar, al final si tenía algo que celebrar esas Navidades.
Lo primero de todo, Felices Fiestas.
Muchas gracias a las personas que se han entretenido analizando mi texto, para mi es muy importante conocer vuestro punto de vista, con ello, cada día aprendo más y me esfuerzo por hacerlo mejor.
Se que le faltan datos al texto, pero tuve que resumirlo lo mejor que pude, quitando partes importantes que ahora leyéndolo de nuevo eran fundamentales para entenderlo. El próximo intentare que salga mejor.
Lo primero es que me confundió el hecho que dice al principio que se había mudado a la isla con su marido y su padre, no menciona a sus hijos, otra luego da la sensación que el padre muere en otra parte en un accidente no en la isla, otra habla de que no tenía nada que celebrar en las navidades y que meses atrás lo había perdido todo, y luego dice que eso sucedió en día de reyes, pero no aclara si por lo menos había pasado un año, porqué no se halla pero aquí primero es navidad y luego el día de reyes, no se si me entiendes. Pero la trama esta bien lograda, el personaje central esta bien descrito es redondo, su soledad se percibe, no presenta tanta intriga o conflicto, pero si drama y desenlace,con un final feliz. ¡¡¡¡¡¡¡BUEN TRABAJO, FELICITACIONES!!!!!!!!!!
Te suplico leas el mio es el 106 LOS BALSEROS, quiero critica, de todo aspecto que encuentres mal parado, pero que sea concreto, que no solo me digas fallaste en los diálogos por ejemplo, pero que no me digas como corregirlos. O cualquier otra cosa que veas mal. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DESDE YA MIL GRACIAS A TU FUTURA APORTACIÓN!!!!!!
Hola! Me gustó mucho tu relato, la verdad es que son fechas para este tipo de historias. Es cierto lo que dices de que faltan ciertos datos en el texto pero personalmente pienso que nada lo suficientemente importante como para que no se entienda. Yo siempre tengo que luchar contra el limite de palabras.
Lo que si te aconsejaría es revisar la puntuación, he visto un par de fallitos, pero nada terrible.
Por lo demás solo decirte que creo que esta muy bien narrado y que agradece un final feliz que a veces los escritores somos un ta to morvosos jaja. Feliz Navidad!!
Hola! Me ha gustado tu relato. Coincido en que lo de los reyes es algo confuso, pero entiendo que sus hijos eran mellizos y nacieron cuando el padre ya no estaba. ¿no?
Te diría que me parece que abusaste un poco de las “comas”, hay lugares en donde yo hubiese puesto puntos.”recordaba la noche que se despidió de él, saludándolo con una mano mientras que con la otra se acariciaba la prominente barriga, estaba embarazada de cuatro meses.”, antes del “estaba” por ejemplo. Y también donde dices “y ahora que, que será lo siguiente, ¿mis hijos?”, la coma está perfecta, pero el qué lleva tilde, y yo hubiera usado signos de interrogación.
Describes bien su soledad, es atrapante.
Pero al final no siento la emoción de Mercedes. Leí tu texto del mes pasado y me gustó mucho, y también este.
Sigue así. Felices fiestas!! Te pasas por mi texto? Suerte!!
Muy linda historia. Es verdad lo que ya te han dicho otros compañeros: pequeñas fallas de construcción y de sintaxis, nada más.
Me encantó el personaje del alcalde.
Felicitaciones.
Como bien han comentado los compañer@s anteriormente, tienes algunos errores de puntuación; pero nada que no se pueda subsanar con práctica y más práctica. Yo también tengo muchos desgraciadamente 🙁 . Además, por añadir algo que tampoco me gustó, la utilización de frases muy largas. Quizás me gusta la sencillez; es más, creo que en la sencillez esta lo complicado y lo bonito, usar las palabras justas para dar la máxima potencia al texto. En cuanto a lo que me ha gustado: El tema y la historia son perfectos para estas fechas, me ha gustado mucho.
El texto está muy bien y trabajado estará mucho mejor. 🙂
Hola Monserrat
He de decir que, aunque las historias bonitas no suelen ser de mi agrado, esta la leí con mucha soltura, cuando quise darme cuenta ya había acabado.
Coincido con los compañeros con el tema de los tiempos, me pierdo un poco con eso del dia de Reyes y Diciembre.
Otra cosa que hay que destacar, es que parece que a Javier le hace infinitamente mas ilusión que a Mercedes el reencuentro. Cuando le presenta a los niños parece muy serena, como que la emoción se le fue de golpe, mientras que a Javier aún le quedan besos y abrazos.
Por lo demas esta muy bien, encaja con las fechas que corren.
Relato muy tierno. Ciertamente logras transmitir la soledad de Mercedes. Es cierto que hay partes inconclusas, pero como ya indicas tu misma, es por culpa de los ajustes para llegar a las 700 palabras.
Es muy emotivo de principio a fin, y el final feliz se agradece. Me ha gustado mucho. El personaje de Mercedes está bien construido y todo el contexto de la isla bien explicado.
Lo que te comentan de las comas y frases largas, ya te lo comenté yo alguna que otra vez anterior también.
En general, muy buen relato, me ha gustado mucho. Si te animas, en este relato tienes material para ampliarlo si te ves con ganas.
Enhorabuena !! Espero leerte también en el mes de Enero!
No me entusiasman mucho las historias “rosas” y melodramas, pero aprecie la lectura, de no haberme gustado, la hubiera abandonado.
Concuerdo con los comentarios, hay que pulir la sintaxis. Recuerda que todos los guiones inician el párrafo, por lo que obvia descripciones antes del mismo. Puedes dejarlos en lineas separadas o usarlos al finalizar el diálogo:
” Se giró lentamente encontrándose de lleno con esos ojos marrones que tanto adoraba.
–¿Javier? –balbuceó como pudo, viendo como él se le acercaba.”
No pierdas de vista la puntuación y los espacios, tómate tu tiempo para leer y releer. También que otra persona, lo lea, o utiliza un lector automático. Creo que es una de mis herramientas favoritas. Y nunca, desprecies tomarte el tiempo del corrector automático, marcará esos espacios de sobra.
Estos son datos que podemos todos los que escribimos, aprender a través de la práctica, la constancia y la perseverancia. Lo que te pertenece es la sensibilidad que has dejado plasmada y reitero, si terminé tu historia pese a ser la persona menos “melosa” del mundo, es porque valió la pena.