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La jaula de mi vida - por Jose Antonio

Sentado en mi viejo sillón de una habitación pequeña, llena de libros viejos como si fueran paredes corroídas por el tiempo, filtrándose la escasa luz del día por una de las ventanas, cansado y un poco molesto me encontraba. Como todas las tardes desde hace más de quince años, sentado solo frente al teléfono esperando la eterna llamada. Con todos mis pensamientos girando dentro de mi cabeza, no logro poner orden alguno en el vórtice de mis recuerdos. Hace tantos años que partió, que se alejó de mí, que la tristeza también me abandonó, pero la sigo esperando aquí, sentado en mi sillón, observando eternamente una visión de ella, formada de aromas y sonidos que en tiempos pasados se quedaron fijamente dentro de mi cabeza. El teléfono no suena y mi mente juega con mi percepción de la realidad, como si mi vida entera estuviera encerrada en una jaula tan grande que toda mi existencia no pudiera escapar. La oigo a veces entrando a la habitación, pero no la veo. Entonces la busco, pero no la encuentro. La veo a lo lejos, pero solo son sombras en las cortinas dentro de mi habitación. Un sombrero viene a mi mente. Ella me lo regaló hace ya tanto tiempo, de un color azul opaco, que terminó deshecho por el uso y sin embargo lo sigo sintiendo en mi cabeza como el primer día en que ella me lo colocó, suave, con sus manos delicadas. Muchos recuerdos. Me estoy volviendo loco, es eso posible. La escucho en ocasiones cuando me habla pero ya no la veo. ¡el teléfono no suena! Y la jaula de mi vida comienza a hacerse pequeña y no puedo respirar, pero el sombrero que siento en mi cabeza me regresa a la realidad. ¿por qué se fue?, ¿por qué se alejó?. No lo sé. El día se termina y la habitación comienza a oscurecer. Ese sombrero es lo último que ella me regaló, siento la costura en mi frente llena de sudor con olor a una angustia perdida. El teléfono no sonará, la jaula no se abrirá y el sombrero que siento en mi cabeza, será el recuerdo que me queda de ella cuando hace quince años yo morí. Mi muerte, la recuerdo en este momento. La jaula de mi vida comienza a disiparse. Aquél día con un beso en la cama de mi fría habitación, ella se despedía de mí. Hoy finalmente, veo en penumbras, mi sombrero. Ella lo guarda y le dice adiós. Lo ha aceptado y me ha dejado partir. El teléfono nunca sonará y mi jaula al fin se abrirá. Hoy ya no siento mi sombrero sobre la frente y sé que ella ya nunca me llamará.

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6 comentarios

  1. 1. Emmeline Punkhurst dice:

    Bonito relato, José Antonio. Lo único que cambiaría es la repetición de la palabra jaula en demasiadas ocasiones. Aparte de este detalle, me ha parecido un relato muy bien ambientado. Casi sentí el dolor del protagonista en mis propias carnes. Y el detalle final de que es él quien en realidad se ha ido, me parece un acierto.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 29 enero 2015 a las 13:13
  2. 2. Adella Brac dice:

    Me resulta un poco confuso. Quizá con algunas comas y puntos a parte se vería más claro. Aunque puede que ese haya sido el tono que buscabas. Si es así, no he dicho nada 🙂
    ¡Saludos! 😉

    Escrito el 30 enero 2015 a las 08:45
  3. 3. beba dice:

    Hola:
    A mí me gustó tu relato. Lograste crear una atmósfera obsesiva y triste, muy adecuada a la situación del protagonista; y la “dehilachaste”, hacia el final, como si amaneciera. Es muy inteligente el recurso del sombrero como señal de libertad y curación.Felicitaciones.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 14:49
  4. 4. Kenoa Gessle dice:

    la idea del relato me parece fascinante, ese ser que esta encerrado en una no realidad porque aun no han podido dejarlo partir. si le cambiaría un poco la repetición de algunos términos que hacen pensar mas en la necesidad de cumplir con la escena que con la trama.
    Saludos

    Escrito el 30 enero 2015 a las 20:18
  5. 5. Ana dice:

    Me ha pillado por sorpresa que sea el protagonista el que murió en realidad. Un giro genial!

    Escrito el 30 enero 2015 a las 23:49
  6. 6. Diego Manresa Bilbao dice:

    Muy buen relato Jose Antonio!!!
    La primera parte es excelente, con todo el dolor que desprende el hombre por la perdida del ser querido y el no poder dejar ir a alguien que se ama y se ha perdido, me ha tocado personalmente amigo…
    La ultima parte es mas confusa, no se si el hombre a muerto en realidad, o habla del olvido al que ella le ha sometido… No me quedo claro
    De todas formas, enhorabuena!!!!!

    Escrito el 31 enero 2015 a las 19:45

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