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Extraño encargo - por Miranda

Aquel encargo era un poco raro.

Después de la exposición, le estaban lloviendo encargos. Había sido un gran éxito. Sus alocados dibujos de objetos de la vida cotidiana con colores nítidos y grandes contrastes gustaban mucho.

La mayor parte de los encargos le llegaban a través de su representante y estaban basados en alguno de sus cuadros conocidos con variantes personalizadas.

El viaje estaba resultándole ameno, hacia tanto tiempo que no conducía ella misma siendo consciente del camino, y tanto tiempo que no recorría carreteras secundarias

Era un símil de lo que estaba ocurriendo en su vida.

Todo había comenzado hacia una semana, su representante le había dicho que un conocido personaje de la cultura había enviado un regalo para ella con un sobre que decía “Instrucciones”. En la caja había un teléfono rojo, un modelo moderno pero que imitaba los antiguos teléfonos con rueda de números y en las instrucciones del sobre decía: “cambia tu inalámbrico por este teléfono. Te llamare”.

Aunque su representante no había querido decirle quien era el personaje, otra singularidad del encargo, le había asegurado que era muy conocido y que la oferta no era desdeñable, un cheque con seis ceros, ella podría poner el numero que quisiera delante. Desde luego había conseguido intrigarle. Se llevo a casa el teléfono y esa noche recibió la llamada.

–Hola Alicia ¿Te ha gustado mi regalo?-la voz ronca y profunda del hombre sonaba muy varonil y cautivadora, le recordaba a alguien, pero no lo identificaba.
–Digamos que me ha intrigado -respondió Alicia con cautela.
–Espero que la intriga te motive, quiero algo muy especial de ti, pero tendrás que descubrirlo tú misma y necesito que me dediques un tiempo en exclusividad, por eso es tan generosa mi oferta

Después de una pausa el hombre continúo hablando

–Quiero que vengas a visitarme, tengo una casa en un pueblecito de la provincia de Zamora, en el parque natural de Sanabria, tienes los datos escritos con zumo de limón en el reverso de las instrucciones, solo tienes que ponerlo al vapor y aparecerán.
–Y ¿para qué tanto misterio? –contesto un poquito exasperada–. Dime quien eres, que quieres y a donde tengo que ir, iré de todas las maneras.
–Ya lo comprenderás, relájate y disfruta del camino.
Un pitido le indicó, que había colgado, sin darle tiempo a responder.
Entre cabreada e interesada, se acerco a la caja. Menos mal que no había tirado aun la tarjeta, se preparó un té y con el vapor comprobó los datos.

Y allí estaba ella, en su coche, esta vez sin conductor ni acompañante, dirigiéndose no sabía muy bien a donde. Realmente el nombre del pueblo lo sabía, pero no le decía nada.

Había salido de Madrid, con niebla y embotellamientos, había estado a punto de darse la vuelta, pero a unos cien kilómetros todo cambió, el sol lucia en lo alto y la luz hacia que el paisaje fuera espectacular, cuanto más se acercaba a su destino más agradable parecía todo.

Se sentía bien, manejar el coche le daba seguridad y percibir lo que había alrededor le hacía sentirse viva, subió la música y se puso a tararear. Por un momento se sentía como si todo estuviera en sus manos. Las noches de insomnio parecían lejanas, se dio cuenta de que había estado viviendo en una jaula, de oro, si, pero una jaula al fin y al cabo. Tenia éxito, dinero y un novio que le hacía el caso justo para sentirse acompañada, pero hacia mucho, que todo era costumbre, sin alicientes.

Todos los días se sucedían iguales: encargos, actividades programadas, citas reiteradas, su agenda era agotadora, en su vida prácticamente no había tiempo para la improvisación, para disfrutar, para pararse a sentir.

Llegó hasta el pueblo indicado en la tarjeta, tenía que preguntar por un tal Alberto. Cuando llegó a la casa lo vio a lo lejos, era inconfundible, con su sombrero, sus fulares, el pelo canoso y la barba incipiente.

Las mariposas en el estomago reavivaron sus recuerdos veinte años atrás cuando sus caminos se cruzaron por primera vez, en la universidad.

Se miraron y aquello les transporto en el tiempo.

–Aquí estoy –dijo Alicia.
–Disfruta –dijo Alberto–, tenemos tiempo y sera algo personal, tendrás que centrarte en sentir lo que luego pintaras.

Alicia pensó en teléfonos, jaulas y sombreros, pero supo que no sería eso lo que pintaría, dejaría de pintar cosas, pintaría sensaciones como las que sentía en ese momento….

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9 comentarios

  1. 1. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Miranda, me gusto toda la historia. Pero mas me gusto la sutileza con la que dejas implicita la cercania entre la pintura y la escritura. Con palabras dibujas el sentimiento femenino en un encuentro inesperado. Espero que el personaje principal lo pueda plasma igual. Enhorabuena

    Escrito el 29 enero 2015 a las 00:50
  2. 2. julieta blanco dice:

    Hola! Qué linda historia! Me gusta porque habla de dejarse llevar, de la intuición… supongo que las instrucciones con jugo de limón buscaban evitar que le reconociera la letra, no?
    Tal vez sólo algún detalle de puntuación. Por ejemplo, después de “todo había comenzadi hacía una semana”, la separación con lo que sigue debería ser mayor. Podrías utilizar en ese caso un “;”.
    (: suerte! Pasas por el mio?https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-22/2560

    Escrito el 29 enero 2015 a las 13:54
  3. 3. marazul dice:

    Hola Miranda. Tu narración tiene ingredientes que a mi me encantan. Tiene intriga, tiene emoción y es la historia de un reencuentro. Algo que te ha podido pasar a ti….a mi tal vez….Que sientas como el corazón late más deprisa…..que vuelvas a sentir igual (que en la Universidad….).Sentirse libre conduciendo sola por una carretera con un bonito paisaje…….hacia un destino diferente….salir de la rutina….hacer alguna locura…sentir mariposas en el estómago. Estas son las cosas por la que merece la pena vivir. Y tu me lo has trasmitido a la perfección. Me has llegado Miranda
    Un besote. Marazul

    Escrito el 29 enero 2015 a las 22:09
  4. 4. lunaclara dice:

    Bonita historia de amor, Miranda. Eres muy visual escribiendo y me imaginaba a la chica en ese coche viajando a un lugar desconocido, a la aventura, qué guay!!
    Felicidades!!

    Escrito el 30 enero 2015 a las 17:01
  5. Me ha encantado. Mientras avanzaba en la lectura iba especulando acerca de lo que ocurriría. Y al final no acerté, llevándome una grata sorpresa.

    No está demás decir que la narración es tan fluida que se lee de un tirón.

    Saludos.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 17:19
  6. 6. José Torma dice:

    Compañera Torbellina, que gusto leer una historia de amor igual pero diferente. Yo como soy muy mal pensado, esperaba lo peor, nunca un reencuentro con un viejo amor… pobre novio.

    Tengo una duda que me atormenta porque yo lo hago tambien y me lo señalan…

    “El viaje estaba resultándole ameno,”

    A mi me parece fantastico, yo lo escribiria asi, pero siempre que aparece el famoso le en los verbos, me hago un lio, tanto que ahora de cajon, cuando lo noto lo cambio, en este caso pondria “El viaje le estaba resultando ameno”, pero desconozco reglas o formas asi que solo estamos platicando jaja

    Me gusta lo visual que eres.

    Muy bien, felicidades.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 20:25
  7. 7. Roger/NHICAP dice:

    Hola Miranda,
    Un gustazo leer esta historia. Opino como Osvaldo, la relaciön escritura y pintura. Me hiciste recordar la frase con la que termina mi relato del taller 8° de Literautas(abril 2013): “El escritor describe sus ideas con palabras, el pintor las plasma en un lienzo.” En este caso hay que cambiar ideas por sensaciones, sentimientos.
    Estupendo relato donde muestras con habilidad lo que siente Alicia en su viaje y reencuentro con Alberto.
    Excelente narración, sencilla y fluida, que gusta por lo que trasmite.
    Un abrazo

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 17:32
  8. 8. David Rubio dice:

    Has conseguido una narración fluida y atrapante. Me gustó sobre todo la parte central donde la intriga hace devorar las frases. La verdad es que me esperaba un final, no macabro, pero si en el que la figura del amante no fuera un viejo amor sino el novio que convive con ella en la actualidad y trata de regalarle lo que más sabe que desea.
    Buen relato, sin duda.
    Saludos

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 18:22
  9. 9. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Miranda!!!
    Muy buen relato, habla muy bien del proceso creativo, y, sobre todo, de las inspiraciones que podemos tener para ello..
    Me ha gustado esta historia de amores reencontrados…

    Nos leemos!

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 17:14

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