Reconciliacion radiofónica - por Mayomi

RECONCILIACIÓN RADIOFÓNICA

Tecy es una mujer madura, recién se divorció conoció a un hombre, llamado Joman, él es locutor de radio, mediante el chat de Messenger, causante de éste encuentro.
Platicando en línea, Tecy y Joman decidieron conocerse en persona, cuál fue su sorpresa al saber que ambos vivían en la misma ciudad, así que acordaron verse en un antro llamado “El patio”, un antro pintoresco, que ofrece música en vivo a los visitantes y les da la oportunidad de cantar a los que se atreven a pasar al escenario.
Tecy y Joman platicaron en franca armonía, ambos son profesores, él de educación básica y ella de educación media superior y superior; intercambiaron preferencias musicales, descubrieron que a ambos les gusta la trova, sus autores en común son: Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Pablo Milanés, Mercedes Sosa entre otros. Joman, un tanto inseguro de su físico preguntó -¿me imaginabas así?- Tecy observaba sus ojos con atención y contestó –definitivamente no, mas puedo decirte que, eres mejor en persona-, Joman se sonrojó, tomándola de las manos le dijo que si le permitía un momentito, ella asintió, él se perdió entre tanta gente que estaba dentro del lugar, ¡de pronto!, ahí en la tarima la luz cubrió la figura de Joman, empezó a presentar la pieza musical que interpretaría “gracias a la vida”; sus ojos, desde que inició su canción, se cruzaban con los ojos de Tecy, se sentía la intensidad de su mirada, la energía era arrolladora, incluso se sonreían con los ojos, a tal grado llegó esa energía que todos los clientes comenzaron a aplaudir para que Tecy acompañara al cante en el escenario, la ayudaron a subir y Joman , ni tarde ni perezoso la abrazó, sin dejar de cantar.
Posteriormente siguieron frecuentándose hasta que se hicieron pareja. Joman la invitaba con frecuencia a eventos de la (RTV) radio televisora de Veracruz, él tenía un programa de radio llamado “Suite Continental” enfocado a transmitir música de diferentes lugares, regional, trova, entre otras. Así que Tecy llegó a conocer diferentes canta-autores, grupos, arpistas, en fin un sinnúmero de personas del medio artístico, por lo que se dio cuenta de cuán activa era la vida de su radio locutor.
Su relación era bastante armoniosa, llena de música, romanticismo y espectáculos. Entre ellos había un aire tan sensible, que Joman le decía –me siento como adolescente primerizo en el amor- Tecy le correspondía asintiendo entre besos, abrazos y cucharadas de pastel. Sin embargo, con todas esas demostraciones de afecto, cada uno vivía en su propio departamento, disfrutaban de los momentos personales para atender sus diferentes obligaciones laborales y de padres.
Después de aproximadamente seis meses, Tecy le invitó un café a Joman, ya en el lugar ella inició la conversación, le expuso que consideraba, después de todo ese tiempo de conocerse, ya podían formalizar su relación viviendo juntos, que entendía la postura de ambos en cuanto al matrimonio, pero que el hecho de vivir juntos podría acercarles más. Joman la veía, escuchaba con atención, sin embargo, el silencio se apoderó de él, sólo atinó a decir -¿tú crees?-, Tecy también lo observaba, así que al darse cuenta de la postura de Joman, optó por callar y esperar algún comentario más de él. Los minutos se hacían tan largos que, no habían pasado ni cinco minutos, Joman esbozó una sonrisa y con todo el cariño que le permitieron sus nervios, preguntó -¿nos podemos ir?, ya ves que todavía faltan dos días para terminar la semana y debo hacer unas grabaciones, además tú das clases a las siete de la mañana-, Tecy asintió con el rostro, él pidió la cuenta, pagó y la tomo de la mano para retirarse.
Pasaron cuatro días, ambos esperaban que el otro hablara, así que el silencio se apoderó de ese tiempo. Llegó el lunes, Tecy, desganada, se levantó para arreglarse e irse a la escuela donde laboraba, al salir de su recámara, lista para degustar sus alimentos matutinos, encendió la radio, sintonizando la 107.7, misma que escuchaba desde el encuentro con el locutor. Iba a tomar un trago de su jugo y escuchó la voz de Joman – a continuación escucharemos la canción “Yo no te pido” de Pablo Milanés, está dedicada a una gran mujer, ella ilumina mi día a día. Tecy con todo mi amor puedo decirte que me uno a ti para que estemos juntos por el resto de nuestra vida-, se escuchó el timbre de la puerta, era Joman y ambos se fundieron en un beso.