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LA MALDICIÓN - por Lu Hoyos

Amalia se despertó a las cinco de la mañana y vio que estaba sola en la cama. Su marido, Fernando, aún no había llegado. Se levantó y fue a la cocina a prepararse un vaso de leche caliente. Con él en la mano, fue a sentarse en el sofá y encendió un cigarrillo. Tuvo un mal presentimiento. Luego volvió a acostarse pero ya no pudo conciliar el sueño. Él no apareció.
Desde su oficina, horas más tarde, telefoneó al despacho de Fernando. Habló con su secretaria. Una mujer joven y guapa que le habló con frialdad.
-No puede ponerse. Hoy estará todo el día reunido.
-Gracias –contestó ella con amargura.
Sabía que estaba muy ocupado con el congreso que empezaba a la semana siguiente, pero era la primera vez que no iba a su casa a dormir, aunque en los últimos tiempos cada vez llegaba más tarde. Empezó a temerse lo peor. Ya lo veía venir pero no había querido aceptarlo. No quería darse cuenta de que lo estaba perdiendo. Tenía que ser esa mujer, ¡esa secretaria pija de mierda! Los imaginó fornicando insaciables. ¡Maldita seas! –exclamó- ¡Malditos seáis los dos!
Cuando estaba cenando con los niños sonó el teléfono. Era él que por fin se dignaba a llamar.
-Amalia, siento no haberte avisado. Esta noche tampoco voy a ir a casa. Necesito estar solo.
-Sí, podrías haber llamado. Me has asustado.
– Estoy muy nervioso con los preparativos. Sabes que este congreso es muy importante para mí. De que salga todo bien depende mi futuro profesional. ¿Lo comprendes, verdad?
-Sí, qué remedio…
– Voy a quedarme unos días en el Hotel Inglés. Mañana pasaré un momento a recoger algo de ropa.
-¿Te la preparo?
-No, no hace falta. Será poca cosa. Dales un beso a los niños de mi parte. Hasta luego.
En el trabajo, aprovechó la hora del café para bajar con su amiga y compañera Ana al bar de la esquina.
-Se ha liado con su secretaria –le dijo nada más tomaron asiento.
-¿De verdad? No me lo puedo creer.
-Esa tía me dio mala espina desde la primera vez que la vi. Tiene pinta de putón verbenero.
-¿Te lo ha dicho él?
-No, es solo que lo presiento. Está muy distante últimamente. Desde que ella apareció en escena.
Sus sospechas se confirmaron. Poco después Fernando la dejo para irse a vivir con ella. Amalia siguió maldiciéndolos. Quiso morirse. Estuvo varios meses sin salir de la cama.
Su hija, Verónica, de quince años tuvo que crecer de golpe y hacerse cargo de sus hermanos pequeños. Los alimentaba, los vestía y los llevaba al colegio, al mismo tiempo que cuidaba de su madre.

***
Con el tiempo, Amalia volvió a enamorarse, aprendió de nuevo a confiar en un hombre y perdonó. Cambió de vida, de lugar de residencia, de empleo, y guardó nuevos recuerdos en su corazón, al lado de los otros.
Unos años después, Ana recibió un mensaje en su móvil: Ha muerto. Un cáncer de pulmón se la llevó.
Al año siguiente murió él.
No fue por la maldición. El azar siempre sorprende con jugadas inesperadas. Ella lloró porque se acordó de su propio fin en alguna fecha imprecisa del calendario.

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6 comentarios

  1. 1. Eulalia Rubio dice:

    Me parece de una limpieza impecable, tanto el fondo como la forma. Felicidades.
    He visto un par de detalles de puntuación sin importancia que se los enviaré a la autora.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 11:48
  2. 2. David Rubio dice:

    Buen relato, Lu.
    Las maldiciones no dejan de ser creaciones humanas, un intento de dotar de lógica el azar que es lo que gobierna la vida.
    Saludos

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 13:22
  3. 3. grace05 dice:

    Hola Lu:
    Buena historia. Sencilla, casi te diría, cotidiana. Hoy en día cuantas parejas pasan por lo mismo. Vocabulario y lenguaje que permite la lectura fluida y ágil. Si bien hay algunos temas gramaticales, no desmerecen a la totalidad.
    Me quedó un poco confuso el giro final, no entendí si muere Amalia o la secretaria? La última frase se refiere a Amalia, pero en ningún momento está aclarado, y me dio la sensación que se refiere a Ana. Bueno parece que me hice un poco de lio.
    Igual, puliendo algunas cositas , te quedó una buena historia
    Te invito a comentar106

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 17:36
  4. Me gusto mucho como manejas las emociones de los personajes y como lo has narrado. Con un lenguaje sencillo e impecable. En cuento a los errores ortograficos, no note tantos aunque siempre se cuela uno que otro. De todos modos, excelente relato. Me alegra haberlo leido.
    Felicidades y saludos.

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 18:42
  5. 5. Nieves dice:

    Una historia muy bien esscrita. Felicidades.

    Escrito el 8 mayo 2015 a las 15:23
  6. 6. beba dice:

    Hola:
    Es un texto bien escrito, correcto. El vocabulario es apropiado.
    En cuanto al ritmo me pareció adecuado.
    Me pareció que el desenlace se venía muy de golpe; a lo mejor por la cantidad de palabras.
    El argumento no es muy interesante aunque es muy habitual hoy por hoy.
    ¿Cómo podría mejorarse? Tal vez con diálogos centrados en la separación, más que en los indicios de la proximidad de la misma. Y con más emotividad en los personajes que en el narrador.
    Adelante.

    Escrito el 13 mayo 2015 a las 01:31

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