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La maldición - por andy
El autor/a de este texto es menor de edad
El era una persona callada y fría. Un transeúnte conocido por la gente del pueblo en general. Lo llamaban: “el robador de almas”, ya que, cada noche, salía a pasear entre laberintos de calles, edificios y parques; con un sombrero redondo de color cían y un chaleco de gran grosor que le cubría el rostro, aquella ropa, asemejaba a los ropajes del personaje de una leyenda muy conocida de la cuidad, a la leyenda, se la conocía por los ciudadanos como: “el robador de almas”.
Nadie sabía su nombre. Cualquiera que se enteraba de la historia del “robador de almas”, dejaba caer su pavor sobre él, desde pequeños a grandes, no había nadie que no le llevara un gran miedo encima a causa de todos los oscuros rumores que recaían sobre él.
Un día, a Franco García, el editor del periódico de la cuidad, “galaxia-novedad”, le llego la primicia del “robador de almas”. No tardo en escribirla, editarla e imprimirla por millones, pero, no solo lo hizo por la sencilla razón de ser el editor de su periódico, sino, porque el suceso le interesaba personalmente y estaba dispuesto a resolverlo.
Un 3 de noviembre, el día en el que se llevaría a cabo la noticia que marcaría a la cuidad, que, por las siguientes generaciones, seria conocida como la leyenda de: “la maldición”:
Franco salió del edificio, cansado de una larga jornada de trabajo en el edifico de la presa, se seco el sudor de la frente y suspiro, diciéndose a sí mismo, en su mente, mientras se sacaba el sombrero de periodista por el intenso calor de atardecer que recaía:
—De acuerdo—se hablo a sí mismo con algo de preocupación, mientras se apoyaba la mano en el mentón—todo esto será muy sencillo: solo tendré que esconderme en un tacho de basura, esperar a que venga ese tal “robador de almas”, cogerlo desprevenido, desenmascararle, ¡y ya está, me haré el periodista más famoso de la cuidad!
12 de la noche…
La blanda nieva recubría el laberinto de edificios, rascacielos, postes de luz e incluso, uno que otro borracho, que volvía camino a su casa, tambaleándose, y a la vez, rezando para que una vez que llegara, su esposa no le caiga a sartenazos. Franco aun seguía con su traje y gorro de periodista, escondido en un tacho de basura, que para su suerte estaba vacío y olía muy bien, (ya que se lo había robado al señor de la tienda de su barrio). El tacho de basura lo había colocado en la salida de un callejón hacia la calle, por lo cual, cualquiera podría haberlo visto sin haber tenido que acercarse al callejón. Franco estaba armado con una pistola, ¡pero ni lo pienses!, no lo iba a matar, solo lo iba a taclear con la empuñadura para dejarlo inconsciente, tomarle una foto y publicarla en su periódico.
Las horas pasaban y Franco se aburría de esperar, hasta que, unos ligeros pasos de lo que parecían botas de cuero rasgándose contra la calzada, se le acercaron, entonces, no dudo en salir en una fracción de segundo del tacho, y estampar la empuñadura de su pistola en la cabeza de lo que se suponía era el robador de almas. ¡Tremenda sorpresa se llevo!, cuando, el que tacleo, no era el robador de almas, sino, ¡un policía, que había venido acompañado con sus compañeros, sospechando que Franco era el robador de almas!
Después de aquello, lo siguiente que se escucho fue el “¡CLACK!” de unas esposas en las manos de franco y el siendo encerrado en la cárcel de la cuidad.
¿Pero, que paso con el robador de almas?, sigue siendo un misterio, pero, Franco, gracias a su intento por descubrirlo, termino en el relato de la leyenda de “la maldición”, ¡como el amigo y compañero de sustos del “robador de almas”!
Hola, creo que tu historia deberías enfocarla de otra manera, y estructurarla mejor. A mi parecer le falta un poco de acción. Además de que empiezas hablando de un personaje que no está claro que sea él y terminas dando protagonismo a otro sin volver a hablar del primero.
También revisarla la repetición de explicaciones, te reiteras mucho en varias cosas que pueden ser eliminadas y contar más sobre los personajes.
Cambiaría “robador” por “ladrón” y vigila las tildes.
Yo quizás retrataría más la obsesión de Franco por saber quién es esa persona, no se, solo es mi opinión.
Te animo a seguir escribiendo.
Saludos
La idea de la historia es buena. Deberías releerla en voz alta. La oraciones son demasiado largas, demasiado explicaciones. Te hace perder la coherencia del relato. Cuida los tildes y las mayúsculas.
Si te sientas a trabajar tu texto y lo pules, seguramente quedará una buena historia.
¡Sigue trabajando!!! ¡Adelante!!!!
Te invito a comentar 106
Andy me he entretenido con tu historia, es justo lo que esperaba de un relator juvenil. En la redacción me muestras cuanta actividad creativa tienes, haciendo un recorrido a través de la historia de esa maldición. ¡Te felicito! sigue adelante.
Te aconsejo: primero: hacer un borrador de la historia, segundo: darle un orden a la historia, en donde primero pase una cosa, luego otra y finalmente otra. Tercero: leerlo a alguien más para estar seguros de que te entienden lo que quieres contar. Cuarto: buscar a alguien que te ayude a revisar la ortografía y quinto: leer en voz alta varias veces el documento final con tu cuento.
Si tienes alguna duda o algún comentario me dejas la nota junto a mi cuento, en el siguiente enlace: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-25/3132
Hasta pronto. Un saludo.
El enganche y la tensión que logras es bueno, pero hay un par de detalles para trabajar. La idea de Grace es buena: leer en voz alta siguiendo la puntuación, te ayuda a identificar falencias. Una aclaración de conocimiento: rara vez un editor persigue una noticia. Lo que escriben ellos son editoriales 😉
Estoy comentando los 10 siguientes a mi relato. Este es el número 8.
Saludos, te felicito por meterte en este maravilloso mundo de las letras.
Coincido con Leonardo, pero tambien con los otros comentarios. Cuando empezamos a escribir somos mas “miedosos” para expresarnos, buscando siempre el recurso conocido. Te sugiero que te aventures, tienes una creatividad innata, algo muy tuyo, asi que no temas expresarlo.
Pero en literatura debemos hacerlo bien, debes leer mucho, busca grandes escritores, sobre todo aquellos que encajen más en tu vena literaría (Lewis, Poe, Lovecraft,etc) te ayudará a comprender como se estructura una idea.
Aprende de gramática, sobre todo de redacción en donde creo que tienes una línea mas delgada.
No temas “destrozar” tu historia si lo amerita, cambiar nombres, borrar, eliminar, modificar, reconstruir frases, etc. El nombre de “Robador de almas” me parece muy largo y penosamente “robador” no es una palabra muy generalizada. Adicional que empleaste ese nombre demasiadas veces para una escena tan corta.
Debes cuidar que todo lo que expreses no sea un relleno, sino la historia perderá fuerza y quedará sin sentido, visualiza quien es quien en tu historia y que papel aporta. Quiza el “robador” solo era el elemento “detonador” de tu historia y el protagonismo le correspondía a Franco, debes darle a cada quien la medida que le toca.
Algo que si noté es la utilización de muchas comas, a mí tambien me lo hicieron notar, por lo que ahora saltan a la vista y cuido mucho de escribirlas en exceso. Quita todas las que son innecesarias y cortan la fluídez de la lectura. Una frase menos pausada crea un ritmo de más impacto.
Tu idea es muy buena, tienes que pulir para hacerla relucir, te felicito por el esfuerzo y no dejes de escribir.
Nos leemos.
jeje, muchas gracias a todos por su apoyo, perdonadme si eh respondido tarde, pero muchas cosas cosas que hacer y poco tiempo para escribir
Un saludo, Andy