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Junio - por Tilly

Junio

El campo le había respondido. Estaba en todo su esplendor. La extensión de mar verde se había trasformado en un cepillo gigantesco amarillo, las puntas para arriba como bayonetas y algún que otro espantapájaros rompiendo la armonía y señalando el camino a los que se perdían.
El campo era su medio natural, su vida. Desde pequeño, su padre un campesino con la cara cuarteada por el sol y las manos duras le decía “Manolito, tu a estudiar, que la vida del campo es muy dura e incierta”. Le llevaba a la escuela con el coche de caballos. A la vuelta casi nunca le recogía. El se sentía libre durante aquellos paseos, aunque la mayoría de las veces lloviera o hiciera frío. Eran tres kilómetros, el camino solitario, pero no tenia miedo, le acompañaba el silencio y la naturaleza amiga.
Los que no eran amigos eran sus compañeros de clase, le tomaban el pelo por sus eternos zapatos, sus pantalones declaración de pobreza y su cartera anticuada. Por eso, y por su pereza con los libros, sabia que no continuaría con ellos. La timidez había terminado de envolver su piel con los años.
La única persona a la que solía recibir con cariño era un tío suyo, ignorante y campesino como él que le acompañaba en las tardes de sol y siesta fallida. Se sentaban los dos en el porche, con un botijo y a los pies el perro Zaki. El canto de las cigarras cansinas y aburridas les adormecía .Ni siquiera la molestia de las moscas alteraba sus posturas.
— ¿Que tal Manolo?
—Bien tío, a gusto.
— ¿Cuando llega la máquina para la cosecha?, ¿Manolo?

— ¿Qué, tío?
—Te acabo de preguntar por la máquina.
— ¿Qué máquina?
—Qué máquina va a ser hombre, ¿no los llamaste?
—Ah sí, la traen hoy.

No le gustaba que le recordaran que hoy tendría visita.
Le molestaban los intrusos, aunque fueran campesinos que le prestaran la máquina automotriz, sin la cual necesitaría días y días para cosechar el grano.
El grano estaba en su punto, con la humedad justa para evitar problemas, por lo tanto tenía que ser hoy.
A lo lejos de repente una polvareda. ¡Que fastidio!
Se levantó despacio, se caló sobre los ojos el sombrero y se acercó al camino. El perro corría de un lado para otro como si le hubieran puesto un cohete en el culo, su cola parecía un ventilador.
El motor se paró. Al abrirse la puerta, vio dos piernas largas seguidas de unos pantalones cortos que le quitaron el respiro. Solo las había visto así en la tele y soñado con ellas en las noches solitarias.
El sol le cegaba, ella era como un oasis en el desierto. La sonrisa que le iluminaba la cara disolvió su timidez. Su cuerpo recobró consistencia, como una rana después del beso de la bella trasformándose en príncipe.
Había llegado para calentarle de una manera distinta, no sabia su nombre, ni le hacia falta, se reconocieron en un segundo, los ojos como imanes que no podían despegarse y en su cabeza los tambores comenzaron a sonar.

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7 comentarios

  1. He comentado este texto anteriormente y lamento decirte que no me ha causado nada pero de seguro lo mejorarás. Tienes potencial si sigues escribiendo (más aquí en Literautas).

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 15:38
  2. 2. Marta dice:

    Pues a mi me tiene gracia el texto. Como serio pero con un toque chisposo. La escena, como si la estuviera viendo, vamos. Vaya personajes. Un saludo, Tilly.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 23:37
  3. 3. Dante dice:

    Hola Tilly. He sido uno de tus comentaristas anónimos. Como ya te lo expresé allí, el relato me gustó. Comparto lo que dice Marta acerca de esa saludable combinación entre seriedad y un toque chistoso, y sobre todo, lo gráfico que ha resultado el modo en que narraste la historia. Y si tuviera que destacar un punto, hago público lo que te expresé en privado: muy pertinente y apropiado el título, que refuerza ese modo gráfico de narrar. Tengo que decirte que, al menos para mí, elegir un título adecuado es siempre difícil, y creo que vos elegiste uno más que apropiado que ya ambienta por adelantado la historia sin adelantar la trama. Al igual que el resto de los textos que comenté, voy a recomendar el tuyo para que lo lean, así otros compañeros tienen la oportunidad de realizar aportes y en su caso, de disfrutarlo.

    Saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 01:24
  4. 4. Zelfus dice:

    Hola. Tal como lo planteó una compañera hace un par de meses, la idea es comentar al menos los siguientes diez relatos al tuyo. El mío es el #61. A diferencia de lo que señala Dante, no tengo ni la más remota idea de porqué usaste ese título. La historia está bien contada pero le falta un conflicto central, que relacione lo primero con lo segundo. Además, creo que le falta un final que resuelva ese conflicto.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 02:32
  5. 5. Demetrio Vert dice:

    Hola tilly. Como suele ser habitual uno vé un nombre en un comentario y acude a ller el relato. Son muchos cerca de doscientos.

    Si lees algunos comentarios míos verás que me extiendo bastante. Ahora no lo voy a hacer con el tuyo. Lo hare más adelante, lo prometo.

    Sin embargo te adelanto que coincido esencialmente con los compañeros que te han comentado. Escribes muy bién, pasan cosas (hay acción), pero estoy de acuerdo con Zelfus en que a la historia le falta un conflicto, al menos. Los nucléos (conflictos que conllevan dilemas) crean el drama en las historias. Sin conflicto, no hay historia; hay anécdota. Tal vez muy bien relatada, como es este caso, pero anécdota al fín y al cabo.

    Ya sigo despues de unos días.

    Enhorabuena.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 17:35
  6. 6. grace05 dice:

    Hola, Tilly:
    La historia me gustó, está bien narrada, es de lectura fluida y tiene ritmo. Las descripciones de ambiente , sensaciones y sentimientos me permitieron abordar las imágenes que quisiste mostrar. Creo que hay dos historias, pero ninguna de las dos tiene desenlace.
    1º El conflicto que tiene Manolo en la escuela
    2º La aparición de la “señorita” que le corta la respiración.
    Tal vez, solo una sugerencia, podrías “separarlas” y en un ejercicio narrativo terminarlas por separado.
    ¡Buen trabajo!!!!
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 5 junio 2015 a las 21:48
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Tilly, me gustan ciertas descripciones que están bien trabajadas, incluso veo tres proyectos de conflicto en el relato, que pudieron llegar a serlo: los estudios, la maquinaria para la cosecha y la chica, pero los tres quedan sueltos, sin solución o desenlace.
    Podrías tener tres historia diferentes, pero se te ha disuelto como una sola sin final.
    Pero, hay matices que me gustan.
    Te estaré leyendo.

    Escrito el 9 junio 2015 a las 02:23

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