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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El baile de la pasion - por Karen Katina

Llevo alrededor de un mes en este lugar realizando una investigación para el departamento de sociología de la universidad en la que trabajo. Palenque, que es así, como se llama este pueblo, fue fundado por esclavos negros traídos de África a América durante la época de la conquista, esclavos que escaparon de sus amos y se asentaron en esta región del país y que durante generaciones han mantenido sus tradiciones y rituales vivos, es por eso que estoy liderando un proyecto que busca avalar este pueblo como patrimonio oral de la humanidad.
Entre las tradiciones más notables que he conocido gracias a Nacho, mi guía, un mulato bien parecido nativo de aquí, son los cantos y bailes amenizados con tambores, cuando estos instrumentos suenan hay algo casi mágico en su sonido que los invita a danzar el mapalé, baile del frenesí.
Hoy he visto a Nacho danzar, la pasión que desborda al hacerlo es embriagadora, el ritmo te invita al deseo, a la lujuria y eso es precisamente lo que he visto en sus ojos, me miraba fijamente. Nunca antes me había sentido así ; necesitada, deseosa.
He sido testigo de cómo los habitantes de Palenque luego de danzar por horas al sonar del mapalé se enzarzan con su pareja en apasionados besos que intuyo evolucionan en el calor de la intimidad.
He pasado horas y horas junto a Nacho, mientras documento mi investigación y me lleva a visitar personajes relevantes que puedan aportar lo que necesito.
Casi sin querer me he sentido atraída por él, sé que no debería, somos tan diferentes él vive en este lugar tan particular y totalmente alejado de la vida que llevo en la ciudad, involucrarme con él simplemente sería un error, mi investigación y objetividad serían cuestionados.
Pero no puedo negar la lujuria que me consume por dentro, se despierta y vibra cada vez que suenan eso malditos tambores.
—No luches contra ello mi niña— Me dice "mama" de quien todos en el pueblo afirman que los dioses le hablan—, es la brujería nadie puede ir contra ella.
—¿Brujería?
—Si niña, está en los tambores. Te enloquece, te consume y solo se calma con el fuego de tu macho.
No respondí, supongo porque, era la única explicación para lo que me sucedía.
Cada día que pasaba mi atracción por Nacho se hacía más fuerte e irresistible en especial cada vez que sonaban los malditos tambores; ya incluso me negaba a salir de mi habitación, estaba segura que la próxima vez que los escuchara sonar no me quedaría más remedio que lanzarme sobre Nacho, y experimentar la pasión de la que me hablaban sus ojos, ya no sería capaz de resistirme por mucho tiempo más.
Esta noche el calor es insoportable, estoy en mi cama con un ligero camisón de tirantes tratando de conciliar el sueño, aún es temprano, afuera todavía el pueblo bulle con actividad. Unos golpes en la puerta algo apresurados me hacen levantar de inmediato, cuando abro encuentro a Nacho del otro lado sin camisa, mirándome tan intensamente que me hace estremecer sin decir una sola palabra extiende su mano hacia mí invitándome… es ahí cuando los tambores comenzaron a sonar.

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23 comentarios

  1. 1. Marta dice:

    Hola, Karen. Soy Marta, una de las comentaristas de este texto.
    Te invito a pasarte por el mio (nº 74), por si quieres aportarme algo. Un saludo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 15:19
  2. 2. Josan dice:

    ¡Hola Karen!.

    Hay algo sensual en el texto, casi hipnótico. Pero, en mi humilde opinión, quizá algunas descripciones las haría más explícitas, con una connotación sexual mayor. Subiendo el relato unos grados. Vamos, que sea para mayores de dieciocho años. 😛

    ¡Nos leemos!.

    Un saludo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 19:44
  3. 3. tavi oyarce dice:

    Hola Karen
    ¡Que bien logrado tu relato! tanto que debiera extenderse o tener una segunda parte. Escribes muy simple pero bellamente No hay palabras que sobren ni falten. Logras atrapar
    Te felicito

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 21:29
  4. 4. Eva dice:

    Hola,
    Estoy de acuerdo con Josan 🙂 creo que si te centraras más en los hechos que en las descripciones ganaría el relato.

    Hasta pronto

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 21:33
  5. 5. Denise dice:

    Buen relato, bien escrito. Sólo cambiaría algunas comas por punto o punto y coma en unos pocos casos, como por ejemplo:
    “Casi sin querer me he sentido atraída por él. Sé que no debería…”
    Fuera de eso, me gustó mucho.

    Saludos!

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 22:55
  6. 6. Tim Galano dice:

    Hola Karen, a mi también me gustó el relato. Estoy de acuerdo con Denise en lo de la puntuación, algunas frase del inicio se hace muy larga. Por lo demás muy bien! Nos leemos

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 13:53
  7. 7. Karen Katina dice:

    Hola.
    Marta,Josan,Tavi,Eva,Denise.
    Gracias por pasarse y comentar,sus opiniones son muy importantes. Este es mi segundo relato publicado aqui en el taller tomare en cuenta sus consejos para mejorar.
    Nuevamente gracias.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 14:02
  8. Me ha gustado mucho Karen, un relato muy sensual y esccrito de una manera sencilla y clara. Perfecto!
    Felicidades!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 17:43
  9. Cargado de sensualidad, me parece un relato muy bien escrito y narrado. Como ya te dijeron, de simple escritura pero bella. Agil de leer y diria que muy visual pues me imagine escena por escena la historia, desde el baile hasta el toque de los tambores aunque imagine a las parejas bailando alrededor de una enorme fogata, no se porque je je.
    Del final no digo nada por que algo ya imagino, je je.
    Felicitaciones y saludos.
    P.D.: Mi relato es el 118 por si te apetece comentar.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 19:00
  10. 10. Leonardo Ossa dice:

    Hola Karen, me hiciste recordar de algunas vacaciones durante mi adolescencia en Cartagena de Indias. Tu escrito refleja muy bien el ambiente costeño con el baile, la alegría y la sensualidad de aquellas tierras y su idiosincrasia. Tal vez sea tiempo de que yo también regrese para alguna investigación académica.
    Muy buen relato. ¡Felicitaciones!
    Saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 22:52
  11. 11. Quique Crespo dice:

    Hola Karen. Sin dudas la historia es atractiva por si misma, pero el desarrollo que le has dado creo que le quita intensidad. En primer lugar encuentro en el relato demasiadas descripciones “contadas” en vez de “mostradas”, esto me parece que le quita clima.
    También creo que el cuento podría tener más vida si hicieras actuar más a los personajes, por ejemplo incluyendo diálogos.
    Un saludo, y te espero en mi cuento (nº 117).

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 00:49
  12. 12. Christian Joseph White dice:

    Interesante relato. Aunque me hubiera gustado que no fuese tan breve. Saludos!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 04:20
  13. 13. PAULATREIDES dice:

    Que te voy a comentar que no te hayan puesto.
    Girar la rueda del horno para aumentar la temperatura; pues sí (estando bien como está, una mayor carga erótica no le vendría mal).
    Revisar la puntuación del texto; también. Algunas frases algo largas y pausas sin señalar.
    Que me ha gustado; por supuesto. Sugerente, atractivo, sensual…
    Sobre el final, que cada uno lo acabe en su imaginación, que de ingenio creo que andamos bien

    Y mi enlace; por si te apetece. https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-26/3360

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 07:34
  14. 14. El nido del cuco dice:

    Hola Karen. Yo creo que hay relatos que no se pueden analizar mucho, sólo hay que dejarse llevar por las sensaciones que generan. El tuyo es uno de esos. Te has manejado muy bien entre la sensualidad que necesitaba el texto y el peligro de pasarse. En mi opinión un lujo… Te apunto entre mis escritora favoritas. Enhorabuena.

    No hagas caso a los que quieren que escribas la segunda parte…, es que están muy necesitados. Jajajajja.
    Enhorabuena otra vez.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 11:42
  15. 15. KMarce dice:

    Saludos Karen
    Que has despertado emociones, ya sabes lo que dicen de jugar con fuego… 😛
    Me parece un relato interesante, por los factores de si es acaso cierto que es un embrujo o simplemente el deseo de la convivencia. Ya pensaremos como lectores y sacaremos conclusiones.

    Sencillo, claro, sugerente. No necesita más. Quizá entre la sensualidad y lo erótico, la línea es muy delgada. Yo me lanzo más por lo sensual, así considero al tuyo.

    Para mencionarte algo, quizá solo diría la repetición de las palabras “malditos tambores”, hay muchos adjetivos que pueden ser usados. Y los guiones narrativos deben ir pegados al texto al principio y al final. Nada que con poco se mejora.

    Por el resto, coincido que fue una lectura amena, cargada de una complicidad entre la protagonista y su asistente.

    Gracias por tu comentario en mi relato.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 21:16
  16. 16. Demetrio Vert dice:

    Hola Karen. Gracias por tu generosa felicitación a cuenta de mi relato.
    El tuyo se lee bien y llevas al lector a un inicio de chispa sexual que podría subir o no, pero eso es cuestión de gustos. Además, en este terreno la imaginación se dispara facílmente, y eso lo logras.

    Ya te han comentado algunas deficiencias de puntuación y otras pequeñas cosas. Yo prefiero pasar a la estructura.

    La presentación me parece demasiado larga y descriptiva y al nudo le falta tensión, drama. ¿Por qué? En mi opinión porque en el relato no hay núcleos. No es suficiente las dudas de ella para crear un dilema, un giro; es todo predecible. Al relato le podrías añadir otro personaje rival de Nacho, alguien que creara incertidumbre en los deseos de ella o una rivalidad entre ellos, u otra nativa que se llevara a Nacho; o un azar que trastornara sus planes. En fin, algún suceso a partir del cual el relato pudiera tener una continuación u otra, según la decisión tomada. Sin núcleo no se cuenta una historia. Se narra una anécdota. Cuantos mas nucleos logres meter, mas tensión, más drama.

    Adelante.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 17:08
  17. 17. Dante dice:

    Hola Karen.

    Tengo que decirte que me gustó mucho tu relato. Te felicito por él, al igual que por haber tenido unos comentarios tan variados como interesantes. Si me permitís, yo voy a exponer mi punto de vista relacionándolo a veces con el de los compañeros que me han precedido.

    Antes que nada, quisiera felicitarte por una apuesta muy riesgosa que hiciste, y que salvo algún caso puntual, te salió excelente. Me refiero a que intercalaste distintos tiempos verbales sin que se rompa la coherencia de ellos. Algunas veces que he comentado otros textos (anónimamente o en público) me he encontrado con muy buenos trabajos que deslucían un poco en lo formal por este punto. En general, si se narra en un tiempo verbal, debe seguirse en ese mismo. Si es pasado, será pasado. Si es presente, presente. Obviamente, siempre se pueden intercalar condicionales y verbos en modo subjuntivo.

    Lo atractivo de tu relato es una saludable combinación. Creo que el punto fuerte de esto es que empezaste narrando en un presente continuo y en primera persona. Al referir a un proceso en curso, es decir, la investigación, eso te da pie para referir a experiencias pasadas o presentes, y en cuanto a las pasadas, tanto podés aludir a un pasado lejano (las tradiciones y la fundación del pueblo) como cercanas (las vivencias que la narradora protagonista fue acumulando progresivamente).

    En cuanto al contenido, es tan sensual como imponente. O como lo expresa mejor que yo PaulaTreides: “Sugerente, atractivo, sensual…” Puedo concluir que, del promedio del relato de los compañeros y de mi propia experiencia estética al leerlo, les provocó esa agradable sensación a todos, hombres y mujeres, de distintas edades. Esto es un gran mérito, porque la historia la narra una mujer (la protagonista) y ofrece el punto de vista femenino de esa sensualidad. Sin embargo, nos ha hipnotizado a todos por igual. Tomo prestada esa expresión de Josan porque me parece de una precisión milimétrica. Nos has hipnotizado. Y la mejor prueba de que nos ha gustado a todos y que el relato es verosímil (otro punto fuertísimo) es el comentario de Leonardo Ossa contando que lo asoció a sus recuerdos de su adolescencia.

    Me tomo un pequeño atrevimiento: intentaré zanjar la “discusión” (en realidad, intercambio de puntos de vista). A algunos compañeros les hubiera gustado que le subieras más la temperatura. Otros prefieren más sensualidad que erotismo. Ambos puntos de vista son muy respetables. Pero yo armonizaría esta contradicción de una manera muy simple: yendo a la trama, a la historia que le sirve de base al relato, es tan rica, sólida y atractiva que sea que te decantes por una u otra opción, el relato no se resentirá. Puede brillar con una u otra opción, sin perjuicio de que como lectores nos inclinemos hacia una u otra opción. Yo, personalmente, coincido en este punto con El nido del cuco y con KMarce. No puedo menos que citarlos textualmente, haciendo mías sus certeras palabras: “creo que hay relatos que no se pueden analizar mucho, sólo hay que dejarse llevar por las sensaciones que generan. El tuyo es uno de esos. Te has manejado muy bien entre la sensualidad que necesitaba el texto y el peligro de pasarse” y “Sencillo, claro, sugerente. No necesita más. Quizá entre la sensualidad y lo erótico, la línea es muy delgada. Yo me lanzo más por lo sensual, así considero al tuyo”. Quiero ser claro en este punto: en mi preferencia personal, me inclino más por esta decisión estética, pero también respeto la contraria, ya que un relato sensual o uno erótico, si están bien contados pueden garantizar una agradable experiencia estética como lectores. Por eso intento armonizar esos dos puntos de vista diciendo lo que creo que es una verdad evidente para mí: elijas una u otra opción, esta historia brilla por sí sola.

    También creo que para el espacio de 750 palabras es apropiada y que no necesitaría más. Pero que no necesite forzosamente más, no quiere decir que no pueda ser más extensa. Por eso, hago mías también las palabras de Christian Joseph White: “Interesante relato. Aunque me hubiera gustado que no fuese tan breve”, a las que adhiero totalmente. Tal como la opción estética de sensual vs. erótico, creo que este relato puede brillar tanto en esta extensión como si se desarrollara en un ámbito más extenso.

    Estas afirmaciones las fundamento en algo muy simple: cuando la trama y la historia de base son sólidas y estéticamente agradables y además como te lo ha resaltado Ryan Infield Ralkins, está tan bien escrito y narrado, el/la escritor/a hará brillar al texto cualquiera sea su opción estética. A nosotros como lectores sólo nos quedará disfrutarlo, aún cuando te hubieras inclinado por una opción que no es de nuestra máxima preferencia.

    Resalto también tu gran manejo del vocabulario, que es simple para comprender pero elegante para expresarte, lo que constituye un deseable equilibrio para “narrar fácil en difícil” asegurando que todos lo entiendan y disfruten sin arriesgar un ápice de belleza estética.

    En cuanto a los aspectos a mejorar, no son muchos. En lo formal, tal como otros compañeros lo han expuesto, creo que podrías efectuar un reexamen de los signos de puntuación. Sólo para el caso en que me autorices a ello, podría efectuarte las sugerencias detalladas. La mayoría, claro está, partirían de un punto de vista estrictamente subjetivo y personal, pero apuntarían a algo que algunos compañeros como PaulaTreides, Demetrio Vert y Denise han señalado: que una lectura que es de por sí amena, no se trabe tanto por la concentración de varias comas. Personalmente, usaría más puntos y seguido, algún punto y coma tal vez, y por qué no, dos puntos en algún caso. En mi humilde opinión, tu relato es brillante en forma y contenido. Si le reexaminaras la puntuación lo sería más, porque si me permitís la metáfora, ocurriría como si un rayo de luz lo iluminara. Brilla de por sí, la luz lo hará brillar más. Excepcionalmente, te podría sugerir a modo de mero ejemplo algún conector, o una simple reelaboración. Por ejemplo, en la oración final, en lugar de decir “Unos golpes en la puerta algo apresurados me hacen levantar de inmediato, cuando abro encuentro a Nacho del otro lado sin camisa, mirándome tan intensamente que me hace estremecer sin decir una sola palabra extiende su mano hacia mí invitándome… es ahí cuando los tambores comenzaron a sonar”, podría expresarse: “Unos golpes en la puerta, algo apresurados, me hacen levantar de inmediato. Cuando abro, del otro lado encuentro a Nacho sin camisa, mirándome tan intensamente que me hace estremecer toda. Sin decir una sola palabra, extiende su mano hacia mí invitándome… justo ahora cuando los tambores comenzaron a sonar”. Resalto que este es un ejemplo, ya que vos como autora siempre estarás en mejores condiciones de elegir la mejor opción estética porque sos quien concibió la historia. En el ejemplo que te sugerí, verás que dividí la oración. Esto, además de alguna norma más o menos objetiva que pudiera invocarse en materia de puntuación o de mi preferencia subjetiva al respecto, hay algunas intenciones que quisiera destacar y que me parece que condicen con el espíritu de tu relato, con la historia que nos quisiste contar y que nos contaste a través de la protagonista narradora. El uso de los puntos y seguidos le da más agilidad, porque las frases cortas imprimen más vértigo. En este final, en el que la protagonista va a entregarse a la pasión, porque aún estando sola lo intuye, porque el fuego le quema por dentro, imagino que la ansiedad la domina por completo. Desea que cuanto antes ocurra el encuentro que imagina y ansía. Ahora bien, las comas que coloqué en algunos lugares marcan algunas pausas, para crear una inminencia. Un “todavía no”. Como sucede en el ámbito de la actuación, rinde más la “previa” del beso o del abrazo o del encuentro entre dos personas que se aman o se quieren o se reencuentran, que el hecho en sí. Y una vez que el encuentro se produce, ya no se puede volver atrás. Si no se crea esta expectativa, corremos el riesgo de que “todo parezca igual”. ¿Por qué te hago este paralelismo con la actuación y te traigo a colación la noción de inminencia? Por una sencilla razón: tu relato es muy sensual y visual y nos despierta un sinnúmero de emociones, imágenes y sensaciones, casi como si estuvieramos viendo una película o presenciando una obra de teatro. Entonces ese “acelerar” y “frenar” de la protagonista, ese “me apuro a ir a la pasión que me consume”, “me refreno para gozar más”, ese ir y venir, creo que rendiría maravillosamente. Y en el final sugerí ese pequeño cambio y puse “justo ahora cuando los tambores empezaron a sonar”, para salvar la coherencia de tiempos verbales. El conector “justo ahora” salvaría la discordancia entre el presente que precede y el pasado que sucede. También podría colocarse con ese conector “los tambores comienzan a sonar”, pero ya nos iríamos de la consigna y además, creo que “suena mejor” en pasado, con ese conector que nos vincula al presente. Sería que la protagonista pensara para sí: “este me invita ahora, justo cuando esos tambores empezaron a sonar, y cuando los tambores suenan…”. Como ves, este subtexto implícito, no dicho en el texto ni hablado por la protagonista pero muy probablemente presente en su pensamiento/emoción/sentimiento, nos deja el final abierto a toda nuestra imaginación. Y como lo dijo PaulaTreides de modo espectacular: “Sobre el final, que cada uno lo acabe en su imaginación, que de ingenio creo que andamos bien”.

    En general no suelo hacer comentarios sobre el contenido excepto para elogiarlos, porque considero que es un dominio reservado al autor. Sí puedo hacer algunos aportes o sugerencias u observaciones menores, no críticas (salvo incoherencias graves o mal gusto evidente, lo cual no sucede en tu caso, más bien ocurre lo contrario). Sin embargo, voy a referirme un poquito al contenido porque creo que la calidad del relato, la posibilidad de ampliarlo o recrearlo derivado de esa calidad y los comentarios de los compañeros, llevan a eso. Algunos compañeros pidieron que más que en las descripciones te centres en los hechos, y que “muestres” más de lo que contás. Me parece que si aceptás el desafío de reelaborar el texto en un ámbito más extenso (el que quieras), vas a poder centrarte en hechos y mostrar más, sin dejar de describir. Dicho sea de paso, tus descripciones son atinadas. Al respecto, si te sirve, te ofrezco mi punto de vista personal: las descripciones o adjetivaciones no deben ser ni muchas ni pocas: sólo deben ser necesarias. A veces más, a veces menos, y siempre estar al servicio de nuestra intención narrativa, del contexto, de la historia y de la propuesta estética que hagamos.

    Demetrio Vert, que al igual que yo siempre suele detenerse más en lo formal, apunta a algunos aspectos que yo creo que atañen tanto a la forma como al contenido. Él dice: “La presentación me parece demasiado larga y descriptiva y al nudo le falta tensión, drama. ¿Por qué? En mi opinión porque en el relato no hay núcleos. No es suficiente las dudas de ella para crear un dilema, un giro; es todo predecible. Al relato le podrías añadir otro personaje rival de Nacho, alguien que creara incertidumbre en los deseos de ella o una rivalidad entre ellos, u otra nativa que se llevara a Nacho; o un azar que trastornara sus planes. En fin, algún suceso a partir del cual el relato pudiera tener una continuación u otra, según la decisión tomada. Sin núcleo no se cuenta una historia. Se narra una anécdota. Cuantos mas nucleos logres meter, mas tensión, más drama”.

    No sé si otros comparten su opinión, pero tampoco puede decirse que carezca de fundamentos. Demetrio, como de costumbre ha expuesto su punto de vista fundadamente y luego de un análisis, vos podrás tomar todo o parte de lo que él sugiere. Lo cierto es que en caso de que aunque sea parcialmente tomes algo de lo que Demetrio apunta, yo te sugeriría una clave sobre la que podrías trabajar. Vos misma (mejor dicho no vos sino la protagonista, ya que hay que disociar entre escritor y narrador) lo das a entender: el tema de la objetividad de la investigación. La protagonista es una científica que busca objetividad. Los sociólogos trabajan con métodos cuantitativos o cualitativos y a veces con métodos cualicuantitativos. Sea que el método tenga relación con una medición matemática o estadística (cuantitativo) o que se analicen variables cualitativas, si la pasión entra en el medio, todo se va al diablo. La resistencia podría estar en la misma protagonista. Podrías explorar un conflicto de la protagonista consigo misma (principal) y frente a Nacho y su investigación (secundario y tan derivado como contenido por el principal). Personalmente, creo que la historia está bien manejada para este espacio, pero si decidieras ampliarla, para armonizar los puntos de vista con los de los compañeros comentaristas y narrar una historia más extensa (cuento, novela breve o novela, o aún llevarla a un formato extraliterario, como el teatro o la realización audiovisual), las observaciones de Demetrio deberían ser tenidas muy en cuenta porque allí sí debiera plantearse mejor y profundizarse más el conflicto.

    En resumen: estamos ante un relato excelente, que brilla por sí mismo y que aún puede brillar más en función de la opción estética que elijas, porque la historia y la trama son tan sólidas como atractivas.

    Espero que sigamos leyéndonos.

    Saludos.

    P.D.: En mi relato te agradecí tu comentario. Si querés, podés pasar nuevamente y leer el mensaje. Para el caso en que te interese un análisis detallado de la puntuación (que ya te expresé mayormente sería subjetivo), decimelo y lo expongo aquí mismo. No quise hacerlo ahora porque no sé si estarías de acuerdo y no quiero ocupar demasiado lugar. De todos modos, reitero: el relato es brillante, eso sería un simple aporte personal como lector. Nuevamente, felicitaciones.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 01:41
  18. 18. Karen Katina dice:

    ¡Wow! Me he sorprendido mucho con los comentarios de todos. No se si saben pero esta es mi segunda participación en el taller y ciertamente nunca antes habi dado a conocer mis escritos,estoy apara aprender por lo tanto gracias a todos por comentar, creo que de igual manera he pasado por los relatos de cada uno de ustedes y les he dejado mi comentario y especial agradecimiento por sus aportes en mi texto.
    En especial a Demetrio y Dante por el analisis tan detallado de mi historia y sus aportes que son bien recibidos, tomaré en cuenta cada uno de sus consejos para seguir mejorando.
    Mi querido Dante aprecio de verdad tu ofrecimiento de analizar la puntuación de este relato asi que no tengo ninguna objeción en que lo hagas.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 04:27
  19. 19. beba dice:

    Hola, Karen Katina:
    No es que tenga mucho que agregar, a estas alturas.
    Pero deseo señalar que tu historia es muy bonita, muy sensual, muy acorde con tambores.
    Más que pensar que faltan núcleos, creo -como Demetrio- que la introducción es muy larga y demasiado informativa. Cuando te centras en la protagonista y Nacho, ahí surge el núcleo narrativo; y el conflicto es entre investigadora y mujer. Probablemente no se pudo trabajar esto porque se te acababan las 750; puliendo la introducción, te queda más espacio para ver a X luchando contra sí misma. Nacho la tiene muy clarita.
    Saludos. Si quieres, el mío es el 135

    Escrito el 4 junio 2015 a las 23:33
  20. 20. grace05 dice:

    Hola, Karen Katina:
    No encuentro palabras para valorar tu historia, todas las escribieron nuestros compañeros. Solo me queda felicitarte, tu escrito tiene fluidez y “mucho ritmo”, acelera el pulso.
    Nuevamente, ¡Mis felicitaciones!!!
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 6 junio 2015 a las 19:34
  21. 21. Dante dice:

    Karen:

    Agradeciendo tu confianza, voy a cumplir con lo prometido. He releído tu relato y, en base a la intención narrativa que percibo que perseguiste al escribirlo, lo he analizado y he tratado de buscar variantes que creo que se ajustarían a esa intención y que mejorarían la forma. Debo decir que en la mayoría de las sugerencias he empleado un criterio absolutamente subjetivo y opinable, y como tal, discutible. Si bien me base en mis preferencias personales, examiné cómo sonaría cada párrafo y así, reelaboré algunos signos de puntuación, el orden de algunas palabras e introduje algunos mínimos cambios y conectores para hacer el texto más fluido. Asimismo, cambié algunos tiempos verbales para salvar la coherencia de éstos, ya que tu texto combina varios necesariamente porque alterna entre acontecimientos en tiempo presente, otros de desarrollo continúo todavía en curso y otros pasados. Sólo me circunscribí a lo formal, no he ingresado al contenido porque considero que ese es un campo reservado al propio autor.

    Te reitero que he procedido con una fuerte carga subjetiva, a título de simple ejemplo y colaboración, y resalto una vez más que considero que vos como autora sos la que está en mejores condiciones de examinar cuál es la alternativa formal o de contenido que más se ajusta a tu intención narrativa, a la historia que pretendiste contar y que contaste. Esto, sin perjuicio de sugerencias de fondo o contenido que hubieran hecho los compañeros y de las que vos misma hayas efectuado en un nuevo análisis, y por supuesto, sin dejar de tener presente que, como ya te dije esta historia tiene tanto potencial que podría reelaborarse en un ámbito más extenso.

    Hechas estas aclaraciones, te invito a que evalúes si la siguiente reelaboración de la redacción basada en los apuntes formales anteriores, se ajusta o no a tu intención narrativa y si crees que esa relación entre forma-contenido-intención narrativa puede mejorar o no con dicha reelaboración:

    “Llevo alrededor de un mes en este lugar realizando una investigación para el departamento de sociología de la universidad en la que trabajo. Palenque, así es como se llama este pueblo, fue fundado por esclavos negros traídos de África a América durante la época de la conquista. Por algunos de ellos que escaparon de sus amos y se asentaron en esta región del país. Durante generaciones han mantenido sus tradiciones y rituales vivos, y por ese motivo estoy liderando un proyecto que busca avalar a este pueblo como patrimonio oral de la humanidad”.

    “Gracias a Nacho, un mulato bien parecido nativo del lugar que oficia como mi guía, he conocido las tradiciones más notables, entre las que se encuentran los cantos y bailes amenizados con tambores. Cuando estos instrumentos repican, hay algo casi mágico en su sonido que los invita a danzar el mapalé, el baile del frenesí”.

    “De hecho, hoy he visto danzar a Nacho. La pasión que desbordaba al hacerlo es embriagadora. Es que el ritmo te invita al deseo, a la lujuria. Eso es precisamente lo que he visto en sus ojos, cuando él me miraba fijamente. Nunca antes me había sentido así: necesitada, deseosa”.

    “He presenciado cómo los habitantes de Palenque, luego de danzar por horas al sonar del mapalé, se enzarzan con su pareja en apasionados besos que, intuyo, evolucionan en el calor de la intimidad”.

    “Mientras documento mi investigación, paso horas y horas junto a Nacho. Él me lleva a visitar personajes relevantes que puedan aportar lo que necesito”.

    “Casi sin quererlo me he sentido atraída por él. Sé que no debería. Somos tan diferentes: él vive en este lugar tan particular y totalmente alejado de la vida que llevo en la ciudad. Involucrarme con él simplemente sería un error; mi investigación y objetividad serían cuestionadas”.

    “Pero no puedo negar la lujuria que me consume por dentro, la que se despierta y vibra cada vez que suenan esos malditos tambores”.

    “—No luches contra ello mi niña— Me dice “mama” de quien todos en el pueblo afirman que los dioses le hablan—. Es la brujería, nadie puede ir contra ella”.

    “—¿Brujería?”

    “—Si niña, está en los tambores. Te enloquece, te consume y sólo se calma con el fuego de tu macho”.

    “No respondí. Supongo que no lo hice porque esa parecía ser la única explicación para lo que me sucedía”.

    “Cada día que pasa mi atracción por Nacho se hace más fuerte e irresistible; en especial cada vez que suenan esos dichosos tambores. Incluso llegué a negarme a salir de mi habitación, porque estaba segura que la próxima vez que los escuchara sonar, no me quedaría más remedio que lanzarme sobre Nacho y experimentar la pasión de la que me hablaban sus ojos. No podía engañarme: sabía que ya no sería capaz de resistirme por mucho tiempo más”.

    “Esta noche el calor es insoportable. Estoy en mi cama con un ligero camisón de tirantes tratando de conciliar el sueño. No lo consigo aún. Es temprano y afuera, el pueblo bulle todavía con actividad”.

    “Unos golpes en la puerta, algo apresurados, me hacen levantar de inmediato. Cuando abro, del otro lado encuentro a Nacho sin camisa, mirándome tan intensamente que me hace estremecer toda. Sin decir una sola palabra, extiende su mano hacia mí invitándome… justo ahora cuando los tambores comenzaron a sonar”.

    Cualquiera sea tu análisis al respecto, espero haber podido ayudarte. No dejes de trabajar en esta historia porque tiene un gran potencial. De acuerdo con tus ganas, objetivos y la cantidad de trabajo que realices puede cuadrar en muchos otros formatos, no sólo en el relato breve.

    Espero seguir leyendote.

    Saludos.

    P.D.: Si querés podés pasar por mi relato. Te dejé un mensaje de agradecimiento a tu comentario.

    Escrito el 6 junio 2015 a las 22:04
  22. 22. Pato Menudencio dice:

    Hola, después de leer tu historia puedo comentar que me pareció bien escrita, la trama es interesante y podrías hacer una versión más larga. Irradia un aura de sensualidad y como sugerencias me gustaría agregar:

    – Habría hecho unas descripciones más explícitas, para darle más erotismo a la escena.

    – La alusión a los tambores adelantaba un poco el desenlace (de hecho, apenas nombraste a Nacho imagine que la protagonista se lo quería comer con papas fritas, XD).

    Saludos.

    Escrito el 12 junio 2015 a las 19:01
  23. 23. Leonardo Ossa dice:

    Karen, gracias por haber pasado a comentar mi historia. Estaré atento a leer tu micro en la participación de este mes.
    ¡Saludos!

    Escrito el 25 junio 2015 a las 04:20

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