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LA ÚLTIMA BATALLA - por Ángel Gabriel
Web: http://kastisantos.blogspot.com
Mi nombre es LUCIO, vivo en Esparta, Mi inseparable amigo es CARCIO, ambos provenimos de familias guerreras. Somos los únicos sobrevivientes de la batalla de las Termópilas.
Todo el mundo escuchaba con atención nuestro relato.
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En Esparta cada hombre aparte de saber un oficio debía ser un guerrero, y tener un par con el cual se comprendía y se compenetraba en la batalla, desde niños nos entrenaban para la guerra, desde ese momento escogíamos un compañero de lucha, por eso Carcio siempre estaba conmigo.
En Agosto del 480 A.C. fuimos convocados por nuestro Rey LEÓNIDAS I, ya que nosotros formábamos parte de su escolta elite de 300 espartanos expertos en combate. —El Rey pronuncio estas palabras: Sabemos que el Rey JERJES con un inmenso ejercito Persa, viene para acá a conquistar Esparta y Atenas, este es el momento de la batalla decisiva, ustedes son mi escolta personal, sin embargo, no voy a obligar a nadie que no quiera ir a la batalla, ¡posiblemente no regresemos con vida, pero ganaremos la gloria!
—Al oír esto Carcio en voz baja me preguntó: ¿Qué haremos?
—Yo sin titubear un segundo le respondí: Iremos a la batalla con nuestro Rey.
—El rey añadió: Los que vayan conmigo lleven solo lo indispensable, sus armas y algo de sustento, para no atrasarnos en el camino.
Yo coloque en una alforja varias barras de chocolate, mi compañero galletas.
Cuando llegamos al paso de las Termópilas, vimos con asombro el gran ejército Persa, éramos superados CIEN A UNO.
—Nuestro Rey, que se encontraba al frente del ejercito expuso con voz firme y serena: Como ven, somos superados CIEN A UNO, por lo que la batalla será fiera y cruel, cada par debe cuidar a su compañero, luchar unidos, serrando este paso sin vacilar ni avanzar más allá. Escuchen la señal de su comandante quien dará la orden a mi señal.
El ejercito enemigo el primer día atacó con una lluvia de flechas, nos cubrimos todos formando un techo impenetrable con nuestros escudos, luego contestamos de igual forma, diezmando al ejercito enemigo.
Al siguiente día vino su caballería, nos atrincheramos y con nuestras lanzas logramos detener su ataque.
Al tercer día vino su infantería que era la mayor cantidad de hombres que yo jamás había visto reunidos en un ejército, salimos en bloques de pares a combatirlos, murieron muchos de ellos y algunos de los nuestros pero tampoco lograron cruzar el Paso de las Termópilas que defendíamos.
Hasta que apareció Titus un hombre resentido porque nunca fue incluido dentro del ejército elite de mi Rey, ya que no dominaba a la perfección las armas. Fue él quien nos traicionó.
— Habló con el Rey JERJES en estos términos: Yo conozco un paso por donde pueden atacar a la retaguardia enemiga.
— ¿Qué quieres a cambio?
—Treinta monedas de oro. Replicó.
Le fue dada la paga y mostró el camino por donde nos atacaron, luego de lo cual los que lo acompañaban del ejército enemigo lo degollaron cuando ya no les servía y recogieron su paga.
— El rey nos ordeno a Carcio y a mí: Corran todo lo que puedan, atraviesen las líneas enemigas, avisen a los atenienses de lo sucedido para que envíen refuerzos. Viendo él su ejército diezmado por el ataque en nuestra retaguardia.
Nosotros nos fuimos presurosos por montañas arriba hasta llegar a Atenas y contar lo sucedido.
Se preparo un gran ejército con el cual contraatacamos y logramos la victoria. Rescatamos el cadáver de nuestro Rey y lo sepultamos con honores.
Esa fue la primera ocasión en que en el mundo se defendía la democracia, se defendían los valores, la libertad, la libre expresión, la libertad de pensamientos e ideas, porque Grecia representaba en el mundo Helénico los más grandes valores democráticos.
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Entre los oyentes, unos lloraban de alegría, otros lloraban de tristeza, todos tenían una mezcla de grandes sentimientos. Todos meditaban sobre que hubiera sido del mundo si un puñado de valientes no hubiera ofrendado su vida para defender la democracia. Tal vez no hubiéramos conocido el mundo como lo conocemos hoy.
Todo el mundo en el teatro se puso de pie al final de la obra sin cesar de aplaudir. Al serrarse el telón sentía mucha hambre saque una barra de chocolate y se la dí a mi amigo, quien a su vez me compartió unas galletas. Todo termino cuando los tambores comenzaron a sonar.
Ángel no comprendo el +18, no deja de ser un episodio histórico que todo el mundo conoce, y que además sabe el final por haber visto la película de Los 300: el sacrificio de Leónidas y la derrota de Jerjes. Los nombres Lucio, Carcio y Titus son más latinos que espartanos, y el chocolate, eso sí que es de +18. La democracia también es para mayores, por lo menos en el voto, universal y libre, porque en la antigüedad existían los esclavos que es lo que pretendía Jerjes el Grande, conseguir mano de obra barata.
Cuida más los diálogos y los tambores te lo agradecerán.
Un abrazo.
Angel, concuerdo absolutamente con lo dicho por Illarguía. Quería pedirte que en pro de la verosimilitud de tus relatos investigues aunque sea por internet. El chocolate es americano. Ni Europa, ni Asia, ni África lo conocieron hasta después del descubrimiento de América.
Suerte para la próxima. Saludos
Agradezco los dos comentarios, eso de dieciocho lo deje abierto porque dentro de la clasificación de literautas no encuentro o no entiendo la misma, y no se dónde situar un cuento como este que no tiene nada de 18. En canto al chocolate, o las galletas pretendí poner una pista, sobre lo que sería el final del cuento, para que el lector se preguntara que tiene que ver eso con la historia que se cuenta.
Me dieron ganas de ver la pelicula 300 otra vez, je je. Concuerdo con lllarguia y Juana en todo lo dicho por ellos. Aun asi me parecio una buena historia que con esos detallitos arreglados seria excelente. Por cierto, me encanto que fuese una obra de teatro.
Felicitaciones y saludos.
Que tal Angel.
Tambien a mi me dieron ganas de revivir la pelicula de 300 que tan bien retomas aqui. Yo veo algunos pequeños fallos en puntuacion y ortografia, pones una coma y sigues con Mayuscula “Mi nombre es LUCIO, vivo en Esparta, Mi inseparable amigo es CARCIO, “. No soy fan de las mayusculas pero entiendo la necesidad de recalcar un nombre o palabra dentro de un texto que no te permite poner negritas.
Te felicito y siempre un placer leerte.
Saludos
Saludos Angel:
Creo que es la primera vez que te leo, y tengo costumbre de ser puntal en los detalles:
*Coinicido con Illarguia, pero por la razón es que cuando usamos un recurso conocido, debemos convertirnos casi expertos en el mismo. La investigación es algo muy importante para crear veracidad.
*Esto me lleva a estar de acuerdo con Juana, por las razones que ella ya te explicó, mi primer frenazo fue leer “En Agosto en el 480 a.C”… ¿Por qué? Debido a que yo pensaba que era un testigo presencial, narrado en primera persona, por ende, no debía saber que existiría un Cristo, muchos años después. En este caso, se debía investigar que calendario se usaba en esa época, creo que ni siquiera existia el Calendario con el mes de “agosto”. Ojo con esos detallitos. Porque habemos lectores metidos a detalles insignificantes como yo.
*Cuida tus diálogos, has colocado guiones en donde no van, y debes recordar que los guiones largos, son para el diálogo, no deben de ir dentro de la narrativa, sino van en su propia línea, empezando por la izquierda.
*El uso de mayúsculas, no son permitidas en Literatura, la unica forma que las acepta es en caso de siglas (UNESCO, ONU), de lo contrario se consideran erratas, aun si quisieras destacarlas, en ese caso, al inicio al presentarlos debido a que el formulario de Literautas no acepta negritas o cursivas, el uso de las comillas o flechas me parece más apropiado.
*Los numeros, siempre se escribiran en letras, las excepciones se dan unicamente para las fechas (25 de diciembre), direcciones (221 Baker Street), números largos (11.485.687.25 de dólares) y aquellos imposibles de cambiar (10,000 leguas de viaje submarino) en este caso el “300” no aplica, porque no está hablando de la película en particular, sino el número de soldados.
Tu relato: Ahora que sé que era una obra de teatro, puedo verlo con otros ojos; pero sigo pensando más en una obra estudiantil y no una obra en Brodway Theather o el Picadelly en Londres.
Sin importar el recurso que has usado, creo que has hecho un gran esfuerzo en plasmar en pocas palabras una historia resumida.
Estamos todos para aprender, creo que amas las letras como todos nosotros, así que no temas equivocarte, ten curiosidad por aprender, un buen consejo que puedo regalarte es ese, investiga, esto puede tomarte horas y días, pero ese detalle tan veráz enriquecerá tu historia.
Sigue escribiendo, pule tu estilo, encuentra tu nicho.
Ánimo y adelante
¡Nos leemos!
Angel Gabriel:
Coincido con los compañeros con los comentarios que te hicieron. Es cierto, lo del chocolate me hizo un poquito de ruido cuando lo leí, pero es mi obligación puntualizar la palabra “serrado” ..se escribe con “c” (cerrado). A pesar de todo me gustó esta historia de batallas y traiciones pero sobre todo el giro final, “solo era un obra de teatro” y creo que estudiantil, por el chocolate.
Estamos para aprender ¡sigue adelante!!!!
Te invito a comentar 33
Hola, Ángel Gabriel:
Es una buena síntesis de un tema conocido. El ritmo del ralto es bueno y adecuado.
Lo demás ya está todo marcadito en los comentarios anteriores.
Por favor, manda el link de tu historia en Storybox. Ya sabes que es un pozo sin fondo, si no te están siguiendo.
Saludos.
Hola Ángel
Me ha parecido interesante tu relato visto como una obra de teatro. Coincido con los compañeros que habían palabras que desentonaban para la época que describías y que es importante que dentro de nuestra “labor” como escritores nos documentemos para no deslucir la historia.
De todas maneras, todos estamos en el taller para aprender y de los comentarios es como más se aprende.
Hasta la próxima
Saludos