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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Claroscuro - por Dante

“Urgente: por favor abandone Amsterdam y venga a Londres”. Por enésima vez, reviso el telegrama. Lo vuelvo a estrujar. Sigo sin comprender del todo. ¿Quién le habrá referido mi existencia? ¿Mi colega y amigo John? ¿Mi estimado Jonathan, el abogado? Como sea, ¿para qué me requiere el insigne detective, si su especialidad excluye a la mía? Lo intuyo y me estremezco: puede que las luces de hoy sean incapaces de disipar las tinieblas del ayer. Pero, ¿emergerá la claridad desde las sombras? Por si acaso, en mi maletín llevo mi equipo y mi infalible “juguete” de madera bendita.

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66 comentarios

  1. 1. Demetrio Vert dice:

    Hola Dante. Bonito juego del escondite. Me intrigó lo de la “madera bendita”. Lo leí otra vez y se hizo la luz. Amsterdam; el colega Jhon; el abogado Jhonatan (¿no era “pasante” aún?).

    Volveré para comentar la forma.

    Fantástico.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 13:28
  2. 2. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Dante que gran trabajo de laberintos has logrado. Para mi entendimiento tu relato esta mas cargado para lo oscuro que lo claro. Ya regresare después para ver si alguno de los comentaristas me ayuda a encontrar la claridad. Enhorabuena

    Escrito el 28 junio 2015 a las 17:26
  3. 3. Demetrio Vert dice:

    Hola Osvaldo. Dante, con su maestría, ha querido jugar est vez al gato y al ratón con nosotros. Nos reta a descubrir un enigma que titula acertadamente “Claroscuro”. Da pistas muy buenas, pero hay que adivinar el acertijo. Yo lo ví, pero quiero participar de su juego y por eso no lo aclaré.

    Dante, eres un viejo zorro. Ya veremos que da de sí el enigma.

    Saludos.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 17:57
  4. 4. KMarce dice:

    Saludos Dante Stoker:
    Me ha gustado mucho tu relato, porque me encantan los acertijos, las referencias, los misterios, lo que dice mucho, sin decir casi nada. Creo que tu relato lo tiene para los que conocen la obra, y el Dr. Van Helsing está por emprender una gran aventura, pese a sus inquietudes, sabe que no necesita más que lo que lleva en el maletín, su coraje y un poco de suerte. Ha sido muy bueno leerte.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 18:22
  5. 5. Marcelo Kisi dice:

    Sin haber leído Drácula, entiendo que el juguetito de madera es una cruz para espantar vampiros. Y el narrador es un exorcista de algún tipo, actividad que se opone a la de un racional detective.
    Más allá de eso, Dante, admiro la manera en que explorás la intertextualidad, invadiendo con tu propio halo de misterio otra obra que ya es de misterio y, al mismo tiempo, conservando un estilo elegante y algo recargado en la redacción, característico de la novela clásica decimonónica.
    En mi opinión, un ejercicio brillante!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 21:41
  6. 6. beba dice:

    Excelente. Perfectamente redactado y elaborado con suma habilidad.No conozco mucho del tema, pero puesto en contexto, un juguetito de madera debe ser una cruz anti vampiros. Aplausos.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 21:48
  7. 8. Jesus R.G. dice:

    Una mezcla genial de dos de los más grandes personajes clásicos.
    Gran trabajo.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 22:11
  8. 9. Denise dice:

    Me creí muy astuta por reconocer la identidad del narrador sin haber leído la novela (tuve que leerlo dos veces, pero la pista me la dio Johnatan jajja), pero la alusión de Jesús R. G. me hizo volver a leer para darme cuenta de que se me había escapado la del “insigne detective”!! Y eso me pasa por no haber leído la novela en cuestión.

    Maestro!!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 23:27
  9. 10. Miranda dice:

    ¿Salvarán a Lucy?.
    Interesante forma de atrapar al lector y hacerle indagar en sus conocimientos, si los tiene o sino en la red de redes.
    Muy inteligente por tu parte. Enhorabuena por el experimento.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 00:38
  10. 11. lunaclara dice:

    Dante, luego comento tu relato… Me dejas que ponga en el mio, como un comentario más, el que tú me has hecho a mí de forma anonima? Todos podemos aprender mucho. Pero quiero tu permiso…

    Escrito el 29 junio 2015 a las 07:44
  11. 12. Karen Katina dice:

    Mi querido Dante me ha fascinado necesite leerlo dos veces para descubrirlo pero te confieso que los vampiros son mis personajes sobrenaturales preferidos.
    Excelente amigo siempre es un placer leerte.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 16:35
  12. 13. Jordán dice:

    De primeras, el tema de los vampiros no es un tema que me apasione, pero he de decir que he tenido que leer cada una de las palabras que has escrito. Has conseguido que me enganche desde el inicio. Eso habla muy bien de tu forma de escribir. Me ha gustado.

    Un saludo

    Escrito el 29 junio 2015 a las 23:57
  13. 14. Leonardo Ossa dice:

    Hola Dante, nos presentas un texto sugerente que evoca a Bram Stoker y encuentro además cierto nexo con la historia de John Constantine la pelicula. Considero realmente importante en la creación literaria la generación de sentimientos, reacciones, inquietudes o motivaciones que el lector puede alcanzar una vez termina su lectura.
    Al comenzar a leer tu texto se percibe esa inquietud natural, que todos hemos tenido en algún momento, cuando siendo testigos de la recepción por algún tercero de una llamada telefónica o de alguna carta con buenas o malas noticias, sentimos incrementar en forma exponencial por los gestos o las respuestas monosilábicas del receptor del mensaje. Todo empieza en tu historia cuando leemos “Urgente: por favor abandone Amsterdam y venga a Londres” y se incrementa nuestro interés, al saber que en nuestra virtual ausencia el protagonista ya había leído ese mensaje que ahora revisa por enésima vez. Se hacen allí algunas preguntas que intentamos resolver sin éxito, para finalmente estar de acuerdo en que es indispensable empacar la madera bendita, nada allí nos indica que deba llevarla, pero su intuición es también la nuestra.
    En la historia él se estremece cuando intuye para qué es requerido, yo me estremezco al terminar la lectura intuyendo un desenlace.
    Gracias Dante porque la combinación de palabras que has ideado genera las sensaciones que el lector siempre agradece.
    ¡Saludos!

    Escrito el 30 junio 2015 a las 00:49
  14. 15. Luis Ponce dice:

    Genial Dante.
    Todos tenemos nuestros remas preferidos y los vampiros no son lo mio, pero está tan bien escrito que he disfrutado de tu relato. Si toda la literatura fuera escrita con esa calidad, no nos alcanzaría el tiempo para leer.
    Los enigmas deben ser concisos para que el lector vaya desarrollando en su imaginación las tramas y las escenas. Te has escrito un capítulo completo de una novela de misterio en menos de cien palabras.
    Te felicito.

    Escrito el 30 junio 2015 a las 02:59
  15. 16. Vespasiano dice:

    Leí tu relato cuando aún no habia ningún comentario hecho y sinceramente no me atreví a lanzarme a la piscina.
    Lo he de leer mas veces “para encontrarle los tres pies al gato” me dije.
    No entendía muy bien lo del antagonismo entre el detective y el protagonista. Estaba como el receptor del telegrama, intrigado.
    Lo del juguete bendito de madera me sonaba a cruxifijo y por tanto que el protagonista fuera exorxista.
    Releyéndolo creo que esta cuestión la aclara la pregunta que se hace el protagonista. ¿Emergerá la claridad desde las sombras?
    A mi entender muy buen relato, me ha hecho pensar y me ha gustado.
    Felicidades.

    Escrito el 30 junio 2015 a las 16:45
  16. 17. PAULATREIDES dice:

    También me preocupa qué puede ocurrir en Londres para que el detective de Baker Street necesite de la ayuda de Van Helsing.
    Ya ha pasado algo de tiempo y Drácula está muerto.

    Desde Murnau hasta Coppola, el vampiro siempre ha sido de mis personajes preferidos.

    Saludos.

    Escrito el 30 junio 2015 a las 17:53
  17. 18. lunaclara dice:

    Hola Dante: primero de todo, gracias mil por comentar tan extensamente mi relato. He aprendido mucho. Por aqui no he visto nada igual.
    Tu micro he tenido que leerlo más de nueve veces. Quería comprender bien, poder adivinar quiénes son los personajes que nombras.. No leo ese tipo de género. Vas a tener que contarmelo.
    Situas la acción en un instante de dilema moral y extrañeza que atacan al protagonista. Muy bien expresado. Dices más que escribes, y eso es muy importante en un micro. Aunque esto ya lo sabes.
    Tampoco entiendo que el protagonista se pregunte si emergera la claridad desde las sombras. En mi humilde opinión, quitaría esa pregunta y directamente acabaría con la frase final, que es espeluznante y da a entender la pregunta anterior,q veo q le preocupa y duda? de su eficacia…
    Genial! Felicidades!

    Escrito el 30 junio 2015 a las 23:17
  18. 19. Chiripa dice:

    Hola, Dante.
    Me has enganchado con el título Claroscuro, que además creo que le va de maravilla al relato.
    Creo que tu micro lo has llevado muy bien, despierta curiosidad, es inteligente y condensado, no falta nada.
    ¡Te felicito! Me encantará seguir leyéndote.

    Quedas invitado a pasar por “Depredador” @
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-27/3685

    Escrito el 1 julio 2015 a las 03:55
  19. 20. PAULATREIDES dice:

    Buenas de nuevo.
    Vuelvo por lo de Claroscuro.

    Entiendo que la claridad, la luz, es la razón, lo tangible, lo real, lo que Holmes puede valorar y resolver.
    La oscuridad, el mal, el monstruo (que se supone ha muerto), eso es cosa de van Swieten o van Helsing, aunque otro monstruo recorre Londres a finales del XIX cuyos crímenes quedarán impunes.

    La mente empírica de Holmes no puede resolver lo contado por Stoker y lo que actualmente esté sucediendo (tal vez Jack the Ripper, otro encuentro imposible) también se le escapa, y acude a pedir ayuda a van Helsing. Éste lee y relee el telegrama porque no da crédito a la solicitud de ayuda (disciplinas opuestas).

    Van Helsing espera que haya luz y no sombras de nuevo en Londres, pero por si acaso, lleva su cruz bentita.

    Escrito el 1 julio 2015 a las 10:05
  20. 21. zulema dice:

    No leo novelas de vampiros, yo interpreté que era un exorcista.
    En un relato tan corto ¿es necesario tantas preguntas?. Muy bien logrado.

    Escrito el 2 julio 2015 a las 04:39
  21. 22. Christian Joseph White dice:

    Hola, Dante.
    Tu micro es genial, intrigante y sugerente. Posees una gran destreza a la hora de escribir, te felicito. Ha sido un placer leer tu relato. ¡Saludos!

    Escrito el 2 julio 2015 a las 18:59
  22. 23. Ome Técpatl dice:

    ¡Qué difícil resulta tu texto para alguien que no está familiarizado con vampiros y exorcismos! Pero me ha resultado un interesante ejercicio para poner a prueba, muy dura por cierto, mi capacidad de deducción. Y por lo que veo, ha sido muy del agrado de quienes sí saben de esos temas.
    Lo que merece la pena resaltar es que logras transmitir la inicial incertidumbre del personaje usando cuestionamientos específicos; y luego su convencimiento con frases que, siendo en sí oscuras, le aclaran por completo el panorama. Hacen evidente mucha técnica de tu parte.
    Me encantó la frase ‘puede que las luces de hoy sean incapaces de disipar las tinieblas del ayer’, pero no me gustó tanto que definieras su arma como ‘juguete’, a menos que sea parte de la trama a la que el texto se refiere.
    Muy bien logrado Dante. Por eso te tengo en la lista de los imperdibles del taller. Saludos!

    Escrito el 2 julio 2015 a las 19:11
  23. 24. marazul dice:

    Hola Dante
    En la primera lectura pensé que se trataba de un micro de mucha acción….de espías. Pero “el juguete de madera bendita” me descolocó. Vuelta a la lectura, dos y tres veces más. Consigues confundir al lector y la pista definitiva la das al final. Muy bueno en cuanto a la forma. El contenido muy inquietante.
    Me ha parecido excelente tu microrrelato
    Un saludo

    Escrito el 4 julio 2015 a las 22:09
  24. 25. Carme Bureu dice:

    Hola Dante
    Encuentro tu relato esa especie de intriga, de descubrir en cada palabra un enigma. Sutil y pragmático. Me gusto incluso con la cantidad de preguntas que hay y que quedan sin respuesta.
    Rubricas con las dos palabras finales, una profunda seguridad divina. ¿Es así?
    Felicidades buen relato.
    Te paso mi bloc.
    https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CCEQFjAA&url=https%3A%2F%2Fcarmenbureu.wordpress.com%2F&ei=63xxVdf7E8vxUIvogZAN&usg=AFQjCNHMJ3zQfcqXFjNgxRk2LeZrHiq1uA
    Saludos

    Escrito el 5 julio 2015 a las 11:52
  25. 26. A dice:

    Sí resulta super intrigante , con ganas de ver de qué se trata es decir ha generado suspenso.Tal vez sea el comienzo de un relato mayor.
    Tal vez este personaje sea el buscado porque hace los “trabajitos malos” que un detective jamás podría hacer.El juguete de madera bendita resultaría el juguete impune.
    Estuvo bueno.

    Escrito el 6 julio 2015 a las 18:27
  26. 27. Ana María dice:

    Muy intrigante tu relato genera expectativa y ganas de ver el final, develar las incógnitas. Tal vez este sea el comienzo de un relato posterior.Tal vez el personaje elegido sea el encargado de realizarle al investigador los “trabajitos malos” y el madero bendito el que lo deja impune.
    Quizás,quizás, quizás.

    Escrito el 6 julio 2015 a las 18:32
  27. 28. Wolfdux dice:

    Poco puedo añadir ya ha lo dicho, salvo que es un micro excelente y bien hilado. Felicidades.

    Escrito el 7 julio 2015 a las 03:04
  28. 29. José Torma dice:

    Hola Dante.

    Tu relato me intrigaba, los nombres, las pistas sutiles y al final, se me encendio una luz en el cerebro y pense en Vals Hensing.

    Muy bueno, lo disfrute mucho la primera vez y mientras mas lo leia mas me gustaba.

    Felicidades.

    Escrito el 7 julio 2015 a las 16:30
  29. 30. Dante dice:

    Hola a todos! Gracias por sus comentarios, , sus bien fundamentadas opiniones y sus cálidas palabras que me animan a seguir participando por aquí.

    Disculpen que me he demorado un tanto. Anduve algo complicado.

    Como es mi costumbre, agradezco primero en general y luego lo haré en particular a cada uno. Por las dudas, siempre aclaro que pongo en mayúsculas “PARA” y luego el nick o nombre de cada uno (también en mayúsculas). Esto lo aclaro porque para algunas personas “es de mal gusto” usar mayúsculas en sitios de internet y lo interpretan como una agresión o grito. Yo las utilizo para que cada uno pueda encontrar con mayor facilidad su nombre, o si le gustó o interesó, o por si no comparte (respetuosamente) el comentario de algún compañero, pueda ubicarlo también con facilidad, así todos podemos enriquecernos con los intercambios.

    Hecha la aclaración “de estilo”, voy a ir respondiendo sus mensajes, y luego, incluiré un “plus”: pondré un mensaje que lo titularé “LA TRASTIENDA”, que sería como una especie de “backstage” de cómo llegué al relato. Habitualmente, no me parece que los autores deban explicar todos los detalles o algunos aspectos de su relato u obra, ya que éstos y la imaginación, la razón y la sensibilidad del lector, en diálogo entre sí y con otros lectores, podrían y deberían dar esas respuestas. Pero en este caso, dado que es la primera vez que escribo un microrrelato, que éstos de por sí dan mucho para la imaginación, a que todos han jugado al juego que descubrió Demetrio (que en realidad no era sólo para ver quién lo descubría sino cómo a partir de tan pocas palabras ver cómo le llegaba a cada uno la historia encarnada en forma de microrrelato). Como dice una canción del grupo argentino Soda Stereo “Hoy hagamos la excepción de romper las reglas”. El interés que han demostrado todos y la riqueza de la imaginación que han revelado (hayan leído o no las obras donde están los personajes que inspiraron la historia), creo que justifican “abrir la trastienda”, y si después quieren, podemos continuar con los intercambios. Solo adelantaré ahora que la idea me llegó de la manera más inesperada…

    Bueno, gracias nuevamente y ahora vamos a las respuestas para cada uno.

    Saludos.

    P.D.: A medida que pueda iré comentando los relatos de los compañeros que todavía no he comentado. Intuyo que como viene ocurriendo (aunque no son muchas mis participaciones en el taller, sólo tres con ésta), la variedad y la calidad de las historias no va a defraudarme sino todo lo contrario.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:30
  30. 31. Dante dice:

    PARA DEMETRIO VERT

    Hola Demetrio. Gracias por tu comentario y por tus elogios al juego.

    En cierto modo, es cierto, era un juego de escondite. Quienes habían leído Drácula y Sherlock Holmes, o habían visto alguna película o conocían las historias, corrían con cierta ventaja. Sin embargo, también la historia estaba abierta para todos. Por supuesto, cada cual podía leerla de una manera distinta, coherente con los límites objetivos del texto, y a pesar de que las palabras eran las mismas para todos.

    Con respecto a las pistas, ya volveré en “la trastienda”.

    Sobre el colega John, ya volveré en la trastienda. Sobre Jonathan también. Aprovecho para responder porque lo preguntaste: Jonathan era pasante, pero después de la muerte de Mr. Hawkins heredó el despacho de éste y, ciertamente, al final de la novela ya era abogado.

    En cuanto a lo que da de sí el enigma, en “la trastienda” me referiré a él.

    Espero tus comentarios sobre la forma, que siempre son bienvenidos por todos nosotros.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:31
  31. 32. Dante dice:

    PARA OSVALDO MARIO VELA SÁENZ:

    Hola Osvaldo. Gracias por tu comentario.

    En efecto, en cierto modo, es un trabajo de laberintos, aunque más por lo que no dice (y ustedes han imaginado, y yo podría seguir imaginando) que por lo que se dice. Este comentario acerca del trabajo de laberintos me revela que, independientemente que en cuanto al formato microrrelato, tal vez este trabajo pudiera mejorarse o yo podría mejorar en la materia, porque no tengo experiencia ni leyendo ni escribiendo microrrelatos), este un buen comienzo. Considero que este aspecto que marcás debo tenerlo en cuenta para futuros microrrelatos. No sé si para todos, porque habrá que ver cuál es la historia que está detrás, pero sí para algunos en los que la historia base sí lo permita.

    También es interesante tu punto de vista, según el cual el relato estaría más cargado para lo oscuro que para lo claro. Independientemente de los muy valiosos aportes que han efectuado los demás compañeros que creo pueden ayudarte a encontrar la claridad, esa opinión que has consignado es para mí toda una interpretación del relato. Y por cierto, también válida, muy interesante y complementaria (no excluyente) de la de los demás.

    Una vez más gracias por tu comentario y me alegro que el microrrelato te haya gustado.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:31
  32. 33. Dante dice:

    PARA KMARCE:

    Hola KMarce. Gracias por tu comentario.

    Me hiciste reír con la originalidad “Dante Stoker”. (Aunque los apellidos podrían haber sido tres, y podría haber ido precedido del título de “Sir”, ja ja ja ja).

    Me alegro que te haya gustado el microrrelato. Por suerte, he acertado con lo que apuntás: los acertijos, las referencias, los misterios. Y en lo que hace a decir mucho sin decir casi nada, la verdad es que ha sido todo un desafío. Me costó bastante (aunque menos que otras ideas alternativas que tuve en mente, me refiero a otras historias), pero al fin fue posible encontrarle el “punto justo”, o por lo menos, uno razonablemente adecuado.

    Me quedo con tu última frase que creo que refleja perfectamente el ánimo de Van Helsing: ciertamente está por emprender una gran aventura. No sabe con qué se podría encontrar, pero sabe que tiene lo necesario en su maletín. No le falta coraje (ya ha visto y enfrentado mucho), y sin duda, desea fervientemente “ese poco de suerte” que puede significar mucho para él y para quien sabe cuántas personas más… Volveré sobre algunas cosas más en “la trastienda”, y te invito a leer también ese post.

    Gracias como siempre por tus valiosos comentarios.

    ¡Nos leemos!

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:31
  33. 34. Dante dice:

    PARA MARCELO KISI

    Hola Marcelo. Gracias por tu comentario.

    Sin haber leído Drácula, estuviste muy cerca :). Aunque ya me extenderé más en otro post, el “juguete” de madera bendita es una estaca para matar vampiros. Lo de “bendita” es una licencia que me tome. Si no recuerdo mal, en Drácula en particular y en otros relatos o películas de vampiros en general, la estaca de madera sirve para matarlos. Pero para “ayudar” a los lectores, puse “bendita”, para dar idea de algo sobrenatural, aprovechando también que el agua bendita se utiliza contra seres oscuros como los vampiros y demonios.

    Gracias por tus comentarios sobre la intertextualidad. Me alegro haberlo logrado. La intertextualidad es un recurso muy rico e interesante, y además, es prácticamente inagotable. Espero seguir mejorando. Siempre me ha interesado ese tema y admiro a los escritores que pueden manejarlo con soltura. Un ejemplo que me viene a la mente ahora es la novela “El club Dumas” de Arturo Pérez Reverte. Ese libro inspiró a una película “The Ninth Gate” (traducida como “La última puerta” o “La novena puerta”), que me pareció excelente. Sin embargo, el libro me pareció brillante. Y lo que marca ese “plus” diferencial respecto de la película es el magistral manejo de la intertextualidad (en nombres de personajes y entre ciertos personajes y líneas de la historia). Si bien todo lo que es cuestión de gustos es discutible, recomiendo ese libro para quienes no lo hayan leído o para quienes les interese el tema de la intertextualidad.

    Te agradezco también tu acotación sobre el estilo “elegante, algo recargado en la redacción” al que asociaste a la novela decimonónica. No será fácil mantenerlo en algo más extenso, pero me anima a tomar como un pequeño parámetro este trabajo para poder emprender algunos otros (en relación a esta misma historia o a otras) ambientados en la misma época.

    Por último, si puede aceptarse lo que apuntás sobre el agregado de mi propio halo de misterio, ello ha ocurrido por la naturaleza propia del microrrelato que por los límites que impone a la expresión facilita que se ensanchen los márgenes de lo no dicho, de lo sugerido y de la imaginación del lector, territorio donde pueden encontrarse soluciones o nuevos misterios, y donde unos y otros pueden multiplicarse fecundamente. Y más todavía, si entre otros lectores (calificados, además, por ser autores) se producen intercambios de opiniones que parten de las lecturas que hizo cada uno.

    Gracias de nuevo por tu comentario.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:32
  34. 35. Dante dice:

    PARA BEBA:

    Hola beba. Gracias por tu comentario y por tus elogios a la redacción y elaboración.

    Como ya le dije a Marcelo, el juguetito de madera es, en realidad, la estaca para matar vampiros. Te remito a lo que le expresé a él, y al post que haré aparte acerca de algunos detalles de la historia. Aunque “cruz anti vampiros” sería más que “cruz para espantar vampiros” (como sugería Marcelo), con lo cual, si querés hacer esa lectura, aún cuando no corresponda a la idea general de “estaca” o a la fuente inspiradora del relato, nada impediría que la estaca tenga forma de cruz o que esa cruz se use como estaca.

    Lamento que no se haya publicado tu relato. Sin embargo, yo no diría “no estoy este mes”. Se haya publicado o no, creo que siempre estás acá 🙂 participando y/o aportando mucho a los demás. Las dos cosas significan estar, y son por cierto dos formas muy valiosas de estar.Ya me pasaré por tu blog para leer el relato y comentarlo.

    Nuevamente gracias.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:33
  35. 36. Dante dice:

    PARA JESÚS R.G.:

    Gracias por tu comentario y tus elogios. Yo solo hice la mezcla. Si ésta fue genial, se lo debo todo a los geniales escritores que crearon esos personajes clásicos, y más todavía, a esos personajes clásicos que trascendieron a sus creadores y así, al independizarse en cierto modo la obra de sus autores, se convirtieron en Arte (con mayúsculas). Más allá de que llegué a la idea de una manera un tanto inesperada (lo que les contaré después a todos), se trata de un humilde homenaje a esos gigantescos escritores y a sus grandiosos personajes, a los que tanto debe la literatura y la cultura universales.

    Te agradezco la valoración y el apoyo a este trabajo.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:33
  36. 37. Dante dice:

    PARA DENISE:

    Hola Denise. Gracias por tu comentario.

    Efectivamente, Jonathan era el “link” para llegar a Van Helsing. Dado que Jonathan era abogado y habitaba en Londres, era un probable vínculo con el “insigne detective”. Eso es algo que Van Helsing no sabe en la historia. Sólo lo conjetura.

    Pero dada la época, la ambientación en Londres (adonde debe dirigirse el protagonista) y la alusión al “insigne detective”, nos lleva a Sherlock Holmes.

    Si no has leído la novela en cuestión (y si yo no entendí mal tu comentario y te referís al “insigne detective”), hay varias novelas y muchos relatos de Sherlock Holmes. Sinceramente vale la pena leerlo. Yo disfruté mucho al leer el “Drácula” de Bram Stoker y los relatos y novelas de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle.

    Te agradezco también por los elogios. Pero los Maestros son, justamente, Conan Doyle y Bram Stoker. Mi trabajo sólo ha sido un puente entre esos dos personajes ilustres creados por esos escritores. Y si el puente sirve de algo, es gracias a los extremos que une.

    Gracias nuevamente por tu comentario.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:35
  37. 38. Dante dice:

    PARA MIRANDA:

    Hola Miranda. Gracias por tu comentario.

    Me temo que la pobre Lucy no podrá ser salvada, aún cuando se “junten” esas tremendas potencias. Para la época en la que transcurriría el relato, Lucy ya estaba “definitivamente muerta” -si se me permite la expresión-, ya que Van Helsing vuelve nuevamente a Londres. En este sentido, la pregunta de Demetrio Vert en torno a si Jonathan era pasante, al referir a él el relato como abogado, y al ser indiscutible que lo era al final de la novela (de “Drácula”), daría la pauta que éste es un nuevo “viaje de trabajo” de Van Helsing a Londres.

    Tal como lo dijiste, el lector puede indagar en sus conocimientos si los tiene. O bien puede buscar en internet. Pero también puede ocurrir, como lo demuestran los comentarios anteriores, que la imaginación del lector “llene algunos huecos” y elabore interpretaciones y respuestas.

    Gracias nuevamente por tu comentario, y por tu valoración de mi trabajo.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:35
  38. 39. Dante dice:

    PARA KAREN KATINA:

    Hola Karen. Gracias por tu comentario y tus cálidas palabras. Me alegro que lo hayas descubierto y que el protagonista esté ligado a tus personajes sobrenaturales preferidos.

    También para mí es un placer leerte :).

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:36
  39. 40. Dante dice:

    PARA JORDÁN:

    Hola Jordán. Gracias por tu comentario. Me alegro que te hayas enganchado desde el principio, aún cuando Van Helsing (el protagonista) esté tan ligado a un tema que no te apasiona, también me alegro que el relato te haya gustado.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:36
  40. 41. Dante dice:

    PARA LEONARDO OSSA:

    Hola Leonardo. Gracias por tu comentario. Qué interesante lectura que ofrecés. En realidad, no hay un nexo (al menos no uno deliberado) con la historia de John Constantine la película. No puedo afirmarlo ni negarlo porque no la vi (con lo cual tendré que agendarla para verla en cuanto me sea posible :)). Por no haber visto esa película y, sobre todo, porque la idea es que los microrrelatos dejen mucho lugar para la imaginación, puede que esa lectura sea admisible. Aunque en realidad, como lo han señalado otros compañeros el nexo se haya trazado entre dos personajes: el Dr. Abraham Van Helsing (personaje de Drácula, de Bram Stoker) y Sherlock Holmes (el célebre detective creado por Sir Arthur Conan Doyle). Y hay nexos secundarios, a modo de pistas, entre otros personajes de ambas historias de origen.

    Me parece muy relevante también la importancia que le das en la creación literaria a la generación de sentimientos, reacciones, inquietudes o motivaciones en el lector. Comparto esa idea, y ésta, junto con la verosimilitud me parecen un punto de partida y una meta a la que todos debemos aspirar al escribir. Desgraciadamente, no siempre se logra. Pero cuando se consigue, aún cuando sea en pequeña medida, debemos estar satisfechos, sin perjuicio de que siempre se pueda seguir mejorando.

    También considero muy original y atractiva otra lectura que nos exponés en el miso comentario, en donde relacionás la historia de este microrrelato con la experiencia de la inquietud natural que produce un mensaje o llamada, experiencia que cualquier lector puede tener como persona.

    Asimismo, me gustó otra categoría de tu análisis: “nuestra virtual ausencia”. No lo había pensado, pero es cierto: cuando el lector “no estaba” el protagonista ya había leído ese mensaje. El lector aparece en la “enésima vez”.

    Destaco también tu agudísima intepretación: nada indica que deba llevar la madera bendita. Pero su intuición es la nuestra. De hecho, gracias al “juguete” de madera bendita muchos relacionaron el relato con los vampiros. Sin embargo, como bien decís: nada indica que deba llevarlo.

    Me alegro también que vos te estremezcas al intuir un desenlace y que este microrrelato haya generado en vos algunas sensaciones placenteras como lector.

    Gracias nuevamente por tu comentario.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:37
  41. 42. Dante dice:

    PARA LUIS PONCE:

    Hola Luis. Gracias por tu comentario.

    Es cierto que todos tenemos nuestros temas preferidos. Me alegro que aunque los vampiros no sean lo tuyo, te haya gustado el relato. De todos modos, los vampiros están indirectamente relacionados y pueden ser un “gancho” implícito a través de la “especialidad” conocida del protagonista. Sin embargo, el microrrelato al ser tan breve, y al recurrir a una buena dosis de misterio en lo que atañe a la historia que éste contiene, permite incluso otras lecturas válidas.

    Gracias también por tus elogios. De todos modos, cualquiera sea la calidad, lamentablemente nunca nos alcanzará el tiempo para leer toda la literatura. Y, ciertamente, si de calidad se trata, creo que este microrrelato podrá ser más o menos bueno, o tal vez no lo sea, habrá a quien le gustará y a quien no, pero la calidad con mayúsculas se encuentra dispersa en toda la literatura, y concentrada especialmente en los clásicos, como los que inspiraron esta historia. En todo caso, si alguna calidad tiene, se las debo en primer lugar a ellos.

    Me quedo con un pensamiento tuyo que me permito reproducir, porque creo que todos podemos detenernos a reflexionar al respecto: “Los enigmas deben ser concisos para que el lector vaya desarrollando en su imaginación las tramas y las escenas”. Resta el desafío de poder adaptarlo proporcionalmente a relatos comunes o a formatos más extensos. Espero poder lograrlo y que quien acepte ese desafío tan bien planteado por vos, lo consiga también.

    Me dejaste pensando también con tu última frase según la cual este microrrelato sería un capítulo completo de una novela de misterio en menos de cien palabras. Me estás dando ganas de seguir (si es que la imaginación me ayuda y si pudiera utilizar a estos personajes junto con otros creados por mí)…

    Gracias por tus felicitaciones y por tu comentario nuevamente.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:37
  42. 43. Dante dice:

    PARA VESPASIANO:

    Estimado Vespasiano:

    La próxima vez, a la piscina directo por favor :). Siempre van a ser interesantes tus comentarios y los de los demás compañeros, y justamente para eso creo que se ha abierto este espacio: para que intercambiemos comentarios, puntos de vista, opiniones, lecturas y creaciones.

    En realidad, puede que haya un “tercer pie del gato” como que no. Depende de cómo lo leas.

    Como ya dije en mi respuesta al comentario de Demetrio Vert, es cierto que quienes hayan leído “Drácula” y a las historias (sean novelas y/o relatos) de Sherlock Holmes corrían con cierta ventaja, pero aún así el microrrelato al ser tan breve podía ser abordado tanto por los que habían leído esas obras como por los que no. Éstos últimos, sobre todo, pueden ofrecer visiones interesantes y complementarias y acercarse mucho o decir cosas que los demás (incluyéndome a mí) no hemos pensado, y eso pueden lograrlo gracias a la imaginación y la intuición.

    De tu comentario puedo inferir que o bien has entendido finalmente lo que inicialmente no era comprensible, o al menos lo has intuido. El antagonismo entre el detective y el protagonista no se da tanto a nivel personaje, es decir que uno sea un rival del otro, sino entre los métodos de uno y de otro. Ahí radica la intriga (o al menos la “intriga disparadora”) del protagonista. Con respecto al “juguete” de madera bendita, veo que al igual que otros compañeros lo has asociado a un crucifijo de madera bendita y al protagonista con un exorcista. No sería un crucifijo sino una estaca de madera, y lo de “bendita” fue una licencia que me tomé (no figura en el original de Drácula) para dar una pista de quién era el protagonista. De todos modos, tal como lo he respondido a otros compañeros, la idea del crucifijo no queda del todo descartada. Y la interpretación que ofrecés del protagonista como un exorcista, la verdad es que es muy destacable, porque aún cuando originalmente el profesor Van Helsing (este es el nombre del protagonista, es un personaje “prestado” de Drácula) no fuera un exorcista, no sabemos si tiene conocimientos al respecto o no. De hecho, le has hecho un gran favor al protagonista y a la historia que he querido contar, porque ese “conocimiento extra” que implicaría saber sobre exorcismos se suma al que ya sabemos que tiene sobre los vampiros. Uniendo tu lectura y la de otros compañeros (exorcista y conocedor de vampiros), podemos imaginar muchas más posibilidades. Gracias por tu lectura, ya que ha enriquecido el microrrelato y lo ha resaltado en el género, ya que por ser breves, tienden a dar mucho más lugar a la imaginación.

    Por otra parte, resulta muy interesante también tu comentario, porque ponés el acento en la pregunta “¿Emergerá la claraidad desde las sombras?”. Tal como lo revelaré en el comentario general aparte, esta pregunta puede tener mucha importancia, porque es un “gancho” a posibles interpretaciones que tienen que ver con el contexto histórico en el que “vivían” ambos personajes (fines del siglo XIX, principios del XX).

    Me alegro que te haya gustado el relato y que, como veo que le ha sucedido a los demás, que te haya hecho pensar. Y la próxima vez, aunque no haya comentarios todavía, no dudes en tirarte a la piscina, que como ves nos has aportado mucho a todos.

    Gracias nuevamente por tu comentario.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:38
  43. 44. Dante dice:

    PARA PAULATREIDES:

    Hola PAULATREIDES. Gracias por tu comentario.

    Tengo que felicitarte por tu interpretación ¡Excelente lectura! Sin perjuicio de la validez de las lecturas que han ofrecido los compañeros, te has acercado mucho a la idea que encierra el título y que tiene que ver con algunas cuestiones que subyacen al microrrelato e incluso a la historia que este cuenta.

    En efecto, la luz es la razón, o mejor dicho el conocimiento racional. Por extensión puede llegar a designar a los elementos que pueden garantizarnos el acceso a ese conocimiento racional: lo tangible, lo real, lo empírico. Sobre esto volveré con mayor profundidad en el post “La trastienda”. Esa es la especialidad de Holmes, lo que el puede valorar y resolver partiendo de lo que observa y aplicando las leyes del pensamiento sobre el material empírico (o, en su caso, empíricamente verificable del que dispone).

    La oscuridad en cierto modo, alude al mal, al monstruo. No necesariamente al que se supone que ha muerto, pues como decís en tu primer comentario, Drácula ya está muerto desde hace un tiempo. Tampoco refiere necesariamente a Jack the Ripper. Si el lector quisiera, ninguna de esas posibilidades estarían excluidas. Pero tampoco otras que quisiera imaginar. Lo que es seguro es que algún monstruo o amenaza se cierne sobre Londres o, mejor dicho, ya se ha hecho lamentablemente palpable. Al referir a Jack the Ripper como “otro monstruo recorre Londres a finales del XIX cuyos crímenes quedarán impunes”, le estás dando, en mi opinión, otra mirada complementaria de la anterior a la oscuridad. Esa mirada parte desde el ángulo moral. Sobre este tema, también volveré con mayor profundidad en el post común.

    También es cierto lo otro que decís: la mente empírica (y sobre todo lógica) de Holmes no puede resolver “lo contado por Stoker y lo que actualmente esté sucediendo”. Probablemente, si aceptamos las reglas del “universo” de esta historia, Holmes pudo no haberse enterado de lo que ocurrió con Drácula. O tal vez sí, y hasta quizás no le dio mucho crédito. En lo que cree porque lo ve, pero no llega a resolver, es lo que pasa en su “ahora”.

    Efectivamente, Van Helsing (que conoce de oídas a Holmes) no da crédito a la solicitud de ayuda porque su disciplina, o al menos, una parte de ella (recordemos que Van Helsing, entre otras cosas, era médico, abogado y filósofo) se opone a la de Holmes porque la de éste último no le concedería crédito alguno y mucho menos el grado de ciencia.

    No es desacertada tampoco tu última frase del segundo comentario “Van Helsing espera que haya luz y no sombras de nuevo en Londres, pero por si acaso, lleva su cruz bendita”. De hecho, es correcta. Sin embargo, la pregunta “Pero, ¿emergerá la claridad desde las sombras?” tiene también otras implicancias relacionadas con tu lectura. Sobre esto también volveré en “La trastienda”. Como le respondía a KMarce y como se deduce de tus comentarios y del que han expuesto otros compañeros, Van Helsing no sabe con qué se podría llegar a encontrar, y por eso lleva el “juguete” de madera bendita (la estaca). Tal vez allí esté el vínculo probable con los vampiros que muchos creen, acertadamente, haber visto. Aún cuando no necesariamente se trate de vampiros. Eso lo dejo a la imaginación del lector. Al menos en el ámbito de este microrrelato.

    Diría que hacés muy bien en preocuparte acerca de qué podría ocurrir en Londres para que el detective de Baker Street necesite la ayuda de Van Helsing… 🙂

    Gracias de nuevo por tus comentarios.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:39
  44. 45. Dante dice:

    PARA LUNACLARA:

    Hola lunaclara. Gracias por tu comentario.

    No tenés por qué agradecer mi comentario a tu relato. Lo hice del mismo modo que trato de escribir todos los comentarios y respuestas. Intento hacer lo mejor posible, a veces sale, otras no, algunas veces puede que pase por alto algo o que alguna idea no la exprese claramente o que, tal vez, escribiendo rápido, quede algún error de redacción. Pero la intención está, y creo, porque entiendo que esa es la esencia de este espacio y me lo han demostrado las participaciones si no de todos de la mayoría, que la idea es justamente esa: tratar de hacer nuestro aporte -a veces más pequeño, otras más grande, pero siempre importante- a los demás y que los demás hagan lo mismo -a veces más pequeño, otras más grande, pero siempre importante- con nosotros. Me alegro entonces que te haya servido mi comentario.

    Pasando a tu comentario, si has leído varias veces el micro, espero que no te hayas aburrido :). Si bien, como ya lo he dicho en general y a algunos otros compañeros, el microrrelato podría leerse aún sin haber leído algo de Sherlock Holmes o sobre Drácula (o las obras en las que Sherlock Holmes y Van Helsing aparecen como personajes), quienes habían leído algo al respecto corrían con cierta ventaja. Si no leés ese tipo de género (o mejor dicho esos tipos de género), puede que no los identifiques. No hay nada de malo ni en una cosa ni en otra. Cada cual lee lo que le gusta, cómo y cuándo puede y quiere y con respecto al relato, por ser un micro, hayas o no leído esas obras te da mucho lugar a la imaginación y estoy seguro que tu lectura debe haber sido muy rica. De hecho, así lo confirma el comentario.

    De todos modos, ya que me pedís que te lo cuente, yo te remito en parte a los comentarios de los demás compañeros (muy ricos por cierto) y al que expondré debajo, titulado “la trastienda”, en donde develaré algunos detalles.

    Me resultó muy interesante tu interpretación en relación al momento y “lugar psicológico” en el que se sitúa la acción. Creo que lo calificás acertadamente de “dilema moral” y “extrañeza” que atacan al protagonista. Tal vez más que moral es psicológico, pero ello no excluiría lo puramente moral, ya que el protagonista puede decidir ir o no a Londres, e incluso, arrepentirse. Hasta puede intuir que si no va puede suceder algo terrible, que él podría contribuir a evitar o ayudar a combatir, haciéndose cargo de las consecuencias éticas de tal elección que, en principio, sería libre. Condicionada tal vez, pero libre al fin. Me parece que has abierto la posibilidad de que quepa una línea interpretativa muy interesante, que de ningún modo excluye el texto ni explícita ni implícitamente.

    Te agradezco tu valoración y elogio en cuanto, en tu opinión, en este micro se dice más de lo que se escribe. Es cierto que eso es muy importante en un micro. No daría por sentado el “aunque esto ya lo sabes” :). En realidad, tuve que aprenderlo, y me han servido de mucho los tutoriales de Literautas y las participaciones de muchos compañeros en el foro general. Algunos como PAULATREIDES, creo que KMarce también, (perdón si me olvido de alguien), hasta me aclararon algunas dudas. No puse en práctica lo que me aclararon porque cambié de historia para contar, pero me sirvió de mucho para estructurar algunos proyectos de micro en mi mente. Esta fue la primera vez que escribo un microrrelato y, sinceramente, no he leído muchos. No es un género que conozca mucho o en el que me sienta cómodo (o que yo pensaba que no me iba a sentir cómodo). Por eso viene muy bien que me recuerdes los aspectos esenciales de este género que recién empiezo a transitar. No sé si fuera de Literautas escribiré algún otro micro, pero por lo menos fui empecé a perder la incomodidad que intuía (por suerte erróneamente) que iba a sentir.

    Con respecto a tu observación relativa a la última pregunta que decís que no entendés (o mejor dicho, creería que no entendés por qué o para qué podría preguntarse eso el protagonista), quisiera hacer unas precisiones que creo que podrían ayudarte. En lo que hace al formato del microrrelato (no digo la forma del texto o sus aspectos formales, sino el formato del género en sí), no tengo dudas que, como bien decís, la pregunta final podría eliminarse. Desde un punto de vista lógico, creo que también sería admisible la eliminación que proponés, ya que se entendería perfectamente y no le haría perder a la frase final esa carga espeluznante. Sin embargo, desde una óptica argumental o de contenido, la respuesta puede cambiar. Al menos en la historia que quise contar y, sobre todo, en algunos aspectos que subyacen a la misma que se encuentran indirectamente implicados y que, en todo caso, sirven para “fogonear” más la contraposición entre dos personajes tan fuertes y distintos como Sherlock Holmes y Van Helsing. Sobre esta cuestión volveré en el post intitulado “la trastienda” donde develaré algunos detalles relacionados con el proceso creativo que me llevó a escribir este micro.

    Nuevamente gracias por tu comentario y me alegro que te haya gustado este micro.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:39
  45. 46. Dante dice:

    PARA CHIRIPA:

    Hola Chiripa. Gracias por tu comentario.

    Me alegro que te haya gustado el relato y que te haya enganchado el título. Eso me pone contento y también que señales que le va de maravilla al relato. Me costó un poco encontrar el título hasta que “se me hizo la luz” y encontré “Claroscuro”. Cuando lo encontré, intuí que podría ser atractivo y por suerte, tu caso me confirma que no me equivoqué, o por lo menos respecto de algún lector, lo que ya de por sí sería suficiente.

    También me pone contento tu balance relativo al formato del micro. Como ya lo he expresado en general y también a otros compañeros, no estoy familiarizado con el género microrrelato, este es el primero que escribo y no he leído muchos. Así que si ha resultado condensado y no falta nada, ha sido un buen comienzo en lo que atañe al formato. Obviamente, se puede mejorar y soy consciente de ello. A nivel forma y contenido puede que la historia y el modo de expresarlo sean agradables para algunos o varios lectores, y a nivel formato, tal vez algunos lo encuentren atinado y para otros sea un tanto largo para ser un micro. Por eso digo que agradezco tu valoración y que tengo que seguir aprendiendo hasta “agarrarle la mano” al formato.

    Espero que me sigas leyendo y que yo también te siga leyendo a vos. Gracias por la invitación a leer tu micro. Como ya lo he prometido en el comentario general, sin dudas lo voy a hacer. He comenzado primero por los agradecimientos a cada uno de ustedes que han efectuado tan ricos comentarios y yo he tenido algunas complicaciones que me impidieron responder antes. Una vez terminada esta tarea, pasaré, leeré y comentaré.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:40
  46. 47. Dante dice:

    PARA ZULEMA:

    Hola zulema. Gracias por tu comentario.

    Como ya se lo he expresado a otros compañeros, en especial a Vespasiano, si interpretaste que era un exorcista podría ser una interpretación válida. O por lo menos no un “exorcista” en el sentido estricto del término (como un sacerdote encargado de ese rito) pero sí de alguien que tiene conocimiento en la materia. Aunque no leas novelas de vampiros, creo que podés leer este micro y que de hecho, lo hiciste muy bien.

    En cuanto a tu pregunta de si en un relato tan corto es necesario hacer tantas preguntas, te respondo algo parecido a lo que le contesté a lunaclara. Si la cuestión se analiza desde el punto de vista del formato del micro (no me refiero a los aspectos formales del texto sino al formato del microrrelato como género), puede que no sean necesarias, y si el examen se realiza a un nivel totalmente abstracto, absolutamente desligado de lo que se narra o se quiere narrar, podría decirse que sería inconveniente o inapropiado recurrir a tantas preguntas. Desde un punto de vista lógico, puede que algunos interrogantes puedan suprimirse sin que pierdan sentido o hilación el texto y la trama. Otras preguntas, en cambio, no podrían ser eliminadas sin afectar el contenido. Ahora, desde una óptica puramente argumental o de contenido, dependerá de la historia que quisiste contar a través del formato elegido (en este caso impuesto por la consigna, pero la conclusión es igualmente aplicable). Como lo revelaré con mayor detalle en el post “la trastienda”, de acuerdo con la historia que quise contar, la formulación de esas preguntas me venía bien y, dentro de todo, servían no sólo a los propósitos narrativos sino también a los del micro como género, en cuanto permitían brindarle algunas “pistas” al lector para que, si había leído ciertas obras, identificara a los personajes y para que, en cualquier caso, se dijera mucho escribiendo poco y se expandieran las posibilidades para imaginar y realizar interpretaciones diferentes pero admisibles dentro de los límites explícitos e implícitos del texto.

    Nuevamente gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado el micro y te agradezco por haber formulado tan claramente una pregunta que creo que nos hizo o nos puede hacer reflexionar a todos respecto del formato microrrelato. Sobre todo a los que tenemos menos experiencia leyéndolos y/o escribiéndolos.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:40
  47. 48. Dante dice:

    PARA PAULATREIDES:

    Casi me olvido. Muy buena tu referencia a “van Swieten”. En efecto, si bien hay discusiones al respecto, no son pocos los que están de acuerdo en que para crear a Van Helsing, Bram Stoker se inspiró en Gerard van Swieten, médico holandés, que llegó a trabajar para la emperatriz María Teresa I de Austria. Ésta le encargó unas investigaciones sobre vampirismo, y por eso, sin perjuicio de otras razones, puede que hubiera inspirado a Stoker.

    Gracias por tu aporte.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:45
  48. 49. Dante dice:

    PARA CHRISTIAN JOSEPH WHITE:

    Hola Christian Joseph. Gracias por tu comentario.

    Me alegro que te haya gustado el micro y te agradezco por los elogios que le dispensaste a él y a mí.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:46
  49. 50. Dante dice:

    PARA OME TÉCPATL:

    Hola Ome Técpatl. Gracias por tu comentario.

    Es posible que este texto pueda resultar difícil para alguien que no esté familiarizado con vampiros y exorcismos. Me alegro que te haya resultado como un ejercicio para poner a prueba tu capacidad de deducción y que lo hayas considerado interesante. También celebro que, como decís, aquellos compañeros a quienes les atraen estos temas, les haya gustado el relato.

    Te agradezco también tu análisis y tu valoración. Efectivamente, el personaje siente una importante incertidumbre inicial, que he tratado de transmitir y me alegro que en tu caso y en el de otros compañeros haya logrado transmitirla. También es cierto que las frases posteriores son algo oscuras. Traté de que esas frases fueran coherentes con el personaje y con la historia, pero que también atrajeran la curiosidad del lector y le permitieran “dejar volar” su imaginación, cosa a la que el microrrelato como género se presta mucho, según tengo entendido.

    Me alegro también que te haya encantado la frase “puede que las luces de hoy sean incapaces de disipar las tinieblas del ayer”. La verdad que la palabra “ayer” me costó meterla, tratando de que no resulte forzada sino que tuviera algún sentido. La frase no refiere a “ayer” (es decir, al día de ayer) sino “al ayer”, como sinónimo de un pasado indeterminado. Tanto a nivel poético como en el lenguaje vulgar y cotidiano se suele aludir “al ayer”, y me pareció una expresión bastante rica en significados y bastante sonora que me permitía resolver esa dificultad y cumplir con la consigna. Por lo demás, esa frase tiene un sentido que develaré en detalle en el post “la trastienda”. Algo ya he adelantado en la respuesta a PAULATREIDES.

    Con respecto a la definición de arma como “juguete”, es verdad que en cierto modo debí recurrir a esta palabra porque la consigna lo exigía. Puede que, desde cierto punto de vista lo notes forzado, que no lo compartas o aún que no te guste. Sin embargo, creo que al entrecomillar esta palabra me permitía un uso metafórico de la misma que, aún si se me hubiera dispensado de este extremo de la consigna, “mostraba” más de lo que contaba y sin dudas era mucho más rica que referir a una “estaca de madera a secas”. Por una parte, se trató de una metáfora, pero por otro lado, me permitía dar una “pista final” para quienes leyeron Drácula. Si se habla de una especialidad opuesta a la de un detective racional, se trataría de algo sobrenatural. Si se refiere metafóricamente a una estaca de madera y se señala que está bendita, se confirma lo sobrenatural y se recuerda al método para matar vampiros. De ahí, se llega a Drácula. Y el habitante de Amsterdam que posee esos conocimientos es el profesor Abraham Van Helsing. Así, de paso, lograba pintar a Van Helsing como un hombre de acción, ya que a la acción muchas veces se la llama metafóricamente el “juego” y el “juego” se suele jugar de acuerdo con algunas reglas (que Van Helsing conoce) las que podrían implicar y requerir el uso de determinado instrumento (o sea un “juguete”). Respeto tu lectura e incluso respeto que pudiera no gustarte el uso de la palabra. Sin embargo, ya que también lo dejás planteado, te señalo que como surge del desarrollo precedente, más allá de la exigencia de la consigna se trata de parte de la trama que proviene de un desarrollo argumental que tiene justificación interna y contextual y externa (proveniente de la intertextualidad, de los textos de los que “tomé prestados” a los personajes).

    Gracias nuevamente por tu comentario y por los elogios que me dispensaste.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:46
  50. 51. Dante dice:

    PARA MARAZUL:

    Hola marazul. Gracias por tu comentario.

    Te agradezco que compartas como fue tu “proceso de lectura”. Me interesó tu enfoque inicial, según el cual relacionaste el comienzo con un micro de espías (supongo que por el telegrama). Me hiciste reparar en que, queriéndolo o aún sin querer, un mismo recurso, y hasta una misma frase, nos puede servir para contar muchas historias. Todo dependerá de la evolución de la trama y si las pistas cambian o se confirman en los próximos puntos de giro (si los hubiera, obvio que esto no se aplica en el microrrelato) o en el final. Gracias por hacerme reflexionar sobre el punto.

    Me alegro que te haya gustado el micro en cuanto a la forma y al fondo.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:47
  51. 52. Dante dice:

    PARA CARME BUREU:

    Hola Carme. Gracias por tu comentario.

    Me alegro que te haya gustado el relato, y que en él hayas encontrado intrigas y un enigma en cada palabra.

    También me parece interesante tu punto de vista, según el cual el relato te gustó “incluso” con la cantidad de preguntas que hay y quedan sin respuesta. En su comentario, zulema introduce un interrogante interesante acerca de si eran necesarios tantas preguntas y lunaclara propone suprimir una. Los tres puntos de vista me han hecho reflexionar y me confirman lo que pienso: desde el punto de vista del formato, tal vez no sea lo más aconsejable o conveniente, o al menos no como regla. Pero podría encontrar explicación y tener justificación si la trama lo reclama o si hay una razón argumental de peso.

    Esas preguntas necesariamente quedan sin respuesta explícita y cerrada en el texto, porque la mínima extensión del microrrelato lo impide. Pero esa misma limitación expande las posibilidades de la imaginación, y así, las respuestas las encontró cada uno en la lectura que hizo. Por lo que he podido comprobar, todas esas interpretaciones son muy ricas y son válidas en relación al texto. Porque aún cuando refiera a personajes específicos (que no todos reconocieron por no haber leído algunos las obras donde esos personajes aparecen), las pistas e interrogantes, sumados a los límites del microrrelato dieron lugar a que la imaginación completara huecos y a que la intuición condujera a lecturas más que interesantes. En última instancia, siempre será la “lectura del lector” (valga la redundancia, que introduzco para tornar más gráfica la idea) la que complete lo escrito por el autor.

    También es muy interesante tu última frase relativa al comentario, en la que dejás una pregunta para confirmar la hipótesis que esa frase contiene. La frase contiene una afirmación: “rubricas con las dos palabras finales una profunda seguridad divina” y la pregunta expresa claramente una duda: “¿es así?”. Bueno, esto es un poco lo que le pasa al protagonista. En realidad, esas preguntas revelan la gran incertidumbre que siente (aspecto que ha sido apreciado por otros compañeros). Por otro lado, confía en su equipo y conoce por experiencia la infalibilidad del “juguete” de madera bendita. De esa manera, se aferra a sus “recursos” en un momento en que no hay nada que se encuentre claro y está ante la posibilidad de enfrentarse a algo tan desconocido como impensado, y, ciertamente, extraño y hasta ese entonces inexplicable (si no parece ser comprensible para Sherlock Holmes, ¿de qué se tratará?). En otras palabras, lo único seguro para el protagonista es la incertidumbre y sólo le resta confiar en su saber, en sus recursos, en su experiencia, en su intuición y su valor. Acerca del “juguete” de madera bendita puede decirse que tiene una seguridad divina en el mismo, en la medida de que deba enfrentar a un vampiro. Pero si no se tratara de un vampiro… En definitiva, la seguridad divina es relativa. La incertidumbre permanece y las preguntas quedan sin contestar. Esa incertidumbre sólo puede ser despejada (o en su caso aumentada) y esas preguntas pueden ser respondidas en la imaginación del lector. Justamente, por sus propias características el microrrelato favorece eso.

    Gracias por tu comentario nuevamente y por haberme dado la dirección de tu blog. Ya pasaré por él cuando termine de responder comentarios y de comentar otros micros.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:48
  52. 53. Dante dice:

    PARA A/ANA MARÍA:

    Hola A/Ana María. Gracias por tu comentario.

    Bueno, empiezo con una duda: ¿son dos comentaristas o sólo una? Pienso que sólo una, porque el contenido de los mensajes es muy similar. En todo caso, respondo ambos comentarios.

    Me alegro que el relato te/les haya gustado, y que haya generado intriga y suspenso desde el principio.

    Qué lectura interesante ofrecés/en acerca de los “trabajitos malos”. En realidad no se tratarían de “trabajitos malos” que el detective no podría hacer para no “mancharse”, sino de algunos que no puede hacer. Aunque, claro está, esto depende de la interpretación que se le de al micro, que “da casi para cualquier cosa”, atento su corta extensión, lo mucho que no dice explícitamente y los dos grandes personajes involucrados. El “juguete” de madera bendita, más que garantizar impunidad, podría asegurar, llegado el caso, el éxito. La diferencia entre la vida y la, por decirlo de algún modo, muerte (no sólo propia sino tal vez de una multitud de personas). Aunque el “juguete” de madera bendita sólo ha probado su infalibilidad respecto de los vampiros…

    Gracias por tu/su comentario.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:48
  53. 54. Dante dice:

    PARA WOLFDUX:

    Gracias por tu comentario y tus palabras de elogio. Me alegro que te haya gustado.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:49
  54. 55. Dante dice:

    PARA JOSÉ TORMA:

    Gracias por tu comentario.

    Independientemente de que acepto las lecturas alternativas de quienes no habían leído Drácula y obras de Conan Doyle acerca de Sherlock Holmes, la luz que se te encendió es un faro que ilumina muy bien: efectivamente, el protagonista es el Prof./Dr. Abraham Van Helsing.

    Me alegro que te haya gustado el micro.

    Saludos.

    Escrito el 11 julio 2015 a las 20:49
  55. 56. Dante dice:

    LA “TRASTIENDA”:

    Tal como lo había prometido en mi mensaje de agradecimiento general, ahora cumplo con un post un tanto excepcional, pero que dadas las participaciones de ustedes y que se trata de mi primer microrrelato, creo que vale la pena.

    En los puntos siguientes voy a “abrir” la “trastienda” del proceso creativo que desmbocó en este micro.

    1.- El origen de la idea.

    Como ya lo he señalado en el primer mensaje general, esta es la primera vez que escribo un microrrelato. La verdad, no tenía mucha idea ni en cuanto al formato ni en cuanto a los posibles temas. Así que leí el tutorial de Literautas, busqué algunos otros artículos u orientaciones y leí algunos. Incluso hice alguna que otra pregunta que algunos de ustedes (creo que PAULATREIDES y KMarce, si no me equivoco) me respondieron.

    Una vez que tuve una noción acerca del formato, se me presentó el primer problema: ¿de qué o sobre qué escribir en un espacio tan breve, en un formato que jamás había transitado? Tenía un aspecto tan favorable como perjudicial: las dos palabras obligatorias de la consigna. Favorable, porque me daban una mínima orientación. Perjudicial porque no veía cómo y dónde usarlas. No tenía contexto donde insertarlas.

    En un primer momento se me ocurrieron dos ideas: una especie de distopía bélica que iba a contarla mediante diálogos. Aquí iba a trabajar con la efectividad de los “juguetes” del ayer. Creo que esos “juguetes” no necesitarían más presentación… Teniendo en mente esta idea, hice la pregunta de si pueden usarse diálogos en los micro y algunos de ustedes gentilmente me respondieron afirmativamente.

    Al mismo tiempo, tuve una idea de hacer un “crossover”. Para quienes no estén familiarizados con el término, “crossover” o “crossover” ficcional es un cruce o interrelación de historias y/o personajes de distinto origen o contexto, que confluyen en otro distinto o común. Es bastante utilizado en series estadounidenses, aunque ha tenido lugar también en el mundo de los comics y otros ámbitos. Es algo parecido a la intertextualidad, pero sinceramente no me animaba a pensar en intertextualidad en un espacio tan reducido, que no había trabajado nunca.

    En esa línea del “crossover” se me ocurrió una idea distópica. ¿Las “víctimas”? Dos: Peter Pan (tomado en su faceta del niño que no quiere crecer) y el “Gran Hermano” de 1984, de George Orwell. Podría haber contenido la frase: “El ayer es un juguete en nuestras manos para que todos sean como usted”. Peter Pan hubiera sido el ciudadano modelo de 1984.

    Sin embargo, de la manera más inesperada me vino otra idea de un “crossover” que fue la definitiva.

    Involuntariamente, un día advertí que en el mismo estante de mi biblioteca tenía a “Drácula” de Bram Stoker y a la colección de “Obras completas de Sherlock Holmes” que contiene todos los relatos y novelas relativos al personaje, escritas por Sir Arthur Conan Doyle. Eran historias ambientadas prácticamente en la misma época (fines del siglo XIX, aunque algunas historias de Sherlock Holmes datan de las dos primeras décadas del siglo XX), en el mismo país, casi todas en la misma ciudad. En ese contexto histórico, había un trasfondo cultural y filosófico común. Los personajes eran contemporáneos. Inmediata e irrefrenablemente se me vinieron a la mente un montón de ideas correlacionadas, y entonces me dije: “Ya está. El microrrelato tiene que cruzar a Van Helsing y a Sherlock Holmes”.

    Ese fue el origen de la historia. Yo la concebí como un simple “crossover”, pero de acuerdo con Marcelo Kisi, sería intertextualidad. Si todos lo ven así, me alegro porque en ese caso las cosas habrían salido mejor de lo esperado y de lo planeado.

    2.- Las pistas y los vínculos.

    Para poder contar una historia que involucrara a dos personajes tan distintos, y para hacerlo en un formato tan condensado como el microrrelato sin “vender” la trama ni hacerla obvia, ni nombrar a ninguno de los dos, debía utilizar dar algunas pistas que, a su vez, operaran como vínculos entre ambas historias y también con la mente y la imaginación de los lectores, sobre todo para aquellos que conocían una y otra historia, uno y otro personaje.

    Corresponde ahora dar una breve explicación acerca de cada persona que se nombra.

    John: no es el Dr. John Seward (quien invita a Londres a Van Helsing en “Drácula”) sino que se trata del Dr. John Watson. Este es el “vínculo” o llamador principal. El Dr. John Watson es el “compañero de aventuras” de Sherlock Holmes, quien vive con él en Baker Street 221B, y es, además, el narrador de la mayoría de los relatos y novelas del genial detective. Dado que Van Helsing era médico al aludir a mi querido “colega” hace pensar en otro médico. Watson, en efecto, también lo era. Lo de querido amigo fue una licencia que me tomé, es de mi creación y especula con la posibilidad de que, en algún momento, por alguna razón y en algún lugar, Van Helsing y Watson se hubieran conocido. No habría que perder de vista que antes de conocer a Sherlock Holmes Watson tuvo una vida, y, entre otras cosas fue médico en el ejército británico y estuvo en la India y en Afganistán.

    Al decir “insigne detective” que se supone reside en Londres porque es quien desde Londres envía el telegrama, se invita a pensar en Sherlock Holmes. Y si luego se nombra a “John” el “John” más cercano, es Watson. Si a John (Watson) se refiere como “colega”, significa que el protagonista también es médico.

    Jonathan: es Jonathan Harker, uno de los personajes protagónicos de “Drácula”. Al comienzo de la historia, Jonathan Harker era, como bien apunta Demetrio Vert, un pasante. Después se recibió de abogado y se hizo cargo del despacho de Mr. Hawkins, su anterior empleador luego fallecido. En algunas traducciones se refiere a él como notario (escribano). En uno u otro caso, se trate de un abogado o de un notario, sería probable que al estar relacionado con el ámbito jurídico y el de las pruebas con valor jurídico, pudiera conocer a algún detective o tener relación con las fuerzas policiales. Si se acude al “universo de Conan Doyle”, éstas (las fuerzas policiales) acuden a un detective: Sherlock Holmes. De la correlación de todo ello, por su profesión y las implicancias de ésta, sería probable que Jonathan Harker conociera a Sherlock Holmes e incluso que lo frecuentara, o que, por lo menos alguna vez pudiera haber requerido sus servicios. De este modo, habría un segundo nexo con Sherlock Holmes y uno seguro con Van Helsing.

    Si Watson es John, y se alude a él como un colega, el protagonista es médico, y si se habla de un abogado de nombre Jonathan, éste es Harker, va de suyo que el protagonista es un médico amigo de Harker, y si se sabe que reside en Amsterdam, el protagonista debe ser Abraham Van Helsing.

    3.- Algunos datos relevantes del marco histórico filosófico (que subyace en la historia)

    Entre fines del siglo XVII y durante el siglo XVIII (tal vez en algunos países hasta el XIX), tuvo lugar el movimiento cultural e intelectual europeo conocido como Ilustración. Con la Ilustración o Iluminismo, se entroniza el rol de la razón, y desde entonces, la palabra luz y razón se implican recíprocamente.

    Es cierto que existieron diferentes tendencias entre los ilustrados y que también se suscitaron problemas, pero había un elemento común unificador: la razón (“luz”) como arma para luchar contra la superstición y la religión, el argumento de autoridad y las viejas estructuras políticas y sociales. A esos “enemigos”, pero fundamentalmente a la superstición, la religión y el argumento de autoridad, o a la ignorancia en general, se las consideraba “oscuridad” en contraposición a la razón que era la luz. La Ilustración intentó eliminar cualquier elemento de misterio, extrañeza o milagro y fue, desde este punto de vista, una cosmovisión antropocéntrica.

    Si bien la Ilustración fue un movimiento que se desarrolló mayormente en Francia e Inglaterra, esa confianza ilimitada en la razón fue común a otros países también. Durante la época en que se desarrolló la Ilustración, tuvo auge el idealismo filosófico (aquella concepción según la cual, simplificando, se basa en el principio de inmanencia de acuerdo con el cual “la realidad es en tanto exista un sujeto cognoscente”, a diferencia del realismo que se funda en el principio opuesto, el de trascendencia que se expresa: “la realidad es independientemente de que exista un sujeto que pueda conocerla”. Una máxima que refleja bien al idealismo filosófico es una que proviene de una de sus corrientes, el empirismo inglés: “esse est percipi”, el “ser de las cosas es ser percibido”). El camino al idealismo había sido preparado por el racionalismo de Descartes, quien criticando a la filosofía realista (de origen aristotélico y prevaleciente en la última parte del Medioevo como “escolástica), utilizó un método introspectivo. De su “yo” (el famoso “Pienso, luego -léase entonces- existo”), dedujo su existencia; luego necesitaba un “garante” del conocimiento y de su existencia, y lo encontró en Dios. Del yo y de Dios, luego “sale” al mundo, al que califica como “res extensa” (cosa extensa). Aquí, por primera vez, se explicitó una concepción del mundo que lo tiene por existente en tanto sea mensurable (medible). Por lo demás, se trata de una concepción profundamente individualista. Si bien no partirá desde la razón sino desde la experiencia, el empirismo inglés, en general, llegó a conclusiones similares. Pero fue en Alemania donde el idealismo tuvo su mayor extensión: Kant y su idealismo trascendental, luego los poskantianos (Fichte y Schelling, entre otros) y, finalmente, Hegel con su idealismo absoluto.

    A mediados del siglo XIX se produjeron varias reacciones contra el idealismo absoluto de Hegel. Algunas fueron desde el punto de vista individual (Nietzsche y Kierkegaard) y abrieron el camino para la filosofía existencialista del siglo XX (algunos llaman a estos pensadores “preexistencialistas”). Otras reacciones se produjeron desde una óptica “social”, y fueron el marxismo y el positivismo. Me voy a detener un poquito en esta última corriente.

    Positivismo proviene de “positum”, que significa, “lo puesto”, “lo dado”. Esta reacción contra el idealismo absoluto implicó la vuelta a lo dado, lo puesto, lo inmediato. A la observación sistemática de la realidad empírica.

    El iniciador del positivismo fue el francés Auguste Comte, a quien se lo suele reconocer como el “padre” de la Sociología. La obra que abrió este camino fue su célebre “Curso de filosofía positiva”. Comte distinguía entre “estática social” y “dinámica social” y a la naciente disciplina la llamaba “física social”.

    De este modo, se imponía una nueva concepción de la realidad y del conocimiento. La realidad es lo puesto, lo dado, lo que está frente a nosotros. Es empíricamente verificable. Y aún cuando el método de conocimiento sea distinto, vemos que aquella concepción que se encontraba en el racionalismo cartesiano, sigue vigente: la realidad es una “res extensa”, una cosa medible, mensurable. Y por lo tanto, sólo es cognoscible en la medida que se la pueda medir.
    Sólo puede conocerse lo que puede observarse, medirse y demostrarse experimentalmente mediante el método científico. Aún en algunas versiones del idealismo el modelo de la física había influido (los descubrimientos de Newton influyeron en la configuración de la filosofía idealista de Kant, más precisamente en su teoría del conocimiento), y ahora, en el positivismo, la física y la biología se convierten en las “ciencias estrella”, modelo para todas las demás. Y se encuentran apoyadas por la ciencia matemática que le sirve de “lenguaje”.

    Bajo este prisma, el desarrollo de las ciencias en el siglo XIX fue impresionante, y también evolucionaron sus auxiliares: la matemática y la lógica (esta última prácticamente pocos progresos había experimentado desde Aristóteles, y aún quienes se hallaban en sus antípodas filosóficas como Kant señalaban que había nacido prácticamente perfecta).

    El “paradigma” (si se me permite el anacronismo, porque esa categoría analítica epistemológica recién se esboza a mediados del siglo XX con la obra de Thomas Kuhn), imperante era el de la evolución, el que tuvo gran aplicación en la biología con la teoría de la evolución de Darwin y con otras corrientes evolucionistas. Esa misma “ley de la evolución”, si así pudiera llamársela (entrecomillas porque más que una ley científica era una creencia que se asumía como ley científica) se aplicaba también al ámbito sociológico.

    En ese sentido, Comte sostenía que existiría una ley de los tres estadios de las sociedades (y esto no sería más que una “ley de evolución”): el primer estadio era el teológico, que correspondería a sociedades primitivas, en donde el poder político estaba en manos de reyes o jefes (algunos con características divinas o semidivinas o que cumplían un rol de “salvador” o “protector supremo”) y el dominio cultural correspondía a los sacerdotes y religiosos; el segundo estadío era el metafísico, en donde el poder político podía estar en manos de aristócratas o reyes absolutistas y el dominio ideológico correspondía a los filósofos; y por último, en el tercer estadío, la sociedad (y en su caso la humanidad) llegaría a su culmen, en donde el poder político estaría en manos de los industriales y el dominio cultural-ideológico, correspondería a los científicos.

    De la conjunción de todo lo expuesto surge claramente que para la visión positivista, la realidad es lo puesto, lo dado. Lo “físico”, material y empíricamente verificable. No hay una “meta-física” (“Metafísica” fue el nombre que se le dio con posterioridad a lo que Aristóteles había denominado “Filosofía Primera”, dado que en una biblioteca, si no me equivoco de Alejandría, los libros de la “Filosofía Primera” estaban más allá de los de la “Física”. Ya en tiempos medievales y posteriores, se comenzó hablando de metafísica, para retomar o cuestionar las categorías de la “Filosofía Primera”. Lo importante es tener presente que, en síntesis, en su “Filosofía Primera” Aristóteles pensaba que hay una sustancia segunda, que son los entes, los seres existentes, y hay una sustancia primera que es aquello que los hace ser lo que son, lo que en la Edad Media se llamó “esencia”. Correlativamente, dado que en la filosofía realista aristotélica el conocer sigue y depende del ser porque la verdad es la adecuación del intelecto a la cosa, el proceso del conocimiento empieza en lo que captan los sentidos, luego, el intelecto abstrae lo que tienen de común los seres particulares y elabora el concepto, el cual al tener extensión universal, se corresponde con la “esencia” o sustancia primera. Luego los conceptos se vinculan en juicios y éstos se encadenan en razonamientos. Como se ve, al hablar de metafísica, se descarta toda idea esotérica y tiene un sentido filosófico). Bien, hecha la aclaración, para el positivismo no existe ni esencia ni metafísica. Sólo lo observable, y empíricamente verificable y medible, y en definitiva, científicamente demostrable.

    De este modo, todo lo que no cumpla con esas condiciones, llámese superstición, religión, e incluso filosofía o disciplinas que no encuadran en las ciencias naturales, no pueden ser conocidas porque no pueden serlo científicamente. A lo sumo, podrán constituir meras opiniones o ideas imaginarias, no más que eso. Y hasta en algunos de esos casos, podría llegarse a afirmar que no existen, porque su existencia no puede ser científicamente demostrada.
    El positivismo, así como negaba a la superstición y la religión, también hacía lo mismo con la filosofía (aunque, como postulaba Aristóteles, aún para negar a la filosofía hay que filosofar, esto es hacer filosofía…).

    A pesar de eso, el positivismo reemplazó la fe religiosa y la confianza en la razón filosófica y la sustituyó por una especie de “fe laica”, de confianza ilimitada en la ciencia y la evolución.

    Así, al quedar a un margen la religión y la filosofía, y al renegar de toda metafísica, tampoco existió mucho margen para tratar las cuestiones morales y éticas, y, desde este punto de vista, o bien no se trató la cuestión, reduciéndosela a una cuestión de preferencias, o algo que se debe callar porque “es algo de lo que no se puede hablar”, o bien, a un enfoque utilitarista (propio de la filosofía inglesa del siglo XIX). Ciertas variantes de un positivismo extremo podrían comulgar con la frase según la cual la ciencia puede y debe prescindir de la moral y/o la ética, porque “la ciencia se justifica a sí misma”.

    Esta cuestión ética puede ser unida a la económica. La conjunción de todo ese ideario dio como resultado la consolidación y crecimiento del sistema capitalista. Entre fines del siglo XIX y principios del XX se produjo la segunda revolución industrial.

    Paradójicamente, esa fe en la “evolución” de la sociedad, del conocimiento y del desarrollo industrial no fue exclusiva del capitalismo, sino que también fue compartida por algunas variantes del socialismo (de hecho, su visión “evolucionista” los llevó a romper con los marxistas que creían en la revolución). Y por la ausencia de reflexión o referencias éticas, o por adoptar un marco utilitarista, aún cuando algunos (socialistas o también algunos liberales económicos que aceptaban que debían realizarse cambios en la estructura económica y social) postularan una evolución hacia un futuro mejor para la humanidad, se “naturalizó” y aprobó el colonialismo. Más aún, se lo llegaba a justificar como un “deber” que tenían los más evolucionados de “sacar de su atraso” a los menos evolucionados. Sería como una especie de “misión histórica” de liberación de los oprimidos por las tinieblas del atraso, pero que en el fondo, escondía y justificaba la creencia de que hay humanos por encima de otros humanos.

    Como toda época y como toda cosmovisión, tuvo algunas creaciones culturales o construcciones humanas que operaron como símbolo. Uno de ellos bien pudo ser el Titanic (1912). Símbolo de la omnipotencia de la razón cientificista y de la confianza en el progreso ilimitado y el dominio absoluto de la naturaleza, y si se quiere, del triunfo de una visión materialista, antropocéntrica y más precisamente, eurocéntrica (en esta época Inglaterra oficiaba como una suerte de “árbitro” del mundo). Todo lo que encarnaba ese símbolo, naufragó con él.

    Dos años después, se iniciaba la Primer Guerra Mundial y marcaba el fin de la “Belle Epoque”. La razón instrumental, desprovista de toda ética, probó por primera vez que era capaz de dar un desarrollo técnico científico capaz de matar, y de matar en masa.

    Menos de treinta años después, dio la segunda muestra de que no sólo podía ser capaz de matar, sino de destruir a la humanidad entera.

    Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, terminó la concepción modernista (dentro de la que se inscribía el positivismo) y con ella, el fin de los “grandes relatos”. Dio paso al posmodernismo, la concepción de los “pequeños relatos” y del “pensamiento débil”. Asimismo, tuvo auge la filosofía existencialista, que se enfocó en la existencia como problema, en el sentido de la vida y la muerte, pero que, en general, tuvo una visión más bien inmanentista. Y en todo caso, las visiones ético-morales pasaron a ser predominantemente subjetivistas (no objetivas ni relativas, sino subjetivas y por lo tanto, individuales).
    4.- Compatibilidad del marco histórico-filosófico (y sus consecuencias) con la historia:

    Antes de “aplicar” el marco histórico-filosófico (y sus consecuencias) a la historia y el sentido del título, conviene recordar algunas cosas sobre ambos personajes, esto es, sobre Sherlock Holmes y Abraham Van Helsing.

    4.- a) Sherlock Holmes es el genial detective creado por Sir Arthur Conan Doyle. Por eso se alude a él como el “insigne detective”, porque en la historia de la literatura universal es uno de los más famosos y más destacados. Eso podía “impactar” en la mente del lector y atraer su atención hacia este personaje, quien en las historias narradas por Conan Doyle es reconocido aún internacionalmente. Sherlock Holmes sostenía que él se había creado a sí mismo una ocupación, la de detective.

    Para poder desarrollar su tarea, esa ocupación que él mismo se había dado, debía contar con algunos instrumentos. El primero y principal era la lógica. Otros instrumentos eran los conocimientos que poseía de química y de otras disciplinas.

    En cuanto a la lógica, hay que recordar que Sir Arthur Conan Doyle, quien era médico además de escritor, se inspiró para crear a Sherlock Holmes en el Dr. Joseph Bell quien había sido su profesor en la facultad. El Dr. Bell estudió con precisión aspectos como el modo de caminar, el acento, las manos y la indumentaria de una persona y con esta información podía llegar a determinar muchas cosas. Así solía animar a sus alumnos a reconocer a sus pacientes como un zapatero zurdo o como un sargento jubilado que había servido en alguna expedición militar en el extranjero mediante la observación precisa del individuo y la deducción lógica. A menudo asombraba tanto al propio paciente como a sus alumnos haciendo afirmaciones de esta índole, a veces incluso antes que el paciente dijera nada. Él invitaba a sus alumnos a que, en base a la observación y la aplicación de la lógica sobre los datos observados hicieran sus propias deducciones.

    O sea que Sherlock Holmes procede por observación empírica que le provee de datos y luego sobre ellos aplica la lógica, en función de la cual extrae deducciones a veces seguras, otras tantas más o menos probables, pero siempre posibles. Confía ciegamente en la razón y esa confianza y el modo de proceder lo acercan al positivismo.

    Por otra parte, resulta bastante gráfico recordar que en la novela “Estudio en Escarlata” (1887), que es la primera vez que aparece Sherlock Holmes, a poco de conocerlo, Watson se asombra con que éste desconoce cosas básicas, que cualquier persona podría conocer, como por ejemplo, la teoría heliocéntrica de Copérnico. En base a eso, el Dr. Watson hizo una lista de los conocimientos de Holmes y le asignó una calificación:

    “No dejé de reflexionar, sin embargo, acerca de nuestra conversación y las pi stas que ella me insinuaba. Había mencionado su propósito de no entrometerse en conocimiento alguno que no atañera a su trabajo. Por tanto, todos los datos que atesoraba le reportaban por fuerza cier ta utilidad. Enumeraré mentalmente los distintos asuntos sobre los que había demostrado estar excepcionalmente bien informado. Incluso tomé un lápiz y los fui poniendo por escrito. No pude contener una sonrisa cuando vi el documento en toda su extensión. Decía así: «Sherl ock Holmes; sus límites.
    1. Conocimientos de Literatura: ninguno.
    2. Conocimientos de Filosofía: ninguno.
    3. Conocimientos de Astronomía: ninguno.
    4. Conocimientos de Política: escasos.
    5. Conocimientos de Botánica: desiguales. Al día en lo que atañe a la belladona, el opio y los venenos en general. Nulos en lo referente a la jardinería.
    6. Conocimientos de Geología: prácticos aunque restringidos. De una ojeada distingue un suelo
    geológico de otro. Después de un paseo me ha enseñado las manchas de barro de sus pantalones y ha sabido decirme, por la consistencia y color de la tierra, a qué parte de Londres correspondía cada
    una.
    7. Conocimientos de Química: profundos.
    8. Conocimientos de Anatomía: exactos, pero poco sistemáticos.
    9. Conocimientos de literatura sensacionalista: inmensos. Parece conocer todos los detalles de cada hecho macabro acaecido en nuestro siglo.
    10. Toca bien el violín.
    11. Experto boxeador, y esgrimista de palo y espada.
    12. Familiarizado con los aspectos prácticos de la ley inglesa.»”

    En algunas aventuras posteriores, muestra, sin embargo, algunos conocimientos de literatura y de astronomía.

    Tal como se ve, Sherlock Holmes procedía en base a la observación de datos empíricos y aplicando la lógica sobre ellos, y la mayoría de los conocimientos que poseía tenían carácter utilitario y provenían del ámbito de las ciencias naturales. Esa es la especialidad de Sherlock Holmes.

    4.- b) Muchas veces se lo ve al Prof./Dr. Abraham Van Helsing como un “exterminador de vampiros”. En realidad, según surge de “Drácula”, era un experto en enfermedades extrañas. Por eso su ex alumno, el Dr. John Seward requiere su ayuda para analizar el padecimiento de Lucy Westenra, la mujer a la que ama. Luego, cuando Van Helsing se da cuenta de que a Lucy la mordió un vampiro, orienta a Seward y a sus amigos para tratar de salvar a Lucy. Y luego hará lo mismo para combatir y exterminar a Drácula. Él comparte su conocimiento respecto de esos males extraños y de las causas de los mismos. Al menos explícitamente, la primera vez que se narra que Van Helsing está personalmente involucrado con el exterminio de los vampiros es cuando junto con Jonathan Harker y sus amigos deciden y planean eliminar a Drácula.

    Sin embargo, dado el conocimiento que Van Helsing tiene en la materia, a que “toma cartas en el asunto” combatiendo a Drácula, y al modo en que se instaló en el imaginario popular (sobre todo a raíz de adaptaciones y versiones cinematográficas), y teniendo en cuenta que el Dr. John Seward lo considera un especialista en “males extraños”, me tomé una licencia y “expandí” su área de especialidad a todo lo sobrenatural, no restringiéndolo solamente a los vampiros.

    Por eso la última oración dice “Por si acaso, en mi maletín llevo mi equipo y mi infalible «juguete» de madera bendita”. El “Por si acaso” es clave, porque introduce algo de incertidumbre (podría tratarse o no de un vampiro) y queda balanceado por la seguridad que da la infalibilidad (relativa a los vampiros) del “juguete” de madera bendita.

    Para completar la caracterización de la especialidad de Van Helsing, si bien él es un científico, él es un crítico de la mentalidad positivista. De hecho, según algunos “Drácula” en sí misma considerada es una crítica hacia el positivismo, y en cierto modo, “Drácula” estaría preanunciando el fracaso de la cosmovisión positivista que con ingenuidad y soberbia estaba segura de poseer todas las respuestas. Esa crítica, fundamentalmente, se expone a través del pensamiento y los métodos del Prof. Van Helsing.

    En la misma novela, hay algunos pasajes que así lo acreditarían. En el diario de Seward del 26 de septiembre, Van Helsing señala:

    “Ése es el defecto de nuestra ciencia, que quiere explicarlo todo. Y si no puede explicarlo, entonces dice que no hay nada que explicar. Sin embargo, a diario vemos a nuestro alrededor cómo surgen nuevas creencias, que se consideran a sí mismas nuevas, que, no obstante, son en realidad viejas, aunque se las den de jóvenes . . . ”

    En el diario de Mina Harker, el 30 de Septiembre se consigna una exposición de Van Helsing, en la que expresa:

    “Todo cuanto tenemos como puntos de referencia son las tradiciones y las supersticiones. Esos fundamentos no parecen, al principio, ser muy importantes, cuando se ponen en juego la vida y la muerte. No tenemos modo de controlar otros medios, y, en segundo lugar porque, después de todo, esas cosas, la tradición y las supersticiones, son algo. ¿No es cierto que otros conservan la creencia en los vampiros, aunque nosotros no? Hace un año, ¿quién de nosotros hubiera aceptado una posibilidad semejante, en medio de nuestro siglo diecinueve, científico, escéptico y realista? Incluso nos negábamos a aceptar una creencia que parecía justificada ante nuestros propios ojos. Aceptemos entonces que el vampiro y la creencia en sus limitaciones y en el remedio contra él reposan por el momento sobre la misma base…”

    La especialidad de Van Helsing, entonces, aunque conoce los métodos de la ciencia positiva, reconoce también sus limitaciones y su conocimiento se ha introducido dentro de lo que para la ciencia es “oscuridad” o no existencia.

    4.- c) En consecuencia:

    (1) Holmes trata de disipar las tinieblas del error y la ignorancia o de encontrar una explicación con la luz de la razón. Sin embargo, si algo escapa a este “esquema”, si los datos de que se dispone no son empíricamente verificables (aún cuando fueren observables) o si la razón fracasa, puede que se haya encontrado una barrera infranqueable entre la “luz” de la razón y la “oscuridad” o las tinieblas de algo desconocido.

    Por eso, aparece la conjetura “puede que las luces de hoy sean incapaces de disipar las tinieblas del ayer”.

    Las “luces de hoy” representan, naturalmente, a la concepción empírico-racionalista y cientificista (“luz de la razón”) de ese presente (“hoy”).

    Las “tinieblas del ayer” es un rótulo un tanto irónico, ya que sería un modo despectivo con el que la mentalidad positivista se referiría a lo que considera “superstición”, es decir, lo que no es medible, observable y empíricamente verificable y demostrable. Van Helsing se encuentra preocupado, pero aún así se le “filtra” esta ironía. Se da cuenta de que, una vez más, la ciencia positiva, que tanto desprecia a otras formas de conocimiento y a otras dimensiones de la realidad, no puede explicar, y por lo tanto, no puede dominar ni enfrentar a lo que va más allá de sus posibilidades, a pesar de que de modo real “eso” desconocido está produciendo alguna consecuencia disvaliosa, sufrimiento o daño.

    En cierto modo, Van Helsing al referirse a las “tinieblas del ayer” alude a la posibilidad de que haya aparecido un ente sobrenatural y trae a colación una concepción ético-moral de la oscuridad, a la que identifica con el mal. Pero ese mal y el modo de conocerlo y enfrentarlo (es decir: la “enfermedad” y su “cura”) son lo mismo para la ciencia positiva: oscuridad, tiniebla, sombras. Y si la “enfermedad” y su “cura” son lo mismo, es evidente que la mentalidad positivista no puede acertar ni en el “diagnóstico” ni en el “tratamiento”.

    (2) Van Helsing se introduce de lleno en la oscuridad. Desde la “oscuridad”, combatiéndola, pretende que se haga la luz y que la claridad emerja desde las sombras. Una vez vencido el mal enfrentándolo en su propio “territorio” y con armas que no necesariamente provee la “luz” de la razón, al “morir” el mal (aún cuando fuera provisoriamente) por la ley de los “opuestos”, aparecerá la “luz” del bien. Dado que la oscuridad es ausencia de luz, “matemáticamente” la ausencia de la ausencia es presencia. O sea: la ausencia de la ausencia de la luz equivale a la presencia de la luz. Podría pensarse (y esto es una licencia creativa que me tomo) que Van Helsing tiene un conocimiento sistemático del “inframundo”.

    No obstante, este método, aún cuando pudiera requerir de la fe (religiosa o sobrenatural), no ofrece ninguna garantía, y aún en caso de éxito, no necesariamente el bien reinará entre los hombres. Por eso se pregunta Van Helsing: “Pero, ¿emergerá la claridad desde las sombras?”.

    El “Pero” tiene una importancia clave porque conecta con la pregunta anterior. A su vez, supone una posible respuesta: para el caso en que se lo requiriera a él (a Van Helsing) porque las “tinieblas del ayer” no pudieran ser disipadas por las “luces de hoy”, nada garantiza que la claridad del bien, y el cese del daño que pudiera estar produciendo “eso” desconocido, emerja desde las sombras.

    (3) Van Helsing sostiene entonces que la especialidad de Holmes excluye a la suya porque parten de concepciones diferentes y apuntan a objetivos distintos. Por ello le intriga que Holmes lo requiera, y tan sólo llega a intuirlo. Aunque eso es suficiente para estremecerlo por el recuerdo que le produce su anterior “visita” a Londres. Se trate o no de un caso de vampirismo, seguramente el escenario es grave e incierto…

    4.- d) Los puntos de contacto.

    Cabe preguntarse si los personajes son tan distintos y sus especialidades tan opuestas, ¿cómo puede uno requerir al otro? ¿Hay algún punto posible de contacto que permita que Sherlock Holmes se “abra” y convoque a Van Helsing?

    En algunos relatos de Sherlock Holmes hay algunas frases que permitirían, eventualmente, esa apertura.

    En el relato “El misterio de Cooper Beeches”, Holmes reclamaba con impaciencia: “¡Datos, datos, datos!… ¡No puedo hacer ladrillos sin arcilla!”.

    O sea: si no hay datos, o estos son confusos (como si se presentara algo sobrenatural), el método de Holmes sería inútil por impracticable.

    En la novela “El signo de los cuatro”, Sherlock Holmes dice: “Cuando todo aquello que es imposible ha sido eliminado, lo que quede, por muy improbable que parezca, es la verdad”. En alguna oportunidad (no recuerdo en que relato o novela) hay una frase todavía más extensa en cuanto a su alcance: “Cuando eliminas toda solución lógica a un problema, lo ilógico, aunque imposible, es invariablemente lo cierto”

    Por lo tanto, si se expandiera el rango de lo posible, aún cuando fuera improbable, allí se encontrará la verdad. Y de acuerdo con la segunda frase, si lo “lógico”, lo racional queda elimitado, lo ilógico, lo imposible será lo cierto.

    En la novela “Estudio en escarlata”, afirma: “Nuestras ideas deben ser tan amplias como la naturaleza si aspiran a interpretarla”.

    Por lo tanto, si se intuye que la cuestión puede ir más allá de la naturaleza (si finalmente se aceptara esta posibilidad ante reiterados fracasos), para interpretar lo que estaría más allá, se requeriría una amplitud mayor que la de las ideas actualmente disponibles (las de la ciencia positiva).

    Por otra parte, a veces se reconoce que Sherlock Holmes (y por ende, a Sir Arthur Conan Doyle) habría intuido el principio del intercambio, base de la ciencia criminalística, que recién en 1912 fue formulado científicamente por el francés Edmond Locard. Ese principio dice, más o menos, que cuando una persona comete un delito deja algo de lo que llevaba en el lugar donde lo cometió, y se lleva algo de ese lugar que no tenía cuando llegó allí. En el relato “Peter el Negro” (escrito en 1903, creo, y publicado uno o dos años después), Sherlock Holmes le comenta al Dr. Watson: “Yo he investigado muchos crímenes pero nunca hasta ahora he visto uno el cual fuera cometido por una criatura que vuela. Hace mucho que los criminales tienen dos piernas, dejan huellas, producen alguna abrasión o marcas que pueden ser detectadas por algún buscador científico.”

    Entonces, si hipotéticamente -como permiten imaginarlo los silencios del micro- pudiera no haber habido huellas de algún crimen que, por aplicación de las frases sobre lo improbable o lo imposible pudieran sugerir que quien lo cometió vuela o pudo utilizar una vía parecida de escape, ¿seguiría Sherlock Holmes aferrado ciegamente a su clásico método?

    Por otra parte, Sherlock Holmes, si bien encontraba un desafío intelectual en cada caso, tenía un sentido de justicia y cierto sentido del “bien”, más allá de la asepsia ética y moral de la mentalidad cientificista o de la “doble moral” victoriana, predominante en la sociedad inglesa de su tiempo.

    En base a estas “pequeñas grietas”, del otro lado del “puente”, en el otro extremo, encontramos a alguien que conoce la ciencia positiva y sus métodos y que no descree totalmente de ella, pero sí la asume como limitada e insuficiente. Por lo cual puede aportar algo diferente y, a su vez, puede encontrar cierto idioma “común”. No se debe olvidar que, entre otras cosas, Van Helsing es tan médico como Watson, quien, probablemente según el texto, fuera quien le refirió a Holmes su existencia.

    Si bien podría sostenerse que esos “cabos” a unir pueden ser improbables, creo que entran dentro de lo posible, y en base a ellos relacioné a los dos personajes, utilizando también una “doble garantía”, con un personaje de cada “universo” (John Watson y Jonathan Harker) que, de modo verosímil, me permitieran unir a Van Helsing y a Sherlock Holmes.

    Por otro lado, se me ocurre pensar en que otra cosa que haría posible el encuentro sería lo que se podría llamar “paradoja del ego”. Sherlock Holmes tenía una personalidad rara. No eran pocos de sus conocidos los que lo consideraban excéntrico y algo egocéntrico. En cierto modo, daría la impresión de que a veces se asume a sí mismo como superior. Aunque otras veces pareciera negarlo, señalando que lo que él hace podría hacerlo cualquiera que se atreva a usar su razón. Esa personalidad que denota un cierto egocentrismo y esa ansia racional de querer explicarlo todo podría conducir a “humillarse” y pedir ayuda antes que darse por vencido y aceptar la derrota. Ambos extremos son contradictorios, pero al mismo tiempo son verdaderos, de ahí la paradoja: para salvar al ego (no ser vencido por un caso no resuelto), hay que “matar” al ego (solicitar ayuda y, eventualmente, revisar el método). Esta es una conjetura mía, muy opinable, y si bien no es una de las principales razones que avalarían el “cruce” de las historias, por lo menos creo que coadyuva a ese objetivo.

    5.- Sentido del título y su relación con el contenido.

    En definitiva, del contenido del texto, de su forma y de lo dicho en el marco histórico-filosófico, se puede extraer un tema clave que subyace al micro: los límites humanos.

    Sea en el orden natural, o en el sobrenatural, la razón y los recursos humanos son siempre limitados. El hombre siempre busca la “luz”, tanto en sentido literal como metafórico (sea que aluda esta metáfora a la razón o al bien moral o ético), y siempre se ve acechado por la oscuridad (lo desconocido y el mal). Eso le pasa a cada persona, a cada sociedad y a la humanidad.

    La mejor garantía para el fracaso es la confianza ilimitada en lo provisorio y suponer que es absoluto aquello que es limitado y relativo. Cierto es que muchas cosas cambiaron y que hoy toda verdad científica se asume como provisional. Pero no todas las personas lo ven así, y el común de la gente cuando piensa en la ciencia tiene una idea bastante parecida a la del positivismo primitivo.

    El ansia de dominio y poder absoluto de la naturaleza y de la realidad, aunque use a la luz como instrumento, lleva indefectiblemente a la oscuridad. La historia lo ha probado. Y luego, por desconfianza en las consecuencias de la “luz”, se desconfía de la razón y los resultados tampoco son alentadores.

    En suma, Van Helsing es convocado por Holmes, probablmente, por algo que la razón natural no puede explicar. Pero en el momento histórico en que el micro está ambientado, ya estaban puestas las semillas para que, sin necesidad de concebir la existencia de lo sobrenatural, dentro de lo “natural”, dentro de la realidad, la “luz” de la razón fuera incapaz de comprenderlo todo. Para que fuera incapaz de comprender y ayudar a la libertad para evitar el mal, que está dentro de cada hombre, dentro de cada pueblo, y dentro de la humanidad, y no podrá ser disipado mientras se adopten visiones fraccionarias o reduccionistas y/o que conciban al hombre como un medio.

    En definitiva, haya o no un elemento sobrenatural en la historia (es interesante aquí el aporte de PAULATREIDES que recordó a un monstruo humano, Jack “The Ripper”), el “claroscuro” es el retrato y la película de la realidad, donde se entremezclan las luces y sombras en el campo del conocimiento, de la ética y de la moral, y en definitiva, dentro de cada persona, de cada sociedad y de la humanidad. Por eso, la conjetura de Van Helsing creo que aún hoy resulta válida: “puede que las luces de hoy sean incapaces de disipar las tinieblas del ayer”. Y creo que también resulta válida su pregunta: “¿emergerá la claridad desde las sombras?”. Tal vez la solución a la conjetura y la respuesta a la pregunta pase por el encuentro de quienes pueden complementarse en favor de un objetivo común y superior.

    He intentado que el “cruce” de ambos personajes fuera verosímil y, desde cierto punto de vista, ese cruce sirve a una historia detrás de la cual subyace un contexto histórico-filosófico determinado, pero que también posee cierta universalidad.

    Este fue, entonces, el “trasfondo”, la trastienda del proceso creativo que quería compartir con ustedes. Lo que subyace al micro y ha resultado complementado y enriquecido con sus lecturas. En base a ellas, y en especial, algunos apuntes de A, Ana María, Luis Ponce y Marcelo Kisi a quienes les dio impresión de que éste fuera el comienzo de un relato mayor o posterior o que pareciera un capítulo de una novela de misterio o que tuviera un estilo de redacción similar al de la novela clásica decimonónica, me planteo que, de ser posible utilizar estos personajes, tal vez valdría la pena tomar este micro como base para desarrollar en otro ámbito más extenso la historia que se cuenta a través de él.

    Una vez más, les agradezco a todos y cada uno de ustedes su participación, sus inteligentes y sensibles interpretaciones y el estímulo que brindan para seguir escribiendo y participando. Ahora me toca ir leyendo y comentando sus relatos.

    Saludos.

    Escrito el 13 julio 2015 a las 04:18
  56. 57. Miranda dice:

    Dante, no hay duda de que te gusta escribir y trabajas a fondo todo lo que haces.

    Este mes teníamos un reto de 100 palabras, lo que puede parecer a primera vista un reto pequeño. Tu has demostrado con este post, el arduo trabajo y los conocimientos que son necesarios detrás.

    Para explicárnoslo has utilizado 6748 palabras (9 folios a 1 espacio con Arial 12). He terminado la primera lectura exhausta.

    Tú dices que te has estrenado en los micros, pero ya nos has dado una Masterclass.

    Tomaré buena nota de la utilización de personajes ya conocidos por “el gran publico”, jugar con sus posibles relaciones, sin perder de vista la compatibilidad en la ambientación (época, tiempos, etc.) mexclando además dos generos como el terror y el misterio, realmente curioso; nunca había utilizado personajes ya creados en mis textos, sabia que podía hacerlo, pero nunca lo intente.

    Realmente me ha resultado muy interesante.

    Un saludo y gracias.

    Escrito el 13 julio 2015 a las 14:38
  57. 58. Cryssta dice:

    Como a todos me gustó tu relato y no puedo decirte más de lo que ya te han dicho otros compañeros.

    Eso sí, me alegro de que no me fallara mi intuición (o deducción detectivesca) porque andaba algo preocupadilla leyendo los comentarios y todos hablaban de una cruz bendita cuando yo desde la primera lectura pensé que hablabas de una estaca y he respirado aliviada cuando tú has aclarado mi duda.

    Y ahora voy a imprimir todo lo que has dicho para estudiarlo despacito que estoy en momento de aprender.

    Saludos,

    Escrito el 17 julio 2015 a las 10:38
  58. 59. beba dice:

    Hola, Dante:
    Estuve releyendo tus “devoluciones” a los comentaristas. Me algra decirte lo bien que me cae tu atención a tosos y cada uno de nosotros, y tu sincero interés en lo que hacemos. Sin contar con la riqueza de tu inteligencia y conocimientos.
    Por otra parte, quiero agradecerte tu visita a mi blog, y el precioso y meditado comentario que me dejaste. Lo hago aquí porque no sé cómo hacértelo llegar desde el blog, donde- por supuesto- te he respondido. Me sentí muy feliz.
    Par cuando tengas tiempo y ganas vuelvo a invitarte.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 julio 2015 a las 00:14
  59. 60. charola dice:

    ¡Hola Dante!

    Maestro del misterio.
    Me gustó tu micro y no quiero ser retórica, porque ya recibiste muchas palabras, las mismas que yo te diría y/o escribiría. Mas bien, quiero felicitarte por la seriedad que pones en lo que haces y porque lo manifiestas, para así poder seguirte y aprender.

    Saludos y gracias.

    Escrito el 20 julio 2015 a las 00:30
  60. 61. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Dante: Primero que todo quisiera agradecerte esa disertación tan profunda y motivante sobre mi texto, mil gracias. Tu trabajo me motiva a visualizarte como el niño aquel que escribía prolíferos garabatos sobre la arena en solitaria playa con una vara. Al preguntarle su madre ¿Qué estas haciendo Miguelito? Mamá no me interrumpas, que estoy escribiendo El Quijote. Si a esa edad alguien te hubiese preguntado a ti contestarías; Estoy trabajando en los micros de todos. Que gran obra has logrado entre nosotros.

    Escrito el 20 julio 2015 a las 12:54
  61. 62. Luis Ponce dice:

    Dante: gracias por tus comentarios en mi relato. Punto.
    Dante: muchísimas gracias por la magistral clase que nos acabas de dar. Has desarrollado un justificativo al hecho de querer escribir, has descubierto para muchos de nosotros, que las cien o menos palabras que habíamos necesitado para armar el micro relato, significaban horas de trabajo, mucho esfuerzo, hurgar en la memoria, desechar posibilidades, cambiar rumbos y llenar la papelera del computador con un millón de ideas o rumbos.
    El escribir, no es poner en el papel cien palabras coherentes, el escribir es vivir una historia de la que el lector alcanza a atisbar lo que su imaginación le permite.
    Gracias por demostrar que el esfuerzo que hacemos es compartido y que algunos vamos por el mismo camino.

    Escrito el 22 julio 2015 a las 22:56
  62. 63. Luis Ponce dice:

    Dante:¿Porqué no intentas una novela basada en el proceso de escritura de una novela de misterio?.
    Tienes todo un material para ello.

    Escrito el 23 julio 2015 a las 00:21
  63. 64. ortzaize dice:

    las preguntas sin respuesta me han dejado pesarosa, asi que he tenido que leer y releer el micro unas cuantas veces.Todos los escritores que he leido sois muy buenos, siempre hay que leer entre lineas . no me vale la primera lectura. Terminas con el artilujio de madera es el final inesperado, no se si es un personaje de aqui o de alla ¿ una locura! gracias

    Escrito el 26 julio 2015 a las 20:26
  64. 65. Leonardo Ossa dice:

    Dante, resulta supremamente interesante todas tus notas. También en los comentarios de mi micro agradecí tu análisis. Cuando lo creas conveniente podés pasar a leerlo.
    Con respecto al post N° 56, en el que expones detalles de tu creación, no me queda más que manifestar mis felicitaciones por el esmerado trabajo. Es admirable.

    Escrito el 27 julio 2015 a las 03:48
  65. 66. Vespasiano dice:

    Estoy de vuelta de unas cortas vacaciones y empiezo a tomar contacto de nuevo con Literautas.
    Dante, una vez mas agradecer tus comentarios a mis observaciones acerca de tu intrigante micro. ¡Hice lo que pude!
    Tu post nº 56, para enmarcar.
    La clase sobre Filosofía, magistral.
    Felicidades.

    Escrito el 2 agosto 2015 a las 11:59

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